Emilio o De la Educación, es un tratado filosófico sobre la naturaleza humana escrito por Rouseau en 1762. Actualmente se le considera el primer tratado sobre filosofía de la educación en el mundo occidental. Su finalidad era formar “buenos ciudadanos” aplicando las concepciones liberales de la época sobre educación (el hombre es bueno por naturaleza, la sociedad es la que le corrompe, nos decía)
Pretendía crear un sistema educativo que permitiera al hombre convivir con esa sociedad corrupta. Este libro se prohibió y se quemó en público en París y en Ginebra, pero rápidamente se convirtió en uno de los libros más leídos en Europa.
Pretendía crear un sistema educativo que permitiera al hombre convivir con esa sociedad corrupta. Este libro se prohibió y se quemó en público en París y en Ginebra, pero rápidamente se convirtió en uno de los libros más leídos en Europa.
Volviendo a nuestro joven siglo XXI, me ha llamado la atención esta cita del libro, que a continuación transcribo. Ya en el siglo XVIII se planteaban una cuestión que hoy día nos inquieta a educadores, a padres y a la sociedad en general ¿Estamos educando correctamente a nuestros jóvenes, a nuestros alumnos y, en su caso, a los hijos? ¿tienen lo que necesitan o necesidades innecesarias? ¿no será que en muchos casos (no en todos) lo tienen todo y por eso no valoran nada? ¿qué tipo de futura sociedad estamos moldeando teniendo en cuenta los observables resultados que nos rodean cotidianamente? Como educadora, tengo especial interés en conocer sus valiosas opiniones…Escuchen al bueno de Rouseau…
Jean Jacques Rouseau
¿Sabéis cuál es el medio más seguro de hacer miserable a vuestro hijo?: acostumbrarle a conseguirlo todo, porque como crecen sin cesar sus deseos con las facilidad de satisfacerlos, tarde o temprano os precisará la impotencia, mal que os pese, a venir a una negativa; y no estando acostumbrado, esta le causará más sufrimiento que la privación de lo mismo que desea.
Primero querrá el bastón que lleváis, luego pedirá vuestro reloj, después el pájaro que vuela, la estrella que ve brillar; en fin, todo cuanto vea; y a menos de ser Dios, ¿cómo le habéis de contentar?
El hombre tiene una predisposición natural a mirar como suyo cuanto está en su poder. El niño, a quien basta con querer para alcanzar, se cree árbitro del universo, mira como esclavos suyos a todos los hombres, y cuando al fin se ven en la precisión de negarle algo, él, que cree que todo es posible cuando da órdenes, contempla esta negativa como un acto de rebelión.
Interesane resulta ver como esta cuestión esta latente desde hace tanto tiempo.
ResponderEliminarPersonalmente no pienso que el problema esté en que lo tengan todo sino en la manera de ,sin esfuerzo, sin costos con lo cual el valor de cosas y no cosas cae y su escala se rebaja tanto que en muchos casos pierden interés y conocimiento del camino para llegar al objetivo.
Un besote cariño
Estos tipos pensaban y muy atinadamente, al punto tal que, en realidad, han formulado las pregunas que hoy siguen formulándose respuestas. Me ha gustado el perfil de análisis de los llamados humanistas (Erasmo de Rotterdam, Tomás Moro (pese a sus conocidas perversiones) y algunos franceses como Rousseau o Montesquieu. En esos textos (me olvidé del antiguo Epicuro y su discípulo Séneca)se descubre que muchas cosas estuvieron resueltas y el ser humano (o quien ejerce el poder) se han ocupado de no ponerlas en práctica. Y es muy interesante este Rousseau que pone énfasis en lo que hoy llamaríamos deseo y frustración, ambos sentimientos necesarios para la formación de una persona. Anular el deseo es negativo, pero obtenerlo todo también. Verdad conocida y nunca practicada. O se oprime o se da todo. En fin. Besos.
ResponderEliminarLos padres queremos darles todo a Nuestros hijos, . A nosotros nos falto de casi todo , y queremos compensar ese vacio que teniamos y llenarlo en ellos, y creo que nos equivocamos al obrar asi,no valoran las cosas al tenerlas facilmente. En cierta manera somos culpables de esa generación NI NI NI, (NI ESTUDIAN, NI TRABAJAN, NI BUSCAN TRABAJO)por suerte no es el caso de mi hijo, pero si conozco padres que estan desesperados y ya no pueden controlar a sus retoños. Besitos.
ResponderEliminarToma , corre compra, adquiere
ResponderEliminarel norte del niño , hombre ,se ha perdido dale todo , filo de cuchillo que recorta , los convierte en enanos, todos juntos en anaquel bien barnizado.Sin ganar ni merecer, sin premio de estimulo ganado
Tuyo, suyo en creciente y ficticio acomodo lo quiero para nada.
Niños sin norte, consentidos, que los pones tú pero que no llegan , les han quitado el privilegio de poder llegar por sí mismos.
Magnífica (como siempre) tu entrada.
Un beso
"Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros".
ResponderEliminar"Los jóvenes de hoy no parecen tener respeto alguno por el pasado ni esperanza alguna para el porvenir"
La primera cita es de Sócrates. La segunda, de Hipócrates (el del juramento). Las dos, sobre el S.V a.de C.
La correcta educación de los hijos nos preocupa desde siempre... y, posiblemente, siempre cometeremos fallos muy parecidos. Quizás padres y educadores debamos partir de reconocer esto, que nuestras decisiones tienen posibilidad de error. Pero que aún así hay que tomarlas e intentar que sean lo más correctas posibles.
Interesante debate, Marisa. Un abrazo
Bueno, yo tengo quizas un opinion un poco diferente. Hay un libro de Rousseau (sus confesiones) donde se dibuja un perturbado Roussseau (que vincula masturbación con alienacion) que permite comprender un poco mejor el Emilio. En mi humilde opinion, el Emilio no es un libro organizado en torno a la educacion de los niños, sino en torno a la educacion del deseo, o mejor dicho, un cojunto de recomendaciones para educar en "el no desear". Las citas que traes lo demuestran claramente: el deseo lo quiere todo, no tiene limite, ni fin. Educar a los niños es educar su deseo (como si eso fuera posible). El Emilio es un tratado maravilloso que invierte una relacion que sus contemporaneos no entendian del todo: no se trata de configurar un estado (a la Hobbes, seudo autoritario ) para controlar la sociedad civil y buscar su docilidad, no, no Rousseau dice: controla su deseo (y eso se hace desde niños) para obtener una docilidad mas eficaz y silenciosa...Pienso que ese el punto central del Emilio, el disciplinamiento del deseo...
ResponderEliminarEn fin, pero son opiniones de un amateur...(con fuertes implicancias en la tarea docente: ¿que hacemos: desarrollamos el deseo y la libertad en nuestros niños y jovenes o desarrollamos una tecnología del control?)...
mi beso siempre
El magnetista.
40 AÑERA:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que quizás la cuestión radique en la falta de esfuerzo que tienen que hacer para conseguir lo que quieren, y no sólo me refiero a elementos materiales. Pero no tienen si no se les da, y aquí tenemos mucho que ver los adultos que giramos a su alrededor.
Gracias por tu comentario, me ha parecido, si me lo permites, muy lúcido.
Otro besote para ti.
JAVIER F. NOYA:
ResponderEliminarTu comentario gira en torno a dos conceptos que me parecen fundamentales en el tema que planteo: deseo y frustración.Como bien dices, la permanencia absoluta y continua en ambos términos no es deseable: ni hay que anularles el deseo ni hundirles en la frustración. Los extremos nunca han sido generadores de buenas consecuencias. Quizás lo ideal esté en encontrar ese equilibrio, ese punto intermedio entre ambos conceptos.
Tu comentario ha sido muy interesante,gracias por participar.
Besos.
"El hombre es bueno por naturaleza..."
ResponderEliminarSobre la educación de los niños, nuestros hijos, alumnos, o cualquier niño que tengamos la oportunidad de educar,( o domesticar, como decía Serrrat) se basa en variadisimos factores, es complejo y delicado.
Lo que me parece que nunca debe faltar es el amor, a partir de ahí, todo lo demás.
Una entrada para reflexionar y porque no, para aprender.
Un gusto linda Marisa.
MONTSE:
ResponderEliminarComo madre que eres, tu visión del asunto me ha parecido muy pragmática y real. Quizás ( y sólo quizás ), los padres intentan compensar las carencias que ellos tuvieron en su niñez y juventud, en sus hijos. No soy madre, pero hablo diariamente con los padres de mis alumnos, y no te falta razón en lo que dices aplicado a muchos casos que, por supuesto, no es aplicable a una totalidad.
Gracias por participar, Montse.
Un beso.
ANDRÉS LÓPEZ VILLAR:
ResponderEliminarCreo que lo has resumido muy acertadamente, Andrés: cuando se les da todo se les quita el privilegio de poder llegar por sí mismos. No se les beneficia, al contrario, se les perjudica. El deseo y ambición positiva por alcanzar metas considero que son beneficiosos, pero siempre y cuando entiendan que eso conlleva un esfuerzo que él sólo debe realizar. Es cuando podrá comprender el valor real de las cosas.
Me ha gustado tu comentario por su naturalidad y sensatez. Gracias por intervenir.
Un beso hacia esa Galicia preciosa.
XIBELIUSS:
ResponderEliminarSí, este no es un tema reciente, amigo, desde la Antigüedad Clásica podemos encontrar textos como los que nos traes, donde la educación siempre ha sido un tema de preocupación y debate.
Estoy completamente de acuerdo contigo en que los errores radican en las personas encargadas de su educación, fundamentalmente los padres; los profesores transmitimos valores e intentamos ayudar en lo que podemos o nos dejan, pero al fin y al cabo, somos principalmente transmisores de conocimientos, los responsables directos de su educación son los padres. Tarea ardua y responsable, y cada vez más complicada por los derroteros que toma nuestro mundo.
Gracias por esas dos maravillosas citas que has dejado, Xibeliuss, y por tu intervención.
Abrazos.
EL MAGNETISTA:
ResponderEliminarTu punto de vista es muy interesante y muy bien fundamentado si me lo permites decir. Es obvio que controlando el deseo de las personas se controla a la sociedad a través de su docilidad. Esto es innegable.
Pero la cuestión no creo que haga excluyentes los dos extremos: o desarrollar el deseo y la libertad en los jóvenes, o desarrollar una tecnología de control. Considero que potenciar el deseo y la libertad es fundamental y necesario para el desarrollo del individuo, como también lo es desarrollar un control interno, no externo, es decir, en definitiva un autocontrol. Potenciar y enseñar ese autocontrol en los jóvenes (y entiéndase por "autocontrol", el saber distinguir lo que les beneficia y hace crecer de lo que no), es básico para su desarrollo como personas y para su ingreso en el mundo de los adultos con un espíritu crítico asentado en una solida escala de valores que, por desgracia, se pierden cada vez más.
Me ha gustado tu interesante aportación y punto de vista, Magnetista, siempre intuyendo y descubriendo más allá de lo que es obvio a los ojos. Un lujo para esta entrada.
Te dejo también mi beso.
ADRIANA ALBA:
ResponderEliminarSí, amiga, el amor en este tema también pienso yo que es una palabra clave. Todo proyecto, toda enseñanza, todo medio, si lleva impreso el sello del amor , el cariño y el respeto, siempre tendrá más probabilidad de llegar a un fin exitoso, aunque nos movamos por el terreno de la inevitable disciplina, pedagogía y aprendizaje.
Gracias por la sensibilidad de tu comentario y por recordarnos la existencia de ese corazón que, en tu caso, es enorme.
Besos.
Qué interesante entrada, Marisa..y difícil también porque creo que las preguntas de antaño no difieren de las actuales. Realmente no sabemos las respuestas?. Creo que si, pero lo estamos haciendo muy complicado los adultos. Sinceramente, creo, que los adultos no sabemos motivar a nuestros hijos y buscamos "culpables" a la carencia de los jóvenes en las escuelas, pasamos el relevo a profesores. Primer error!
ResponderEliminarLos muchachos no saben lo que son los puntos medios, pasan del deseo a la frustración y esto es preocupante.Los extremos nunca han funcionado.
Lo tienen todo y la respuesta para que lo tengan no pasa porque nosotros no lo hayamos tenido. Falta comunicación padres e hijos y carencias culturales, que en el ahora ya no pertenecen a ningún status social, sino que lo tenemos todos tan fácil que mejor pensar que si no saben, no estan motivados...es culpa de ellos. Segundo error!.
Y creo, sinceramente que si hay carencias, son nuestras de los adultos que no somos capaces de pedir disculpas a las generaciones futuras. Tercer error!.
No sigo, este tema tiene tantas lecturas. Pero si termino diciendo que no podemos cerrar los ojos y abogo porque los muchachos consigan sus deseos a partir de un planteamiento y un esfuerzo.
Marisa, lamento haber escrito tanto. Me ha encantado.
Un beso grande
MILU:
ResponderEliminarMe encanta que te hayas extendido porque como dices, el tema tiene tantas ópticas, puntos de vista y ángulos, que daría para mucho.
Me alegro de que plantees la pregunta de si en realidad no sabemos las respuestas al tema que se plantea. Las sabemos, claro que sí, pero me conformo con que se reflexione sobre ellas (ese ha sido el objetivo de la entrada). Cada uno tendremos las nuestras, que pueden asemejarse o diferir, pero el solo hecho de planteárnoslas ya lo considero un logro.
En cuanto al primer error que planteas, te agradezco tu empatía con el sector del profesorado. Como ya dije en otra respuesta, hacemos lo que podemos, pero los padres de esos adolescentes y los responsables directos de su educación, no somos nosotros, y se tiende a cargar con esa losa al profesorado que, por otra parte, le cae granizo encima vaya por donde vaya. No sabes como agradezco este apunte tuyo.
Segundo error que apuntas: falta de comunicación entre padres e hijos y carencias culturales. Absolutamente de acuerdo, Milu. Creo que no has podido ser más exacta. La comunicación y la cultura son los antídotos para muchas de las lacras sociales.
Tercer error que anotas: los únicos culpables somos los adultos. También estoy profundamente de acuerdo. Ellos no son más que víctimas de una educación que cojea. No podemos culpar a una obra de arte, por ejemplo, por sus defectos o deformidades, es el artista que la creó el responsable de ese producto. Es obvio.
A mí sí que me ha encantado la coherencia y amplitud de miras de tu comentario, Milu. Siempre es un placer leerte, tanto en tus creaciones como en tus opinones.
Un fuerte abrazo.
¿Y el plano de valores?...hasta las comunidades originarias tenían roles y objetivos ¿Cómo se educa sin partir de una construcción ética? Me sorprende. Es común maldecir al consumismo mientras enchufan a los crios frente a un televisor para que no molesten. Mi dios!...hacen un cóctel de Osho y mano dura, agitan el cubilete y miran de costado a los docentes. Tallaron en el portal de la moral "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago", y si salen mal los dados, los adultos se lamentan en las noches de baraja y copetín: "cría cuervos" :)
ResponderEliminarBesos, Marisa, y un ☼
Ante todo decirte, Marisa,que me ha gustado mucho que retomes estos textos que dan pie a la reflexión profunda, para así poder filosofar...
ResponderEliminarPues claro, Sócrates, Hipócrates, y escritos en tablillas mucho más antiguas. En la universidad jugábamos a eso, a adivinar de qué época era esto o lo otro. Y por supuesto había muchas sorpresas.
Sé, Marisa, que tú tienes una gran vocación por la docencia, y sabes (esto ya te lo digo al margen) que el ser humano es bueno y es malo; es capaz de los más loables actos y de los más ruines. Y en el tema de la educación, son épocas. Quizás habría de buscar nuevos sistemas ¡tenemos tanta información a nuestro alcance¡...
Educar, domesticar...quizás el método socrático: la dialéctica, no vendría mal; poner al hombre frente a su espejo y que se mire bien...
Un fuerte abrazo, Marisa.
A veces es mejor reducir nuestras pretensiones de goce, posesión y reconocimiento a un tamaño más modesto, ya que lo que desencadena la gran catástrofe es luchar y esforzarse sin medida por la gloria, el éxito y el placer.
ResponderEliminarBesosssss.
ROBERTO ESMORIS LARA:
ResponderEliminarUna escala de valores medianamente aceptable es la base de cualquier construcción, como bien dices, Roberto.
Y apuntas algo muy importante, "enchufar" al niño a la televisión o al ordenador, para que no moleste, mientras se empapa de valores altamente dudosos que, por otra parte, es necesario que conozca, pero después de que se le haya enseñado un espíritu crítico que le proteja de la manipulación mediática y le desarrolle una capacidad para saber elegir y discenir lo que entra en consonancia con esa escala de valores medianamente aceptable de la que hablábamos.
Gracias por participar, Roberto, siempre son interesantes apropiadas tus aportaciones.
Besos.
MARIÁN:
ResponderEliminarConsidero que reflexionar (ya no digo encontrar soluciones que a todos nos agraden completamente), en relación con este tema tan importante, es fundamental para poder avanzar un poquito más allá de donde estábamos.
Como bien dices, la dialéctica, la comunicación, el conocer aquello que desconocíamos, y el aprender para mejorar, es la clave para la educación.
Muchas gracias por esa consideración que tienes sobre mi práctica docente, y por tu comentario.
Un fuerte abrazo, Marián.
ANIKI:
ResponderEliminarRespeto lo que dices, pero más bien pienso todo lo contrario. Luchar y esforzarse por formar con nuestros jóvenes una futura sociedad mejor y más justa, no lo considero una catástrofe, Aniki, sino un deber en el que todos debiéramos estar implicados de una forma u otra. El conformismo en este tema tan serio, no me parece una buena solución.
Gracias por tu opinión.
Un abrazo.
Todos debemos hacer un esfuerzo enorme para que nuestros hijos sean mejores que nosotros. No será fácil conseguirlo, dada la total inmersión social en el consumismo. Se trataría de aunar esfuerzos legislativos, académicos y educativos. Yo soy padre, yo me deslomo muchas horas al día y en alguna ocasión he caído en la trampa del hombre exhausto que no puede más, que no quiere discutir con un hormonoide de 10 años y al final cede: "Venga, juega un rato con la Play"
ResponderEliminarSi Rouseau ya adevería del problema en el siglo XVIII, ahora haría una tesis doctoral...
Un beso guapa
JOSEP CAPSIR:
ResponderEliminarEfectivamente, aunando esfuerzos legislativos, educativos, sociales y familiares (sobre todo), podremos llevar a nuestros jóvenes a algún sitio digno para ellos y provechoso para los demás.
Me ha encantado tu vocablo "hormonoide de 10 años",jajaja, cómo se nota que eres un pedazo de padre, Josep...
Gracias por intervenir y por tu punto de excelente humor.
Otro beso para ti, padrazo!
Hola querida amiga felicitaciones por tu post , una entrada para reflexionar.
ResponderEliminarPersonalmente creo que hay que educar a los hijos con valores y dando en cada momento unas directrices sensatas , hay que decir de vez en cuando NO , siempre SI mal cria, en la vida hay que luchar para conseguir las metas.
Que el buen vivir no se regala se consigue con dedicación y esfuerzo y es una lucha , la vida nos da y nos quita y que el dinero para poder vivir no cae por la chimenea ,cuesta sudor.
Hay que ganarlo y gastarlo con responsabilidad.
Un abrazo de MA para ti amiga y mil gracias por tu huella hermosa dejada en mi blog.
¡Qué iluminado era este hombre! Está claro que los niños de hoy en día muestran muy poca tolerancia a la frustración; si a eso añadimos el sentimiento de culpabilidad que nos invade por no poder pasar el tiempo suficiente con ellos o prestarles toda la atención que requieren y, en menos ocasiones de las que debemos, imponemos límites, ahí están, alcanzando lo inalcanzable con el mínimo esfuerzo.
ResponderEliminarEs lamentable pero, la culpa de la invasión progresiva de los Ninis es nuestra.
Besos
Sin duda tiene mucha razón el escritor del Emilio en ese fragmento citado. Creo que siempre se busca algo o alguien a lo que culpar por la actitud de niños y adolescentes en vez de buscarlos en nosotros mismos, pues de nosotros toman las conductas que toman, por mímesis o por contraposición combativa. En fin. Que no he leído El Emilio. Estaba en la lista de espera, pero debido a que he leído antes a Mary Wollstonscraft, se me quitaron las ganas al saber que hace una diferencia bien tajante en la educación que promueve para niños y para niñas, dejando a estas últimas relegadas a la mera instrumentalización del hombre. Capaz me equivoco, hablo por lo que he leido del libro de la autora en cuestión, que practicamente su libro se arma en base de conseciones y refuaciones de la obra de Rousseau (una buena razón para leer a Rousseau) Pero evito la molestia que me dan ciertas injusticias, sobre todo las de género, que atañen más particularmente. Y seguro me pierdo de mucho, porque habrá grandes aciertos como el que citas, Marisa, que ningún autor se ha sustraído de su tiempo y de la ideología impertante (eso dicen, porque incluso oponerse a algo es estar sujeto al tiempo)
ResponderEliminarBuen aporte, compañera.¡Un abrazo!
Muy interesante.
ResponderEliminarY creo que a pesar de estar escrito hace tanto, tiene mucho de verdad y parecería caer como anillo al dedo para la crianza de estos tiempos que vivimos, donde a los hijos se les da, a veces más de lo que se puede.
Un beso marisa, excelente texto.
mariarosa
Todas las hojas son del viento.
ResponderEliminarPena (L7s)
Yo estoy con Rouseau: no me parece muy saludable eso de decir siempre "tus deseos son órdenes". Está claro que todo padre quiere siempre lo mejor para su hijo, y que uno debe de sentirse muy bien cuando es capaz de darle al chico todo aquello que, probablemente, nosotros nunca tuvimos de pequeños. Pero llegará el día en que el niño, el joven (o el adulto ya) se encapriche con algo "inalcanzable" y entonces va a sufrir mucho si nunca aprendió eso de que todo en esta vida cuesta esfuerzo, que las cosas no caen del cielo y que la vida no siempre es justa...
ResponderEliminarConceder al chico todos los caprichos sin límite sólo promovería en el niño un materialismo desenfrenado, causa nada noble en el desarrollo de la persona. Considero que, como en todo en esta vida, una vez más, en el término medio está la virtud. Pero bueno, esto es sólo la opinión de un hijo más... ;)
Excelente entrada, Marisa. Me gustan tus citas con los libros.
Un beso.
MA:
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tu comentario, y mucho más porque lo enfocas desde la principal responsabilidad de los padres. Aunque todos somos partícipes de tal responsabilidad.
Me parece muy interesante una cuestión que comentas, y es que es conveniente que los padres aprendan a decir NO a sus hijos, por una sencilla y simple razón: aunque cueste, se educa.
Muchas gracias por participar, MA.
Un beso fuerte.
JO GRASS:
ResponderEliminarEste problema educativo ya lo encontramos planteado desde la Antigüedad.
Comentas un aspecto, que aún no había salido, y que me parece de suma importancia: el escaso tiempo que los padres dedican a sus hijos, bien por imposibilidades de su trabajo, bien por otras variadas causas. Esto, casi siempre implica incomunicación, y muchas veces en ceder o consentir en demasía ya que el rato que se está juntos se desea que sea tranquilo y reconfortante ¿Somos los adultos los creadores de la nueva generación de Ninis? (Creo que todos sabemos la respuesta...).
Gracias por tu comentario, me ha parecido muy interesante.
Un beso.
NOELIA:
ResponderEliminarLa diferenciación que se haga en la educación para niños y para niñas siempre será censurable bajo mi punto de vista. Una teoría de la educación o una pedagogía basada en tal premisa, para mí no tiene ninguna validez porque carece de cimientos si ya no sólidos, al menos claramente justos, sensatos y no discriminatorios.
Me gusta que hayas tocado este tema, ya va siendo común en nuestras entradas ;-)
Un fuerte abrazo, Noelia.
MARIAROSA:
ResponderEliminarNo puedo evitar alegrarme al descubrir que hay una conciencia general asumida de que a los hijos se les da más de lo que necesitan. Es de sentido común que se quiera lo mejor para ellos, pero en muchos casos les perjudicamos más que beneficiamos en muchos aspectos.
Gracias por participar.
Un abrazo.
PENA:
ResponderEliminarY el viento, sobre todo el de otoño, nos trae muchas hojas de abigarrados colores que, aunque intentemos atraparlas, siguen su propio camino.
Saludos, Pena.
KINEZOE:
ResponderEliminarQuerido amigo, estoy contigo en todo lo que comentas. Los adultos de nuestra época están especializados en crear pequeñas criaturas tiranas. Sin ánimo de generalizar, aunque el colosal número de casos está en el límite de la generalización, pienso como tú, en que a los adolescentes hay que enseñarles a que consigan sus propios logros por ellos mismos; no sólo mejorará su autoestima y motivación (de la que constantemente nos quejamos sin hacer nada), sino que en su vida adulta sabrán llegar a donde desean con honestidad e inteligencia.
También esta es una opinión de una hija más, Kine ;-)
Me ha gustado mucho tu comentario. Gracias por participar.
Un beso.
muy buena frase, gracias.
ResponderEliminarjusto quería algo así.
saludos
MACHBENAK:
ResponderEliminarNo sé exactamente a qué frase te refieres, supongo que a alguna de la cita.
Me alegro de que haya sido de tu agrado.
Bienvenido y saludos.
Llevo trabajando con niños 30 años y se ha pasado de una sociedad autoritaria, miedosa y pacata a otra en que lo que importa es conseguir las metas de forma fácil y que se admira a los que consiguen dinero de forma rápida y sin esfuerzo, una sociedad materialista que lo que importa es el tener y poseer. La familia ha cambiado en la misma línea y se defiende a los niños por encima de todo, tienen "juguetes" tecnológicos (móviles, consolas, ordenadores, mp3...) que muchos adultos no tienen, son los reyes de la casa y como tales ejercen siendo unos pequeños tiranos que consiguen de sus padres casi todo, porque las riendas de la educación la ejercen las madres y los padres (que representan la autoridad) han abdicado y no se implican, por este motivo los niños no saben muchas veces donde están los límites en sus comportamientos, esto unido a la falta de motivación y de sacrificio están ocasionando un fracaso en la educación y un gran número de jóvenes que no tienen preparación para trabajar, estando en casa con sus padres y sin perspectivas de futuro. Quizás haya dibujado una situación muy negativa, es cierto que hay familias que luchan contra viento y marea contra la falta de valores y que se ven arrastradas por el entorno, pero yo así lo veo diariamente.
ResponderEliminarAhora bien, tengo la esperanza de que esto cambie, porque sucede que siempre las sociedades van en una dirección y luego se produce un cambio para equilibrar, hay un repunte lento de valores como la constancia y el esfuerzo, dejemos que dé sus frutos y más con la situación económica que nos ha demostrado que el enriquecimiento fácil conduce al empobrecimiento general.
Lo siento, Marisa, me he liado de mala manera y mira a donde he ido a parar, pero hablar sobre educación lleva hacia este rumbo porque aunque lo dicen los políticos y lo tienen tan manoseado, la educación es el futuro, pero digo EDUCACIÓN - FORMACIÓN, no instrucción.
Gracias, por tu entrada, conviene reflexionar sobre este tema de vez en cuando.
Entonces, todo aquello que a Rouseau le parecía tan hermoso y tan factible ¿no ha podido resistir más que un instante, como un sueño?
ResponderEliminarNo tiene que ser posible el poder organizar técnicamente un mundo de enseñanza dirigida,
cada cual ha de conquistarse su pequeña parcela feliz.
Siempre he estado en contra de los tratados...
Marisa, no entres a matarme todavía, espera a que me acabe el postre...
Besitos
Marisa, Rouseau le dio justo al centro del problema masivo que hoy en día existe con niños y adolescentes ¡ni que hubiese sabido que la sociedad que vendría cargaría con ello! ¡la sabia intuición de los grandes pensadores!. Emilio es una bella y orientadora Obra y creo como Rouseau que la maldad y el error no viene inscrita en el alma, se construye.
ResponderEliminarEntre otros factores, siento que la actitud de la mayoría de los padres y madres de satisfacerles todos los deseos a sus hijos/as, surge de la Culpa. Culpa por no estar, por no estar como corresponde. Y también porque es más fácil satisfacer demandas materiales que empeñarse en ser mejores modelos con las propias conductas. Finalmente la sociedad que tenemos donde abunda la falta de control de impulsos con su secuela de violencia en todos los grados y la cero tolerancia a la frustración... se fomenta en esa actitud que no forma si no que deforma. Lo más terrible es que todo está hecho para caer en la trampa, el consumo desenfrenado tiene aquí su mejor negocio.
Linda Marisa, agradezco enormemente el esfuerzo que haces por aquello de andar votando por la poesía, te comprendo 100 por ciento y sé que cuando una tiene esas "complejidades" sólo puede sobrepasarlas por el afecto... así tomo tu actitud para conmigo... como una muestra de afecto y desde ahí lo valoro infinitamente. Tú eres más "Eva 1" que 2 ( yo también aunque como ves en esta ocasión me he corrompido, jé!)
Me voy a permitir decirte:
te quiero mucho... virtualmente y muy real.
VALVERDE DE LUCERNA:
ResponderEliminarMe encanta que te hayas extendido. Tu comentario examina con mucha exactitud la situación actual que tienen la mayoría de los jóvenes, desde la óptica de 30 años de docencia que te avalan.
Hasta ahora no había salido la cuestión de los tantos jóvenes que actualmente están en casa, con sus padres, sin perspectivas de trabajo ni futuro, en unas ocasiones porque abandonaron sus estudios y, por tanto, no tienen ninguna formación ni cualificación que les permita acceder al mundo laboral; y, en otras ocasiones porque, como bien apuntas, la situaación actual de nuestra crisis económica no ayuda mucho a que estos jóvenes (y ya no tan jóvenes), tengan un trabajo digno.
En cuanto al resto de aspectos que comentas, estoy totalmente de acuerdo contigo, Valverde.
Muchas gracias por participar y por tus acertados comentarios.
Saludos.
FANDESTEPHANE:
ResponderEliminarYo creo que no se trata de crear un mundo de enseñanza dirigida, Fan, sino más bien, dirigir la enseñanza (académica, familiar, social...) para crear un mundo.
Un próximo mundo que crearán nuestras generaciones de adolescentes y niños, ahora con rasgos tiránicos en muchas ocasiones...y no creo yo que a nadie le guste un mundo dirigido por tiranos ¿no?
¿Ya has acabado el postre? :-)
Besos, Fan, y buen fin de semana o cuasipuente.
EVA MAGALLANES:
ResponderEliminarMe ha gustado tu comentario. Estoy de acuerdo contigo en que muchos padres actualmente, consideran más fácil satisfacer las demandas materiales de sus hijos que preocuparse por ser realmente un modelo de conducta (no se entienda esto como una generalización, pero sí un factor a tener en cuenta).
En cuanto al Concurso de poesía, lo has captado bien, yo soy infinitamente más Eva1 que Eva2. Soy un poco (o un mucho) escéptica para ese tipo de cosas por muchas razones sólidas que, para no ser políticamente incorrecta, las silencio en público. No obstante, cuenta con mi apoyo y mi voto, e incluso animo a mis lectores a que conozcan tu blog y también te apoyen (no se arrepentirán).
Gracias por tus palabras tan cariñosas, querida Eva.
Mucha suerte, y un fuerte abrazo lleno de un sincero y profundo cariño.
Marisa: Formar “buenos ciudadanos”. Creo que el amigo existencialista, Jacobo, no obtuvo resultados satisfactorios en que las leyes tuvieran utilidad. Pese a su Igualdad, Libertad y Fraternidad. Existe una base que dice algo así: “Que en tu vida solo figure una cláusula: Haz lo que quieras, porque gente bien nacida y bien instruida, que conversa en honesta compañía tiene el instinto y aguijón de obrar correctamente”. Para educar a los infantes, diría que sería coherente educar primero a los padres, y como éstos también fueron niños, es el pez que se muerde la cola…El hombre, pernicioso por natura, deja su legado de genes tóxicos a sus hijos…Ahora nos parece que no tienen valores, y que lo tienen todo ¿Qué tienen? ¿La play station, Internet, móvil? Todo material, puro comercio y consumo…pero los hemos educado nosotros y hemos accedido a que el gran mercado se auto afianzara en sus vidas. Nuestros padres tampoco supieron educarnos, solo nos dejaron las preguntas que no supieron responderse…las mismas que les dejaremos mañana…Y es que en esta sociedad todo está por responder…somos ignorantes y como los loros, aprendemos a imitar guturalmente palabras, que repetimos constantemente…Abrazos educados y aprendidos de viejos filósofos, relojeros, músicos, poetas, viajeros, pedagogos y tratadistas políticos…
ResponderEliminarTal vez la clave sea la moderación. Si bien el deseo es necesario y motivador para alcanzar resultados, la falta de límites vuelve a los chicos en futuros adultos frustrados. La vida se encargará de interponer obstáculos, por eso sería bueno equiparlos con herramientas que los ayuden a crecer en un sano equilibrio.
ResponderEliminarMarisa
valoro tu sensibilidad y buen juicio para subir temas y debates a tu blog.
Un abrazo, mientras sigo aprendiendo.
KIMBERTRANCANUT:
ResponderEliminarTienes mucha razón en bastantes cosas de las que dices. Creo, como tú, que la base de todo está en la educación, cultura e instrucción; partiendo de esto, se obra con este instinto y aguijón correctos que mencionas. Sin embargo, si falta esta base, no puedo creer en la máxima de "haz lo que quieras".
El "todo" que tienen la gran parte de nuestros adolescentes, estoy contigo en que es "nada", cero, conjunto vacío. Ahí radica el problema: en saber ajustar el valor de las cosas a una escala de valores.
Agradezco tus abrazos, y tu ´comentario, Kim.
Un beso.
Te leo, y existo, o existo si leo a los que escribís por según qué derroteros. Porque una cosa es que yo no sepa hacerlo y otra, que diferente, es no querer pararme un rato en la cuneta de tu punto de mirada reflexivo y pararme a contemplar.
ResponderEliminarDespués sí, una vez contemplo, cuento lo observado. O describo las emociones, las sensaciones, los colores conversacionales que dejan en mis retinas lo observado... y los sabores que en el firmamento de mi boca, dejan lo disfrutado.
En fin, qué lío...
Que gracias por compartir, que gracias por exponerte, pensamiento y docencia mediante.
Un abrazo, agradecido.
Mario
SALTAR DEL TREN:
ResponderEliminarMe ha gustado tu imagen: hay que equipar a los adolescentes de instrumentos necesarios para que puedan conseguir ese "equilibrio ideal" entre deseo y posesión.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
La cara del niño enojado me encanta. Preciosa foto. Asi que le pido permiso al niño, y dejo un beso para que no te olvides....
ResponderEliminarmi beso entonces
el magnetista.
MARIO:
ResponderEliminarGracias a ti por tu comentario, y por escribir como escribes que, sinceramente, es todo un ejercicio de arte e inteligencia.
Un fuerte abrazo, Mario.
EL MAGNETISTA:
ResponderEliminarCoincido contigo en lo de la cara del niño: a mí me hace soltar una carcajada cuando la miro. Como siga frunciendo el ceño así, tendrá muchas arrugas en poco tiempo,jajaja.
(No me olvido de ti...con beso o sin él. Es difícil olvidarse de tus mágicas letras...)
Mi beso.
Estimada Marisa, para los que no tenemos peques es a mi parecer, más fácil apreciar ese abuso que ejercen esas pequeñas y queridas termitas, lo que me parece sorprendente es la visión de futuro de Juan Jacobo.
ResponderEliminarUn saludo, ya me puse miguitas para no perderme.
ÁNGEL IVÁN:
ResponderEliminarComparto tu opiniön. Los que no tenemos hijos quizás veamos con mayor "objetividad" el uso y abuso de esas pequeñas criaturas que, como vengo diciendo, no son más que el producto de una determinada educación.
Bienvenido al blog. Es un placer tenerte por aquí.
Saludos.
Siento llegar tarde Marisa... ví esta publicación hace días y tenía abierta tu pestaña, pero me quedé sin internet. Bueno, después de este rollo me parece una entrada de lo más oportuna y sensata. Sin duda, conceder todos los caprichos, deseos y antojos de nuestros hijos (tengo uno mayor de dieciséis años) no le enseñan a valorar el esfuerzo y la dedicación que supone obtener un trabajo, aprobar un curso, superar una oposición, luchar y pelear por un puesto de entre muchos posibles candidatos (no fomento la competitividad, pero hay que preparar a hijos y alumnos, para combatir y no cejar y abondonar rápidamente).
ResponderEliminarPor tanto, me parece un post muy interesante, sobre todo para maestros, profesores y educadores. Rouseau, Piaget, Vigotsky... son los grandes psicológos y pedagogos que hay que tomar como referencia.
Me agradó mucho.
saludos.
LEMAKI:
ResponderEliminarDe ningún modo llegas tarde, Lemaki. Como madre que eres sabrás perfectamente de lo que hablo y, sinceramente, me gusta como lo enfocas, priorizando el esfuerzo personal de los adolescentes para conseguir sus propias metas.
A mí también me ha agradado tu comentario.
Saludos.
Querida Marisa: Es uno de mis libros de cabecera que, aun cuando no tenía hijos, siempre me ha interesado. Tal vez porque nunca perdí la esperanza de tenerlos. Ahora lo leo y releo porque yo como padre en muchas ocasiones me pongo en duda. Sigo atento todo lo que nos dicen, lo que nos decís los educadores, lo que siento. Rememoro mis años de infancia para saber cuales eran mis sentimentos, cuales mis caprichos, cuales mis aspiraciones y trato de adaptarlos al tiempo actual. Ya conoces mi edad y tanto ha llovido desde entonces, cuando yo era un niño, que han germinado nuevas tendencias, nuevas necesidades, nuevas aficiones en los niños actuales. En la actualidad, trato de mantener con los profesores de mis hijos un estrecho contacto porque ellos me pueden facilitar datos que yo desconozco, del mismo modo que yo les correspondo de qué forma y cómo veo a mis hijos en casa. En esta tarea, sin duda, tenemos que colaborar todos. Es necesario proporcionarles una infancia feliz desligada de normas y conductas innecesarias que a nada conducen. Es preciso revisar nuestro sistema educativo (hoy precisamente han salido los datos comparaticomparativos de nuestros escolares en comparación al resto de los europeos y otros). Precisamente los Centros que mantienen a la Dirección y a los profesores obtienen buenos resultados. Al mismo tiempo estamos nosotros, los padres y algunos de ellos, por su formación y educación difícilmente se empeñaran en colaborar con los maestros de sus hijos. Del mismo modo que no se puede, desde el Gobierno, estar cambiando cada dos por tres de modelo educativo. La educación nunca debe estar sometida al dictamen de una ideología. Espero que estas concisas reflexiones te ayuden en la tarea que has asumido. Un beso, profe poeta.
ResponderEliminarMuy bueno su comentario sobe el niño. No he leido a Rouseau. En colombia el niño crece en un ambiente de frustaciones y desigualdades sociales muy marcadas( pobreza, conflicto social, exclusion : altos indices de analfabetismo, desplazamiento forado de familias enteras,...¿ como abordar la educación de nuestros niños?... Orlando- profesor
ResponderEliminarRAFAEL MULERO VALENZUELA:
ResponderEliminarQuerido Rafael:
Llevas mucha razón en lo que dices. Intentar formar el futuro, es decir, a nuestras jóvenes generaciones, es una tarea de todos (padres, profesores, políticos y sociedad).
Estoy totalmente de acuerdo contigo en que lo que no puede ser admisible es que la Ley de Educación cambie al unísono del cambio de Gobierno: la educación jamás debe estar sometida a ideologías políticas. Has hecho un apunte muy importante y muy ciero, amigo.
Gracias por tu valiosa participación.
Un beso enorme.
ANÓNIMO (ORLANDO):
ResponderEliminarBienvenido al blog, Orlando.
La situación de los niños que usted describe en Colombia es terrible. Es obvio que no es la misma que aquí en España, sino mucho más grave. Si un niño no puede acceder a la cultura, a una situación social sin conflictos ni violencia, si vive en índices de pobreza preocupantes o de analfabetismo, la cita que he expuesto de Rouseau no se puede aplicar a esta situación. Considero que la mano derecha para cambiar esta situación es la del Gobierno, pero no soy ilusa, también sé lo complicado de esta quimera.
Créame que me produce mucha lástima las desigualdades en un mismo país que se producen en unos niños que se rigen por una misma Ley, y la Ley está para igualar a las personas en su dignidad. La cultura es un derecho fundamental de cualquier niño.
Gracias por participar y mis más sinceros deseos de que esa situación tan grave, con el esfuerzo de todos, vaya cambiando.
Un fuerte abrazo.