Este libro del estadounidense Henry Miller publicado en 1931, de tono crudo y sensual, le acarreó no pocos problemas. Quiso denunciar en el seno de una América puritana la hipocresía moral de su sociedad. Se le abrió un proceso judicial por obscenidad según las leyes vigentes en esa época contra la pornografía. Esta novela estuvo censurada en su país hasta la década de 1960.
Este escritor gritó con voz alta y firme lo que es molesto escuchar, lo que políticamente es más que incorrecto. No fue muy amable con la figura de la mujer, en ocasiones, pero defendió la sinceridad en detrimento de una hipocresía que las convenciones sociales imponían para ser aceptado en su seno. ¿Ser sincero o hipócrita? ¿decir lo que se piensa o lo que quieren oír? ¿expresión o represión?
Si algún hombre se atreviera alguna vez a expresar todo lo que lleva en el corazón, a consignar lo que es realmente la experiencia, lo que es verdaderamente su verdad, creo que entonces el mundo se haría añicos, que volaría en pedazos, y ningún Dios, ningún accidente, ninguna voluntad podría volver a juntar los trozos, los átomos, los elementos indestructibles que han intervenido en la construcción del mundo.
Entusiasma saber que todavía entusiasma la lectura de la obra maestra "Trópico de cáncer", eso significa, según yo, que las mejores lecturas y vivencias están por venir.
ResponderEliminarSinceridad: es un placer desvirgar este post. Una delicia intelectual, una guinda para el café virtual que con aroma de posos de Jamaica -el mejor café del mundo- degusto en el pláceme que me ofreces para estos vespertinos deseos.
ResponderEliminarGracias por tu blog Mar@Isa (no es errata es intención, por saberte, por conocerte....)
Platón dijo que hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad.
ResponderEliminarMejor ser sincero y lo que tenga que pasar que pase.
Bs
Me gusto en su momento, creo recordar que es una novela de sensaciones íntimas donde la sinceridad queda plsmada en cada experiencia...
ResponderEliminarCreo que tendré que releerla
Un beso
JUAN JES: pues espero que esas mejores lecturas y vivencias te lleguen pronto, Juan Jes.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Saludos.
RICARDO: bienvenido.
ResponderEliminarSiento decirte que hubo uno antes que tú...:-) Disfruta de ese café jamaicano que huele de maravilla y gracias a ti por tus palabras.
Te visitaré (si me invitas a uno de esos cafés exóticos, claro).
Saludos.
AIRAMA: Platón fue, para mí, una de las diez personas más inteligentes que han existido (las nueve restantes le imitaron), si apuesta por la sinceridad es bastante conveniente hacerle caso.
ResponderEliminarGracias por la referencia y un besito.
40AÑERA: yo también la leí hace ya bastante, bastante tiempo, pero revisando mi archivo propio de citas literarias (no puedo leer un libro sin robarle su corazón), me llamó la atención esta que tenía seleccionada que estaba muy acorde con mi estado de ánimo.
ResponderEliminarSincero sí que fue...vaya...
Un besito también para ti, guapa.
Platón, ay Platón....Al fin y al cabo, a Safo se le atribuye la máxima “el que es bello mientras se le contempla es bello, pero el que es excelente, pronto será bello también“, un claro antecedente del pensamiento de Platón, por cierto.
ResponderEliminarEs a Safo que la isla de Lesbos goza del honor de haber dado nombre a toda una opción sexual.
Por cierto, un beso , si puedes encontrarlo. Aunque, los besos no se buscan, aparecen....Ricardo
Todavía hoy la hipocresía aúlla escondida en la noche.
ResponderEliminarTiene miedo de ser descubierta, no sea cosa que se tenga que desnudar y no le guste que observen sus partes perimidas y absurdas.
Como siempre un placer marisa.
Abrazos !
Hay que buena entrada... pero tus textos siempre tan profundos me hacen reflexionar.
ResponderEliminar¿Cuál es la verdad?
Somos todos tan diferentes que mi verdad puede resultarle ofensiva a otro, o la del otro serme molesta a mí.
Y en cuestiones de moral... la severidad de hace cincuenta años no era buena, pero libertad actual a veces se le va la mano. Perdona, estoy viviendo un tema familiar que tal vez no tiene que ver o sí. Una cuñada mía en pos del amor a abandonado a tres hijos y no sabes que drama se vive. Ella quiere vivir, tiene cuarenta años.. ¿Quién puede juzgarla?
¿Me comprendes cuando digo que todo es según desde donde se mira?
Un beso.
mariarosa
Si bien es cierto que a Henry Miller le tocó una época pacata y puritanista en los Estados Unidos (que no ha cambiado demasiado), y que integró la larga lista de escritores "políticamente incorrectos", no coincido con su reflexión, la que has elido, porque hoy hay muchísimos hombres que hablan "con la verdad" y que apenas son oídos, ya que la actual estrategia es destruir a los "oyentes" proclamando una falsa "libertad de expresión".
ResponderEliminarEs mi opinión, claro, con el reconocimiento de la inmensa estatura de HM como escritor.
Un abrazo enorme, amiga, felicitándote siempre por este espacio que enorgullece al "mundo blogger".
Desconocía el libro y la historia que tras él se cernió. Todo y eso, según lo que interpreto escogió un mal momento para decir la verdad.
ResponderEliminarLo triste de hoy en día es que la gente promulga la concienciación a los cuatro vientos y practica el egoísmo.
Un beso de verdad.
Querida Marisa, maravillosa entrada, siempre dejas en tus letras algo para reflexionar, te admiro eres hermosa,tus letras hablan por ti.
ResponderEliminarquien es dueño de la verdad?.creo que en el fondo nadie es su dueño ya que cada uno tiene su verdad, cierta o equivocada.
es un placer enorme leerte, uno aprende en cada entrega tuya, Te Felicito.
besitos para ti querida amiga, que Dios te bendiga.
Voy a ser sincero: no soporto la hipocresía, pero a veces está claro que para vivir en sociedad y tener "amigos" no siempre conviene decir las cosas tal y como se piensan; hay que tener tacto al menos... Creo que la cuestión está en encontrar el equilibrio y en aprender a ver cuándo una absoluta sinceridad puede hacer más daño que bien.
ResponderEliminarEn cualquier caso, es evidente que la represión impuesta, la represión por decreto, no conduce a nada bueno. La autocensura, con conocimiento de causa, es la única que debería existir (de existir alguna...).
Me parece que nunca leí nada de Henry Miller. Interesante entrada, Marisa.
Besos y buen fin de semana.
Marisa, Trópico y su autor están en el inconsciente colectivo de aquellos y aquellas que rehusamos caer en la trampa de los dobleces, las simulaciones, los dobles estándares... la lacra hipócrita de los poderes y sus censores.
ResponderEliminarEs muy fuerte el concepto de Henry: nuestro mundo se sostiene en un orden cimentado en hipocresías, apariencias y falsedades... si destruimos esos cimientos... nada queda. Yo aclararía que esa es una verdad aplicable a la INSTITUCIONALIDAD del mundo... por desgracia ante ella somos diminutos granos de arena y su poder un enorme desierto infranqueable. El Arte siempre ha sido un otro territorio para distanciarse de ello y develar las esencias sepultadas bajo esa árida capa.
Muchos cariños!
RICARDO: gracias por las aclaraciones y por recordar esas referencias griegas.
ResponderEliminarUn beso no buscado.
ADRIANA ALBA: palabras muy sabias las que mencionas, Adriana, no pueden ser más acertadas con respecto a esta entrada.
ResponderEliminarEl sincero placer es mío, amiga, por leerte.
Un fuerte abrazo.
MARIAROSA: entiendo lo que dices, querida amiga, y lamento esa situación. Es cierto que la sinceridad puede hacer mucho daño pero la hipocresía y la mentira, o esconder lo que haces por temor a que no se entienda ¿no crees que puede hacer un daño mayor?
ResponderEliminarTe deseo mucho, mucho ánimo. El tiempo lo pone todo en su sitio aunque el precio sea muy alto: el dolor.
Un sincero y fuerte abrazo.
ROBERTO ESMORIS LARA: comprendo que no estés de acuerdo, REL, hay muchos hombres valientes que claman su verdad y no son oídos , es cierto, pero pienso que por eso no hay que dejar de defender lo que creemos digno, cuantos más lo hagamos, matemáticamente aumentan las estadísticas de que seamos oídos. Esto es a nivel social.
ResponderEliminarA nivel de nuestra vida personal, pienso que la cita de Henry Miller tiene mucha verdad: vivimos encorsetados en miles de prejuicios que si nos animáramos a desatar, este mundo sería otro mundo, distinto, pero no parecido a este.
Gracias por tu reflexión, querido amigo, siempre profunda y con buenos cimientos.
Un fuerte beso.
JOSEP CASIR: efectivamente, escogió un mal momento social para decir la verdad, Josep, pero el perfecto para poder ser dicha: si el puritanismo de la época no hubiera engendrado esa hipocresía, no hubiera habido necesidad de decir nada.
ResponderEliminarY estoy contigo en cuanto a que quizá la clave de nuestra hipocresía esté en el egoísmo que la sustenta.
Gracias por la visita y un beso.
EL SENTIR DEL POETA: en tu comentario dices algo que me parece muy, muy interesante ¿qué es realmente la verdad? porque cada uno tenemos nuestra "propia verdad". Y comparto lo que dices, amiga. Y es más, creo que es justo en ese punto donde tenemos que ser sinceros y fieles a nuestra verdad, aunque no se corresponda con la verdad de quienes nos escuchan. Ahí está lo complicado!
ResponderEliminarGracias por tu acertado comentario y por el gran cariño que siempre me dejas.
Un besito también para ti.
KINEZOE: es cierto lo que dices. Pero yo creo que ser sincero no equivale a ser brusco o maleducado. Como bien dices, hay que tener mucha mano izquierda para decir lo que se piensa pero sin hacer daño y, por supuesto mucha habilidad.
ResponderEliminarHas dado en la clave, Kine.
Un beso y buen fin de semana también para ti.
EVA MAGALLANAES: yo también lo creo, Eva. Creo que los principios de Miller afectan más a la institucionalidad del mundo. Éste se tambalearía si sus cimientos fueran descubiertos.
ResponderEliminarComo bien dices, el Arte siempre ha sido un poderoso instrumento y un arma eficaz, bien para distanciarse de ese "juego", bien para denunciarlo.
Te lo he dicho muchas veces, pero me encanta leerte, Eva. Sinceramente, la cita de Henry Miller palidece ante tu comentario. Enhorabuena.
Muchos cariños también para ti.
Gracias amiga Marisa por este post, sobre este escritor y su obra , no lo conocía,y por tu post ya se algo de el.
ResponderEliminarUn abrazo de MA para ti amiga ,gracias por tu visita y comentario dejado en mi blog.
La escritura de Miller es caótica y brillante, de denuncia de una sociedad hipócrita, como decís, que sigue presente hasta nuestros días.
ResponderEliminarBuena entrada, saludos desde Neuquén, primera vuelta que doy por acá.
Querida Marisa: después de leer tantos comentarios y de tan hondo contenido, yo prefiero ser sincero, prefiero no ser hipócrita, prefiero tener la posibilidad de expresarme, prefiero decir aquello que siento. Y después de tanta preferencia, prefiero el respeto mutuo, igual que la ayuda, prefiero dormir cada noche tranquilo al saber que a nadie he ofendido. Un beso. Rafael
ResponderEliminarQuerida Marisa pase a visitarte y a desearte un lindo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarbesitos para ti, que Dios te bendiga.
estoy por atreverme a publicar Marisa, prepara una bolsa para juntar astillas
ResponderEliminarbuen regreso amiga!
Horacio
MA: me alegro de habértelo descubierto.
ResponderEliminarGracias por tu visita, MA.
Un abrazo.
HORACIO: bienvenido a este rincón.
ResponderEliminarYo también creo que esa denuncia de la hipocresía social sigue aún vigente. Hay cosas que no tienen fecha de caducidad.
Gracias por tu visita, en cuanto pueda visitaré tu blog.
Saludos hacia Neuquén.
RAFAEL MULERO VALENZUELA: querido amigo, creo que has hecho un sencillo y honesto resumen de todo lo que se viene hablando: sinceridad, respeto mutuo y dormir cada noche tranquilo sabiendo que a nadie se ha ofendido.
ResponderEliminarEs una buena receta de vida en el más amplio sentido de la palabra, como decía Machado.
Gracias por la sensibilidad que has dejado hoy por estos lares, Rafael.
Un beso.
EL SENTIR DEL POETA: yo también te deseo un feliz fin de semana, amiga.
ResponderEliminarDisfruta y descansa.
Besos.
HORACIO FIORIELLO: estaré atenta a las actualizaciones de tu blog, no me perdería por nada del mundo esa entrada que anuncias y que...promete ser muy jugosa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Horacio.
grande Miller!
ResponderEliminarSe trató de un libro al cual subrayé mucho en su momento, creo que el buen arte en general nos hace crecer y reflexionar. Las utopías, la hipocresía, hay mucho de eso también.
ResponderEliminarUn abrazo de tangos.
M.E.
Casado con Marilyn Monroe, autor de "Muerte de un viajante", mencionado entusiásticamente por Robert de Niro en la película "El cabo del Miedo" de Scorsesse... Poco más sé de Henry Miller. Su delgada complexión, sus gafas de Clark Kent, su sombrero hongo. Recuerdos que me cruzan la mente. Sus libros anunciados por Círculo de Lectores en revistas ochenteras... No obstante, sí conocía sus usos de desafío a una sociedad gazmoña, anquilosada en una moralidad absurda. El sexo existe pese a quien pese; hasta las plantas y los animales lo practican abiertamente; en la misma Biblia hay alusiones eróticas (el Cantar de los Cantares, el baño de David y Bethsabé, Sansón y Dalila, etc) . Pero incluso en esta época tan supuestamente vanguardista en todas las parcelas, el sexo sigue arrastrando ese lastre de escándalo y clandestinidad. Joaquín Leguina (de quien no he leído nada) dijo en una entrevista que una novela sin sexo es como un jardín sin flores. Uno puede estar más o menos de acuerdo, pero lo cierto es que el erotismo es una realidad palpable y como tal hace sentir su influencia en la literatura universal (Stendhal en "Rojo y negro" dejó sentado uno de los testimonios eróticos que más me han impactado, entre el cuitado Julien Sorel y la señora de Renal).
ResponderEliminarPerdona de nuevo mis digresiones, Marisa.
Una vez más te enfatizo lo mucho que me agrada la trayectoria de tu blog.
Un abrazo.
Ah, me han venido a la memoria otras escenas de fuerte contenido erótico en obras de autores respetabilísimos:
ResponderEliminarLa escena de amor entre la gitana Esmeralda y el capitán Febo de Châteaupers en "Nuestra Señora de París" de Victor Hugo.
El beso apasionado y visceral entre Martin Eden y Ruth Morse en un entorno campestre, mientras ella le enseñaba los rudimentos de la cultura, en la novela "Martin Eden" de Jack London.
En su momento y contexto social, estas escenas debieron mover a escándalo en el mundo literario.
George Orwell, en su ensayo de 1940, Dentro de la Ballena, escribió:
ResponderEliminar“Aquí en mi opinión es el único escritor de prosa imaginativo de valor que ha aparecido entre las razas de habla inglesa desde ya hace algunos años. Aún si esto es objetado como una sobrevaloración, probablemente se admitirá que Miller es un escritor fuera de lo ordinario, merecedor de más que un vistazo; y después de todo, es un escritor completamente negativo, Henry Millerinconstructivo y amoral, un mero Jonah, un aceptador pasivo de la maldad, una especie de Whitman entre los cadáveres.”
No he leido este libro aunque sí había escuchado hablar a Henry Miller y he leido artículos sobre él.
Interesante post.
saludos.
¡Cachis la mar! He confundido Henry Miller por Arthur Miller y he hecho un popurri de biografías alucinante. Lo lamento, Marisa, mil perdones.
ResponderEliminarQuerida Marisa, gracias por estar siempre presente dejando tus palabras llenas de sabiduría y ternura.
ResponderEliminarbesitos para ti querida amiga, que Dios te bendiga.
A Henry Miller, a Bukowski, a Nin, a Fante, a tantos, tantos... suelo mencionarlos en mis escritos a modo de agradecimiento.
ResponderEliminarPor épocas he ido leyéndolos, viviéndolos... A cambio me han permitido resucitar al tercer capítulo, a la primera letra, tras un punto y seguido...
Me ha encantado leer tu entrada (la acabo de imprimir para releerte tomando un café, el preceptivo de las once y pico, observando el paisaje letrado que has dibujado para mí, para nosotros, pero para mí, si quieres, un poco más por ser Henry quien habla, o casi...)
Algún día le dedicaré al amante de París, al pobre en dinero y rico en recursos literarios, una entrada, un algo, lo que sea. Porque su Sexus, Plexus y Nexus, merecen un altar, un podio, un trono erigido en mi rincón de letras.
Gracias por lo leído, ahora... por lo que releeré en un rato...
Gracias por pasarte por mi blog, por leer y comentar.
Gracias porque tu comentario me ha emocionado.
Sí, sí... Larra me gusta... me excitan sus observaciones desde el cristal... Su andar por la geografía del género humano. Por desnudar el mundo con su visión, por arroparme, también, con sus episodios observacionales...
Un abrazo, agradecido.
Mario
JORDI M. NOVAS: me alegro de que te guste Miller.
ResponderEliminarBienvenido.
Saludos.
SALTAR DEL TREN: estoy de acuerdo, el buen arte nos hace crecer y reflexionar. Sólo hay que saber mirarlo.
ResponderEliminarGracias por tu paseo por aquí.
Abrazos.
EL JARDIERO DE LAS NUBES: muchas gracias por resucitar todas esas joyas de libros que hablan de tan hermosas y sentidas historias de amor y pasión.
ResponderEliminarEl amor es un sentimiento que no conoce los límites del tiempo ni en la Literatura ni en la vida.
Tu comentario es una selecta bibliografía de los rincones secretos del corazón.
Ah¡ y no te preocupes por ese lapsus, Jardinero, te confieso que antes de leer el libro, cuando me hablaron de este autor por primera vez,yo lo confundí también con Arthur Miller,y creo que no somos los únicos a los que nos ha pasado... :-)
Esto ocurre cuando el bagaje de lecturas y conocimientos es tan extenso que en ocasiones algún archivo se nos transpapela...
De nuevo, gracias por tu participación, siempre enriquecedora e interesante.
Un beso, amigo.
LEMAKI: bienvenido.
ResponderEliminarGracias por la cita de George Orwell que nos traes, me parece muy interesante y, creo que también muy acertada en algún punto. Efectivamente, después de leer a Miller tuve la sensación de que era un gran prosista pero un escritor muy negativo, después de leer la última página de este libro te queda una acidez vital inevitable; y en cuanto a su "inconstructivismo", puede que Orwell también tenga razón, sólo hay que echar un vistazo a la cita: reivindica pero desde bases totalmente pesimistas.
Me ha gustado mucho tu aportación, Lemaki. En cuanto pueda, estaré deseando conocer tu blog, estoy segura de que hay cosas muy interesantes esperándome.
Saludos.
DÉJAME UN POEMA: gracias a ti por tus siempre cariñosas visitas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
MARIO: somos deudores eternos a tantas obras y autores de nuestra Literatura... Llevas razón, no sólo se leen, se viven...y nos acompañan en nuestro baile diario de tangos literarios.
ResponderEliminarSigue escribiendo, Mario, tus relatos son un verdadero lujo y placer.
Un fuerte abrazo, Larra del siglo XXI.
Ayy... Marisa...Sabes que ese escritor como la copa de un pino, al que tú has bautizado Larra del siglo XXI, no sabe reír?...No sabe, no puede o qué sé yo. Si tan sólo supiera reírse de si mismo seria un genio. Por eso le incordio a veces. Le daría de bofetadas por estar tan enamorado de la Tristeza...
ResponderEliminarBueno, Marisa, perdóname por este comentario, no muy acorde en este espacio, pero ha sido un impulso que me ha salido del alma.
Un beso para ti, Marisa.
MARIÁN: si es que enamorarse de la tristeza pasa factura... Los románticos del siglo XIX así lo hicieron y así sucumbieron, entre ellos, Larra.
ResponderEliminarEspero que sepas convencer a tu amigo, a ese gran escritor cuyas letras me tienen perpleja, para que corte esa relación con la Tristeza y empiece a pintar sonrisas.
No hay nada que perdonar, Marián, quien nos tiene que perdonar es él por estar cotorreando de él ( y yo encima sin tener idea de lo que hablo...)
Un beso para ti, y también para él.
La hipocresía, que mal bicho, sobre todo porque no se nota.
ResponderEliminarBuena recomendación, Marisa. Justo acabo de terminar un libro escrito por un periodista argentino, Osvaldo Bazán; su libro: Historia de la homosexualidad en la Argentina. Y dejame decirte (él lo nombra efímeramente a Miller) que la hipocresía, lejos de haberse abolido, todavía pervive y medra, y predetermina mucho más de lo que podríamos imaginar.
Sobre todo en lo que respecta a la sexualidad. He oido a muchas adolescentes hablar despectivamente de otras chicas por su ¿promiscuidad? (más que promiscuidad yo hablaría de exploración de un campo nuevo, no sé, la sexualidad es una materia nueva a esa edad, sería expermimental) Pero en seguida aparece el vocablo despectivo: "puta" (perdón que te ponga la palabra,no hay forma de eludirla) Osea, las estructuras patriarcales siguen vigentes, vivitas y coleando, como se dice, pues a un muchacho adolescente jamás se les ocurriría a ellas desprestigiarlo por sus "levantes", es más, eso sería razón de mérito más que de demérito.
Y así también se procede con la sexualidad del que es diferente en este punto desde el paradigma de la heterosexualidad, vale decir, con los homosexuales. Se los tacha de degenerados, promiscuos, sexópatas. ¡En fin! Carátulas de la sociedad que no se anima a quitarse la careta, como en esa imagen que ilustra este post.
NOELIA:
ResponderEliminarGRacias por el comentario, Noelia. Releyendo alguna de mis entradas me he topado con tu comentario al que no respondí en su momento por puro despiste. Aunque tarde (muy tarde), disculpa esta torpeza. Responder a los comentarios que me dejáis es lo mínimo a lo que puedo corresponder después de emplear vuestro valioso tiempo en leerme.
Un fuerte beso, amiga.
Hola Marisa,
ResponderEliminarNo soy escritora y mucho menos poeta, solo tengo un blog donde escribo aquellas palabras que salen de mi corazon, siempre visito otros blogs y agradezco el haber hecho lo mismo con el tuyo, pues me deleito leyendote y envidio tu Don. Tambien he visto muy buenos comentarios de personas que poco a poco y si me lo permiten ire visitando. FELICIDADES.
sOPHIE.
SOPHIE DANKS:
ResponderEliminarBienvenida Sophie.
Es un halago que te haya gustado lo que has ido viendo por el blog. Estás en tu casa. Gracias por tus palabras.
Un saludo.