El Príncipe es un tratado de doctrina política escrito por Nicolás Maquiavelo en 1513 mientras se encontraba confinado por haber conspirado contra los Médici. Obra de gran sentido común, fría, pragmática, rabiosamente actual en muchos aspectos y de profundo conocimiento del comportamiento humano. Tan importante fue este escritor que de ahí surgió el sustantivo “maquiavelismo” y el adjetivo “maquiavélico”, ambos referidos al que actúa con astucia, doblez y perfidia (RAE).
Ser temido mejor que ser amado, con el cuerpo y la coraza del león, y la cabeza y la astucia del zorro. Juzguen ustedes mismos…
Nace (...) una controversia: si es mejor ser amado que ser temido, o a la inversa. Mi respuesta es que convendría lo uno y lo otro; mas ya que es difícil reunir ambas cosas, es mucho más seguro ser temido que amado, si ha de faltar uno de ellos. Porque de la inmensa mayoría de los hombres puede decirse que son ingratos, volubles, engañosos, deseosos de evitar peligros y ansiosos de ganancias. Mientras los tratas bien, todos se declaran leales, te ofrecen su sangre, sus haciendas, sus vidas y hasta sus hijos, (...) en tanto no tengas necesidad de ello, que si la tienes, tiempo les falta para que se revuelvan contra ti.
(…)
Es de saber que hay dos modos de combatir: el uno, mediante las leyes; el otro, por la fuerza. El primero es propio del hombre; el segundo de las bestias. Pero como a veces el primero no basta, conviene recurrir al segundo. De ahí que sea necesario que el príncipe sepa usar debidamente tanto la bestia como el hombre (...) el león no sabe defenderse de las trampas y la zorra no se defiende de los lobos. Por lo tanto, hay que ser raposa para conocer bien las trampas y león para infundir terror a los lobos. Los que sólo imitan al león lo ignoran todo.
Nicolás Maquiavelo, El Príncipe.
¡Cómo no habría de ser maquiavélico con tan pragmática frialdad! Aun a sabiendas de un seguro fracaso en este mundo feroz, hábitat propicio para los depredadores (de perdedores), apuesto por amar y ser amado.
ResponderEliminarMalos tiempos para la lírica, Marisa. El triunfo es de Maquiavelo.
El Príncipe, no obstante, una obra imprescindible.
Besos, amiga
Un gran referente para la creación del Estado. Más allá de estar de acuerdo o no con él no puede negarse su inteligencia y su capacidad estadista. Maravillosa entrada.
ResponderEliminarUn abrazo
Un gran escritor que tuvo un final muy triste; Creo que en un punto (hablo especificamente de El Principe) Maquiavelo sufrió la violencia que sufren las personas que llaman las cosas por su nombre... La sinceridad le duele al universo,
ResponderEliminarun fuerte abrazo Marisa.
SE necesita en la complejidad del mundo, actuar con espíritu dual: astuto y fuerte, racional y pasional...Maquiavelo,sigue vigente. Un abrazo, encanto. Carlos
ResponderEliminarRecién llegadito me tienes de las vacaciones, a ver cuanto me duran las pilas, jeje.
ResponderEliminarHay una versión comentada por Napoleón Bonaparte que en España editó Austral muy interesante, más que nada porque el "enano" general -lo digo con mala leche, no porque yo sea muy alto porque no lo soy y porque la exportación de los valores "revolucionarios" es una preciosa tapadera de las barbaridades que hicieron aquí Murat y sus muchachos- aún no estaba lleno de ego.
Respecto a la novela recuerdo que cuando la leí por primera vez no se ponían de acuerdo si estaba inspirada en los Medici o en Fernando el católico, en cualquier caso, salvando ciertas distancias de años, ¿no crees que algunos postulados son inmunes al tiempo?
Besotes.
Después de tantos años de su lectura y encontrar referencias a menudo de su maquiavelismo, se agradece que lo trigas de nuevo a la memoria y hacerme reflexionar de nuevo.
ResponderEliminarun beso
Una lectura necesaria para comprender como actúan los gobernantes con los gobernados y con los que tienen a su alrededor. Muy intersante éstas reflexiones de Maquiavelo.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchos autores aseguran que Maquiavelo se inspiro en Cesar Borgia para su "Principe". Sea o no así, lo cierto es que tuvo aventajados alumnos. Napoleón Bonaparte dijo: "No me aman, pero me temen, y eso me basta". Siempre, y hoy también, aunque no lo digan, muchos piensan así.
ResponderEliminarBesos Marisa.
Vaya, importante reflexión de Maquiavelo que nos deja un ratito pensando. Saludos, Marisa.
ResponderEliminarMarisa, sorprende que en pleno siglo XXI siga vigente un tratado de política del renacimiento italiano. Lo cual nos indica que los sistemas pueden cambiar, evolucionar o desaparecer pero lo que es inmutable es la condición humana, en este caso la condición política, el poder y sus bambalinas, el poder y sus ambiciones, el poder por el poder, sin los ciudadanos, para éstos también existen métodos aplicables.
ResponderEliminarGracias Marisa por esta inteligente aportación.
Abrazos
El maquiavelismo, pues, consiste en contemplar las dos caras de una medalla (el temor y el amor, la ley y la fuerza), pero acudir en caso de duda a la cruz de la espada. Resulta deprimente que desde siempre haya sido característica del hombre ser “ansioso de ganancias”. Yo creo que no hay nada que me repugne más que la codicia, y estoy rodeado de ella. Un abrazo.
ResponderEliminarJugar con dados trucados. Siempre obtendremos los puntos necesarios para que la adulación y el servilismo sean los factores que inducen a los siervos a engrandecer a una sola persona.
ResponderEliminarSospecho que el estudio psicológico de las gentes de su época fueron los que motivaron la obra de Maquiavelo. Observar, experimentar y deducir comportamientos, es el método de investigación de los afamados y efímeros "asesores de imagen" actuales.
Si en la mesilla de noche de magnates y falsos políticos no existe una edición única, a ser posible manuscrita, de "El Príncipe" nunca poseerán el ansiado poder.
Un fuerte abrazo, Marisa.
Andá Marisa! Qué chuli, tu entrada de actualidad de esta semana!
ResponderEliminarBesitos.
La gente así logra remontarse. No se si se logra felicidad. No se si se puede querer a alguien al que tememos.
ResponderEliminarPero igualmente esas cosas no les interesan a los maquiavélicos.
Políticos y empresarios son así.
MIGUEL COBO:
ResponderEliminarNapoleón se vanagloriaba en su triunfo al afirmar que había conseguido ser temido y no amado... Quizás esté ahí la clave del éxito político.
En cualquier caso, como tú, prefiero ser amada que temida...
Muchos besos, Miguel.
SALTAR DEL TREN:
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo en tu afirmación sobre que es una obra clavbe para formar "un Estado". De hecho, se dice que los políticos/reyes/emperadores más influyentes de nuestra historia la tenían como obra de referencia.
Hace unos años que la leí y, sin lugar a dudas, rebosa de inteligencia política, de llave estratega para acceder y mantener el poder.
Un placer que te haya gustado la cita.
Abrazos, Mª Eugenia.
JUAN OJEDA:
ResponderEliminarLa cruenta verdad que siempre defendió y proclamó Maquiavelo sobre la política y sus gobernantes le acarreó no pocos problemas... Como muy acertadamente dices: "la sinceridad le duele al Universo".
Un fuerte abrazo, Juan.
CARLOS AUGUSTO PEREYRA MARTÍNEZ:
ResponderEliminarLa astucia es una cualidad primordial en la vida, y mucho más dentro del ámbito de la política. No se puede evitar las trampas, como dice Maquiavelo si no se tiene las cualidades del zorro.
Un placer que te haya gustado.
Un beso, Carlos.
ÁNGEL IVÁN:
ResponderEliminarGracias por esa referencia bibliográfica que dejas, Ángel. Napoleón llegó a vanagloriarse de ser temido y no amado.
Lo que yo creo es que casi ningún postulado es inmune al tiempo. Todo lo que nos rodea está enmarcado bajo formas circulares, , y esos postulados se repiten a lo largo de la historia.
"Feliz" regreso de vacaciones :-)
Un besito.
ANDRÉ DE ÁRTABRO:
ResponderEliminarYo también hace tiempo que lo leí, Andrés. Y me llama la atención de que después de 500 años, esos postulados políticos sigan aún vigentes ¿qué tipo de evolución tenemos si es que evolucionamos? En política, tengo la impresión de que no apetece cambiar demasiado las cosas...
Un beso, Andrés, y gracias por tu tiempo.
VALVERDE DE LUCERNA:
ResponderEliminarEsta obra la leí hace unos años cuando ocupé, digámoslo así, un cargo de cierta responsabilidad. Cuando la terminé comprendí las bases clave para mantener el poder, donde la astucia, la inteligencia , la frialdad, y la mano izquierda son los pilares fundamentales, mucho más que la fuerza.
Me alegro de que te haya gustado.
Un abrazo, Valverde.
DESDELATERRAZA-VIAJARALAHISTORIA.:
ResponderEliminarDesconocía esa posible inspiración en César Borgia, aunque no me extrañaría. Gracias por el apunte, Dlt.
Estoy contigo: los gobernantes actuales no buscan ser queridos, prefieren ser temidos. Solo hay que echar un pequeño vistazo a nuestro alrededor...
Besos.
MARCOS CALLAU:
ResponderEliminarSí que nos hace reflexionar, Marcos. Cuando en su día leí la obra, estuve semanas meditando sobre afirmaciones que hacía Maquiavelo, de una lógica, inteligencia y frialdad, aplastantes, pero que jamás me las había llegado a plantear.
Un beso, Marcos.
FELICIDAD BATISTA:
ResponderEliminarEfectivamente, Felicidad, yo también creo que los sistemas políticos puede cambiar, evolucionar o desaparecer, pero la condición humana con sus peculiares características, actitudes y aptitudes, vuelve a postulados pretéritos constantemente. No lo critico, pero me da más que pensar...
Gracias a ti por tan inteligente comenario.
Un beso.
JUAN HERREZUELO:
ResponderEliminarMi querido Juan, bien sabes que en política la ambición, la codicia, y el poder son los tres pilares fundamentales. Quien se baja de uno de ellos, también se apea del éxito político. Lamentable, pero así es la realidad.
Un fuerte abrazo.
ANTONIO CAMPILLO:
ResponderEliminarEfectivamente, Antonio, Maquiavelo ha sido leído por casi todos los grandes políticos que le sucedieron, incluidos los actuales. Hace poco, uno de nuestros políticos en una entrevista, lo mencionó.
No tengo muy claro si las enseñanzas de Maquiavelo son acertadas o no desde el punto de vista moral, pero de lo que no me queda ninguna duda es de que son prácticas, inteligentes, estrategas, y casi afirmaría que de éxito garantizado, aunque su propia medicina la probó al final de sus días.
Me has hecho más que sonreír con ese ejemplar manuscrito de "El Príncipe" en la mesilla de noche de algunos políticos... Apuesto a que es así.
Un fuere abrazo, amigo.
PRUNUS AVIUM:
ResponderEliminarJejje, gracias Prunus.
Un besito.
GAMAR:
ResponderEliminarTengo la impresión de que esos políticos y empresarios de los que hablas no persiguen la felicidad exactamente; creo que entre sus prioridades se encuentran el poder y el éxito.
No sé si se podrá amar a alguien a quien se teme, me haces reflexionar con lo que dices, pero aunque quisiéramos hacerlo, creo que nuestro cerebro haría todo lo posible para que no lo hiciéramos, por una cuestión de supervivencia clara.
Saludos, Gamar, y gracias por tu tiempo.
Tristemente, a veces es necesario enseñar las garras. Si muestras demasiada debilidad, estás perdido. Aunque si he de elegir prefiero ser amado y que el león les coja por sorpresa, jeje... ;-)
ResponderEliminarNo he leído "El Príncipe". Tomo nota pues. Muy interesantes los fragmentos extraídos, Marisa.
Un beso.
Si digo que es uno de mis libros de cabecera voy a quedar muy mal ¿no? jejejeje El adjetivo "maquiavélico" siempre me ha parecido injusto: para su época esta obra fue un salto adelante, un pilar del humanismo. Y si ha perdurado es gracias a esa frialdad, a su pragmatismo: yo no creo que hoy deba servir como "Manual de Gobierno" - aunque hay quien parece que lo sigue utilizando así - pero sigue imbatible para conocer el "poder", tanto en mayúsculas como en minúsculas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Marisa
Se aprende mucho con este libro: cinismo, pragmatismo, falta de escrúpulos... Si tomas unos buenos apuntes serás capaz de adormecer la conciencia, traicionar sin perder el sueño, anteponer lo propio a lo justo, ser un auténtico impresentable.
ResponderEliminarEn el fondo, tal vez sólo sea un manual de superviviencia.
AG
Desde su edición, creo que no ha sido superado.
ResponderEliminarGran entrada
Marisa, pues te voy a decir. ese libro lo tenía, lo he estado buscando y no sé...seguro que se lo presté a alguien, y ya sabes cómo es esto; los libros son orgullosos y si los prestas no regresan jamás...
ResponderEliminarHe oído hablar mucho de ese libro. Algún día lo leeré, más que nada para poder opinar algo. Te agradezco mucho, Marisa, ya sabes que me encanta cómo planteas los temas, así que...
Besazo.
Cada vez que entro en tu bonito espacio, salgo con alguna cosa nueva, interesante post.
ResponderEliminarun abrazo.
Comparto tu reivindicación. Maquiavelo, a quien han asignado un perfil macabro (tal como lo has descripto según la RAE), fue un gran politólogo. Y en él se sintetiza mucho de lo que el hombre fue, es y será. Besos.
ResponderEliminarHola Marisa
ResponderEliminarMe has hecho recordar mis días en la Universidad. Tuvimos que leer esta obra, ya no recuerdo en qué asignatura, seguramente sería en Historia Moderna o Medieval.
Me gustó leerla, la una visión del enfoque político de la época y me temo que tampoco ha variado mucho en varios siglos.
Besotes.
La esencia de la política, la médula que tiene los componentes oscuros en la creación del concepto Estado. Podremos estar de acuerdo o disentir; pero es innegable que Maquiavelo era un estratega de las palabras, un zorro político.
ResponderEliminarUn beso Marisa.
Sabio: Los que solo imitan al león ignoran todo.
ResponderEliminar¡Cuántos empresarios y gobernantes pagarían fortunas por un Maquiavelo Original en su corte!!
http://enfugayremolino.blogspot.com
KINEZOE:
ResponderEliminarDesgraciadamente, lo que impera es la "ley de la selva". El que oveja se hace, el lobo se la come... E incluso siendo lobo, vendrá algún depredador más fuerte que acabará con él.
El panorama no es muy idílico, querido Kine...
A pesar de todo, yo también prefiero ser amada a ser temida.
Si decides leer la obra, te gustará, sin duda.
Besos desde la selva.
XIBELIUSS:
ResponderEliminarNo quedarías mal si fuera tu libro de cabecera,jejje. Leer esta obra no significa participar de ella o aceptar sus postulados. Es más, te diría que hay que leerla: es necesario estar preparado para las asechanzas de la vida (y de la selva).
Completamente de acuerdo contigo cuando afirmas que la extensión significativa del adjetivo "maquiavélico" es injusta; fue, sin duda, una gran obra del Renacimiento italiano que aún sigue impertérrita al paso del tiempo. Además, saca a la luz conductas humanas y políticas que no suelen gustar porque no agraddan verlas reflejadas en nuestro espejo, pero que son muy reales y, desgraciadamente, demasiado cercanas.
Clave para conocer el "poder" , como dices, ese gran desconocido...
Un fuerte abrazo, Xibeliuss.
ALBERTO GRANADOS:
ResponderEliminarMe quedo con tu última frase, "tal vez solo sea un manual de supervivencia".
Creo que Maquiavelo más que cínico es un espléndido estratega. Destapa los trapos sucios del poder y da pautas no solo para alcanzarlo sino para mantenerlo. Los estados antiguos y actuales sientan sus bases en los preceptos de Maquiavelo incluso antes de que este los escribiera. Por citar solo un ejemplo, remóntate al imperio romano. Maquiavelo no inventó nada nuevo, solo puso por escrito lo que generaciones anteriores a él (y posteriores, como la nuestra)han hecho uso de ello, bien para llegar al poder, bien para mantenerlo.
Saludos, Alberto.
PILAR:
ResponderEliminarLa sinceridad es muy difícil superarla, y Maquiavelo se deja pocas cosas en el tintero...
Un placer que te guste, Pilar.
Un abrazo.
MARIÁN:
ResponderEliminarTe recomiendo que te regales un "ex libris" con tu nombre. Los hay realmente preciosos y, amén de la estética, los libros que lo llevan jamás se pierden por esos caminos del Señor...
Estoy segura de que te encantaría la obra. Anímate a leerla: no te defraudará (los libros pocas veces lo hacen).
Gracias a ti por estar.
Besos.
RICARDO MIÑANA:
ResponderEliminarPues muchas gracias, Ricardo. Me alegro de aportaros algo interesante con lo que iros debajo del brazo.
Eres muy amable.
Un abrazo.
JAVIER F. NOYA:
ResponderEliminarMaquiavelo fue un gran soldado, estratega, diplomático y político. Si quieres ser moralmente intachable, no te dediques a la política. Pero si te dedicas a ella, no vas a estar nunca ajeno a intrigas, confabulaciones, tácticas reprochables (o no), y a intereses creados y por crear. Así es la realidad, nos guste o no. Por tanto, estoy completamente de acuerdo con todo lo que dices, Javier.
Un beso apolítico.
MARIA EUGENIA- VIDA Y MUERTE:
ResponderEliminarMe temo que las cosas han cambiado poco. Y es que en el terreno político se habla un lenguaje que no es el común. Maquiavelo lo sabía, lo veía, quizás lo practicaba y sobre todo, no tuvo ningún reparo en escribirlo.
Me alegro de que hayas leído la obra y la entrada te haya remontado a esos años tan especiales y únicos como son los universitarios.
Gracias por tu tiempo y un beso, Mª Eugenia.
TATY CASCADA:
ResponderEliminarEse es precisamente el sustantivo que yo creo que conceptualiza mejor a Maquiavelo: estratega. Se puede estar de acuerdo o no con sus postulados, pero de torpes e ingenuos tienen poco, más bien, nada.
Un beso.
SOYLAURAO:
ResponderEliminarMaquiavelo sabía que los que imitaban solo al león, no tenían nada que hacer. La fuerza en solitario sin la inteligencia y la astucia, es la mayor torpeza de un gobernante. En un primer momento, te puede hacer llegar al poder pero en ningún caso mantenerlo.
Me has hecho sonreír con ganas con la fortuna que pagarían esos políticos o empresarios por tener a un Maquiavelo original en su Corte,jejje. Algunos, actualmente, intentan suplantar su identidad, pero el resultado es esperpéntico...
Saludos, Laura.
Pensar que el autor murió sin saber que su libro iba a tener vigencia hasta nuestros días. Libro de cabecera de Napoleón Bonaparte y de muchos gobernantes. Muy lindo post. Un abrazo.
ResponderEliminarA mi maquiavelo me encanta!!!
ResponderEliminarmi beso maquiavelico....
Los intereses se mueven a favor del temor y el sentimiento por el amor. A lo largo de la vida pasas por ambas situaciones pero tu manera de ser y entender te lleva a buscar la tuya.
ResponderEliminarEl éxito de un político no es llegar, es tener éxito tras la llegada. El éxito en el amor no es tener amante, es que tu amor sea tu amante.
Marisa gracias, estás como siempre
ALMA MATEOS TABORDA:
ResponderEliminarCasi todas las mejores obras escritas a lo largo de la historia han tenido un éxito realmente importante, "post mortem" del autor.
Si Maquiavelo volviera a nuestra época, iba a poder poner en práctica sin el menor esfuerzo todos sus preceptos...
Encantada que te haya gustado.
Un beso, Alma.
EL CALIGRAFISTA:
ResponderEliminarIntuía que te gustaría y, la verdad, no tienes mal gusto...;-)
Mis besos, también maquiavélicos (Maquiavelo contra Maquiavelo, ¡uf!)
JUNO:
ResponderEliminarNo sabes hasta qué punto me gustan siempre tus comentarios. Y no es un halago políticamente correcto, que la corrección y la política no se suelen llevar bien. Pero me gusta como me lees entre líneas, además de sorprenderme con tus acertadas reflexiones. Después de leerte, me pregunto si la política y el amor no tendrán más cosas en común que las evidentes...
Gracias a ti por tu tiempo y tus palabras.
Un abrazo, Juno.
No encuentro palabras para describir la belleza de tus frases. Sólo me queda decirte que enhorabuena- felicidades y gracias por compartir tu sabiduría, es un placer enorme pasar por tu casa.
ResponderEliminarDesde Jaén un abrazo y feliz día
MIGUEL DE LA T.P.:
ResponderEliminarMuchas gracias, Miguel, bienvenido al blog.
En realidad, el mérito es de Maquiavelo, no mío.
Un abrazo jienense.