viernes, 2 de diciembre de 2011

VUELO AL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS


A los pilotos del Vuelo 19 del 5 de diciembre de 1945

La mañana del 5 de diciembre se presentaba soleada en la costa de Miami. Cielo y mar lucían un espléndido terciopelo azul. No había apenas rastro de viento y las nubes parecían haberse enemistado con el Atlántico Occidental.
Marcus subió a su barco como hacía cada mañana durante esos últimos 50 años. Su trabajo en la Guardia Costera de Miami era el eje vertebrador de su vida. Le había reportado trágicas experiencias pero también gozosas satisfacciones al ayudar en primera persona a tantos buques y barcos en peligro que osaban allanar aquellas misteriosas y traicioneras aguas.
-¡Maldito Triángulo de las Bermudas! –solía decir Marcus con cara de preocupación y tristeza, cuando le llegaba por radio la noticia de la desaparición literal de algún barco por aquella zona- ¡Ya son demasiados! Esto no tiene fin…  -sentenciaba mientras caía abatido en la poltrona del barco y se perdía entre el aroma y el humo de su pipa.
A pesar del buen tiempo de esa brillante mañana, a Marcus le costó subirse a su barco y emprender la ruta rutinaria por la zona. No había dormido bien esa noche. Le había ido a visitar una terrible pesadilla. Solo recordaba voces angustiosas de hombres que no entendía y ruidos de motores de avión que laceraban sus oídos hasta que se despertó  empapado en sudor.
-¡Están en peligro, el mar los devorará! –gritó mientras se incorporaba sobresaltado en la cama.
-Cariño, ¿no crees que debes pensar ya en una jubilación? –le dijo Anne, su mujer, con ojos soñolientos- Ven.
Y Marcus se entregó a los brazos protectores de una mujer que tenía talladas en su piel esperas angustiosas,  sobre todo en aquellos días en que la mar encrespaba su poder excitado por la sensualidad de tormentas sin parangón.
Marcus sabía que aunque aquella mañana del 5 de diciembre era radiante y luminosa, esto no constituía ninguna garantía de tranquilidad. Ese Mar del Diablo había sido un verdadero Triángulo de la Muerte ya desde las mismas cartas escritas por Colón. Barcos y aviones desaparecidos sin dejar ningún rastro y, en muchos casos, sin previo aviso de SOS, brújulas descontroladas, extrañas nieblas que imbuían en sus fauces cualquier atisbo de orientación, gigantescas olas que se formaban en escasos minutos en un mar que anteriormente era un espejo, o manchas marinas y camaleónicas que adquirían un inexplicable color blanco. Marcus lo sabía. Por ello, nunca bajaba la guardia y mucho menos en días aparentemente apacibles.
Sin embargo, la mañana transcurrió tranquila. Los contactos por radio solo eran de algún compañero indicando su posición, y los barcos con los que se topó eran de recreo y no tenían ninguna intención de alejarse demasiado de la costa. Cuando llegó la hora de comer, Marcus salió a la cubierta de proa y se acomodó en su hamaca dejando que los tibios rayos del sol recorrieran los surcos de aquel rostro que eran la firma que el tiempo había dejado en aquel hombre de mar. A las 14:00 horas le pareció oír un lejano rumor de aviones en el cielo. Miró hacia arriba pero no vio nada, así que se dispuso a devorar el pastel de puerros y calabaza que Anne le había preparado. Sintió una modorra causada tanto por las pocas horas de sueño de esa noche, como por la calidez del sol. Sin pretenderlo, Morfeo le abrió sus puertas.



Serían las 15:45 cuando se despertó sobresaltado en la cubierta por el ruido atronador de aviones. No era de extrañar porque la base militar de Ford Lauderdale en La Florida, no se encontraba muy lejos de allí. Lo que le produjo desconcierto es que ese ruido de motores era diferente a los demás. Marcus tenía una larga experiencia como guardacostas y sabía diferenciar el tipo de barco o avión de que se trataba con solo oír rugir sus tripas.
-No puede ser posible…no, no… -balbuceó Marcus desorientado tanto por el ruido como por el sopor de aquella siesta- …Parece el motor de bombarderos Avenger TBM norteamericanos de la 2ª Guerra Mundial… No es posible… ¿qué diablos está ocurriendo?

Ese tipo de bombardero ya no estaba operativo en pleno siglo XXI, así que Marcus se levantó de la hamaca y trató de buscar con su mirada clavada en el cielo, los aviones que desprendían ese ruido ensordecedor. No había nada. El cielo comenzaba a cubrirse por una niebla que cada vez era más baja y espesa, y acercaba su lengua húmeda al mismo casco de la embarcación de Marcus. Este miró hacia la costa pero… no había costa, había desaparecido. Se giró varias veces sobre sí mismo y su vista no divisó ningún atisbo de tierra ni tan siquiera en la lejanía.
-Pero ¿dónde demonios estoy?  -se preguntó Marcus completamente desconcertado. Y se dirigió con nerviosismo hacia el interior de su barco para buscar la brújula y el cuadro de mandos. Comprobó con terror que la aguja de la brújula principal se había vuelto completamente loca girando sin cesar en dirección contraria a las agujas del reloj.
-Me lo temía… ¡Maldito Triángulo de las Bermudas!  -tronó su voz.


No era la primera vez que le ocurrían extraños fenómenos electromagnéticos cuando se alejaba de la costa y entraba en ese diabólico Triángulo comprendido entre Bermudas, Puerto Rico y Florida, que el gobierno de los EE.UU. ni reconocía como zona marítima en sus mapas ni admitía los fenómenos anormales que se producían desde hacía siglos en esa zona. Eso sí, secretamente tenía una base militar para aviones en la Isla de Andros, de paso restringido y negada su existencia hasta cuando las evidencias no pudieron hacer que lo negaran. Formaba parte del Área 51, pero la base no aparecía en los mapas públicos estadounidenses.
Marcus desconocía el lugar donde se hallaba. Incluso la brújula secundaria estaba completamente descontrolada. El ruido atronador de esos posibles bombarderos cada vez era más próximo, como en la pesadilla que Marcus había tenido esa misma noche. Desconcertado volvió a salir a cubierta para intentar localizarlos en un cielo que se había transformado en una niebla gris. En la retina de sus ojos se reflejaron cinco aviones Avenger TBM en forma de cuña que giraban frenéticamente encima de su embarcación.
-¡Por todos los demonios!… ¡Es el Vuelo 19!...  –y acto seguido, Marcus tuvo que agarrarse a la barandilla de proa ya que una gigantesca ola nacida de un mar que se había convertido en una verdadera masa blanca de espuma, trato de abatir su barco.


El Vuelo 19 fue un escuadrón de 5 aviones Avenger TBM que en un día de condiciones meteorológicas magníficas, el 5 de diciembre de 1945 y en plena 2ª posguerra mundial, el ejército de Aviación norteamericano de la Base de Ford Lauderdale, lanzó a hacer unas pruebas rutinarias de entrenamiento por el Triángulo de las Bermudas, ya que esta Base estaba especialmente preocupada por mantener a sus pilotos adiestrados. Al mando del vuelo y con número de serie 19, iba el teniente Charles C. Taylor, veterano de la Marina y piloto experimentado. La tripulación de cada uno de los bombarderos era de tres hombres, en total, quince, e iban cargados con gasolina suficiente para 1660 km. Antes de salir, la radio, motores y equipos salvavidas fueron checados y reportados en perfecto estado. Sin embargo, después de anunciar por radio diferentes anomalías en sus aviones y en su orientación, la comunicación se cortó. El hidroavión que se mandó inmediatamente para su rescate, el Martin Mariner, especializado en rescates anfibio y con 13 hombres a bordo, también desapareció sin dejar señal. Se realizó una búsqueda la más intensiva y cuidadosa llevada a cabo por mar y aire, pero no se encontró ningún resto ni de estos 28 hombres ni de sus aviones.

Mientras Marcus recordaba este enigmático pasaje histórico de la Marina norteamericana, corrió hacia su radio para informar de todo el asunto a la base de guardacostas de Miami, pero no fue capaz de comunicarse con ellos porque la radio, al igual que la brújula, no respondían a sus propósitos. No obstante, las fuertes sacudidas que recibía el barco a causa del oleaje, hicieron que no desistiera de su empeño, e insistiera desesperadamente por radio en un SOS que temía que fuera engullido junto con su barco por ese Mar del diablo. Cuando ya casi había perdido la esperanza de una posible comunicación, la radio comenzó a emitir unos crujidos extraños y lejanos. La piel de Marcus se erizó tanto como ese mar que le azotaba, adquiriendo la misma tonalidad pálida que las aguas cuando escuchó por radio las voces de los hombres del Vuelo 19:
-Torre de control, Torre de control. Esta es una emergencia. Nos hemos salido de curso. Parece que nos hemos salido de curso. Parece que nos hemos perdido. No estamos seguros de nuestra posición ¡No podemos avistar tierra!
-(Base de Ford Lauderdale): ¿Qué posición tienen?
-No estamos seguros de nuestra posición. Repetimos: no podemos ver tierra. No sabemos si estamos sobre el Atlántico o sobre el Golfo.
-Asuman el rumbo hacia el oeste, pronto verán tierra.
-No sabemos hacia dónde está el oeste. Todo está mal. Es tan extraño. El mar luce muy raro. Mis dos compases han dejado de funcionar. Estoy tratando de hallar Fort Lauderdale... Estoy seguro de que nos hallamos sobre los Cayos, pero no sé a qué altura... (Corte de comunicación). No estamos seguros de nuestra posición. No sabemos exactamente dónde estamos. Creo que a unos 360 km. de la base. (Corte de comunicación). El mar es muy extraño. Parece que estamos sobre aguas blancas. (Corte de comunicación). Estamos completamente perdidos. Y parece que… (Fin de la comunicación con la base).
-Hidroavión de rescate Martin Mariner: Vuelo 19, estamos volando hacia ustedes para guiarlos de regreso ¿Qué altitud tienen?
No nos sigan! (Fin de la comunicación con el Martin).


Marcus reconoció esta conversación que tantas veces había leído en los documentos oficiales (¿u oficiosos?) que el ejército de aviación norteamericano había sacado a la luz o, simplemente, se había infiltrado por las grietas que siempre encuentran abiertas los periodistas. Cogió la radio con nerviosismo e intentó comunicarse con el Vuelo 19 a pesar de los 60 años que los separaban:
-¡Vuelo 19! Aquí guardacostas de Miami… ¿Qué está ocurriendo ahí arriba? Tengo localizada su posición  -gritaba Marcus ignorando el lugar donde bombarderos y él se encontraban pero no levantando la vista de esos cinco aviones que giraban frenéticamente encima de su barco- ¿Qué es lo que les está pasando? ¿Qué está sucediendo?
Después de las palabras de Marcus, se hizo un silencio por unos veinte segundos y seguidamente una débil y lejana voz respondió:
-Vuelo 19 a guardacostas de Miami. Seguimos en vuelo. Aléjense de la zona. Repito, aléjense de la zona. El Vuelo 19 permanecerá siempre en estas coordenadas de misión de alerta. No nos busquen más, nosotros les encontraremos algún día…quizás…

Por más que Marcus intentó restablecer la comunicación, fue imposible. Lo último que recordó fue ver alejarse en el horizonte a cinco aviones seguidos por un hidroavión de rescate en cuya cola rezaba el título de “Martin Mariner”.
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-¿Has metido en la maleta tus pastillas?, querido  -preguntó Anne a Marcus radiante de felicidad por el viaje de ocio que se disponían a realizar-  Ya sabes que en las Islas Bermudas resultará difícil encontrarlas, Marcus, y tu corazón no está para esos vuelos de juventud.
-Mi corazón estará siempre con el Vuelo 19, Anne  -contestó Marcus mientras recogía de encima de la mesa sus papeles de jubilación que tendría que entregar antes de cruzar el Triángulo de las Bermudas…

Nota:
A excepción de la ficción creada entre Marcus y Anne, el resto de datos concernientes al Triángulo de las Bermudas y al Vuelo 19, son reales. La última retransmisión por radio que hizo el Vuelo 19 el 5 de diciembre de 1945 antes de desaparecer, está transcrita literalmente en color azul tal y como la Marina estadounidense hizo público y algún testigo presencial de la Base de Lauderdalo confirmó.
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PARA LOS QUE QUIERAN SABER MÁS:
EL VUELO 19



Era el 5 de Diciembre de 1945, día magnífico, mar en calma y cielo despejado. 5 aviones Avenger TBM estaban listos para despegar de la base aérea de Fort Lauderdale, en Florida. Corrían los días de la 2ª posguerra mundial y la Marina de EE.UU. estaba particularmente preocupada por mantener adiestrados a sus pilotos. Su Misión consistía en alejarse 160 millas  y regresar a su base, en un vuelo de entrenamiento. Al mando del vuelo, con número de serie 19, iba el teniente Charles C. Taylor, veterano de la marina y piloto experimentado. La tripulación de cada uno de los aviones constaba de tres hombres, por lo que en total participarían 15. Cada uno de los aparatos había cargado gasolina suficiente para volar el equivalente de 1660 km. Los motores, la radio y los equipos salvavidas fueron checados y reportados en buen estado.
En el momento de dar el último aviso para despegar, sólo faltaba un hombre que, sintiéndose enfermo, se quedaría en tierra. A las 2:00 de la tarde despegaron sin novedad los cinco aviones y, tomando en seguida la formación de vuelo, se lanzaron rumbo al mar a buena velocidad. Durante casi dos horas, el vuelo 19 se estuvo reportando con regularidad a su base. A las 3:45, un mensaje desconcertante cruzó el espacio hasta la torre de control: empezaron a tener problemas con sus aviones, las brújulas no funcionan en los cinco aviones a la vez, la comunicación se cortaba constantemente, no sabían dónde se encontraban, el mar era blanco, y ningún aparato de los aviones funcionaba correctamente. (Conversación transcrita en el relato)
Los radioperadores podían escuchar en la base el ruido de los motores, pero no las voces de los pilotos. Para entonces, el pánico había hecho presa de las tripulaciones; ya no eran pilotos experimentados, sino hombres invadidos por un temor monstruoso. En la base de Fort Lauderdale todo era desconcierto.
Durante todo el tiempo que duró la comunicación, parte del personal de la torre se había preocupado por trazar posiciones y calcular la ruta que habían seguido al extraviarse. Intentaron hacer contacto con otras naves próximas al área; pero todo fue en vano. Sólo quedaban conjeturas. ¿Qué había podido desorientarlos de ese modo? ¿Cómo explicar las interferencias de la radio en un día tan claro? Y sobre todo, ¿Qué peligro habían enfrentado, que los había hecho perder la calma de ese modo? Las horas siguientes fueron de frenética acción. La alarma había puesto en movimiento a todo el personal. Los aviones Avenger, bombarderos de combate, eran magníficos aparatos en su tiempo.
Extraordinariamente bien equipados para el ataque - casi una tonelada de bombas, o un torpedo submarino - contaban además con un poderoso motor de 1600 caballos, y alas plegables para su fácil acarreo en portaaviones. Su autonomía de vuelo era muy amplia y tenía equipo especial para facilitar la supervivencia en alta mar. Como los bombarderos habían sido checados antes de partir y contaba cada uno de ellos con un aparato radiotransmisor, más que pensar en una falla mecánica el personal de tierra temía que un disturbio atmosférico los hubiese dañado. Las turbulencias y bolsas de aire, por ejemplo, son imprevisibles y más de un avión ha sucumbido a causa de ellas. Incluso un ataque enemigo, aunque improbable, no se descartaba: la guerra recién había terminado. Sin embargo, ¿Por qué no habían podido explicar lo que les sucedía? El radioperador estimó que el último punto en que habían hecho contacto con el escuadrón, había sido a unos 150 km. al noreste de la base naval de Banana River, en la costa de la Florida.
A ese punto y sus alrededores fue enviado un hidroavión, el Martin Mariner, especializado en rescate anfibio, con trece hombres a bordo. La torre de control mantuvo estrecho contacto con el hidroavión de rescate durante los siguientes minutos de vuelo. Inesperadamente, el Martin Mariner consiguió trabar comunicación con el Vuelo 19: Hidroavión Martin: \"Vuelo 19, estamos volando hacia ustedes para guiarlos de regreso ¿Qué altitud tienen?\" La interferencia no dejó escuchar completa la respuesta del Vuelo 19, pero las últimas tres palabras se oyeron perfectamente: \"¡No nos sigan !\" Y se perdió la señal. Todo el diálogo había sido captado también en la base. Desde algún lugar desconocido, los pilotos habían alcanzado a enviar un mensaje para alentar a sus compañeros. Pero, ¿de qué? Mientras tanto, la tripulación del Martin Mariner, más alerta que nunca, escudriñaba metro por metro la superficie del mar. Durante los siguientes siete minutos, el comandante del hidroavión se estuvo reportando a la base.
Al parecer no había huellas del naufragio en la zona. Pocos minutos después dejó de escucharse la señal del Martin Mariner. No había contacto en ninguno de los sentidos con su tripulación. El silencio que siguió al último mensaje nunca más fue roto. Nunca más los marinos volverían a ser vistos ni escuchados. El comandante de la base, más perplejo que nunca, dio orden de comenzar lo que sería la búsqueda más intensiva y cuidadosa llevada a cabo en mar y aire; pero también la más infructuosa.

Les dejo un documental extraordinario que se hizo sobre el caso no resuelto del Vuelo 19 en el que se trata de explicar racionalmente lo que pudo suceder. Aún así, los expertos rechazan la completa veracidad de estas teorías ya que existen partes de este caso que ni tan siquiera estas hipótesis pueden explicar. El vídeo posee varias partes.

EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS

El famoso Triángulo de las Bermudas (Bermudas, Florida y Puerto Rico) es una zona del Atlántico con un elevado número de desapariciones de barcos y aviones. No hablo de accidentes, sino literalmente desaparecen y no se encuentra rastro de ellos; y cuando se ha encontrado algún barco, estaba completamente vacío, sin tripulación a bordo. Antes de desaparecer, no mandan ningún SOS, simplemente…se esfuman. Las cifras de desapariciones suelen variar según la fuente que se consulte, pero aproximadamente y hasta ahora, unos 200 aviones y 2000 buques (pueden consultar la larga lista en cualquier fuente de Internet).

Ya en las Cartas de Cristóbal Colón, se mencionan hechos extraños cuando viajaban por esta zona, como fuego que cae en el mar o agujas (brújulas) descontroladas:
Sábado, 15 de septiembre 1492
Navegó aquel día con su noche veintisiete leguas su camino al Oeste y algunas más. Y en esta noche al principio de ella vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar, lejos de ellos cuatro o cinco leguas.
Lunes, 17 de septiembre
(…)Tomaron los pilotos el Norte marcándolo, y hallaron que las agujas noroesteaban una gran cuarta, y temían los marineros y estaban penados y no decían de qué. (…)
Diario de a bordo del primer viaje de Cristóbal Colón.
En algunos textos del siglo XVI, ya se alertaba de que en esas aguas se avistaban “barcos fantasmas” que surcaban las olas sin tripulación a bordo.
Este Triángulo a lo largo de la historia ha recibido diversas denominaciones:
-          Mar del Diablo.
-          El Sepulcro de los Sargazos.
-          El Cementerio en el Atlántico.
-          El Triángulo de la Muerte.
-          El Triángulo del Diablo.
Las explicaciones de los escépticos son:
-          A causa de fenómenos atmosféricos: es una zona propensa a huracanes y tempestades.
-          Al gas metano que yace en el fondo marítimo en esta zona congelado, pero que cuando se libera produce esa espuma blanca encima del océano, consistente en millones de burbujas que hacen que la densidad del agua disminuya y los barcos se hundan.
Debo decir que, aun aceptando estas dos teorías, hay barcos y aviones que no aparecen ni en el fondo del océano, y tampoco explicarían el descontrol de brújulas y aparatos electromagnéticos.
Hay otras explicaciones sobre el asunto para los que son menos escépticos:
-          OVNIS: es una zona en la que se han detectado objetos extraños tanto en el cielo como bajo las aguas del Atlántico (recuérdese la cita de Colón). El gobierno norteamericano tiene una base militar de aviones en la isla de Andros, negada su existencia hasta que la evidencia era innegable, pero que de la cual despegan “pocos aviones”.
-          Fenómenos electromagnéticos de origen desconocido que deformarían el tiempo-espacio (vórtices), haciendo desaparecer por completo a barcos y aviones.
-          La desaparecida ciudad de la Atlántida, descrita por Platón en sus libros, yace bajo las aguas, provocando fuerzas extrañas (los famosos cristales atlantes que causarían anomalías electromagnéticas). En concreto, se la sitúa en la isla de Bimini, en el centro del Triángulo de las Bermudas. Exploraciones que se han hecho en el suelo del fondo marino, demuestran que hay una calzada de piedra no natural sino en la que necesariamente ha tenido que  intervenir la mano humana.

La calzada de Bimini en el fondo marino

El siguiente documental de History Channel es magnífico. Les explicará mucho mejor que yo lo que les vengo contando.



Pero quien realmente utilizó el término de “Triángulo de las Bermudas” por primera vez fue el escritor Charles Berlitz, cuando publicó en 1974 un libro que ha batido récords de ediciones (y los sigue batiendo) titulado “El Triángulo de las Bermudas”. Ha sido tan admirado como criticado ya que, aunque Berlitz maneja datos reales, históricos, periodísticos y documentación fiable, algunos investigadores consideran que también aportó algo fruto de su imaginación. El éxito en ventas fue clamoroso. Además de hacer una interesante relación de los aviones y barcos desaparecidos en este triángulo, narra su historia, e incluso aportó datos de supervivientes de algún suceso de esta zona. Dejo algunas citas del libro relacionadas con el Vuelo 19:

El teniente R. H. Wirshing, oficial de entrenamiento de la base aeronaval de Fort Lauderdale en la época del incidente, que ha examinado el caso durante años, piensa que el verbo "desaparecer" es un factor muy importante en todo lo relativo a la suerte corrida por la tripulación del Vuelo 19, ya que jamás se ha presentado prueba alguna de que realmente haya perecido. (La madre de uno de los pilotos perdidos, que asistió al proceso de la Marina, declaró que tenía la impresión de que su hijo "se hallaba aún con vida, en algún lugar del espacio".)
Y el diario News de Miami reprodujo las siguientes declaraciones del doctor Manson Valentine, un científico que ha estado observando la zona durante años desde Miami:
"Todavía se encuentran allí, pero están en una dimensión diferente, en un fenómeno magnético que podría haber sido provocado por un OVNI",
Por lo menos dos miembros del Vuelo 19 parecen haber tenido un presentimiento acerca de la catástrofe. Uno de ellos fue el propio instructor de vuelo, que se presentó con retraso a recibir las instrucciones para la misión. Llegó a la 1.15 de la tarde y solicitó que le relevaran de aquella tarea específica.
Sin embargo, no acompañó su petición de ningún tipo de explicación. Simplemente dijo que no deseaba tomar parte en la misión. Puesto que no se disponía de ningún relevo, su solicitud fue denegada.
El segundo caso, al que el teniente Wirshing asistió personalmente y que ha sido muy comentado, fue el incidente del cabo del cuerpo de Marines, Allan Kosnar, quien, pese a estar designado para tomar parte en el Vuelo 19, no se presentó. Según la prensa, hizo las siguientes declaraciones:
"No puedo explicar por qué, pero, por alguna extraña razón, decidí no salir en el vuelo de aquel día".
Veintinueve años después del incidente se hizo público otro aspecto desusado. Arti Ford, periodista, escritor y conferencista que ha seguido el caso desde 1945, hizo una asombrosa declaración durante un programa nacional de televisión en 1974. Indicó que el teniente Taylor había dicho por radio lo siguiente:
"No vengan por mí... parece que son del espacio exterior...".
Pueden leer este libro, si lo desean, en el siguiente enlace:

Por último, les dejo una película que se hizo en 1978 en pleno apogeo de El Triángulo de las Bermudas”. No es ni medio buena, pero en aquella época se convirtió en una verdadera película de terror.
“Triángulo diabólico de las Bermudas”- 1978

Saquen sus propias conclusiones.

47 comentarios:

  1. Querida Marisa: De regreso a este mundo de los blogs tras un alejamiento impuesto, leo tu entrada y quedo fascinada. El tema siempre me ha interesado aunque tuvo su auge, como tú bien dices, mucho tiempo atrás. Desde luego tu adaptación es una maravilla, en forma y en fondo y por esa peculiaridad tuya de enganchar aunque te bases en hechos reales. No podía comenzar mejor mi visita a los amigos, y gracias por tanta información que proporcionas que, desde luego, veré detenidamente. Hay fenómenos inexplicables para la ciencia y soy de las que considera, que no todo tiene que tener una explicación ciéntifica. En realidad sabemos tan poco sobre el tiempo......Gracias por tan magnífica entrada.
    Mil estrellas de alegría
    Sherezade

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  2. Marisa, el relato atrapa desde el principio. Todos hemos oído hablar del Triángulo de las Bermudas, pero tu entrada es un exhaustivo y detallado trabajo sobre las misteriosas desapariciones en esta zona del Caribe. Las interrogantes son muchas, por lo tanto terreno abonado para desplegar la imaginación y las suposiciones y conjeturas. Los misterios no resueltos se alimentan con el paso del tiempo y son como esos crímenes abiertos que constituyen una actualidad permanente. Ha sido una apasionante lectura, magníficamente documentada que nos envuelve que nos arrastra en su vorágine y, si cabe, nuevas interrogantes nos sobrevuelan con el rugido renovado los aviones que no regresaron aquel diciembre de 1945.
    Un placer siempre adentrase y perderse por El espejo de la luna
    Abrazos

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  3. Querida Marisa:
    Al margen de la buena documentación acerca del tema, debo confesarte que tu prosa ha sido perfecta: bien construída la trama narrativa, sin los tropiezos de una mala redacción que te impiden leer el argumento de la historia con pausas innecesarias, y el toque de intriga que merece el asunto. Me ha cautivado desde el principio hasta el fin y te doy mi enhorabuena.
    He oído las historias del famoso Triángulo y también he sobrevolado, en vuelos comerciales, las Bahamas y las Bermudas siempre con mis brújulas inseparables (una de aguja magnética y otra electrónica)en mi asiento-clase turista del avión: nunca observé la más mínima anomalía magnética y el vuelo fue tranquilo. Me alegro, pero algo de emoción me hubiera gustado.
    ¿Nos regalarás una segunda parte?
    Un beso.

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  4. Impresionante reportaje de un enigma (o fantasía) sin resolver. Además, no conocía el caso del Vuelo 19. Tratándose de asuntos terrenales, me cuesta creer todo lo que la razón no explique, pero...
    Interesantísimo Marisa. Un abrazo.

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  5. Marisa, has realizado un trabajo excelente por su contenido y por el estilo de tu prosa clara, precisa y amena.
    Cuando se escribe de alguna zona de nuestro planeta en donde suceden fenómenos extraños, casi siempre se comete el error de llegar a conclusiones que son meras especulaciones sin fundamento físico. Se trata de elevar al rango de tesis hipótesis que no han sido ni siquiera bien definidas y, por tanto, son imposibles de fundamentar con ellas una tesis coherente.
    Esto no sucede con tu artículo, Marisa, ya que has sabido hacer lo que, en general, nunca se tiene en cuanta: documentarte, saber escribir tus conclusiones y no derivar hacia suposiciones inconcretas con la perfecta frase que acaba tu trabajo.
    Es cierto que existen condiciones físicas que pueden producir efectos inesperados. Son inexplicables con las teorías clásicas de la Física, no así con la moderna Física Cuántica que sí puede explicarlas, aunque sólo teóricamente.
    Los campos electromagnéticos y su potencia en determinadas condiciones son bastante desconocidos. Así, como las variaciones de los cinturones de Van Allen debido a los rayos cósmicos o explosiones solares. Sin embargo, la frecuencia con la que determinados pseudocientíficos quieren hacer creer que tienen lugar es absolutamente falsa. De hecho, son muy escasos los fenómenos que se pueden contabilizar como extraños.
    He cruzado navegando dos de los lugares, muy cercanos, que han suscitado grandes “misterios”: el mar de los sargazos y el denominado triángulo de las Bermudas. Como lo hice con rumbo oeste, al cruzar el mar de los sargazos se tiene la sensación de la solución a uno de los grandes misterios “no resueltos” de la navegación a vela: la inexplicable desaparición de las naves en esa maraña de algas flotantes. Y era normal, con poco viento las naves podían quedar varadas en la superficie y cualquier huracán hacer que naufragaran. Primer misterio resulto.
    Por el contrario el triángulo de las Bermudas, que atravesamos casi como la bisectriz del ángulo más oriental, es apacible y de aguas calmas, excepto, claro está, cuando un huracán hace acto de presencia. ¿Que nos podía haber sucedido algo? Pues claro, eso deseábamos, pero nada ocurrió. ¿Que han sucedido extraños casos? Cierto y posiblemente sean de muy difícil solución. ¿Que debemos empezar a creer en unos aspectos físicos hasta ahora no estudiados? También cierto y cuanto antes se haga mejor.
    Como me parece excesivo este comentario, querida Marisa, seguiremos hablando de este tema tan magistralmente documentado y escrito que has publicado.

    Un inmenso abrazo, Marisa.

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  6. Atrapante, fantásticamente escrito, documentado con lujo de detalles desde principio hasta el final.

    Te felicito Marisa, es un tema apasionante, te dejo una conclusión de "Enigmas, web. Formarse" que me pareció interesante.

    ...¿Existen regiones en el mar que infundan más temor que otras, o que son más misteriosas que otras, o acaso sólo se debe a la percepción humana de los hechos? Después de todo, cada uno de los cuerpos de agua de nuestro mundo tiene su propia casuística de enigmas sin resolver y regiones en dónde se producen anomalías. Debido a la ubicación del continente americano con respecto al Atlántico, y los patrones de conquista y emigración seguidos por las naciones europeas, tal vez conocemos este mar un poco mejor que otros, pero exista o no un Triángulo de las Bermudas, siempre habrá misterios marinos que comentar.

    Un fuerte abrazo.

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  7. SHEREZADE:

    Me alegro de tu retorno, Sherezade, y encantada de que en ese comienzo hayas empezado por mi espacio.
    Efectivamente, el tema del Triángulo de las Bermudas, aunque hoy día sigue candente, tuvo una época de auge. La alarma la lanzó Colón en sus Cartas de navegación, el caso del Vuelo 19 en los años 40 dejó eclipasados hasta a la invencible armada estadounidense, y ya en la década de los 70 con la publicación de Charles Berlitz de su libro, fue quien recopiló todas las anomalíaas que se producían en la zona y abrió la veda para los curiosos, científicos y escritores.

    Yo también creo que hay fenómenos que la ciencia (aún) no puede explicar, y por ello, los niega. No podemos olvidar que la ciencia "no lo sabe todo" (qué más quisiéramos que fuese así), por tanto, debiera admitir fenómenos extraños que sus tentáculos aún ni los puede rozar.

    Encantada que mi relato te haya suscitado ese interés.
    Comprendo que la información que aporto es mucha (para horas de visualización), pero ya sabes, cuando te apetezca o tu tiempo te lo permita no dejes de visionar los documentales que he enlazado. Son magníficos y bastante objetivos.

    Un fuerte abrazo, Sherezade.

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  8. FELICIDAD BATISTA:

    Encantada que te haya gustado el relato, Felicidad. He tratado de conjugar datos históricos y reales sin alterarlos, con el ingrediente de la ficción, necesario para saltar ese límite entre los histórico o documental y lo literario.
    Mi intención era esa: suprimir todo retoricismo literario (al que os tengo acostumbrados) y hacer una prosa limpia donde primara el interés por la acción, no por la forma ni la metáfora (aun así, alguna se me ha escapado), para que la atención del lector se centrara en el argumento y "atrapara". Si lo he conseguido, encantada de que lo hayáis disfrutado.

    Gracias por tu interés, Felicidad.
    Abrazos.

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  9. JANO:

    Un verdadero placer el que mi intención de crear "intriga fluida" se haya cumplido. Me he desprendido de ese ropaje metafórico que conocéis de mi prosa y he intentado centraros en la acción sin adornos líricos. El tema no se prestaba a ello. Encantada de que lo hayas disfrutado, amigo.

    Compruebo que tu experiencia en primera persona por el Triángulo delas Bermudas fue completamente normal a pesar de la observación de esas brújulas...:-) Sabes que esa zona es de enorme tráfico aéreo y marítimo, por tanto, si esas fuerzas desconocidas operasen siempre sin excepción, el Triángulo de las Bermudas se convertiría en el nuevo paredón del siglo XXI para algunos gobiernos. No sé lo que ocurre en esa zona, pero después de leer documentos durante semanas, algo ocurre...

    Al relato no pensaba darle continuación, Jano. Con ese final he querido que se intuya que Marcus se jubila y emprende un viaje de ocio con Anne a Bermudas, quizás "el último" porque tienen que cruzar ese Triángulo de cabo a rabo y quizás acaben en el mismo lugar donde terminaron los hombres del Vuelo 19...

    Gracias por tu interés y amables palabras, Jano.
    Un beso.

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  10. DESDELATERRAZA-VIAJARALAHISTORIA:

    Hay muchas personas que si su razón no explica fenómenos extraños, no los cree. Es otra forma de ver las cosas, claro. Me sorprende tu mente científica en un hombre de letras que supongo, Dlt.
    Yo no soy muy dada a fantasear, exceptuando en literatura, pero tengo que admitir que en esa zona se producen anomalías que la ciencia no llega a alcanzar. Yo no puedo negar lo que mi razón no puede explicar, ya que entonces me consideraría portadora de la sabiduría absoluta, aunque tampoco admito fantasías sin fundamento.
    En fin, amigo, diferentes modos de enfocar la retina.
    En cuanto al Vuelo 19, encantada de habértelo dado a conocer. Forma parte de la historia de la Marina estadounidense, y aún en nuestra década siguen intentando encontrarle explicaciones científicas. Admito que algunas son más que razonables pero también hay voces que alertan de cierta manipulación de datos por parte de EE.UU. para "silenciar" elementos que podrían alterar el orden social y político (consulta, si te apetece, lo relativo a la base militar de la isla de Andros, te sorprenderá).

    En fin, que me enrollo más de lo necesario. Encantada de que te haya resultado interesante.

    Un beso, Dlt.

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  11. ANTONIO CAMPILLO:

    Eres muy amable con tu valoración, Antonio. Gracias. No he querido sentenciar ni dar conclusiones, como dices, sobre este tema. Me he limitado a aportar datos y que cada cual saque sus propias conclusiones. Sin embargo, en este apartado de comentarios, si me mojo un poco más.

    Nadie mejor que tú, un Catedrático de Física y Química, para aportar luz sobre este controvertido tema. Jamás tus comentarios son excesivos, querido amigo, al contrario, siempre interesantes y un lujo que agradezco el poder contar con ellos.

    El tema de El Triángulo de las Bermudas va desde lo estrictamente científico hasta la más absoluta ficción. Es cierto que allí han ocurrido desapariciones humanas, de barcos y de aviones, que la ciencia no llega a explicar. También es cierto que existe mucho pseudocientífico que trata de explicar el asunto, escritores que se aprovechan de la espectación que causa el tema para la venta de sus libros, de periodistas que aprovechan el tirón del sensacionalismo, pero también de gobiernos que no transmiten toda la información que disponen del asunto, de testigos presenciales (como el caso del Vuelo 19) que no pueden explicar lo que ocurrió o de excepcionales científicos que admiten que la ciencia no puede llegar a explicar esas anomalías.
    Admito que a los hombres nos encantan fenómenos de este tipo y que nuestra imaginación se nos dispara, pero hay cosas...que son innegables.

    Es cierto, como dices, que ese Mar de los Sargazos, en pleno corazón del Triángulo de las Bermudas, está repleto de esas algas (sargazo) que hace que hélices de barcos hayan tenido serios problemas para su navegación. De hecho Colón, en su carta del 17 de septiembre de 1492, ya describe esta situación que sufrió su barco.
    También es cierto que la ciencia explica como la zona del Triángulo es una reserva (como tantas otras en el planeta) de gas metano en sus profundidades, que al liberarse produce burbujas que restan densidad al agua y producen hundimientos de barcos. Con respecto a esto, me atrevo a recomendarte que veas (si no lo has visto ya) el estudio que han hecho actualmente dos Doctores del Instituto de Investigación Oceanográfica de San Petersburgo sobre este tema (interesantísimo, Antonio). Te dejo el enlace del vídeo:

    http://www.youtube.com/watch?v=V2O8kbNaxPs

    También es cierto que el Caribe es una zona propensa a huracanes y tempestades.

    También es cierto que las Compañías de Seguros de barcos y aviones, no tienen ninguna prima especial para los que transitan por esta zona porque no ven ningún peligro. Esto es significativo.

    Y también es cierto que los casos de desapariciones y anomalías, aunque sean muchos, no son diarios. Cierto.

    Admitiendo todo esto (y más), también es cierto que los barcos y aviones que desaparecen (y sus tripulantes), no aparecen por ningún sitio. No hay restos de ellos por ningún lado. De hecho, a los hombre del Vuelo 19 no se les puede dar por fallecidos, ni tan siquiera admitir un accidente aéreo porque ni se han encontrado cuerpos ni restos de los aviones, ni en 1945 ni en años posteriores que han intentado con más sofisticados aparatos, encontrar sus restos en las profundidades. Han peinado la zona y millas alejadas de la zona y el esfuerzo ha sido infructuoso.

    Querido amigo, ¿cómo me van aparecer mal tus largos comentarios si los míos lo superan? ;-)
    Seguiría hablando contigo del tema porque sé de tu conocimiento y curiosidad humanista que admiro. <Pero acabaré diciéndote que la ciencia no es ni infalible ni sabia. Negar aquello que la razón o la ciencia no puede explicar, a mi parecer es caer en la ignorancia más absoluta. La ciencia se forma, avanza, se completa, se equivoca, acierta, pero no es el termómetro o listón con el que mirar el mundo. Hay elementos por encima de ella que ojalá pueda llegar a explicar.

    Muchas gracias por tu comentario. Disculpa la extensión del mío, y un inmenso abrazo, querido Antonio.

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  12. ADRIANA ALBA:

    Me alegra mucho que te haya gustado el relato, Adriana.
    Gracias por la cita que dejas, eres muy amable, pero me gusta ser sincera y te diré que no estoy de acuerdo con ella en algunos aspectos.
    El autor dice, refiriéndose al Atlántico:

    "tal vez conocemos este mar un poco mejor que otros".

    En absoluto es cierto, querida amiga. Gian Quasar, investigador y escritor especializado en el Triángulo de las Bermudas y reconocido mundialmente como una autoridad en el tema, afirma que de todas las regiones de nuestro planeta la única que sigue virgen, sin explorar, es la del Triángulo de las Bermudas. Su fondo marino es un gran interrogante. No se ha hecho por variadas razones, junto a las económicas y su altísimo coste, se suman las de las dificultades para hacerlo debido a que esta zona es propensa a huracanes y lo que se descubre en una inmersión, después del huracán queda oculto bajo el fango; además de la dificultad para llegar al fondo de estas aguas debido a su enorme profundidad. El primer documental que enlazo en la entrada, muestra la inmersión que han hecho últimamente para intentar encontrar restos de los aviones del Vuelo 19, con una especie de "submarino" de la más moderna tecnología, y las dificultades no fueron pocas...

    ¿Mito o realidad? No lo sé, Adriana. Lo único que tengo claro es que me es imposible negar fenómenos reales y atestiguados que se producen en esa zona, inexplicables por la ciencia, por tanto, y de momento, observables simplemente y a tener en cuenta.

    Gracias por tu interés.
    Besos.

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  13. Pero esto no es una entrada, es una tesis doctoral (jajaajaja)
    Cuando yo era niño, no hace mucho (ya sabes que tengo 23) jugaba con mis aviones al triangulo de las bermudas....(que yo lo vinculaba con una cuestion de extraterrestres en la luna de ganimides).....jajajajaa

    Me encanto tu tesis doctoral

    mi beso, siempre

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  14. Magnífico trabajo, me he enterado de todo de lo que algún día había oído hablar, pero nunca me había puesto a leer como había sido. Muchas gracias por dejarnos aprender en tu blog, me he quedado fascinada.

    Besitos y sonrisas en triángulo:-)

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  15. Más completa, más detallada y más informativa no puede ser esta entrada. Me dejas extasiado tras más de media hora de lectura y ver algunos videos y enlaces Podías haberlo dividido en varios post. Sigo pensando que es mejor no acercarse nunca nunca por allá, ni por equivocación. Un placer visitarte, aunque hoy me voy con cierto gustillo amargo. Abrazos.

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  16. EL CALIGRAFISTA:

    Tesis doctoral... pero qué quejica eres... Hala, a seguir jugando con tus avioncitos :-) :-)
    ¿Cuándo cumples los 24? ;-)

    Besitos y morritos.

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  17. SIMPLEMENTEYO:

    Gracias y me alegro de haber saciado tu curiosidad sobre el tema.

    Un beso.

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  18. PACO HIDALGO:

    Pues si solo has estado media hora ¡no te has leído y visto todo! jajjaja. Has hecho trampas.
    En realidad, la entrada no estaba prevista así. En un principio solo iba a incluir el relato del inicio. Pero para poder escribirlo con cierto conocimiento de los hechos, manejé mucha información. Alguna de ella la encontré interesante y, por ello, decidí compartirla con vosotros.
    Mi intención no era castigaros,jajja, sino mostraros el relato y, como digo al final del mismo, "para los que quieran saber más" aporté información adicional. ¡No es obligatorio leérselo todo, profe! (aunque subo nota a quien ose hacerlo :-) )

    El placer es mío por tu visita y espero que ese "gustillo amargo" del que hablas, no sea por la extensión de la entrada sino por el Vuelo 19 ¿sí?

    Abrazos, Paco.

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  19. He venido varias veces, Marisa, pero siempre con el reloj en la mano como el conejo de Alicia. Tengo unos días complicados. Por fin esta noche, he tenido un ratito. El tema de las Bermudas, me atrae como todas esas cosas en las que uno no acaba de creer, pero haberlas haylas. Me hubiera gustado acompañar a Marcus...está feo que se marche sólo con Anne y nos deje a todos aquí. Esperando y con la miel en los labios :D

    Un beso

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  20. Querida Marisa:
    Tenemos tantos hechos y situaciones curiosas y sin explicación lógica sin resolver, que leer sobre estos temas resulta apasionante y adictivo. Tu ingenio y pasión por la escritura nos ha regalado, un relato: atrayente, fácil de leer, envolvente y limpio. Felicito toda la información aportada, apoyo de vídeos, y más encima un escrito inspirado en el fenómeno.
    Besitos Marisa

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  21. Carlos Augusto Pereyra Martínez5 de diciembre de 2011, 5:47

    Muy completo post, donde apropia su capacidad narrativa y periodística, para lograr en esa mixtura, una crónica -sumamente- intereante, sobre erl misterio del Triángulo de las bermudas, que todos han conocido por el libro de Charles berlizt, que trae a colación. Un abrazo. Carlos

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  22. ALMA:

    Creo que Marcus se va con el Vuelo 19 para no volver. Posiblemente vaya a ser su "último viaje"...
    Gracias por tu tiempo.
    Un besito.

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  23. TATY:

    Me alegro mucho de que te haya gustado, Taty. Gracias a ti por tu interés.
    Besos.

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  24. CARLOS AUGUSTO PEREYRA MARTÍNEZ:

    Encantada de que te haya parecido tan completo. Sé que es una entrada muy extensa, pero el objetivo último era el relato literario. Lo demás es mera información para aquellos que sientan curiosidad por el tema de El Triángulo de las Bermudas.

    Abrazos, Carlos.

    ResponderEliminar
  25. Un reportaje extraordinario, completísimo y muy ameno por añadidura. Había oído hablar del triangulo de las Bermudas pero desconocía estos hechos. Saludos

    ResponderEliminar
  26. ME HAS PUESTO AL DÍA, mARISA. sABÍa BASTANTE (ESO CREÍA), PERO ES TAN COMPLETO TU REPORTAJE...
    Muchas gracias por este documento que por supuesto me he guardado.
    Besos

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  27. Guau, tengo entendido que algo así pasa también en las bermudas de algunas mujeres, en verano. :D
    Muy interesante, qué bueno.

    ResponderEliminar
  28. Marisa: Siempre rozando la perfección en tus estudios y documentaciones periodísticos, gran labor de búsqueda y minuciosa tarea de información y magistral manera y forma de relatar los extraños hechos acaecidos en la zona tratada.
    En cuanto a la historia…He leído reportajes y visto alguna peli, incluyendo a David Copperfield, jajaja…me pregunto cuantas cosas nos esconderán ¿no apuntan que hace ya muchos años que la Nasa colabora con extraterrestres? ¿Agujeros negros, mundos paralelos…reflejos en el espejo de la Luna? Creo que nos quedaremos con las mismas preguntas in eternum, como siempre y para siempre…Fuertes abrazos que no desaparezcan en triángulos marítimos.

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  29. FELIPE TAJAFUERTE:

    Muchas gracias, Felipe. Me alegro de que te haya sido útil y amena esa información.

    Saludos cordiales.

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  30. MILU:

    Satisfecha de que haya sido útil la información, querida Milu. En realidad solo quería haber publicado el relato, pero luego consideré que la información y material que había utilizado podía ser aprovechada por los interesados en el tema y el resultado ha sido el que ha sido.

    Gracias a ti por estar siempre ahí.
    Un besote.

    ResponderEliminar
  31. HORACIO HOLIVEIRA:

    No tengo palabras precisas para contestar a tu comentario.
    Me alegro de que te haya resultado tan interesante, pedagógico y práctico... para el verano. :-)

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  32. KIMBERTRANCANUT:

    Hay muchas leyendas urbanas sobre el ocultamiento por parte de EE.UU, de información relativa a OVNIS por esa zona. Después de leer variada información al respecto, tengo casi la plena convicción de que no se trata de leyendas sino de realidades. Si tienes curiosidad sobre el tema, indaga información sobre la base militar en la isla de Andros que tiene EE.UU. En youtube se encuentran buenos documentos audiovisuales al respecto.

    No hay mucha dificultad para encontrar esos agujeros negros de los que hablas, KIm. Este mundo en el que vivimos ya es un enorme y visible agujero negro.

    Ese enorme abrazo que te mando no se perderá en ningún Triángulo...

    ResponderEliminar
  33. Estoy muy ocupado con el final de trimestre y con el desarrollo de la Red XXI, pero no podía menos que comentar esta entrada. El libro de Charles Berlitz lo compré en su momento y me dejó descolocado e impresionado porque no hay forma ni manera de explicar esos fenómenos, siempre me ha intrigado encontrar una explicación a estas desapariciones y la lectura de tu entrada me ha dejado con más interrogantes que nunca, pero sigue siendo un misterio apasionante que espero algún día se encuentre una explicación.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  34. VALVERDE DE LUCERNA:

    Entiendo perfectamente tu comentario, Valverde. El tema de El Triángulo de las Bermudas me ha apasionado desde niña, pero a medida que voy recopilando información (cada vez más desarrollada por el avance de la ciencia) mis interrogantes aumentan con respecto a este tema en lugar de disminuir.

    Gracias por tu tiempo. Tengo entendido que el proyecto Red XXI que se está experimentando en Castilla-León es aún piloto. Nosotros empezamos a desarrollarlo (con otro nombre) en Secundaria hace unos cinco años. Resultados: se ha quedado cojo, sordo y mudo. Falta de financiación, imposibilidad de formar a todo el profesorado en las nuevas tecnologías, falta de recursos económicos para esas aulas digitales (la pizarra digital comprobarás que es el invento menos práctico de la historia y el que hace perder más tiempo), desembolso importante para ordenadores portátiles que por un lado está muy bien pero por otro es insostenible su mantenimiento para las arcas de la Junta. En fin, que no quiero ser negativa y ojalá que este Proyecto en Castilla y León salga bien, pero en Castilla La Mancha, esta iniciativa entusiasta que se emprendió hace años se encuentra en exacta situación a aquellas construcciones de pisos que actualmente se denominan "fantasmas" y que recorren toda nuestra geografía, que se iniciaron pero que se quedaron abandonadas y en construcción por falta de inversión.

    Ánimo para este final del trimestre.
    Un fuerte abrazo, compañero.

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  35. Conocía la historia cielo pero la documentación y la historia de tu puño y letra que unes tan magistralmente me ha mantenido enganchada cuan pes en el anzuelo.
    El tema del triángulo es algo que a mi me encanta, tal vez porque soy amante de los misterios y los fenómenos inexplicables y tu hoy me has dado un placer extra a tus letras
    Un besote corazón y mil gracias por ello

    ResponderEliminar
  36. Hola Marisa

    Tu estupendo relato me ha hecho recordar a una película, y ahora no recuerdo su título, en el que el espacio y el tiempo se juntan debido a unas tormentas solares.

    Me ha gustado mucho todo lo que has contado. Da qué pensar y seguramente no llegaremos a saber realmente qué es lo que ocurre, y es una pena.

    Besotes.

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  37. 40AÑERA:

    Yo también soy amante de los misterios y fenómenos inexplicables, y no sabes hasta qué punto.........;-)
    Un placer que te haya gustado. Gracias a ti por estar.
    Mil besos

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  38. MARÍA EUGENIA-VIDA Y MUERTE:

    Yo creo que algún día sí que lo sabremos, MªEugenia. Los egipcios consideraban al Sol como un dios, el dios Ra, porque no lo podían explicar; hoy sabemos que es una estrella. Pues eso mismo, algún día admitiremos que no poseemos la totalidad del conocimiento de las cosas, que nuestro saber es relativo. Algunos científicos lo admiten, otros siguen en su sillón imperturbable. Cómo cambiaría este mundo con un mínimo de humildad...

    Gracias por tu tiempo, MªEugenia.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  39. Me has hecho recordar bellos momentos, porque el libro de Berlitzmfue lectura de mi pubertad. Y la ficción le rinde homenaje a esa inexplicable geometría de las dimensiones. Besos.

    ResponderEliminar
  40. JAVIER F.NOYA:

    Habiendo leído el libro, Javier, la información adicional que adjunto, sobra.
    Un placer que te haya gustado el relato de ficción.

    Muchos besos.

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  41. De entrada decirte que me ha encantado esta publicación, Marisa. Mis felicitaciones por esta combinación tan magnífica de ficción y documentación. Has conseguido que me sumerja de lleno en la historia.

    Dicho lo cual, decirte que no tengo ni la más remota idea de qué es lo que pudo haber sucedido en ese famoso Triángulo de las Bermudas (tampoco manejo muchos más datos de los que tú aportas, que no son pocos; pero es que nunca me dio por indagar en este tema a pesar de mi fascinación por todos estos asuntos). No obstante, sí sé (o creo saber) que hay ciertas cosas que no han podido suceder. A saber: ni visitas de OVNIS's (al menos NO extraterrestres), ni alteraciones del espacio-tiempo debido a fenómenos electromagnéticos (de haberse producido, me temo, habrían tenido unas consecuencias mucho más desastrosas para el conjunto del planeta Tierra e inmediaciones). Hoy por hoy eso es ciencia ficción (y con mucho más de ficción que de ciencia). Los científicos suelen regirse en estos casos por un principio conocido como La Navaja de Occam (seguramente lo conozcas). Según esta regla, y en igualdad de condiciones, cuando existen dos o más teorías para explicar un fenómeno, la más simple es la que tiene más probabilidad de ser correcta. Me inclino pues por la explicación basada en los fenómenos atmosféricos. ¿Que adónde fueron a parar todos esos barcos y aviones que desaparecen?... Ah, ahí radica la "gracia" del Misterio. No seré yo quien se lo cargue, jeje... ;-)

    Ni he leído el libro ni he visto los documentales que nos enlazas, eso sí, me los he guardado convenientemente en "marcadores" por si tuviera tiempo más adelante (quizá esta noche después de la cena). Tampoco he visto esa película que citas al final del post, sin embargo, todo esto que aquí nos cuentas me hizo recordar otro título de los ochenta que a mí me encantaba de pequeño (creo que guarda cierta relación con el tema en cuestión): "El Experimento Filadelfia". Te recomiendo que le eches un vistazo, si puedes, y a ver qué tal.

    Te mando mi beso, no sin cierta dosis de misterio. Bye bye! ;-)

    ResponderEliminar
  42. KINEZOE:

    Yo soy menos escéptica que tú, Kine, no porque sea dada a creer fabulaciones o me guste el sensacionalismo. No. Sino porque hay muchos (demasiados) elementos en esta historia de El TRiángulo de las Bermudas que no tienen explicación con lo que actualmente conocemos. Los datos que he manejado he pretendido que vinieran de fuentes más o menos fidedignas o de cierta seriedad científica, y me he quedado sorprendida tanto de las conclusiones a las que llegan estos expertos como a las que he llegado yo.
    Si ves el primer documental que he dejado enlazado, comprobarás que la conclusión del mismo en negar la existencia de "fenómenos extraños" sobre el Vuelo 19 y sobre el Triángulo. No está de más decir que algunas personas que aportan información en ese documental son testigos presenciales de la Base militar en Fordedaule del 5 de diciembre de 1945. Tampoco sobra decir que, en el mismo, subyace una intención velada y clara: a EE.UU. por no se sabe que extraña razón (aunque se puede intuir) no le interesa afirmar ni admitir que han ocurrido y ocurren cosas extrañas en esta zona. Si lo ves, (te lo recomiendo) quizás cambies de opinión en algunos aspectos que mencionas, aunque nada más lejos de mi opinión que influir en opiniones ajenas.

    Consulté no solo los dos documentales que dejo, sino aproximadamente unos diez. Algunos muy específicos que no he incluido, como el que explica lo que no se puede negar, el gas metano que duerme bajo esas aguas y que pudiera influir en esas "desapariciones". También uno que explicaba esos vórtices, esas anomalías en el espacio y en el tiempo que se generarían en alguna parte de esta zona, y nada menos que de la misma voz de un sobreviviente que se vio embuido en uno de ellos, y que no era un oportunista con ganas de obtener dinero por el teatro que iba a hacer contando esto, sino que creo recordar que se trataba de un oficial de vuelo del ejército americano (en youtube lo puedes encontrar).

    Este tema me ha apasionado desde niña. Con los años llegué a la conclusión de que sirvió para que más de uno se forrara a través de la publicación de libros al respecto, como Charles Berlitz o, actualmente, Gian Quasar. Pero, hace un mes que retomé el tema y ... a medida que se hacen más investigaciones sobre el asunto, más interrogantes emergen y menos escéptica que vuelvo. No podemos olvidar, Kine, que ni la ciencia ni nuestro cerebro puede abarcar todo. Considero que sería de una arrogancia extrema el pensar esto. Hay miles de cosas que aún no podemos ni conocer ni explicar.

    La regla de la Navaja de Occam la desconocía, pero me pregunto ¿cuál es la teoría más imple en todo esto? porque teorías hay unas cuantas, y depende de la óptica con las que las enfoquemos, nos resultarán más simples o más complejas.

    En cuanto al "Experimento Filadelfia", muchas gracias por dejarme la referencia. Estoy deseando verla porque la desconocía y, si trata sobre este tema, me interesará aún más. La que dejo enlazada yo, la vi hace muchos años y tiene una historia personal detrás que quizás te cuente por un medio más privado si te interesa. Si te digo que, he sido incapaz de verla de nuevo... Y ahí lo dejo.

    Encantadísima que te haya suscitado interés el tema, y más encantada aún con tu presencia.

    Mis besos, querido Kine, con más dosis de misterio (aún) que los tuyos :-)

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  43. Feliz año antes de todo. Tenía mucho interés en leer este artículo, y hoy lo he saboreado con delectación. Me causa asombro no sólo tus notables facultades de redacción, sino el modo de recabar una información que daría hasta para una tesis doctoral.

    Seguiré bebiendo de las bellezas de este blog, ahora que se solucionó el percance del troyano y regresamos a las aulas.

    Un abrazo y mis mejores deseos para este año, digan lo que digan los mayas.

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  44. EL JARDINERO DE LAS NUBES:

    Encantada de que te haya gustado, Julián. En realidad, esta entrada nunca pretendió ser tan extensa, en un principio solo tenía pensado publicar el relato, pero manejé información interesante que creí que podría tener algún interés para vosotros, y de ahí... la tesis doctoral,jejje.

    Digan lo que digan los mayas, yo también te deseo un nuevo año repleto de ilusiones, alegrías y sueños, querido amigo.

    Un fuerte abrazo (y tranquilo retorno a las aulas).

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    Respuestas
    1. ami me gusta mucho ver este tip de cosas porque me gustan los misterios de este tipo de cosas me gustaria explorar estas aguas y ver a que se debe este extraño mito.

      Eliminar
    2. ami me gusta ver este tipo de cosas porque me gustan mucho los misterios como este y me gustaria ezplorar estas aguas y ver a que se debe estas desapariciones y estas cosas tan raras que se hablan de este triangulo es fascinante los videos que hay en la pagina para ver e ir descubriendo mas cosas sobre l triangulo de las bermudas como a que se debe y porque existe como aparecio etc...

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    3. ANÓNIMO:

      Hay tantas y tantas cosas que aún no han encontrado una explicación satisfactoria... El hecho de generar hipótesis es buen camino para encontrar respuestas.
      Encantada de que te haya gustado el material que aporto.
      Saludos.

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