MANZANAS LITERARIAS: SEGUNDO MORDISCO
La sensual, victoriosa, fértil, guerrera,
erótica, inmortal, sabia o bella manzana de la antigüedad grecolatina siguió
madurando bajo la sombra de los siglos hasta llegar al Cristianismo
y a la Edad Media. Origen del
pecado para aquellos que osaban gozar de sus sinuosas formas, fruta prohibida pero jamás despojada de
su brillante traje de tentación edénica.
Plato fuerte y picante en
villancicos cristianos, zéjeles árabes o lírica judía. Ingrediente necesario en los consejos para el Buen Amor o tatuado en
el astuto paladar de alguna Celestina.
Fruta de diana arrogante para las
flechas de Guillermo Tell.
Quedan invitados al segundo
mordisco de manzanas cristianas y
medievales.
CRISTIANISMO
1)
Génesis
Vayámonos al
origen del hombre según la Biblia.
Entremos en ese locus amoenus que era
el Paraíso terrenal. Observemos desnudos a un hombre y a una mujer, a Adán y a
Eva. Acerquémonos a ese Árbol del Bien y
del Mal cuyo fruto estaba prohibido por Dios. ¿Sabían ustedes que ese árbol
no era ni un manzano ni su fruto censurado era nuestra protagonista la manzana?
En ningún momento en el Génesis se nos
alude a ella:
Vio, pues, la
mujer, que el árbol era bueno para
comerse, hermoso a la vista y deseable para alcanzar por él la sabiduría, y tomó de su fruto y comió. Y dio también
de él a su marido, que también con ella comió. Abriéronse los ojos a ambos, y
viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos
cinturones.
Génesis
3, 1 – 7.
Adán y Eva de Tiziano
Si la manzana
no aparece en el Génesis por ningún lado ¿por
qué el Cristianismo la responsabilizó del pecado original? La respuesta la
tienen en el primer mordisco grecolatino de la anterior entrada. Si la manzana
en la Antigüedad Clásica se asociaba con la sensualidad, sexualidad,
fertilidad, amor y erotismo, es lógico que los primeros artistas cristianos
representasen a la manzana como ese fruto prohibido del Edén del que comió Eva.
El Cristianismo y su idea tan peculiar de “pecado” coincidían con bastante
exactitud con el simbolismo erótico de la manzana grecolatina. La vida como
valle de lágrimas estaba servida…
Una vez más,
indicaremos que la manzana en manos de una mujer, de Eva, pasa a
adquirir el significado de desobediencia y de pecado, y a mayores, de culpabilidad porque también hizo pecar al hombre. Demasiados
ejemplos ya como para pensar que es algo fortuito.
Sigamos con
otro libro de la Biblia en el que sí que aparecen esas manzanas:
2)
El Cantar de los Cantares
Este bello
poema de amor se suele incluir en el Eclesiastés. Narra la historia de dos amantes que han sido obligados a
separarse pero que se buscan líricamente declamando su amor eterno con
versos que estremecen. Búsqueda incansable para regalarse su pasión. Mientras
que en la historia de Adán y Eva no aparecían manzanas por ningún lado, en este
libro de la Biblia sí. Pero lo más llamativo de todo esto es que por primera vez el manzano se identifica con un hombre,
y sus manzanas con el maná del amor que ofrece este. Oigan las palabras de
la esposa:
LA ESPOSA:
Como manzano entre los árboles silvestres
es mi amado
entre los mancebos.
A su sombra anhelo
sentarme,
y su fruto es
dulce a mi paladar.
Me ha
introducido en la sala del festín,
y la bandera que
contra mí alzó es amor.
Confortadme con
pasas,
reanimadme con manzanas,
que desfallezco
de amor.
En estos bellísimos versos
volvemos a las mismas consideraciones del principio: la manzana relacionada con
el hombre no significa pecado sino amor y “dulce fruto”.
EDAD MEDIA
Llegamos a la
Edad Media, esa época oscura que abarcan desde el siglo V al XV. Las manzanas
están presentes tanto en la literatura de cristianos como en la de árabes y judíos, tanto
en la lírica o la narrativa como en la dramática. Veámoslo.
1)
Lírica árabe
Dentro de la lírica andalusí de los siglos XI y XII,
sirva de ejemplo este poema de Ibn
Quzmán (1075-1141, aprox.), poeta andalusí cordobés conocido por sus
simpáticos zéjeles:
ZÉJEL DE LOS DIMINUTIVOS
Ahora te amo a ti, estrellita...
De ti se oye todo
lo precioso,
en cuanto dices
una palabrita.
Como manzanas son tus pechitos,
como harina blanca
son tus mejillitas,
como puro cristal
son tus dientecitos,
como azúcar es tu
boquita.(…)
Odalisca.-
Léon Francois Comerre (1850 – 1916)
En esta
descripción caramelizada de su amada, observen como la manzana, referida a una mujer en boca masculina, vuelve a relacionarse con los pechos femeninos, herencia, sin duda, del mundo grecolatino
que vimos en la anterior entrada.
2)
Lírica judía
En la poesía hebrea de los siglos XI y XII, también encontramos manzanas
literarias, esta vez de un judío español
nacido en Tudela (Navarra), Yehudah Ben Samuel Halevi. Médico, filósofo y
poeta, que dedica todo un poema a la
manzana para ensalzar la belleza de su
amada:
LA MANZANA
Me has capturado con tu encanto, mi señora.
Me has esclavizado brutalmente en tu prisión.
Desde el mismo día en que debimos separarnos
no he encontrado nada parecido a tu belleza.
Me consuelo a mí mismo con una manzana rosada,
cuyo aroma es como la mirra de tu nariz y labios,
su forma como tu pecho, y su color
como el tinte que se deja ver en tus mejillas.
Estatua de Yehudah Halevi en Cesarea (Israel)
El aroma, la forma y el color de la manzana los compara con la
nariz, labios, pechos y mejillas de su amada. Estamos otra vez, como en el caso
anterior, ante una manzana en
boca masculina pero identificada con la mujer, que se relaciona
con el cuerpo femenino (cara y pechos).
3)
La manzana de Guillermo Tell
Llegamos a finales
del siglo XIII y comienzos del XIV. Sitúense en Bürglen, pueblo del cantón suizo de Uri, en el centro de la actual Suiza. Pensemos en un ballestero de primer
orden famoso por su puntería: Guillermo
Tell. No existen pruebas documentales de su real existencia, solo relatos
legendarios, crónicas y baladas transmitidas oralmente. Piensen en un pueblo
suizo enfadado porque desea su Independencia
(en esta época, la Casa de Habsburgo se había anexionado algunos cantones y
pretendía seguir haciéndolo). Imagínense a un Guillermo Tell paseando por la
plaza del pueblo con su hijo, y al que no
le da la gana inclinarse como señal de respeto ante un miserable sombrero allí
instalado que simbolizaba al soberano de la Casa de los Habsburgo. El
gobernador H. Gessle, como castigo,
le obliga a disparar al corazón de una
manzana que coloca sobre la cabeza del hijo de Tell que sitúa a 80 pasos.
Si acierta, queda libre de cargos, y si falla, queda condenado a muerte.
Acierta, claro está, pero el gobernador, le pregunta por qué cargó dos flechas. La contestación de G. Tell
no se hizo esperar: si fallaba, la segunda iría al corazón de Gessler. Este,
bastante cabreado, lo manda encarcelar en el castillo de Küssnacht por su
arrogancia, pero al final, Tell realizará una emboscada al gobernador
lográndole matar con esa segunda flecha. Este hecho marcaría el comienzo de la sublevación de los cantones suizos de Uri,
Schwyz y Unterwalden contra los Habsburgo, convirtiéndose en un mito
fundamental en la lucha de Suiza por su independencia.
La manzana en manos de un hombre, como pasaba en la antigüedad grecolatina (Hércules,
Hipónemes…), vuelve a significar valentía, victoria e incluso liberación de todo un pueblo. No
creo que sea necesario incidir en las diferencias con respecto a la mujer.
4)
Manzanas en el Libro de
Buen Amor
Entramos en pleno siglo XIV, en un Mester de Clerecía que
albergó a algún clérigo adelantado a su tiempo. Hablamos de Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, que en su Libro de Buen Amor deja injustas
perlas para las mujeres y curiosos consejos para los enamorados (hombres, por
supuesto), como en este en el que menciona a nuestra querida manzana que aparece comparada con la mujer.
Igual que el molino y la huerta cuando se trabajan dan ganancias y están
bien floridos, el hombre también debe “requerir” a la mujer, es decir,
prestarle atención en las distancias cortas
-digámoslo así- para que ande
lozana y no sea infiel al marido como sigue diciendo en las cuadernas vías
siguientes a esta:
Es cosa bien segura: molino andando gana,
huerta mejor labrada da la mejor manzana,
mujer muy requerida anda siempre lozana.
Con estas tres verdades no obrarás cosa
vana.
Volvemos a la identificación de mujer y manzana con claro componente erótico y sexual.
5)
Las manzanas de Las tres
moricas
Alcanzamos el último tramo de la
Edad Media, el siglo XV. Siglo de
transición, en muchos casos, hacia el Renacimiento. La convivencia en nuestro país de cristianos, árabes y judíos favorece
encuentros tan eróticos como inevitables.
En el Cancionero de Palacio, nos encontramos con un villancico de estructura zejelesca, anónimo, inocente a primera vista pero con una clara e
intensa clave erótica. Las manzanas
(también las olivas) que Axa, Fátima y Marién van a recoger a Jaén, están
relacionadas tradicionalmente con encuentros
sexuales. Basta con observar como regresan tras ir a recogerlas, “desmaídas”
y pálidas, por tanto, claro indicio de la naturaleza de su aventura.
Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas,
y tornaban desmaídas
y las colores perdidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas,
tres moricas tan lozanas,
iban a coger
manzanas
a Jaén:
Axa y Fátima y Marién.
Volvemos a comprobar que las
manzanas en manos de mujer vuelven a
relacionarse con encuentros sexuales o eróticos. La clave diferenciadora es constante
a lo largo de todos los siglos.
6)
Manzanas en La Celestina
También en el siglo XV, y en el género dramático, nos
encontramos con alguna manzana. La Celestina de Fernando de Rojas es
la obra que he elegido para cerrar este segundo mordisco porque marca la transición del valle de lágrimas
medieval al “Carpe Diem” renacentista. El teocentrismo va cediendo su lugar
a un antropocentrismo, a un Humanismo centrado en el saber, y en esa sabiduría
también se incluía el disfrutar de la
vida, los placeres y del tiempo que goteaba demasiado deprisa. El
Renacimiento estaba servido. Escuchen las palabras de Celestina, de esta vieja astuta,
cuando trata de convencer a la meretriz
Areúsa de que otorgue sus favores más placenteros al adolescente Pármeno
para que este se ponga de lado de sus negocios y no los obstaculice. Ante la
reticencia de Areúsa, Celestina suelta estas manzanas:
No seas el perro del hortelano: ni quieres las manzanas para sí ni para su amo.
Observen que las manzanas vuelven
a teñirse de ese componente erótico-sexual aplicadas, en
este caso, a una mujer.
El 2º mordisco queda
dado. Aún queda mucho fruto para llegar hasta su mismo corazón. ¿Se cocinarán
las manzanas en los siglos XVI y XVII con alguna receta innovadora? ¿El
Renacimiento y Barroco seguirán tildando su diferencia significativa ya estén
en manos de damas o de caballeros? Quedan invitados al tercer mordisco.
(Continúa)
Hay que ver lo que ha dado de sí la manzana a lo largo de la Historia, Marisa. Y no es de extrañar. Fruto más bien duro, rojo, exhuberante, dulce... su imagen, sus formas y su sabor ya son pura sexualidad. Es muy curioso todo lo que nos das a conocer con esta entrada. Si nos ceñimos al texto de la Biblia, sin emabrgo, podría decirse que el ducle fruto que alcanza Eva es un higo, porque la higuera aparece después. Pero, evidentemente, es más bello, sensual y pecaminoso el fruto del manzano. Una entrada estupenda, te felicito. Besos.
ResponderEliminarMARCOS CALLAU:
EliminarEfectivamente, Marcos, si hubiera que pensar en el tipo de árbol al que alude el Génesis sería una higuera ya que acto seguido de comer ese fruto, Adán y Eva cubren su cuerpo con hojas de higuera. Pero a los pintores renacentistas, el higo no les parecería tan estético como la manzana, supongo, quizás influidos por ese cristianismo que prefirió el significado simbólico que la manzana tenía en la antigüedad clásica, el de erotismo y sensualidad femenina.
Un placer que te haya gustado, Marcos.
Un beso.
Si es roja y la acaricias suavemente con un paño el brillo sutil llama la atención y va mas allá de su riqueza en encimas hermosas catalizadoras del mejor metabolismo humano.
ResponderEliminar¡Que te puedo decir yo que con ing. genética creé la Estrella de Narón (así la bauticé) Con un padre Golden Y una madre Principe, de rojo intenso
Y ahora intento una raza sobre el sauce para dotarla de salicílico en estado naciente.
Ver aletear las fosas nasales de una mujer ; ver y oír comer una manzana a una muje,r excita a los varones( no nos damos cuenta del por que) , actúa la libido y no saben el por que de tal desasosiego.......etc.
¡Cómo me ha gustado este tu post!
Besos
André.
ANDRÉ DE ÁRTABRO:
EliminarObservo que estás puesto en la genética creativa de la "mattiana". Realmente, otra forma de crear arte con la misma naturaleza.
Es cierto que la imagen que encabeza este post os produce cierta inquietud sosegada a los varones. El primero que ha visto esa fotografía así me lo ha manifestado aunque no haya sido de forma pública. Desconozco al autor de la misma y lamento no poder mencionarlo porque creo necesario hacerlo por respeto al trabajo de los demás. Pero por mucho que he buscado, no lo he hallado. Volviendo a esa "inquietud", es normal que la provoque por las connotaciones sensuales del fruto y, mucho más, en boca de una mujer.
Encantada de que te haya gustado, Andrés.
Que ese huerto de manzanos y sauces te dé muchas alegrías. Con amor, es posible embellecer todo.
Besos.
Querida amiga: ¡Vaya entrada más completa!
ResponderEliminarAlgo tiene la manzana que a todos gusta y llama.
Tienes razón en lo que dices, ya que en el Génesis no se leía nada relacionado con un manzano "de todo árbol podrás comer, dice Dios, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás"
Y lo cierto es que al ver que el árbol era bueno, Eva come y le da a Adán.
¿Quién inventó la manzana?
Creo que uno de los pintores del Renacimiento pinta un cuadro de Adán y Eva con la manzana.
En fin, que se debió de poner de moda y en Literatura de alguna forma siempre nos la encontramos.
Te dejo un fuerte abrazo.
kasioles
KASIOLES:
EliminarSí, efectivamente, amiga Kasioles, fueron los pintores del Renacimiento los que pintaron a esa fruta prohibida como una manzana. También el Cristianismo identificó el pecado con la manzana por esas reminiscencias clásicas de sensualidad y erotismo.
Y desde entonces, ahí está ella, nuestra querida manzana, ocupando páginas y páginas literarias e impregnando versos.
Un fuerte abrazo, Kasioles.
Esa exquisita fragancia, textura y dulzura de su fruto combinada con la observación de su forma, que la acerca con bastante notoriedad a nuestros pechos, tiene que haber sido el origen de todo la literatura y mitos relacionados con su poder seductor, además, si la partimos por la mitad, ¿acaso no es visible una vulva femenina?. Si, este bello fruto ha sido predestinado por la madre naturaleza para ser fuente e inspiración erótico sensual.
ResponderEliminarUn abrazo querida Marisa.
TATY CASCADA:
EliminarEn la antigüedad clásica también se atestigua ese parecido de la manzana partida por la mitad con la vulva femenina. Efectivamente, Taty. Incluso hay alguna pintura que así lo refleja.
Su simbología erótica y sexual es constante e inspiradora.
Gracias por tu tiempo, Taty.
Un fuerte abrazo.
La parte del génesis, la apricion de la manzana quizas, como un cambio estetico se entiende, algo asi como la imagen de la crucificcion y la ubicacion de los clavos en las palmas de las manos. Pero el inicio de ese cambio, de agregar una manzana donde no la habia, y a causa de como era considerada un motivo sexual (malo), pues me parece que en poco y nada han cambiado sus estandares desde entonces. Hoy siguen mas o menos igual, aun por ahi quieren curar la homosexualidad porque, claro... es mala.
ResponderEliminarY la parte de Guillermo Tell, debo confesar que desconocia la historia de la segunda flecha y todo lo que de ahi derivo. Pero me ha significado una sonrisa saberlo aqui.
Impecable trabajo el que estas haciendo con este serial de entradas. Sin duda no le cambiare de canal para no perderme nada :)
Un besote, guapisima.
SYD:
EliminarLa Iglesia siempre ha modificado todos los elementos paganos y los ha convertido en religiosos. Desde la manzana, hasta el propio texto de la Biblia hebrea, pasando por todos los mitos o festividades paganas(solsticio de verano por La noche de San Juan, solsticio de invierno por Nochebuena, Noche de difuntos por día de Todos los Santos, el erotismo de la manzana por su identificación con el pecado...) Antonio Campillo creo que lo explica muy acertadamente un poco más abajo.
Su ideal de monopolizar todas las parcelas humanas (y divinas) es abrumadora e intolerable, como la que tú citas, Syd. Demencial.
Me alegro de que te esté gustando este paseo entre manzanos literarios.
Un besote también para ti.
Has transcrito un poema de un gran poeta de mi ciudad. Aunque no tenga nada que ver con tu extraordinario estudio sobre la manzana, te dejo este poema de Yehuda Ha-Leví que figura en la plaza que lleva su nombre en Tudela:
ResponderEliminarOfra lava sus vestidos en el agua de mis lágrimas
y los pone a secar al sol de su hermosura.
No necesita el agua de las fuentes,
porque tiene la de mis ojos,
ni otro sol, que el de su belleza.
Saludos desde mi mejana
FELIPE TAJAFUERTE:
EliminarMuchas gracias por el bello poema de ese judío tudelano que crea tan hermosos versos. Al crear esta entrada, me he detenido en esa lírica judía medieval y es realmente de una extraordinaria belleza.
Un abrazo, Felipe.
Ya en tu anterior entrega, que tan abundantemente enriqueces con ésta, pensé en la de Guillermo Tell, y me alegra que la ofrezcas a nuestros dientes. Es la única que no ha de ser necesariamente roja, porque no pretende evocar sensualidad, deseo, tentación. La oportuna cita de La Celestina evidencia la minuciosidad y el rigor de tu estudio. Yo que tanto le debo a "La isla del tesoro", no puedo olvidarme del famoso barril de manzanas desde cuyo interior Jim descubre la identidad de los piratas: la manzana como artífice de desvelamientos, si se quiere. Un beso y enhorabuena por este trabajo.
ResponderEliminarJUAN HERREZUELO:
EliminarMuy bien traída esa referencia a "La isla del tesoro". Le tengo reservado un pequeño espacio en cuanto llegue al siglo XIX. Pero tengo que admitir que, aunque esa referencia la tengo entre el material que he recopilado, no veía claro el significado de la manzana. Me parecía un detalle sin mucha importancia. Pero al leer tu interpretación, creo que lo tengo mucho más claro.
Muchas gracias, Juan.
Encantada de que te haya gustado.
Un beso.
He disfrutado mucho el reencuentro con tus letras, querida Marisa. Estos dos post tan elaborados sobre las manzanas en literatura merecen ser difundidos y asimilados, pues es todo un compendio de la historia de la literatura. Un abrazo.
ResponderEliminarEL JARDINERO DE LAS NUBES:
EliminarMuchas gracias, Julián. Me alegro del reencuentro. Llevo unos meses con batería baja, leyendo pocos blogs y comentando menos aún. Pero de nuevo, estamos aquí.
Me alegro de que te haya gustado.
Un fuerte abrazo y gracias por tu tiempo.
¿Qué tendrán las manzanas que traen a la gente de cabeza a lo largo de los siglos? Es el símbolo del pecado por antonomasia, relacionado con la mujer, aquella que indujo a caer en lo prohibido al hombre.
ResponderEliminarLa dichosa manzana de la discordia por la que los países y las naciones se pelean, la misma que se utilizó en el Juicio de Paris, la misma que mordió Blancanieves emponzoñada por la malvada bruja.
Ahora la manzana se ha convertido en dinero, en poder, en petróleo.
Un beso
CARMEN CASCÓN:
EliminarSí, qué tendrán, jejje. Yo creo que su asociación con la mujer es lo que ha dado lugar a tantas y tantas páginas en la literatura.
Aunque en nuestros días, La Gran Manzana (Nueva York) es la que lleva la batuta del mundo.
Gracias por tu tiempo, Carmen.
Un beso.
La constante de la controversia, la anulación mediante la igualación, es un hecho reiterativo por alguna sectas pertenecientes al cristianismo, y de entre ellas, especialmente el catolicismo. Desde este mordisco a un fruto inexistiente en su sacro y único libro verdadero de relatos sobre el origen y creación, Génesis, siempre se han acogido todos los ritos, denominados paganos, y los han asimilado cambiando por completo la interpretación, alegría, tristeza, o simplemente escritos literarios, en perniciosos motivos de un nuevo vocablo que perdura y destiñe el color alegre de la vida: pecado. Si no es así, cambia por hechos supuestamente históricos relatos escogidos por los hombres como divertidos e incluso de connotaciones sexuales y eróticas, aplicándolos a sus nuevos héroes, los santos y santas que sufren. Otras ramas cristianas han permanecido fieles a la interpretación inicial de la mitología e interpretaciones existentes. Esta diferenciación entre corrientes que, teoricamente, son similares en su concepción, ha supuesto una desvirtuación de la simbología de la manzana. Incluso en “El cantar de los cantares”, prohibido como libro sacrílego durante siglos, se desvirtúa el simbolismo amoroso por “su sensualidad”. Increíble. Desde luego, a partir del amor cortés, los cambios, lentos y anatomizados, han ido permitiendo e incluso cambiando la concepción irracional predicada por las interpretaciones clásicas. Como en el anterior mordisco, Marisa, una precisa relación entre la libertad de pueblos, sensualidad, amor, sexo y vida partiendo del fruto siempre prohibido, la manzana. Las citas son preciosas y el proceso de relación interdisciplinar perfecto..Excelente.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, querida Marisa.
ANTONIO CAMPILLO_
EliminarMuchas gracias, Antonio. Es un verdadero placer no solo que te haya gustado este segundo mordisco, sino el leer tu inteligente mirada sobre el mundo y la literatura. Siempre que comentas, me siento a escucharte con admiración, como alumna que sabe que va a asistir a unas palabras llenas de conocimiento y, si me lo permites, de esa sabiduría que da no solo el bagaje de libros sino la vida y el querer conocer.
Estoy completamente de acuerdo en que el catolicismo ha desvirtuado todos los mitos, festividades e incluso literatura pagana, y, en su afán monopolista, lo ha llevado a su terreno sacralizándolo, o cuando no ha podido ,extendiendo sobre muchas páginas la pintura del pecado (o Inquisición, o miedo o censura o... todo lo que los dos sabemos). Ya lo hemos hablado en más ocasiones. Pero nunca conviene olvidarlo.
Mi querido amigo, me siento muy afortunada por tenerte entre mis comentaristas. Gracias siempre por tu lucidez y conocimiento.
Un beso.
Excelente entrada querida Marisa.
ResponderEliminarSi el mordisco Nº1 fue estupendo el Nº2 no se quedò atràs.
Me encantó.
Un fuerte abrazo.
ADRIANA ALBA:
EliminarGracias, Adriana, me alegro de que lo hayas disfrutado.
Un beso.
Marisa, tus entradas, toques el tema que toques, son una maravilla siempre. Y eres tan generosa dando datos que es un verdadero placer. Gracias, Marisa. También me ha encantado el comentario de ANTONIO CAMPILLO ¡siempre tan esclarecedor en todo lo que dice! Y es cierto, porque si te fijas bien, el capítulo 1 del Génesis, si lo comparas con el capítulo 2, tiene divergencias notables. Y hasta el nombre de Dios varía, en uno es Elohim y en el otro es Yahveh. Primero dice que los creo hombre y mujer y los dio el mandato de multiplicarse, y en el segundo ya nos meten el pecado con el fruto prohibido y todo eso...y ya no hay un sólo árbol fantástico si no dos...todo esto te lo digo, Marisa, muy sucintamente pero tú sabrías decirlo con todo lujo de detalles.
ResponderEliminarUn beso bien grande, Marisa.
MARIÁN:
EliminarQuerida Marián, nuestro amigo Antonio Campillo es un genio. Su transparencia para comunicar y su sabia lucidez para enfocar la retina sobre cualquier tema, es realmente de admiración.
En cuanto a las referencias bíblicas que dejas, me temo que tú tienes más conocimiento que yo sobre el tema en cuestión. Desconocía esa dualidad a la que haces referencia, y te agradezco el aporte. Mucho. Creo que la Biblia de referencia -al menos para mí- es la originariamente hebrea. Todo lo que se publicó después (la Vulgata latina, y demás) son interpretaciones de su original que venían bien o muy bien para el catolicismo. No soy experta en el tema, ni tan siquiera principiante, por tanto, solo me puedo quedar en esa valoración.
Gracias por tus generosas palabras, Marián. Me mimas mucho ;-)
Mil besos, querida amiga.
¡Uy! Hay tanto que comentar en esta entrada que tendré que refrenarme un poco, jejeje Así que dejo para otra vez hablar de la inmensa belleza del Cantar de los Cantares, la modernidad de Samuel Halevi, la imitación trágica de Guillermo Tell que hizo William Burroughs... etc.
ResponderEliminarMe quedo con la primera referencia: es cierto, el Génesis no menciona las manzanas. Es más, las traducciones hablan del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal Es decir, que para mí la interpretación que se ha hecho reduce al sexo una metáfora que era mucho más amplia, de connotaciones referidas a la moral en sentido filosófico amplio y no sólo carnal. Al asociar esta idea al mito greco latino y su equivalencia entre manzana y sensualidad, estaban reinterpretando la escena de manera favorable a su idea del cuerpo como pecado.
¡Esperamos ya la continuación!
Un fuerte abrazo, Marisa
Pd. Perdón por el atraco: a otros amigos se lo he comunicado por otros medios, pero me gustaría que te enteraras de esto: http://goo.gl/GrgNZn (por supuesto, sin compromiso)
XIBELIUSS:
EliminarMe encanta la valoración que has hecho sobre la interpretación católica del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Su sentido filosófico y moral queda anulado por su significado carnal y sexual. Me ha parecido un gran atino tu observación. Pero ¿cómo si no iban a hacer frente a la teoría de Darwin, su evolución de las especies y su teoría del mono?
La idea de "pecado" como origen del hombre según el catolicismo, se descalifica ella misma con sus principios de base.
Gracias por tu acertada observación.
Esta entrada ha salido un poquito larga, prometo menos trabajo en la siguiente ;-)
Un abrazo grande, Xibeliuss.
PD: ¿está bien el enlace que has dejado? Mi buscador Google me lleva a una página web que creo que no tiene nada que ver contigo ¿? Me he pasado por tu blog Casos y Cosas y quizás te refieres a la parte final de tu última entrada. Confírmamelo, porque estoy perdida en el asunto. Otro abrazo.
¡Cosa rara! A mi sí me manda a una página de Casos y Cosas... En cualquier caso, sí, a los relatos se refiere. Muchas gracias y te apunto en la lista
EliminarGracias a ti, Xibeliuss.
EliminarEs muy interesante esta serie dedicada a la manzana, que veo avanza cronológicamente; así que aún nos esperan nuevas historias sobre este fruto tan "apetitoso".
ResponderEliminarLa historia-leyenda de Guillermo Tell es tan hermosa que yo mismo no pude resistir la tentación, ¿sería por la manzana?, de contarla también en una entrada hace tiempo: "Una historia irreal".
Un abrazo.
DLT:
EliminarGracias, Dlt, espero que la hayas disfrutado.
Me voy a tu blog a disfrutar de "Una historia irreal".
Cuántos Tell serían necesarios para nuestra época tan opaca...
Un abrazo.
Es como si estuviera dándome un paseo por la literatura, aunque haya incursiones en la Biblia; por cierto, el Cantar de los Cantares me parece de una belleza poética incalculable y a la vez bastante desconocida. Las manzanas dan mucho juego literario y haces un recorrido precioso con el que he disfrutado. Espero con ganas la próxima entrega.
ResponderEliminarUn abrazo.
VALVERDEDELUCERNA:
EliminarGracias, Valverde.
Hay otra forma de leer la Biblia: la literaria. Y es con la que me quedo. "El Cantar de los Cantares" es realmente una joyita. Bien lo aprovechó San Juan de la Cruz en sus bellos versos con doble óptica, religiosa o humana. Bella en la segunda vertiente.
Un fuerte abrazo.
No sé si se ha guardado el comentario o no. Volveré y si no se ha guardado lo vuelvo a escribir.
ResponderEliminarVALVERDE DE LUCERNA:
EliminarTodo correcto, Valverde.Aunque creo que las cosas por Blogger no andan bien por amigos blogueros que lo comentan. De momento, no me ha tocado amí, pero será cuestión de tiempo...;-)
Otro abrazo.
Disfruto como una enana esta serie tuya, Marisa. Es más me la guardo en favoritos, así la encuentro rápido para releer cuando quiera. Que bueno que la serie sigue...
ResponderEliminarBesos
PD Sí la foto es mia de Rosh Hanikrá, Israel. Todos los textos y fotos son de mi autoría si no cito otra fuente, cosa que siempre hago, de ser el caso.
MIRYAM:
EliminarMe alegro de que hayas disfrutado de ello, Miryam.
La foto, insisto, una preciosidad. Enhorabuena.
Un beso.
Vengo para agradecer tus cariñosas palabras en mi espacio.
ResponderEliminarDisfruta de esta semana que esá a punto de comenzar y seguiremos en contacto en tu próxima publicación.
Cariños.
Kasioles
KASIOLES:
EliminarTodas tus publicaciones las merecen.
Gracias, Kasioles.
Un beso.
Deliciosas frutas en un espacio delicioso.
ResponderEliminarGracias, Marisa. Besos.
JUAN ANTONIO B.:
EliminarEspero que el postre de manzanas haya sido grato.
Gracias a ti por tu tiempo, Juan Antonio.
Besos.
Excelentes relatos los que nos dejas en este post relacionado con la manzana que por cierto es una de mis frutas preferidas. Enhorabuena.
ResponderEliminarhttp://misojosasiloven.blogspot.com.es/
Un saludo.
GUILLERMO PALACIO:
EliminarBienvenido al blog, Guillermo.
Encantada que te haya gustado esta mirada literaria entre manzanas. La tuya en tu espacio, también es realmente excelente.
Un saludo.
Muchas gracias por este impagable viaje literario a través del tiempo, Marisa. No puedo sino mostrar mi más absoluta admiración y alabanza ante tu excelente trabajo. Desconocía muchas de las referencias que aquí aparecen. Algunas me hicieron bastante gracia, como la del Arcipreste de Hita en su "Libro de Buen Amor", un manual bastante peculiar...
ResponderEliminarUn beso y una manzana ;)
KINEZOE:
EliminarAunque un poco tarde, gracias por tu comentario, Kine. Me alegra que te haya gustado este paseo literario entre manzanos.
Sí, el Arcipreste de Hita era bastante peculiar, y un experto en el arte amar ya que se atrevió a hacer un manual de amor lleno de consejos para vosotros, los hombres... ¿de dónde lo aprendería...? ;-)
Un besote, mi querido Kine.
La vida y la literatura siempre ha tenido una o varias razones, para integrar a la manzanas con la razón del placer y el erotismo, o la misma maldad...o acaso para tiro al blanco con arco y flecha, como en el caso de guillermo Tell. Este segundo mordizco, la sitúa en el plano delicioso de la cópula. Siempre habrá una manzana, itero, para darle razón a la vida. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarCARLOS AUGUSTO PEREYRA MARTÍNEZ:
EliminarMe gusta tu reflexión: " Siempre habrá una manzana para darle razón a la vida".
Un abrazo, Carlos.
Siempre habrá una razón para la manzana en la vida y existencia del hombre. ESte segundo lo mordizco lo corrobora, como también lo afirmará el tercero. Un abrazo, bella. Carlos
ResponderEliminarCARLOS AUGUSTO PEREYRA MARTÍNEZ:
EliminarEl tercero está tardando un poco, Carlos, pero prometo sacarlo en breve.
Otro abrazote.
Excelente recorrido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Marisa.
HD
HUMBERTO DIB:
EliminarMe alegro de que te haya gustado, Humberto.
Un abrazo.
No sé si quedó registrado, te decía que me pareció un excelente recorrido.
ResponderEliminarY te dejaba un fuerte abrazo.
HD
HUMBERTO DIB:
EliminarRecordad que tengo activada la moderación de comentarios (aunque,afortunadamente, nunca he tenido que moderar nada); por ello, los comentarios no aparecen hasta que los permito.
Otro abrazo, Humberto.
Mi niña esto es un auténtico y buen estudio me encanta creo que ya lo dije, da igual lo repito ese elemento conductor enlazando periodos y épocas diferentes en las letras y como una tras otra la manzana es según esté en manos de hombres o mujeres, fantástico!
ResponderEliminarUn auténtico placer
Besotes
40AÑERA:
EliminarMe alegra que hayas disfrutado de estos mordiscos, mi querida Miryam, entre períodos de abstinencia... pero prometo ponerme al día en vuestros espacios (y en el mío) en breve.
El placer es tenerte por aquí.
Un besazo.
Que chuli! y llegas hasta Apple y microsoft...o solo te quedas con la parte literaria????
ResponderEliminarPRUNUS:
EliminarJejjeje. Llegaré hasta la Gran Manzana a este paso....
Un abrazo, Prunus.
Bueno, vine a dejarte un abrazo...
ResponderEliminarHD
HUMBERTO DIB:
EliminarGracias, Humberto.
Otro para ti.
Besos