Fotografía: Tiffany’s - Manuel Mª Torres Rojas - http://manuelmariatorresrojas.blogspot.com
Al niño Manuel, que siempre fue Guillermo
Tiffany’s , el mejor lugar del mundo, donde nada malo te puede ocurrir.
Asomó sus cándidos ojos a la cristalera del escaparate. La joyería aún no había abierto sus puertas a esas horas de la mañana; algunos rayos de sol aún dormían perezosos tras los edificios que acariciaban su esbelta espalda coronada por ese collar que parecía trazar la línea de caricias sobre los tirantes de su vestido.
Pensó que no desayunaría con diamantes, ni esa mañana ni ninguna otra. Lo había decidido la tarde anterior, cuando unas manos temblorosas habían introducido en su dedo anular un círculo dorado adornado de principio a fin de pulidos diamantes que sólo le hablaban de reflejos irisados. Y ella siempre había preferido los destellos de la luna poseyendo el mar…
Miró el brillo cegador del anillo en sus manos, que era un espejo del centelleo de los ojos de quien la obsequiaba a cambio de su libertad de estrella nómada. Y sintió nostalgia de abandonar ese cielo impregnado de aroma a tierra húmeda. En un acto de valentía, se despojó de la sortija, del eslabón de la cadena, y el enlace de grilletes recuperó el vuelo libre del viento. Depositó el anillo en la palma de la mano de quien se lo ofreció, junto a una negativa que se caramelizaba con el brillo de sus labios. Le pareció ver junto al aro el resplandor de una lágrima que se confundía con la pátina de los diamantes. O quizá fuera una falacia de la luz.
Se despidió con el adiós infinito que sabía que sigue al desdén. Y vagó la noche entera como satélite errante de su propio yo. Por eso esa mañana se encontraba allí, donde nada malo te puede ocurrir, frente a Tiffany’s. Quería verlo por última vez, para convencerse de que los atajos del corazón no acaban siendo más que remiendos que tarde o temprano se acaban por descoser. Y lo vio. Una rubia dependienta, de curvas sinuosas e insinuantes, depositó el anillo de diamantes en el escaparate, devuelto, con toda probabilidad, la tarde anterior con los ojos ruborizados del hombre que ve pisoteado su privilegio de Adán; lo prendió de un dedo anular inerte, al que no le importaba ni el reflejo de la luna, ni las estrellas nómadas. Sin lugar a dudas, ese era el sitio perfecto para la joya.
Ella examinó el anillo tras las cristaleras mientras mordisqueaba el croissant que había decidido como desayuno para esa mañana, con la calma que da ver alejarse una tormenta que ha desviado su rumbo. Tras los cristales oscuros de sus gafas de sol, todo adquiría una seducción que se difuminaba con los colores rebeldes del amanecer.
Cuando había decidido irse a descansar, observó que un hombre joven, con sombrero ladeado, entraba en la joyería haciendo un traspié fruto de esa euforia que se instala en el lado izquierdo del pecho. Entró en Tiffany’s y tras breves palabras con la eterna sonrisa de la dependienta, ésta alargo su brazo hasta el anillo que reposaba en la mano inerte del escaparate, y se lo ofreció como solución inequívoca a los interrogantes del joven.
Justo en ese instante, ella, la que hacía unas horas había acariciado esos mismos diamantes y su alto precio ajeno a los ceros, sonrió tras sus cristales oscuros. Pegó el último bocado a su croissant y le pareció que esa mañana la luz del sol tenía una claridad distinta, tanto o más que aquellas piedras. Volvió a sonreír y sus pasos se encaminaron hacia la espontaneidad del camino, enfundada en unas ligeras medias negras que, sin saberlo, eran seguidas por unos ojos anónimos de deseo que serpenteaban al ritmo de sus curvas.
Se prometió volver a Tiffany’s la mañana siguiente. El desayuno estaría servido.
Cómo me ha gustado esta entrada. Esa dualidad que me apasiona y que tú haces con tanta elegancia. Quiero ser ella..."y ella siempre había preferido los destellos de la luna poseyendo el mar..,.".
ResponderEliminarQuiero ser ella..."los atajos del corazón no acaban siendo más que remiendos que tarde o temprano se acaban por descoser..."
Quiero ser ella: ..."del hombre que vió pisoteado su privilegio de Adán".
Sabes, Marisa?, buscar entre aromas y colores, eso si es tener estilo, y ahora vuelvo a leer tu entrada y suena "Moon River".
Me ha gustado más que mucho.
Un beso
Destellos de luna poseyendo el mar......
ResponderEliminarLágrimas falacias de luz....
La foto completando, adornando , imbuyendo en el relato
Relato lírico , lleno de pasión y de ansia de libertad .
Guuuai.
Y también yo sentí el deseo de observar el contenido de las negras medias.
Introduces a uno en el guión
Magnífico
Debe ser muy difícil desprenderse de algo tan bello.
ResponderEliminarBesitos, Airama.
Marisa...¡Me encanta¡. Siempre sabes darle un tono tan bello y personal que me descubro ante tu talento.¡¡Gracias¡¡
ResponderEliminarPrecisamente..la novela de Truman Capote fue llevada al cine y superó con creces en sutilezas a ese magnífico libro. Y tú has puesto más belleza aún si cabe con tu visión poética.
De verdad que te lo agradezco porque es una de la películas que más me han impactado.
Es cine, son imágenes, y sin embargo en éste filme se muestra el arte de decir un montón de cosas sin mostrarlas. Tiene muchas frase para citar, y esa que has puesto, que en Tiffany's no puede ocurrirles nada malo, en la película,en el montaje, esa secuencia viene, no sé si antes o después, de cuando van a la biblioteca,¿recuerdas, Marisa? lo déspota que es la bibliotecaria y lo exquisitamente que les atienden en Tiffany's. Es una película deliciosa, la he visto muchas veces, y la música de Henry Mancini...Bueno, Marisa, que me ha encantado esta entrada.
Un beso grande.
¡Pero qué bien escribes niña de la Luna!
ResponderEliminarMe ha encantado tanto como la peli que he visto miles de veces y seguiré viendo o más. Se mw ha puesto el bello de punta.
Cielo no se que le pasa a mi bloguer que tiene un lio con error 502 y veo que no grabó las diez veces que intenté el comentario en el post anterior a ver si esta vez hay suerte
Un besote
Bieeennn!! esta Parece que siiiii!!!
ResponderEliminarMás besos
Ah...Marisa, no había visto que se lo has dedicado a Manuel, es cierto, pues ahora queda todo más en superlativo...besos para él también
ResponderEliminarTengo que ponerme la escena y volver a leerte, impecable.
ResponderEliminarSABELA: ese "carácter", independencia, seguridad, deseo de libertad y tener las cosas muy claras, creo que son rasgos con los que muchas mujeres se identifican. Ya somos dos las que queremos ser como ella, como esa mujer que he intentado pintar, que no sé si sería Audrey, pero sí el personaje de Audrey...o quien se esconde tras su velo.
ResponderEliminarEres muy amable con tus palabras, querida Milu. Me alegra de que te haya gustado.
Beso y abrazo.
ANDRÉS LÓPEZ VILLAR: esas finas medias negras serpentean no sólo por las curvas de sus piernas sino por las de ese camino, en el que le encanta trazar hipérboles, elipses y parábolas saborea su croissant. Sé que eras tú el que miraba anónimamente esas medias...;-)
ResponderEliminarGracias por lanzarte de cabeza al relato y es un placer que te haya gustado.
Un abrazo sin mirar atrás.
AIRAMA: efectivamente, y más hoy, donde los destellos de esa luna llena sobre el mar deben ser magníficos...
ResponderEliminarBesos.
Excelente, además esa fotografía es de alto nivel.
ResponderEliminarMARIÁN: si te soy sincera, hace muchos, muchos años que no he vuelto a ver la película, creo que la recuerdas tú mejor que yo. Pero el personaje de Audrey sí que fue transgresor (no feminista, como muchos lo llaman), al recordarnos al género femenino que nosotras también teníamos derecho a los derechos. Ya sabes.
ResponderEliminarSí, el relato está dedicado a Manuel, la fotografía es un obsequio y, mi relato...otro.
Me ha gustado mucho tu comentario, gracias y es un placer que te haya gustado.
Un fuerte beso, Marián.
40AÑERA: el error 502 es un enano que de vez en cuando le da por hacer de las suyas. No te preocupes.
ResponderEliminarMe gusta que te guste. Gracias por estar.
Un fuerte beso, corazón.
PILAR: la escena sólo es un pretexto para el texto. He sido un poco osada porque no la recuerdo con exactitud, pero mi intención no era tampoco recordarla, sólo servirme del aroma de esa mujer que rompió moldes por aquellos años...
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y la visita.
Un saludo.
“para convencerse de que los atajos del corazón no acaban siendo más que remiendos que tarde o temprano se acaban por descoser.”
ResponderEliminar¿qué decirte?
En este momento como un croissant que humedezco en un café con leche, carece de diamantes, pero es tan rico como tu texto.
besos.
JESÚS GARRIDO: gracias por lo que a mí me toca. Y en cuanto a la fotografía de Manuel, es magnífica, como todas aquellas en las que detiene el instante preciso, adecuado, pertinente, sugerente...Si no conoces su galería, yo no me la perdería...
ResponderEliminarBienvenido y gracias por la visita.
Saludos.
Qué es una joya y cuál su sitio perfecto. Generalmente la dualidad nunca se encuentra porque las joyas no son siempre perfectas y el lugar nunca es merecido o simplemente artificial. En cambio, la luna parece una alhaja infinita y su sitio, su sitio es siempre perfecto cuando nos fijamos en ella. Porque cuando la luna nos embriaga y sus reflejos se dirigen a nuestras retinas es porque algo en ella buscamos como si una vez lo hubiéramos perdido. Pienso que algunos de esos reflejos tan perfectos a veces se convierten en personas y es en ellas donde se encuentra el valor de lo escondido aunque muchas veces no lo sepan y se busquen en un escaparate cualquiera aunque no sea el suyo. Bajaré al menos al mundo que conozco y pensaré en ello, otra vez, mañana, mientras me desayuno un amarillento y tostado croissant.
ResponderEliminarMe encantó el desprendimiento tan natural como comer una "croissant" en Argentina le decimos "medialuna" y te aseguro que ni el anillo mas caro de Tiffany's se compara "con las de grasa"....
ResponderEliminarUn canto a la libertad alumbrando como sólo el espejo de la luna lo sabe hacer, con bellísima delicadeza y arte.
Elegante, sobrio y atrapante igual a Audrey!! (digo Marisa... o al revés?...)
Besosss.
Hemos vivido la escena, Marisa. Con decirte que visualicé perfectamente hasta la dependienta en toda su extensión, jeje... Me encanta esa película, fuente de inspiración de tu relato. Audrey Hepburn estaba para comérsela (como el croissant) y la banda sonora es de las de quitarse el sombrero, justo lo que yo hago tras leerte. Felicidades por el texto. Me encantó. Casualmente, estuve escuchando hace pocos días la música de esta peli. Antológica.
ResponderEliminarBesos.
Te puedo asegurar que leyendo el relato, me he visto viendo una película, pero mejor aún, porque las imágenes no muestran todos los sentimientos y pensamientos de Holly que tan bien has descrito; a la altura de Truman Capote...
ResponderEliminarTú si que eres una joya, un diamante en sortija de Tiffany's, un lujo leerte.
He de reconocer que la primera vez que te visité fue por la foto de Audrey que aparecía como avatar y sin lugar a dudas, te puedo asegurar, que no veo tan lejanas a Audrey en su estado puro y a la Marisa que nos escribe.
Te puedo decir, que este fin de semana ya se que película voy a escoger de mi vidioteca particular. Imprescindible
Un beso artitsta
Ahh, cuando la libertad está en peligro, ningún diamante compensa el sacrificio de perderla. Porque cuando se cae en el campo del fingimiento, es la libertad la que se sacrifica, por más que los grilletes sean invisibles.
ResponderEliminarGenial, Marisa, una escena bien pintada.
Me gustó el contraste de la media luna con el anillo. La media luna: croissant.
Abrazos
Una curiosidad, que es una casualidad asombrosa: yo subí también un cuento que tiene por partícipe a un anillo. Jaja Claro que el mío tiene un lenguaje más prosaico, más cotidiano.
ResponderEliminarQue buena entrada Marisa. Siguiendo tu texto fui hilvanando toda una escena de peli, un placer leerte.
ResponderEliminarUn beso.
mariarosa
Sí, el relato es también una joya llena de luces que se aparta intencionalmente de lo común (no es el caso de Truman Capote en Desayuno en Tiffany's, que emplea el lenguaje común para crear una joya)
ResponderEliminarPrecioso y romántico, Marisa, y yo como Milú lo musicalizaría con una gran banda, con "Por la acera soleada", versión Sy Oliver, por ejemplo.
Repito: Precioso amiga. Besos bajo esta luna llena sobre el mar!
ODISEO DE SATURNALIA: espléndida tasación la que has hecho, del valor de una joya y el valor de la luna. Encontrarse a uno mismo en el reflejo de un escaparate, como dices, es más falaz y quimérico que los rayos de la luna.
ResponderEliminarGracias por tu bello y certero comentario.
Un abrazo.
ADRIANA ALBA: en España también los denominamos "medialuna", aunque sea más popular el galicismo "croissant" y, ahora que lo dices, prefiero el término castellano al francés, por eso de la pureza del idioma que, purista soy un rato largo, largo, pero esta vez se me ha colado.
ResponderEliminarGracias por tus palabras tan cariñosas y me encanta que te haya gustado.
Besos.
KINEZOE: compruebo que has visualizado bien el relato, tanto a la rubia como a la morena (también al "croissant",jeje)
ResponderEliminarTienes razón, la banda sonora de la película es una delicia, y lo dice alguien como tú que sabe un rato largo de eso.
Me gusta que te haya gustado el relato y sus "sugerentes" personajes :-)...
Besitos, amigo.
JOSEP CAPSIR: estoy aún embriagada por tus palabras, Josep, muchas gracias.
ResponderEliminarAudrey y Marisa a veces se difuminan de tal manera que la fina línea que las separa se vuelve casi imperceptible, como en este relato; por tanto, has tenido buen ojo en tu observación.
Te voy a copiar, Josep, este fin de semana, yo también volveré a ver y recordar "Desayuno con diamantes", sobre todo por eso de que allí "nada malo puede ocurrir"...
Gracias por tus palabras tan benévolas y cariñosas.
Un beso, corazón.
NOELIA: como bien dices, el precio de la libertad, no tiene precio. De verdad que es un placer que te haya gustado.
ResponderEliminarDesconocía que hayas publicado, casi a la vez, un relato de un anillo también. Dentro de un ratito pasaré a leerlo, aunque me extraña mucho que tenga un lenguaje prosaico, como dices, ya que aún no he leído nada tuyo que me lleve a esa conclusión: tu prosa tiene una riqueza de estilo y contenido que asombra. Si ya lo decía Paul Auster: las casualidades nunca son casualidad...
Un abrazo
MARIAROSA: es un placer que te haya gustado. Me has dado una idea: quizá lo proponga como guión para una peli,jeje
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y tus palabras, amiga.
Un beso.
ROBERTO ESMORIS LARA: querido amigo, tanto Milu como tú me habéis hecho ver que una banda sonora para el relato lo hubiese acabado de perfilar. Pero...eso lo dejo a gusto de vosotros, los que me leéis, ( la que me propones es magnífica)ponedle la música que mejor traduzca vuestra lectura; yo ya se la he puesto...aunque no se oiga,jeje
ResponderEliminarAprecio mucho tu crítica, Roberto y...¡no sabes la envidia que me das al imaginarte al lado de esa luna llena sobre el mar! Uf!
Abrazos de plenilunio.
MARISA, GUILLERMO ESTÁ CONMOVIDO COMO UN BIZCOCHO EMBRIAGADO, SUPONGO QUE POR LAS MIRÍADAS DE VASOS DE REGALIZ DE ANOCHE EN EL COBERTIZO ¡QUÉ DE BELLEZA EN TU RELATO¡ ¡QUÉ DE AMISTAD EN TU ENLACE A MI MODESTO ANTRO LITERARIO! ¡DIME SI ESTOY SOÑANDO CUANDO TE LEO!
ResponderEliminarGUILLERMO SE ALEJA PARA SOÑAR CON VIOLETA. TUYO
En 1986 en TVE hubo un ciclo sobre tu admirada Audrey. Era Madrid y quitaban las calefacciones muy pronto. Me arrebujé en mi áspera bata. Me maravillé con la película Desayuno con diamantes, Audrey cantando Moonriver en la escalera de incendios (o algo así), la muerte de su hermana (la mía acababa de morir hacía poco), el beso con el gato en brazos, la lluvia, el amor.
ResponderEliminarTu texto es para mí una magia del pasado. Soy velludo has hecho que los pelos se me erizen. Perdona la demora en leerte pero... creo que me entiendes en la profesión que compartimos.
Gracias por dar voz a tu corazón con la palabra.
No sé si te ha llegado mi comentario. Lo he perdido, pero en definitiva, tras hacerte partícipe de un recuerdo de esta película, alababa y agradecía esa fuente de arte que custodia tu corazón.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu visita una vez más y por tus inmerecidos elogios.
gran revisión del clásico de Capote! clap, clap, clap. Finamente escrito y mejor cierre.
ResponderEliminarMe quedo aquí.
Saludos
efa
¡Fenomenal! Yo también he oído las notas de Moonriver... Me encanta la película, me encanta el personaje y tu recreación le va "como anillo al dedo"
ResponderEliminarUn abrazo, marisa y felicidades.
MANUEL Mª TORRES ROJAS: más agradezco yo lo jugueteos de Guillermo con su cámara, que han sido los generadores de este fotograma que conmemora una tarta llena de velas y muchos, muchos vasos de regaliz compartidos por la superpandi de Los Poscritos. Esta vez, Violeta no ha sido cruel, le ha conmovido el regalo con sabor a diamantes de su víctima preferida. Estaba en deuda.
ResponderEliminarSi me lo pides, te lo digo, estás soñando, la Literatura siempre es un sueño de nuestra imaginación. Y a ti te gusta un rato soñar...
Invito a los que se acerquen a soñar el sueño de tus blogs, que de antros tienen poco, si acaso... de cobertizos...
Abrazos y deliciosos caramelos de la tienda del señor Pops.
EL JARDINERO DE LAS NUBES: por un lado me agrada que te haya gustado el relato, y por otro, me inquieta que haya despertado esos recuerdos que quizás traigan alguna tristeza que, por otra parte, imaginaba, después de leer varios relatos tuyos donde en algunos se mencionaba a "Ella".
ResponderEliminarNo hay nada que perdonar, querido amigo, entiendo perfectamente estas primeras semanas de nuestra profesión, donde robamos tiempo al tiempo para tener algo de tiempo. Gracias por tus palabras y tu tiempo.
Espero que el inicio de curso esté siendo lo más agradable posible y un fuerte abrazo para ti.
EFA: me alegro de que te haya gustado aunque, de verdad que no pretendía revisar el clásico de Capote, sólo servirme del persionaje de Audrey y su simbolismo en la película para pintar lo que ha ido saliendo de la mezcla Marisa-Audrey.
ResponderEliminarMuchas gracias por verte de nuevo por aquí. Ya sabes que yo también me he instalado por tus lares muy gustosamente.
Un abrazo.
XIBELIUSS: muy agudo con lo de "le va como anillo al dedo",jeje, aunque me parece a mí que a esta Audrey que he pintado le gustan bien poco los aros rodando por los dedos...
ResponderEliminarGracias, Xibeliuss, a mí también me ha gustado que te haya gustado.
Abrazote.
Ya te he dicho lo que pasa y he sentido, pero un beso sí te lo podía haber dejado...
ResponderEliminarY se me olvidó decirte también que la peli no la he visto...
Mañana mojaré un croissant, o dos, en la barrecha con Nesquik jajaja
Un beso doble
Un precioso y bello relato, he tenido que
ResponderEliminarvolver a leer tu texto, me ha gustado, te felicito.
un placer pasar a leerte
Feliz fin de semana.
un abrazo.
Buenos dias Marisa :
ResponderEliminarEn mi opinión , los anillos sólo merece la pena ponerselos cuando son Reflejos de Luna , directamente .
En cualquier otro caso , sólo luciremos hermosisimas cadenas .
Gracias por recordarme esta gran peli , en la que una mujer se da el lujo de ser ella misma , equivocándose , arriesgando , apostando , paseando , rechazando , amando , tropezando , acertando ... VIVIENDO !.
Besitos .
FANDESTÉPHANE: yo no he visto las películas de tu Colette y tú las de mi Audrey ¡vaya dos qué estamos hechos! Me parece una excelente idea que nos vayamos presentando a estas dos hermosas mujeres.
ResponderEliminarY sí, te vi pasar delante de Tiffany's e, inteligentemente, no te detuviste...
Buen provecho conel croissant...
Besos recibidos. Yo también te los mando por partida doble.
RICARDO MIÑANA: me alegro de que te haya gustado el texto. Gracias.
ResponderEliminarEs un placer tenerte por aquí.
Un abrazo y buen fin de semana también para ti.
PRUNUS AVIUM: ¡qué buen comentario! me ha encantado. Se pueden lucir anillos, o cadenas, esta conclusión tuya resume con mucha precisión lo que he querido transmitir.
ResponderEliminarEsta mujer que pasea por Tiffany's cada mañana, considera que el más exquisito lujo es vivir, esa es la mejor de las joyas.
Me encanta la sagacidad que tienes para dar en el centro de la diana, no me tienes acostumbrada a nada menos...
Besos y disfruta tu fin de semana abigarrado de colores y volantes!
Tengo que aclararte Marisa, que yo SI he visto pelis de la Hepburn, tantas como nueve, siendo la primera que vi Dos en la carretera. Y por supuesto he visto también My Fair Lady, la maravillosa Vacaciones en Roma, Charada, Sola en la oscuridad, , Oro en barras, Una cara con ángel y Sabrina.
ResponderEliminarComo verás te gano nueve a cero jajaja que tú sí que no has visto ninguna de mi Stéphane grrrr
Espero que pongas remedio a tales desmanes...
Un beso para mi bella dama
FANDESTÉPHANE: discúlpame mi torpeza en la expresión de mi último comentario hacia ti, en realidad sólo quería hacer referencia a la que decías que no habías visto, "Desayuno con diamantes". De tu Stéphane estoy segura de que habré visto alguna pero ¡no me acuerdo! De lo que no tengo ninguna duda es que no es que me ganes de 9 a 0 sino me ganarás de 200 a 0. Por los contenidos de tu blog, deduzco que eres gran amante del arte del cine, y yo...una simple aprendiz que me paso humildemente por allí para ver si aprendo algo o me quedo con una miguita de lo que nos muestras.
ResponderEliminarEn cuanto tenga tiempo, la próxima peli que veré será de tu Fandestéphane, prometo hacer los deberes...;-)
Te pido disculpas de nuevo y te mando un beso lleno de cariño.
Nada malo puede ocurrir mientras sigamos creyendo en la luna, mientras sigan existiendo tus manos para escribir lo que sentís, mientras exista un pedacito de cielo que nos recuerde que los diamantes no son mas que cascaritas de un mundo mucho más profundo.
ResponderEliminarVos fuiste la banda sonora que acompañó el relato dándole música propia.
Un abrazo!!!
Querida Marisa: Me ha encantado por muchas razones: el tono, la idea (la que se refleja y se ve y aquella otra que nos dejas en la mente), la agilidad con la que se lee, la gracia y la sonrisa que arrancas, por la intriga, por las posibilidades que dejas abiertas (yo me imaginaba que ahora ella, -ya libre-, se la compraría por sí misma sin someterse a ataduras); por muchas, muchas otras cosas. Siempre me gusta visitarte. ¿Sabes? Siempre salgo reconfortado. Un beso, no de Tiffany`s.
ResponderEliminarEl maestro Capote y uno de mis pasajes favoritos; ni qué más agregar sobre Audrey, divina.
ResponderEliminarSALTAR DEL TREN: eso es, mientras seamos fieles creyentes de la Luna, nada malo puede ocurrir; esos diamantes no son más que lágrimas efímeras de luna llena. Prefiero sus canciones no su tristeza.
ResponderEliminarGracias por tu bonito comentario, que no me extraña viniendo de la pluma que viene...
Abrazos.
RAFAEL MULERO VALENZUELA: mi querido amigo y poeta:
ResponderEliminarme llena de satisfacción que te haya gustado por todas esas razones. Te aclaro algo; ella no se comprará nunca esos diamantes por si misma porque ya tiene el mayor diamante del mundo: su libertad llena de hermosos reflejos argénteos de luna llena.
Muchas gracias por tu visita y tus palabras, también son reconfortantes para mí, además de todo un honor.
Otro beso para tí, no de Tiffany's sino de Espejo de la Luna.
JUAN JES: no hago más que preguntarme qué hubiera pasado con este relato si no pongo la fotografía de Audrey, ni menciono Tiffany's (aunque la fotografía es de allí). Me pregunto si la asociación con el maestro Capote, y esta bella actriz hubiera sido tan inevitable.
ResponderEliminarAhora ya, nada se puede hacer...
Gracias por la visita.
Saludos.
Marisa:
ResponderEliminarexcelente.
y la fotografía de audrey, maravilloso.
¡me encanto amiga¡
besos
Wow! me haz volado la cabeza con la narración en este relato. Me encantó esa sutileza que conlleva este cuento, que nunca menciona directamente a lo que apunta y sin embargo esta implícito en cada palabra para aquél que quiere/puede verlo.
ResponderEliminarBesos amiga!
NORMA RUIZ: es un placer que te haya gustado, esa era mi intención.
ResponderEliminarBesos.
WILLIAM: jeje, puede apuntar hacia donde cada uno de vosotros queráis, esa es la magia de la Literatura, la podemos trasformar en lo que se nos antoje.
ResponderEliminarGracias por la visita y las maravillosas fotos con las que me has obsequiado en tu blog de tu bellísimo país.
Besos William.
Marisa:
ResponderEliminaramiga te espera en mi blogs un presente.
un certificado de amistad. con cariño-
besos
Querida amiga Marisa ,maravillosa estrada de lujo total.
ResponderEliminarFelicitaciones, un placer leer tu post.
Abrazos de MA para ti, querida amiga bloguera.
NORMA RUIZ: muchas gracias por el obsequio, que, para mí, tiene más valor que cualquier diamante de Tiffany's.
ResponderEliminarGracias de nuevo, y un beso.
MA: me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarGracias por las felicitaciones y por tu visita, MA.
Abrazos también para ti.
Es un relato magnífico y que conduces de forma magistral. Un desayuno con diamantes tiene que estar "riquísimo" (no lo he probado), pero un sencillo desayuno a base de croissant y café con leche no tiene por qué ser menos romántico. Y no es durante el desayuno que uno siente los beneficios de lo que ha tomado sino después, durante la "digestión". Y hay diamantes que a la larga pueden ser muy, pero que muy indigestos.
ResponderEliminarUn abrazo Marisa.
Te he dejado un regalo en mi blog, cuando quieras allí te espera, un beso
ResponderEliminarSoy una tardona... pero sin duda, es una delicia leerte y disfrutar de tus palabras.
ResponderEliminarLa idea también es muy atractiva: rechazar el brillo a cambio de la libertad, tremendo mensaje.
Los astros sólo son barro que brilla,
el mar no es más que un pozo de agua amarga,
la noche no es azul, es amarilla,
la noche no es profunda, es fría y larga.
El mar no es más que un pozo de agua amarga,
a pesar de los versos de los hombres,
el mar no es más que un pozo de agua oscura.
Idea Vilariño
Me gustaron mucho tus palabras, motivos y descripciones minuciosas y detalladas.
saludos.
ANIKI: completamente de acuerdo contigo. Hay que saber elegir correctamente los desayunos, de lo contrario, resultarían muy indigestos.
ResponderEliminarGracias por la visita y un abrazo.
40AÑERA: muchísimas gracias por el premio, me halaga muchísimo a la vez que me emociona. Eres muy amable acordándote de esta humilde casa.
ResponderEliminarComo muestra de agradecimiento lo colgaré con cariño en esta pared.
Muchas gracias y un fuerte abrazo.
LEMAKI: me ha gustado muchísimo el bello poema que me has dejado que, no conocía. Gracias.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado el relato, y...no te preocupes en absoluto por la tardanza; yo también llevo comprendiendo hace unas semanas el valor del tiempo, asique, te agradezco la visita.
Un besito.
He aterrizado en esta casa de pluma ágil y bellas palabras por azar. Me ha encantado encontrarme con una nueva Holly Golightly menos dura que la que dibujó Capote y más poética que la que dio vida la bella Hepburn.
ResponderEliminarFelicidades por el relato y la magia que desprenden tus palabras. Con tu permiso me quedo y te sigo.
JO GRASS: pues encantada que estoy de que te quedes y de tu visita, que me ha dejado un comentario realmente bonito.
ResponderEliminarGracias y bienvenida.
Un saludo.