ROMANCE IV
EGOÍSMO
Por los ríos caudalosos
de empatías naufragadas,
los meandros del orgullo
recórrenlos las arañas.
Los territorios ajenos
se inundan de largas patas,
hilos de luto infinitos
tejiendo angulosas trampas.
Los espejos de Narciso
navegan en grises aguas,
y las pupilas reflejan
negra oscuridad del alma.
Truncado vuelo de presas
envenenadas sus alas
por hambre voraz de todo,
de un todo que solo es nada.
Me ha gustado tu poesía. Como la corrupción sobre la que acabas de leer, el egoísmo también impera en nuestro tiempo tanto como en los anteriores. Es nuestra condición, desgraciadamente.
ResponderEliminarSí la foto es mía. Todas las que pongo lo son. Me alegro que te haya gustado. A mí también, es una de mis favoritas, la hice a primeros de abril del año pasado, en una visita a Sevilla.
Muchas gracias por tu visita.
Hacía tiempo que no publicabas, me alegro de verte por aquí otra vez. Besos.
Si llegados son iguales
ResponderEliminarlos que en esas aguas nadan,
el espejo de la luna
reflejara sus miradas.
Besos "riográficos", Marisa
Asi son las arañas y así es la vida que poco crece la araña que teje y no devana;Pero aunque estén hartas, siguen matando en sus trampas
ResponderEliminarTus versos geniales!!
Un beso
Es extraña la sensación agridulce que me provoca la lectura de esta poesía. Por un lado me fascina la maravillosa descripción que haces del egoísmo, por otro me fastidia su significado intrínseco, porque es un mal común, y la mayor parte de las veces domensionado y negativo.
ResponderEliminarBravo, Marisa. Sabes llegar al alma, remover las heridas del recuerdo; los ejemplos de la experiencia personal con los que cada uno de nosotros podría ilustrar el texto.
Besos
Tienes alma de poeta, aunque haya ocasiones que no llegue a captar todo el sentido de lo que escribes, pero siempre hay alguna frase o algún verso que me hace reflexionar.
ResponderEliminarHoy hay un trasfondo oscuro, hay colores grises, oscuridades, luto... eso son los frutos del egoísmo.
Un abrazo muy fuerte, Marisa.
El espejo de la luna me sorprende ¿cómo pudo este poema impecable dirigirle la palabra al egoísmo?
ResponderEliminarPooobres arañas, con este decir suyo he cursado una sensación peluda en la boca.APLAUSOS
http://enfugayremolino.blogspot.com/
DESDELATERRAZA-VIAJARALAHISTORIA:
ResponderEliminarEl egoísmo suele ser el germen de esa corrupción histórica de la que tan espléndidamente hablas, Dlt.
Te reitero mi felicitación por tan magnífica fotografía.
Retornamos, Dlt, o hacemos por retornar.
Un beso.
MIGUEL COBO:
ResponderEliminarMi riográfico amigo, tus perfectos octosílabos expresan magnifícamente esas miradas en el espejo.
"Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdamos"
J. Manrique
Tu ingeniosidad no tiene límite, Miguel.
Mis besos por cauces transparentes.
ANDRÉ DE ÁRTABRO:
ResponderEliminarMe gusta mucho tu reflexión, Andrés: "poco crece la araña que teje y no devana".
Quizás desaparezca asfixiada en su propia vorágine de hilos.
Me alegro de que te guste.
Un beso.
Sí, Marisa, la autocomplacencia de un estado soñado, irreal, destruye a quien se recrea en ella.
ResponderEliminarLa seda es tan fina como suave pero su terrible fortaleza puede crear una maraña de la que es imposible salir.
¿Quien la genera sin sentido? El ser que sólo siente para él.
¿Quien la teje armónicamente? Quien trata de mostrar su perfecto trabajo.
¿Quién trata de capturar presas vorazmente? Aquel que teje la trampa y la arregla continuamente de sus roturas.
¿Quiénes son atrapados? Quienes poseen un espíritu limpio y sincero.
Un fuerte abrazo, Marisa.
La voracidad y el vacío; juntos son como la tela de una araña envolviendo el cuerpo de Narciso, un panorama angustiante.
ResponderEliminarMe gustó mucho la imagen de inundar y las patas. Un fuerte abrazo.
Siempre me he preguntado si el egoísmo es fruto del consumismo, o lo arrastramos como si fuese lastre genético en el engarzado de ADN. Tengo mis dudas.
ResponderEliminarUn beso Marisa.
Geniales versos, Marisa. Claro sentimiento del egoísmo que padecemos y que esta entrada me lleva a la reflexión sobre mi misma. Angustia. Todos podemos estar atrapados y esa tela de araña no hace más que crecer.
ResponderEliminarUn abrazo
Un todo que solo es nada, qué dificil resulta en ocasiones darse cuenta a tiempo.
ResponderEliminarpreciosos versos
Hola Marisa
ResponderEliminarNo se me había ocurrido asociar el egoísmo con una telaraña, y me ha encantado visualizar lo que escribes, porque tus palabras se ven.
Besotes.
Marisa, cuántas telas de araña invisibles se ciernen sobre los seres vivos, humanos o no, que en briznas de un instante se vuelven presas, prisioneros, vícitmas atrapados en esas intrincadas redes insaciables. Porque el ansía del egoismo no conoce límites y aunque su castigo sea la insatisfacción, su premio es la destrucción.
ResponderEliminarMe ha encantado la maestría con la que has tejido los hilos diáfanos y espléndidos de tus versos.
Un auténtico placer tu lectura.
Abrazos
JO GRASS:
ResponderEliminarEntiendo esa sensación agridulce que te deja el poema. Sí, Jo, el egoísmo es un mal común. Somos una especie altamente depredadora y en esta actividad el egoísmo ocupa un lugar, desgracidamente, muy importante.
Me alegro de que lo hayas disfrutado.
Besos.
VALVERDE DE LUCERNA:
ResponderEliminarComo bien dices, los colores del egoísmo son precisamente esos, oscuros, negros, tonalidades grises. Así lo he querido transmitir y así lo has captado estupendamente.
Un abrazo muy fuerte.
SOYLAURAO:
ResponderEliminarEl espejo de la luna y cada uno de todos nosotros alberga de vez en cuando alguna de esas telarañas. En cuanto se detectan hay que hacer limpieza general.
Es un placer que te haya gustado, Laura.
Un beso.
ANTONIO CAMPILLO:
ResponderEliminarMi querido amigo, tu lectura sobre el egoísmo es completamente afortunada. No hay nada más triste como comprobar que algunas personas solo se sienten a sí mismas, son incapaces de captar el sentimiento de las demás, de ponerse en su lugar como corresponde a esa capacidad tan generosa y necesaria para la convivencia como es la empatía. Es en este caso cuando debemos huir de la suavidad de la seda y comprobar que era una telaraña con trampa mortal.
Gracias por tu tiempo, Antonio.
Un fortísimo abrazo.
JUAN OJEDA:
ResponderEliminarLas arañas, como el egoísmo, despliegan sus largas patas para alcanzar todo lo alcanzable; y cuando sus extremidades no llegan más allá, lanzan sus finos hilos para abarcar más territorio de donde se encontraban. Después, esperan pacientemente a que caigan sus presas para devorarlas. Mientras tanto, Narciso sigue reflejándose en el espejo de las aguas, aunque son las aguas las que realmente se reflejan en sus ojos; hasta ellas, son egoístas.
Me alegro de que te haya gustado la composición, Juan.
Un fuerte abrazo, surrealista, por supuesto.
TATY CASCADA:
ResponderEliminarMe inclino más por el ADN, Taty. Luego se desarrolla en mayor o menor medida pero ninguno nos salvamos de la herencia genética de la especie.
Un beso y gracias por tu tiempo.
MILU:
ResponderEliminarCreo que, desgraciadamente, todos tenemos en nuestro interior alguna telaraña de esas, ojalá fuera de otra manera, querida amiga. Pero si nos paráramos a pensar el tamaño del daño que hacemos, y que nos hacen, a consecuencia del egoísmo, justo en este preciso instante comenzaríamos a ser menos egoístas y la telaraña no crecería, como dices, sino que comenzaría a devanarse.
Te mando todo mi cariño, Milu.
Un beso.
PILAR:
ResponderEliminarCuando descubres que el "todo" solo era "nada", la dfecepción es indescriptible mientras a lo lejos oyes el eco de la risa del egoísmo.
Un placer que te hayan gustado los versos.
Un abrazo.
MANDALAS, ESPACIO ABIERTO:
ResponderEliminarMe siento muy orgullosa de lo que dices, que mis palabras se ven. Gracias. No puedo escribir nada si antes no lo tengo visualizado y, en este caso, el egoísmo metaforizado en una telaraña fue una visión muy clara... Me alegro de que te guste.
Gracias por tu tiempo y un beso.
FELICIDAD BATISTA:
ResponderEliminarY a mí me ha encantado tu mirada inteligente y certera sobre el egoísmo: su castigo es la insatisfacción y su premio la destrucción... Qué gran verdad...
Un placer siempre leer tu mirada, Felicidad. Celebro que te hayan gustado los versos.
Abrazos.
Qué verdad es ésa, que las arañas del orgullo tejen con su engreimiento la imposibilidad de toda empatía y envenenan la libertad de quien ahí mismo, al lado del narcisista, merecería mucho más que la espalda de un espejo. Y qué verdadera suena esa verdad en tus versos. Un beso.
ResponderEliminarSe me antoja muy difícil aportar algo a esta entrada. Jamás leí un poema que retrate tan elegantemente esta no tan noble cualidad. Me quedo leyéndolo un par de veces más para sacarle más jugo ;-)
ResponderEliminarMis felicitaciones y un besazo, querida amiga. Feliz resto de domingo.
Me ha gustado especialmente el último cuarteto. Si en los anteriores te has acercado de una manera más sutil, más indirecta, en éste descargas el golpe con contundencia para acabar con "el todo que no es nada" demoledor. Muy bien estructurado y bello, aunque inquietante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Marisa
Se detectan asechananzas, entre el urdido rfamaje de los versos. Me ensalma porque el poema no es bierto, y más cr´ptico, para interpretarlo en una conducta humana, que metaforiza las aguas y atmóferas. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarNunca está de más leer un poco de poesía versificada, y máxime si son versos tan bien hilados como los tuyos. En los dos me he notado identificado, pues en los veranos padezco insomnio y en ocasiones el egoísmo se posesiona de mí.
ResponderEliminarCelebro mucho tus letras y tu amistad, al tiempo que te expreso mi inmensa gratitud por tus visitas a mi humilde casita.
Un abrazo, compañera de letras y de galernas docentes.
Anda! Que bonito! Y la sonoridad es muy buena, tambien!
ResponderEliminarMe gusta.
Besitos.
... tan solo seguir admirándote, en silencio, como quién lee al ausente, como quién roba una manzana del árbol prohibido, en silencio.
ResponderEliminarQué bonito es el Romance, Marisa y cómo se agranda ante tus versos. Estupendo, me ha encantado. Un ritmo y una rima maravillosos. Besos.
ResponderEliminarJUAN HERREZUELO:
ResponderEliminarEl orgullo suele dar la espalda a lo que realmente merece la pena vivir, como dices. Es ciego con las cosas importantes porque solo cree de necesidad su propio ego. La empatía se aleja por el horizonte, el egoísmo navega a ras de piel.
Me alegro si has disfrutado los versos, Juan.
Besos.
KINEZOE:
ResponderEliminarTus palabras son muy amables, Kine. La verdad es que poetizar al egoísmo no es tarea fácil: la tinta empleada llena el papel de manchas negras, los renglones se tuercen y la belleza de la palabra se torna brumosa.
Gracias por tu tiempo y un besazo.
XIBELIUSS:
ResponderEliminarEl romance tiene su gradación, y la has captado a la perfección. Igual que los pasos lentos pero mortales de las arañas, el egoísmo se acerca a sus presas silenciosamente; cuando te quieres dar cuenta estás atrapado en esa maraña de hilos de luto.
Me alegro de que te haya gustado, amigo.
Un fuerte abrazo.
CARLOS AUGUSTO PEREYRA MARTÍNEZ:
ResponderEliminarEl entramado de hilos del poema pretende reflejar a ese egoísmo acechando en la oscuridad a la presa en la que ha clavado sus ojos. Conductas intrínsicamente consustanciales a la naturaleza humana...
Un fuerte abrazo, Carlos.
EL JARDINERO DE LAS NUBES:
ResponderEliminarLos dos poemas, el anterior y este, reflejan conductas que no son ajenas a ninguno de nosotros, querido amigo.
Visitar tu espacio siempre es un placer.
Gracias por tu tiempo.
Un fuerte abrazo amarrada a la proa de esas galernas docentes que no han hecho más que empezar.
PRUNUS AVIUM:
ResponderEliminarMe alegro de que te guste, Prunus.
Un besito.
BAENA:
ResponderEliminarYo también admiro tu bello arte pictórico y aliento a las musas a que siempre dancen a tu alrededor, egoístamente, ya que de este modo podré admirar tus bellas creaciones.
Gracias por tan bellas palabras y por tu tiempo.
Un abrazo.
MARCOS CALLAU:
ResponderEliminarAgradezco tus palabras viniendo de la boca de un magnífico poeta como tú.
Celebro que te haya gustado, Marcos.
Un beso.
Me ha gustado esta reflexión sobre el egoísmo,Marisa, de arañas que tejen telas y espejos de Narcisos, de grises aguas.
ResponderEliminarEl egoísmo es la prevención de la personalidad zozobrada por un sentimiento de impotencia ante la vida, es el miedo de vivir el día a día con tus armas vitales, de empatizar con el otro por temor a ser herido; de preservar un ego débil que no se quiere y no se admira, como se quiso Narciso al contemplar la belleza de su rostro reflejado en la superficie de las aguas de un río: el río de la vida. El egoísmo es más triste que la vida de la araña, "con sus hilos de luto infinito tejiendo angulosas trampas". "Es un todo
que solo es nada". Es lo menos parecido a la egolatría porque no se quiere nada.
Un saludo a todos.
Me gusta el final que le das al poema.
ResponderEliminarLogras que algo tan despreciable como el egoísmo se vista momentáneamente de gala con tus palabras.
ResponderEliminarBuena foto, tb.
Besos.
HD
He entrado varias veces y no había ninguna entrada ueva. Y esta se me ha pasado: perdón. Me siento incapaz de escribir poemas. Las tres o cuatro vees que lo he intentado sólo he conseguido sensación de derrota, por eso admiro que lo hagáis con esa hondura, con ese aliento tan admirable.
ResponderEliminarMis felcitaciones.
AG
Marisa, me encantò y tus letras son tan claras y perfectas!
ResponderEliminarUn poema para reflexionar en esos espejos y esas telas que en ocasiones cubren al mundo
Te dejo un abrazo.
Hoy vistes tus versos de gala, querida Marisa, y desde donde el egosímo tejido desde la tarántula presa de egoísmo, y de oscuridad, logras, hacer que nos envuelvas con excelentes versos.
ResponderEliminarMis felicitaciones.
Y besos.
Marisa, llegamos a tu tribuna y nos gusta el poema, lo repasamos y te invitamos a dejar comentarios en nuestro blog para fortalecer la red de los y las poetas del silencio y del dominio de los espejos y las velas. saludos.
ResponderEliminarYo tengo ideas contradictorias con el egoismo. Puede ser ese vacio del alma del que hablas. pero el egoismo mueve el mundo, y nosotros con el....Algo que tira de la rueda no debe ser tan malo...
ResponderEliminarmi beso, siempre
El egoísmo es el principio de parte de los males de este mundo y tú has intentado sabiamente llegar hasta su centro más inviolable.
ResponderEliminarBesos
JANO:
ResponderEliminarComparto contigo en que el egoísmo se relaciona con la impotencia hacia la vida y el miedo. Pero, sin embargo, no creo que el egoísta no se quiera nada, al contrario, creo que al único que se quiere es a sí mismo. La contemplación de sí mismo, al igual que Narciso, es suficiente para saciar su ego.
Sabes que me gustan siempre tus reflexiones.
Un fuerte abrazo, Jano.
DAVID C.:
ResponderEliminarLa última palabra del poema es "nada". Y a eso mismo se llega desde la postura del egoísmo, a la nada.
Saludos, David.
HUMBERTO DIB:
ResponderEliminarMuy generosas tus palabras, Humberto. Celebro que te haya gustado.
Un beso.
ALBERTO GRANADOS:
ResponderEliminarPues muchas gracias, Alberto, se hace lo que se puede, o más bien, lo que se siente, que es realmente lo que importa.
Un abrazo.
ADRIANA ALBA:
ResponderEliminarSí, Adriana, desgraciadamente, creo que esas telas cubren al mundo. Nosotros, debajo, somos vencidos o vencedores. En el primer caso, es aconsejable salir huyendo para no caer en las fauces de esa araña.
Un besito.
CARLA:
ResponderEliminarVas más allá. La araña del egoísmo la transformas en tarántula... Me gusta la metamorfosis...
Me alegro que te haya gustado, Carla.
Un beso.
PD: No consigo enlazar tu blog al mío por mucho que lo intento. Supongo que, al ser jovencito tu blog, los motores de búsqueda de Google aún no te hallan. No obstante, si me mandas tu URL, te enlazaré encantada.
PENYABOGARDE:
ResponderEliminarBienvenidos al blog, Penyabogarde. Un placer que os haya gustado el poema.
En cuanto a visitar vuestro blog, lo haré, pero tengo que admitir que no soy muy aficionada al fútbol, por decirlo de una manera sutil. Sin embargo, las entradas que tenéis referentes al cine me parecen muy interesantes.
Gracias por la visita.
Saludos.
EL CALIGRAFISTA:
ResponderEliminarCreo que esta es la primera vez que no estoy totalmente de acuerdo contigo. El egoísmo no mueve al mundo, lo arrastra, extorsiona a través del chantaje emocional, engaña y manipula con el único propósito de crear un bienestar personal. Desde luego que quien sale ganando con esta actitud, medra, pero deja devastación a su alrededor que al final se acabará convirtiendo en su propia nada.
De todos modos, entiendo lo que dices en el sentido que lo dices. Quizás no haya un solo tipo de egoísmo, sino que habría que diferenciar diferentes subtipos con distintas características.
Besos a contracorriente.
CARMEN BÉJAR:
ResponderEliminarA pocas cosas temo, y a pocas cosas detesto, pero al egoísmo no lo puedo soportar, ni cuando uno mismo lo es ni cuando los otros lo son contigo.
Un beso, Carmen.
Qué gran poema Marisa, qué grandísimo poema. Todo un honor tener tu compañía en Palabrasía.
ResponderEliminarUn abrazo
ELEANOR:
ResponderEliminarUn placer que te haya gustado, y un placer acompañarte en tu espacio.
Un abrazo.