Fotografía: imagenesfotos.com
SUEÑO SE ESCRIBE CON B
Subió al tejado para estar más cerca de los sueños que se embarcan en las nubes para ser náufragos del cielo. Buscó el que tenía color azul, el más difícil de encontrar, el que se mimetiza con la bóveda celeste como camaleón soñando con el final del arco iris.
Subió al tejado porque los sueños no se subyugan a la fuerza de la gravedad. Se rebelan contra ella enarbolando su propia bandera de libertad agitada por brisas de ilusiones y hoces de huracanes. Viajan en la maleta del viento facturada en las miles de estaciones del tiempo. Deseó encontrar una maleta extraviada para robar un sueño al soñar.
Subió al tejado porque desde la tierra los sueños se difuminan en el horizonte lejano, aquel que se une en un punto con el cielo que baja a besar los surcos de los caminos. Perdió la ruta del sueño en un atardecer. En su bitácora y en su cuaderno de campo, yacían las huellas despistadas de ese sueño confundido entre la tierra y el cielo, alfarería de arcilla de senderos y lluvia de mar.
Revisó en sus bolsillos la ortografía de los sueños. Y los sueños se escribían con b, de subir, que a veces también es bajar.
Muy hermoso y original, Marisa.
ResponderEliminarLos sueños deberían escribirse, y escribirse con B o con cualquier cosa, porque cualquier soporte es bueno para un sueño.
Un aBrazo.
Qué lindos pensamientos, con B de BUENÍSIMO.
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
Robar un sueño cuando se sueña puede llevarnos a recordar como propio el sueño robado.
ResponderEliminarNunca podríamos soñar con B porque nunca se escribiría con ella uscar, re elar, su ir,
esar...
Buenos y bellos sueños, Marisa.
Un fuerte abrazo.
Si, te entiendo se escribe con b de belleza, con b de Betelgeuse (mi estrella favorita). Y se pinta con b de blanco si son puros, y b de burdeo si nos regalan una que otra lujuriosa estadía bajo su influjo. Si, tienes razón, los sueños tienen su propia ortografía.
ResponderEliminarBesitos Marisa.
Recuerdo excelentes post de tu autoría, éste, sin duda, es de los más logrados, por inspiración, sencillez y tu poética omnipresente.
ResponderEliminarAbrazo querida amiga!
Barrunto nubes blancas en tan bellas palabras. Traen grandes beneficios este octubre a tu blog.
ResponderEliminarBesos más bilabiales que nunca, Marisa
Subió, que es el único modo de que la bajada no sea tan dura.
ResponderEliminarBello divertimento.
A mí también me gusta subir a los tejados ;) Yo creo qu vamos a ser un poco gatas, Marisa :)
ResponderEliminarBesos
De subir, Marisa, de subir. Los de bajar no merecen la pena.
ResponderEliminarAbrazos
A los sueños no les afecta la ley de Newton, no, pero nosotros sí, así que a veces nos derrumbamos y caemos indefinidamente al lado contrario de donde vienen los sueños.
ResponderEliminarBesos
Muy bueno, Marisa ¡¡Me ha gustado muchísimo¡¡ porque es verdad que "...los sueños se escriben con b de subir, que a veces también es bajar". Y porque los sueños pueden tener burbujas, aunque a veces tengan una base. Y porque un tejado es un buen sitio para encontrar las "bes" a los sueños...y hasta se puede "quedar" con algunos personajes, porque...Luzbel lleva la b en el corazón, y Belcebú de la cabeza a los pies...
ResponderEliminarBesos, Marisa.
Muy buena entrada. Cómo me ha gustado!- Porque los sueños siempre deben subir. Encantada me voy de tu casa.
ResponderEliminarBesos
... que a veces también es escribir,
ResponderEliminarUna muy lograda poesía de versos ocultos, prosa amable y ambientación onírica que nos lleva a subir, a bajar, a pensar que tal vez los sueños sean eso;
estar en movimiento, en alguna parte del universo.
Un gran abrazo.
Suenos de cronopios, sueños azules, de esperanzas que bebemos con bohemia belleza. Placer de subir a recogerlos y seguir su rumbo que, como tan bellamente has descrito, desde el suelo parece deriva. Besos.
ResponderEliminarSin sueños, de los que se ven desde los tejados, la vida es mucho más dura. Esta bien subir a los tejados, pero sólo a ratos. Quedarse a vivir allí es mal asunto. Un abrazo Marisa.
ResponderEliminarEl sueño todo, al fin, nos posee...arriba y abajo...¡Me encantó!
ResponderEliminarMarisa, la ingeniería literaria que has ensamblado, la cartografía compleja con rutas trazadas que escalan hasta el cielo, la señalización y las vías que conducen a los sueños, esos que vienen y van, que a veces cometen la osadía de renunciar a su status para coquetaer con la realidad, o encontramos en ellos lo que ésta nos arrebató, son caminos, quizá laberintos, donde buscar los sueños porque sin ellos, no podríamos distinguir la vida de la anda.
ResponderEliminarBellísimo texto en el que balancearnos con brújula en mano entre la luna y su espejo.
Un fuerte abrazo
JANO:
ResponderEliminarLos sueños se escriben con "b" y también con "v" y con todas las letras del abecedario. Lo importante es escribirlos, como dices, sin renglones torcidos, con buena ortografía y caligrafía.
Gracias por estar siempre ahí.
Un beso.
SOYLAURAO:
ResponderEliminarPues es un placer que lo hayas disfrutado, Laura.
Un abrazo.
ANTONIO CAMPILLO:
ResponderEliminarTodos somos ladrones de sueños. El lugar más opíparo para ir a buscarlos es en el propio sueño. Robar un sueño al sueño es como robarle a un ladrón, y dicen que eso tiene... mil años de perdón...
Soñemos, con todas las letras de abecedario, que todas ellas esconden secretos oníricos.
Un fuerte abrazo, querido Antonio.
TATY CASCADA:
ResponderEliminarSí, los sueños tienen su propia ortografía, delicada, perfecta, multicolor, hecha con el cristal de las ilusiones, frágil por naturaleza...
Muy bonito tu comentario, Taty.
Un beso.
EFA:
ResponderEliminarGracias por tus amables palabras. La prosa poética (término que me censuró el propio Julio Llamazares en una ocasión) es el terreno en el que me siento más cómoda, tengo que admitirlo.
Un fuerte abrazo (con B, sin duda).
MIGUEL COBO:
ResponderEliminarEsta vez las palabras andan rondando por nubes blancas, efectivamente.
Besos bilabiales, oclusivos y sonoros.
PILAR:
ResponderEliminarO precisamente por subir, la caída será catastrófica. Todo depende del lugar exacto del punto de mira...
Saludos, Pilar.
ALMA:
ResponderEliminarJejje, hace un rato leí tu comentario y volviéndolo a leer ahora sigo riéndome. Gatas de la cabeza a los pies, sin duda, pero tenemos la ventaja de las siete vidas... ;-)
Muchos besos, Alma.
XIBELIUSS:
ResponderEliminarTú lo has dicho mi querido Xibeliuss: los de bajar, no valen la pena. La cuestión es que todo lo que sube, acaba bajando, estamos condenados irremediablemente por esa manzana de Newton (y por la de Eva).
Un abrazo desde el manzano.
CARMEN BÉJAR:
ResponderEliminarAsí lo creo, Carmen. Los sueños no conocen la ley de la gravedad; nosotros, en cambio, estamos condenados a ella. Aunque queramos aferrarnos a esos sueños, no encontramos punto de apoyo y amarre, no sabemos volar, y cuando lo hacemos nos suelen cortar las alas. El resultado es lo que dices: caemos inevitablemente del lado contrario de los sueños.
Por eso me gusta la Luna, por su falta de gravedad...
Besos, Carmen.
MARIÁN:
ResponderEliminarLos tejados son un buen lugar para buscar los sueños. El problema es que sin cimientos, no puede haber tejado...
Luzbel y Belcebú llevan B, efectivamente; diablo, también. Pero me parece que estos prefieren las profundidades a las alturas... quizás teman las consecuencias de la fuerza de la gravedad...
Perspicaz tu comentario, querida Marián...
Besos desde el tejado.
MILU:
ResponderEliminarLos sueños siempre deben subir (con B); cuando empiezan a bajar (con B), es preferible abandonar el barco (con doble B).
Me gusta que te haya gustado.
Un beso.
JUAN OJEDA:
ResponderEliminarMe gusta muchísimo tu definición de "sueños": "estar en movimiento en alguna parte".
El problema es que cuando ese movimiento cesa y nos encontramos estáticos, amarrados por pies y brazos, ya es muy difícil soñar. Apostamos por los sueños pero alguien nos ganó la partida.
Gracias por tus bellas palabras.
Un beso con B, Juan.
JAVIER F. NOYA:
ResponderEliminarMe gusta la perspectiva que le has dado a esos sueños. Desde el suelo, desde tierra firme, observar como alguien va a recoger sueños sin rumbo en el tejado, es como verle ir a la deriva.
Qué diferentes se ven las cosas desde la tierra y el cielo...
Besos, Javier, desde las coordenadas que prefieras.
DESDELATERRAZA-VIAJARALAHISTORIA:
ResponderEliminarMantenerse uno solo a la misma altura de los sueños, es complicado y no menos peligroso. Cuando son dos los que sueñan, el viaje es más ameno, se decide a la par la ruta y la duración del trayecto. Soñar en solitario, como dices, solo es para almas audaces (y lunáticas).
Un abrazo, Dlt.
MANUEL MARÍA TORRES ROJAS:
ResponderEliminarComo decía tu "alter ego":
Imagen alta y tierna del consuelo,
aurora de mis mares de tristeza,
lis de paz con olores de pureza,
¡premio divino de mi largo duelo!
J.R.Jiménez- "Sueño"
Mis besos con B de Violeta.
FELICIDAD BATISTA:
ResponderEliminarA veces los sueños coquetean con la realidad, efectivamente. No solo somos nosotros los que subimos la pendiente hacia ellos, sino que ellos en ocasiones se deslizan más fácilmente hacia tierra en busca de almas capaz de soñarlos. Permanecen un breve espacio de tiempo por estos senderos, por ello hay que aprovechar la ocasión y aprehenderlos antes de que remonten el vuelo.
Siempre un placer adentrarme en tu lectura, Felicidad, capaz de hacer soñar.
Un beso.
Los sueños vuelan..van a en un velamen de ilusión..vienen de esas verbenas del tiempo..vertientes de vigilante vientre del viejo viento que victorea por vericuetos virtuales..
ResponderEliminarBeso desde el sur..
Muchos pueblos originarios utilizan "atrapasueños", donde solo SUBEN a travès de su malla tejida y por un agujero central los sueños bellos y armoniosos en muchos casos profèticos o premonitorios...y los sueños menos agradables o innecesarios para la persona, BAJAN y se deslizan por sus plumas y piedras sagradas para esfumarse en el èter.
ResponderEliminarTu bello relato me recordò muchìsimo esa pràctica ancestral.
Hermoso Marisa.
Abrazos.
Excelente Marisa, excelente......me encantó....
ResponderEliminarMe gusta eso de que los sueños suben para ser náufragos del cielo. Prefiero que suban, que suban que se dispersen y luego bajen y se repartan como la lluvia.
ResponderEliminarMe gustó la relación con la letra B.
Un abrazo.
Subio al sueño hasta que bajo, lo has plasmado original.
ResponderEliminarque tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.
PRUDENCIO HERNÁNDEZ JR.:
ResponderEliminarLos sueños vuelan por esas verbenas del tiempo, sí. Muy bonita la ruta de los sueños que has trazado en tu comentario, Prudencio.
Besos con el viento hacia ese sur.
ADRIANA ALBA:
ResponderEliminarQué bien traídos esos "atrapasueños" que conozco, fabricados por las tribus nativas norteamericanas de Ojibwa. Los has descrito muy bien, Adriana. Colgados de la cama, ahuyentaban las pesadillas de los niños, y de los mayores solo atrapaban los sueños beneficiosos.
Siempre interesantes tus comentarios.
Un beso, Adriana.
EL CALIGRAFISTA:
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Sigamos soñando.
Un beso.
VALVERDE DE LUCERNA:
ResponderEliminarMe gusta la imagen que has creado de la lluvia como sueños que van llegando a la tierra de ese cielo naufragado. Muy bello.
Un abrazo, Valverde.
RICARDO MIÑANA:
ResponderEliminarLas rutas de los sueños a veces son bastante predecibles.
Un placer que te haya gustado.
Un abrazo y buen domingo.
Una bella mezcla de prosa y poesía. A veces tengo la sensación de que los sueños sólo se aprecian cuando miramos el infinito, lo intangible, lo inalcanzable...
ResponderEliminarBesosss.
Encaramarse a un tejado y alzar los Brazos y sentirse Vello erizado en la piel del mundo, y acaso Violinista, que en la ortografía de la Vigilia rechazan la b, pero debe de ser tan Bello… Como rozar las nubes con los dedos. Me quedo en lo alto de tu texto, sosteniendo la hermosísima metáfora de esas maletas del viento facturadas en estaciones de tiempo… Un abrazo.
ResponderEliminarSueños de subir y bajar...muy bueno, Marisa. Sea con la letra que sea lo importante es nunca dejar de soñar. Besos
ResponderEliminar¿Quizás con B de Blue y Blues?
ResponderEliminarSe me ocurren un montón de "maldades" a modo de dictado y la escritura de b y v, pero me quedo en el sueño desde ese tejado.
Besotes y feliz semana.
Bonito texto, amiga. Me encanta soñar. Aunque haya que acabar bajando a la realidad... Pero me sorprende la capacidad que tiene nuestro cerebro para hacernos vivir otras "realidades". Es una bendición que podamos soñar.
ResponderEliminarEn el espacio profundo, una vez se abandona la Tierra y sin un punto de referencia fijo, no existe diferencia entre arriba y abajo, subir o bajar. Es todo tan relativo...
Besos. También con 'b'... ;-)
ANIKI:
ResponderEliminarPues creo que tu sensación es muy certera. Cuando los sueños los tenemos cerca, muy cerca, no somos capaces de apreciarlos. Solo cuando se miran con distancia, desde el infinito, reconocemos su condición de sueños, de intangibles y, algunas veces, de inalcanzables.
Me alegro de tu retorno.
Besos, Aniki.
JUAN HERREZUELO:
ResponderEliminarEsas maletas son viejas, llevan la impronta y el desgaste de los años, de las ilusiones, de las esperanzas, cientos de facturaciones en las estaciones del tiempo. Pero en su interior aún acogen sueños que se rebelan a las leyes físicas y a las agujas del reloj.
Tu comentario también me ha gustado mucho, Juan. Gracias por tu tiempo.
Un abrazo.
MARCOS CALLAU:
ResponderEliminarNunca debemos perder la capacidad de soñar. Jamás deberíamos matar los sueños porque acto seguido moriríamos junto a ellos. Aunque a veces sea complicado mantenerse en pie en regiones etéreas, el simple hecho de intentarlo es robarle a la vida unas horas más.
Me alegro que te haya gustado, Marcos.
Un besito.
ÁNGEL IVÁN:
ResponderEliminarNo sé por qué me temo que esas maldades del dictado con B y V tiene que ver con la actividad docente...
Me quedo con Blue y Blues, dos palabras preciosas que me hacen soñar... y mucho.
Besos y buena semana, Ángel.
KINEZOE:
ResponderEliminarEstoy segura que si le pidieran a E. Punset definir el "sueño" diría que es la capacidad que tiene nuestro cerebro para defendernos del mundo creándonos realidades que se ajustan a nuestras necesidades; es la capacidad de "mentir" que tiene nuestro cerebro para evitarnos situaciones desagradables a través de la segregación de dopamina y serotonina a través de ese mundo ficticio que nos crea... Ya paro, :-)
Lo que quería decir es que estoy de acuerdo contigo, que nuestro cerebro nos crea otras "realidades" que nos aportan felicidad. Aunque luego, tengamos que bajar y jugar a encontrar las diferencias entre lo soñado y lo real... Tarea poco fácil, porque cuando se sueña, como dices, las referencias espaciales se difuminan...
Me alegro de que te haya gustado, Kine.
Besos y abrazos, ambos con una B enorme.
Me encanta esa idea de subir y bajar a los sueños; también de robar una maleta con un sueño perdido para ayudarle a encontrar a su soñador y devolverlo, soñando con él en el camino para disfrutar del sueño ajeno.
ResponderEliminarQué bonito, Marisa, y qué importante es no dejar nunca de soñar!
besos
JO GRASS:
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado, Jo. Nunca hay que perderr la capacidad de soñar, si lo hacemos es cuando reslmente estaremos perdidos.
Besitos y buena semana.
Esos sueños altos y etéreos sin graBedad son los mejores, espero que los encontrara antes de Bajar del tejado y haya "Bailado"
ResponderEliminarEs un placer volver a leerte
Besitos
Lo he leído despacio pensando, pensando sintiendo , subiendo.... al tejado,
ResponderEliminarEstá claro estás llena de entusiasmo
Hoy soñaré con tu tejado y subiré (con b) con o sin bitácora(con be ....un beso
Sí, con la misma "B" de miedo....
ResponderEliminarNo se pueden alcanzar los sueños sin escalar los tejados del miedo.
Me alegra leerte. Abrazo.
40AÑERA:
ResponderEliminarBuscador de sueños. Eso es lo que es el hombre por naturaleza. Yo sigo sentada en ese tejado, amiga...
Me alegro de tu retorno.
Un besito.
ANDRÉ DE ÁRTABRO:
ResponderEliminarLos tejados son un buen lugar para ir a soñar, Andrés. Te hago sitio en el mío, con o sin bitácora.
Un beso.
PRUNUS AVIUM:
ResponderEliminar¡Sí! ¡Eso es! Has escrito la palabra clave: MIEDO. Este es el veneno que aniquila los sueños.
No lo podrías haber dicho con mayor atino: "No se pueden alcanzar los sueños sin escalar los tejados del miedo".
Encantadísima que me voy con tu comentario.
Un abrazo y buena estancia londinense.
Bonita metáfora del esfuerzo que supone soñar y sobreponerse a la dureza de la vida.
ResponderEliminarSoñar es alzarse sobre el día a día para hacer de éste un sueño real que nos llene de felicidad.
Soñar es atrapar al vuelo, en lo más alto, la felicidad y bajarla a lo más bajo para así, en nuestra vulgar tierra, disfrutarla.
Enhorabuena Marisa.
Me tengo que dar mil puñadas. Acabo de leer tus dos últimos textos, y me recrimino no haberlos leído antes por los vaivenes del alma y la escasez de tiempo.
ResponderEliminarEste texto constituye un buen ejemplo de mis amados poemas en prosa, libres como hojas al viento y sin el corsé de la métrica. Lo he saboreado como un refresco de verano. Eres un valor imparable en el mundo de la literatura artesana.
Un abrazo y mi renovada gratitud.
VALANDAN:
ResponderEliminarBienvenido/a al blog.
Efectivamente, soñar implica un recorrido que se inicia al lado de las nubes pero que termina a ras de tierra. A pesar de llo, soy de la opinión de que nunca debemos dejar de retar a la "fuerza de la gravedad".
Un placer que te haya gustado. Gracias por tu tiempo.
Un saludo.
EL JARDINERO DE LAS NUBES:
ResponderEliminarHola, compañero.
Déjate de puñadas que ya nos están dando suficientes desde que ha empezado el curso... :-).
Me entusiasma que te haya gustado este texto que, como bien dices, fluye en libertad y sin encorsetamientos de ningún tipo salvo los que la metáfora obliga para etiquetarlo de literario.
Gracias a ti por tu valoración tan generosa y por tu tiempo.
Un abrazo.
Muy buena entrada. ¿Será que nuestros sueños no son solo tales sino etéreos hilos de luz que nos guían hacia el camino donde debemos ir?
ResponderEliminarNo debemos bajarnos o soltar a nuestros sueños, debemos aferrarnos a ellos aunque todo conspire contra nosotros.
Sin sueños no somos más que un pedazo de carne ciega que vaga sin rumbo durante toda la vida.
ALEJANDRO HERNÁNDEZ Y VON ECKSTEIN:
ResponderEliminarMe suscribo a tus palabras, Alejandro. El hombre muere cuando deja de soñar. Eso mismo le ocurrió a nuestro Don Quijote, así que, soñemos con Dulcineas, castillos encantados, gigantes fieros, ejércitos o magos. Siempre se puede encontrar la forma de mantenerse en el aire si se desea con plena voluntad.
Saludos, Alejandro.
Sueños que caminan
ResponderEliminarque están ahí
que se sienten
que suben
que bajan
que vuelan
que laten...
Un beso, Marisa.
MARÍA:
ResponderEliminarSobre todo, que laten...
Un beso, María.
Marisa, te dejo un posteo sobre el tema en mi blog.
ResponderEliminarhttp://ahve.blogspot.com/2011/11/suenossolo-suenos.html
ALEJANDRO HERNÁNDEZ Y VON ECKSTEIN:
ResponderEliminarEspléndida reflexión sobre los sueños. Gracias por el enlace que has dejado a mi blog.
Un abrazo.
bravo
ResponderEliminarRAIKKONEN:
EliminarGracias y bienvenido al blog.