Jaca negra, luna roja,
la muerte me está mirando
Federico, Federico… ¿cómo se te ocurrió pintar de púrpura la luna llena? ¿o es que no sabes que en las noches calurosas de agosto el bochorno la derrite en lágrimas de sangre? Teñiste tu bandera con el carmesí de esas lágrimas y la convertiste en tu capote al son de una petenera. ¿Pero es que no sabes que la piel de toro embestirá a esa muleta de amapolas? Elegiste la espina más afilada del rosal, las fresas más salvajes que brotan bajo la ardiente nieve.
Sí, canta, recita, baila, ríe y haz reír, dramatiza al muerto o déjate morir…estás provocando a la bestia con tu felicidad escarlata, amante del amor oscuro. No esperes la ayuda del picador azul, del jinete del mar…estás solo, Federico, en la soledad del pozo sin agua.
Ya se oyen voces en la arena roja del laberinto del coso. Has herido de grana al animal sin ojos con tus banderillas de versos escarlata, con tus palabras ensortijadas en rubíes. Sus aullidos silenciosos hacen temblar al eco de la noche. Corre pero no huyas. La Alhambra gime.
Voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir
¡Qué trabajo me cuesta
dejarte marchar, día!
Te vas lleno de mí,
vuelves sin conocerme.
Las voces han teñido de añil los ojos de la luna. No vienen del azul del mar, Federico, ni de la mirada garza de las estrellas. Vienen del marino del yunque, de los rosales azules sin pétalos. Vienen en la barca de Caronte para llevarte a la otra orilla. Prepara tu moneda debajo de la lengua para costear tu viaje o prepárate para vagar cien años por las riberas del Guadalquivir. Aún estás vagando, Federico, aún estás cantando seguidillas con tus pies descalzos en la orilla, ahora provocando a Hades ¿Es qué no tienes miedo?
Se acercan sombras turquesas, sombras azules verdosas, sombras gélidas de piedra. Que no, que no es el reflejo del mar, Federico, es el agua zarca perfumada de cianuro.
La Guardia Civil se aleja
por un túnel de silencio
mientras las llamas te cercan
de las hojas muertas,
miedo de los prados
llenos de rocío
En la noche se produjo el eclipse de dos lunas, la de púrpura y la de añil, y la luz de los muertos se vistió de nubes malvas. Fantasmas de jueves santo cubren con sus túnicas moradas el rocío de Víznar. Los cipreses lloran cruces de amatistas. En el campo granadino crecen violetas que borran las huellas del aullido del lobo.
Tú eras pintor de palabras, Federico ¿no conocías el riesgo de mezclar en tu paleta el fuego del rojo y los cuchillos del azul? No eres buen pintor de arco iris, eres poeta de lamentos de mujeres, de farándulas provincianas, de partituras folklóricas, de historias de libertad que huelen a lilas frescas cuando se acerca el sol.
En los prados de luto, en la ribera del silencio, hay unos labios violáceos que siguen cantando coplas a la luna vestida con su polisón de nardos.
Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto
Fotografía 3ª: Marcefabi – http://www.arte/ & Fotografía
Citas poéticas de Federico García Lorca, por orden de aparición en el texto:
- Canciones (Canción del jinete)
- Romancero gitano (Muerte de Antoñito el Camborio )
- Canciones de luna (Canción del día que se va)
- Romancero gitano (Romance de la Guardia Civil española)
- Libro de poemas (Aire nocturno)
- Gacela 7ª (Gacela de la muerte oscura)
- Gacela 7ª (Gacela de la muerte oscura)
Exquisito el homenaje. Delicado e intenso. Hay ese aire lorquiano en todo el texto. Intenso y suave todo él. Y la selección me ha encantado también.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
La intensidad y delicadeza de la obra de Lorca siempre está en los ojos de quien la mira, lee o recrea, Diego. La famosa pausa en la mirada. Es un verdadero placer que te haya gustado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Guardo una parcela detrás de mi corazón, reservada para un cofre con prosapia de noble madera...y en él, atesoro un universo de emociones,iconos,anhelos,sueños,estelas, evocaciones y seres especiales y dentro de éste, un nutrido compartimento donde moran expresiones que se impregnan por su intensidad en el alma. Algunas de ellas te pertenecen, Marisa,pero yo, con tu permiso, ya las he hecho mías: el brote fresco del lírio blanco, la luz de los muertos que se viste de nubes malvas, los cipreses que lloran cruces de amatistas, el vagón de los sueños grises, el horizonte pintado con acuarelas del alma, el agua que busca en la tierra la vena salvaje que haga latir de esmeralda la arcilla de su cuerpo...
ResponderEliminarNarración penetrante, conmovedora y áspera que te empuja a querer aliviar y a despertar al frágil Federico, seguramente absorto en uno de sus símbolos más frecuentes: la luna.
Aciertas en la forma y en el fondo, revelas al génio y su idiosincrasia.Enhorabuena.
Que guardes en ese cofre de tesoros tuyo,algunas de mis emociones es el mejor regalo y piropo que pueden hacerme. Francamente, todo está dicho ya, el divertimento empieza en la selección de esos retazos del alma y en la recreación que tus labios puedan hacer de ellos.
ResponderEliminarY tú tampoco te quedas corta en pintar emociones, tienes la paleta del arco iris muy cerca siempre.
Por cierto, no sé si Federico estará absorto, pero de lo que estoy segura es que habrá colgado el cartel de "no molestar",jjj.
Gracias por tus siempre hermosas palabras, Bea.
Un besazo.
Apuesto por el blues, por el azul neón de una calle cualquiera donde el lamento es triste pero reconfortante. Apuesto por el azul de un cielo que no augure tormenta, quizás como antes, el azul gris del humo que alguien echó a la cara, en cara o por la cara. Apuesto por el azul del mar que me hacía llegar las sirenas de los que partían en el puerto. Por esta vez, apostaré como tú por la pasión del diferente, aunque no me reconozca en él.
ResponderEliminar¡Congratulations Juanita! tus palabras me han conmovido.
Quizás no sea tanto cuestión de elegir un color, Maverick, sino de saber mezclar con criterio propio todos los colores para aprender de los nuevos resultados cromáticos.
ResponderEliminar¿Juanita? jjj....de San Juan, claro,jjj.
Como siempre, me encantan tus comentarios, "Maverick" en estado puro.
Gracias por tus palabras. Un besote hacia el Oeste.
Casi que al analizar el poema, escribes lo que a algunos se nos va ocurriendo: un diálogo, con un amigo, con el poeta, como si quisiéramos decirle lo que sus letras nos dicen, nos mueven, nos inspiran. Me gustó esa forma. Tla vez te copie y hable con "mis poetas", esos que me han legado letras que no recuerdo con exactitud, pues soy muy malo para la memorística, pero que sí han dejado un rastro que -cuando los invoco- lo siento aqueí en el pecho.
ResponderEliminarGracias por tus letras y por compartirlas. ¿Puedo coleccionarte para después leerte?
Un abrazo
Me alegro de que te guste esa forma de "poetizar a los poetas" que he elegido, Francisco. Creo que a través del diálogo que he intentado entablar con el poeta, se consigue un efecto más directo y personal sobre la manera de entender la obra de un autor.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y por tu paseo por mi blog.
Un abrazo.