Los ojos de una mujer revelan lo que su alma esconde. Su sonrisa, lo que sus labios callan. Lenguaje femenino, sutil y metafórico, poético y palpitante, genuino y emocional. Sin traductor, con sentimiento. Diego Alatriste y Tenorio lo descubrió, quizá demasiado tarde. Hago volar esta cita de Reverte para todos los Alatristes que quieran aprender idiomas…
Yo era entonces demasiado joven para advertir lo menguados que podemos ser los varones, y lo mucho que puede aprenderse en los ojos y en la sonrisa de las mujeres. No pocos percances de mi vida adulta se habrían resuelto a mayor satisfacción de haber dedicado más tiempo a tal menester. Pero nadie nace enseñado y a menudo, cuando gozas de las debidas enseñanzas, es demasiado tarde para que éstas sirvan a tu salud o a tu provecho.
Todo el que se asome a los ojos de una mujer, lo hace a una noche estrellada, un universo repleto de misterios y bellezas. Pero la mirada de un hombre no es diferente, si es limpia y sincera. Los ojos, las manos, los labios de un hombre no están hechos para ser distintos a los de una mujer, como tampoco lo son sus sentimientos y las formas de trasmitirlos sin palabras.
ResponderEliminarLos ojos de las mujeres no se diferencian de los del hombre, la diferencia está en su alma, en la forma en que esta enfoca la vida depués de siglos teniendo que vivir una vida interior porque la exterior no le estaba permitida.
ResponderEliminarAnónimo: tanto hombres como mujeres transmitimos con el lenguaje no verbal mensajes que tienen fácilmente traducción en el mundo de las palabras. No es una cuestión de diferencia de sexo. Pero hay sentimientos que requieren necesariamente el uso de la palabra, como despertarte con el escalofrío de un "te quiero" al oído, o acostarse con un "lo siento" cuando has hecho daño inmerecido. Los silencios no lo suplen todo, ni las miradas tampoco. Lo que existe y lo que puede existir, esa es la diferencia entre una palabra y una mirada. Las palabras brotan sin necesidad de forzarlas cuando se siente de verdad, cuando se tiene la necesidad poderosa y absoluta de pronunciar lo que unos ojos o una mirada ( limpia y sincera)no pueden retener ya más en el silencio. Y en este punto, es cuando (algunos) hombres y (algunas) mujeres hablamos idiomas diferentes. Otros/as, afortunadamente, desconocemos esa jerigonza.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Cuarentañera, creo que tu observación no puede ser más acertada. Por esa misma razón somos conocedoras de un lenguaje vetado para muchos en masculino. Afortunadamente, eso va cambiando aunque a un precio muy alto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si bien la mirada es el reflejo de lo que uno lleva en su interior, a la mujer se le escapa el alma por ella, es lo que la hace fina y única, el hombre suele disfrazarla y suele perder su pureza.
ResponderEliminarLo que has dicho, Francisco, tiene doble valor porque sale de los labios de un hombre. Efectivamente, estáis educados para disfrazar sentimientos porque para muchos "eso" es cosa de mujeres. No pretendo generalizar, nada más lejos de mi intención, pero esa es muchas veces la causa de la incomunicación entre Ellos y Ellas.
ResponderEliminarPor cierto, tus poemas son una excepción a lo que he dicho.
Un fuerte abrazo.
Es cierto los ojos son las ventanas del alma, tanto en una mujer como en un hombre, un niño, un anciano, los ojos hablan por sí solos y si eres un poco intuitiva, te dirán lo que pasa por sus almas!
ResponderEliminarTe dejo un abrazo de domingo!
Estoy contigo Adriana, los ojos no saben mentir, son los incansables delatores.
ResponderEliminarOtro fuerte abrazo para ti.
Hola Marisa, lo que menos me gusta es hablar con alguien que lleva gafas oscuras y no se las quita, la verdad que cuando eso me pasa no digo ni pio, lo miro o la miro extrañado y me largo, creo que es una total falta de consideración ya que es una tontería esconcer los ojos para no adivinar lo que se piensa, se haga o no sin pensar, a mi no me gusta nada, al menos ya parece que se está escondiendo algo.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Tony, pienso igual que tú: cuando hablas con alguien sin poder ver los ojos ( por teléfono, chat, etc), nos perdemos una información muy valiosa. El prestigioso antropólogo Albert Mehrabian, hizo un estudio en el que demostraba que cuando nos comunicábamos con alguien, las palabras sólo aportan un 7% de información, frente a un 38% que aporta el tono y otros detalles vocales y un 55% los gestos y lenguaje no verbal. Independientemente de las cifras, estoy de acuerdo contigo en la importancia de este lenguaje no verbal y muy en especial, de la mirada.
ResponderEliminarUn besito.
Muy bello. La mirada femenina puede llevarte al cielo o arrojarte al infierno.
ResponderEliminarBello post.
mariarosa
Así es , Mariarosa, aunque no sé si esa transparencia es ventaja o inconveniente.
ResponderEliminarUn abrazo.
La mirada refleja lo que la otra mirada puede ver...y no hay temas de genero en ese mirar..se ve lo que se puede ver
ResponderEliminarmi beso
druida
Reflejo de miradas, lo que se puede o quiere ver.
ResponderEliminarMirarse en el espejo o aventurarse al país que palpita detrás de él.
Un beso, Druida.
hola Marisa, bonita reflexión, la mujer habla con sus miradas, el hombre con sus mentiras....gracias por tus palabras en mi blogg, son todo un lujo, buen día, besos
ResponderEliminarGracias a ti también por tu visita, Don Vito.
ResponderEliminarSaludos.