- Señor, no es usted un caballero.
- Ni usted una dama. No se ofenda. Las damas no tienen ningún atractivo para mí.
Scarlett y Rhet Butler
Estaba acostumbrada a tener las manos tejidas entre esos hilos de marioneta que tan femeninamente sabía manejar. Los levantaba del suelo llevándolos a regiones donde los pies no encuentran la fuerza de la gravedad, y los soltaba divertida estrellándolos en el suelo del teatrillo de su vida. Ella siempre decidía cuándo empezaba y finalizaba la función de sus títeres que siempre la miraban con esa sonrisa eterna pintada en sus caras de cartón. Pero aquella noche, descubrió en el escaparate de la fiesta, a uno que le faltaba en su retablo de colección. No tenía dibujados en su cara los trazos de sus caprichos, ni bailaba al ritmo de su vals de mujer. Su orgullo desenrolló un trozo de hilo para intentar atar de pies y manos a ese altivo títere cuyo atractivo no la consideraba una dama. Su vanidad se confundió con el color verde de su vestido.
No, no te voy a besar, aunque lo necesitas mucho. Ese es tu problema. Deberías ser besada más a menudo, y por alguien que sepa cómo hacerlo.
Rhet Buttler
La maestría de su frivolidad no había conseguido engarzar esos hilos alrededor del cuerpo de esa nueva marioneta. Por el contrario, durante el reto había sentido en las muñecas de sus manos, en los tobillos de sus pies, en el centro de su corazón, unos hilos que ÉL había trenzado y que tiraba de ellos acercándola a su boca. Quiso desasirse de ellos pero no pudo. Quiso besarle pero tampoco lo consiguió. Se sintió prisionera de su propia obra de teatro, mientras los labios de Él dirigían las acotaciones de los actos y escenas. El gran teatro del mundo.
Rhet Butler
Su arrogancia la taladraba ¿cómo podía atreverse a amarla sin antes haberlo decidido ella? ¿Cómo podía haber descubierto esas mariposas escondidas en su corazón? ¿Cómo se atrevía a insinuar que lo necesitaba? Siempre había sido Ella quien había decidido escalar o descender por el termómetro de su corazón. Siempre le habían rogado permiso para amarla. Sintió unos ajenos hilos de marioneta depositados como crisálida en su corazón.
Rhet Butler
Había conseguido hacer brotar en los labios de ÉL aquellas dos palabras del lenguaje universal, “te quiero”. Por fin pasaba a formar parte de su colección de guiñoles con sonrisa perpetua de cartón. La función acababa de comenzar y sólo Ella sería la que dirigiera el guión de su vanidad infantil. ÉL tenía razón, era egoísta y astuta, y no tenía ninguna intención de dejar de serlo. Le hizo danzar al son de sus desprecios, tiró vehementemente de sus hilos noche y día, acercándole y alejándole según los intereses creados en el drama de su existencia; nunca le agradeció nada, siempre le recordó con soberbia su superioridad de mujer mientras le miraba desde arriba, desoyendo a su propio corazón que le alertaba de la fragilidad de los hilos del amor.
Francamente querida, me importa un bledo.
Rhet Butler
Y una mañana despertó en el Sur descubriendo que su retablo, que sus marionetas, que su obra, habían sido un sueño del crucero de la noche. Y se encontró en la pesadilla del silencio con mordaza. Buscó a sus títeres pero todos habían desaparecido con el incendio del tiempo. Sólo ÉL apareció como sombra abrazando la soledad y supo entonces que le quería, que le necesitaba, que siempre le había amado entre las bambalinas del orgullo y el egoísmo. Olvidó que ambos eran iguales, y la dignidad del títere esclavo la abandonó dejándole el recuerdo del orgullo que late a merced del viento. Se bebió las lágrimas y trató de esbozar una sonrisa.
Hoy estoy muy cansada para pensar, ya pensaré mañana.
Después de todo, mañana será otro día.
Scarlett
Este texto fue publicado en el mes de enero como colaboración en el magnífico blog de Kinezoe, www.notodoeskippel.blogspot.com, lugar donde el cine es asiduo huésped de un estupendo anfitrión, donde el aroma del jazz y la buena música siempre flotan en el ambiente, donde el corazón de los libros se hacen interesantes citas de las que reflexionar, y donde siempre es posible un ameno y pedagógico viaje a los secretos del Universo. Imposible perdérselo.
Es un juego interesante aunque previsible con una crueldad tolerable...es decir, romántico :)
ResponderEliminarSi ella fuese un personaje de Raymond Chandler le diría en la escena final: "te mato por tu bien". Y él le contestaría entre suaves estertores: "¿sabes, amor, hay música en el aire" :)
Un abrazo enorme, amiga querida, un trabajo delicado y hermoso!
Me atrapasteis y de nuevo las ganas de disfrutar una tarde en el sofá con Red y Scarlett.
ResponderEliminarUn beso
El extraño juego del cazador casado, el perseguidor perseguido, el traidor traicionado y el carcelero encarcelado. Un gran aporte en tu espacio que nos hizo recordar aquellas grandes producciones cinematográficas.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué bien está reflejada la situación o la pelea de egos entre Rhet Butler y Scarlet! Dos personas que se quieren, pero que luchan una contra la otra hasta romperse. Muy buena entrada, para quitarse el sombrero. Me ha recordado las escenas inolvidables de esta película.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bien recrea tu pluma estas maravillosas escenas; de batalla de gallos, de egos y de egoismos varios. Has conseguido concentrar y resumir la esencia absoluta de estos grandes personajes, que tan bien fueron trasladados a la pantalla.
ResponderEliminarHe disfrutado muchísimo recordándolos a través de tus palabras. Exquisito, como siempre!
Wuauuu! que ganas de volver a verla!!, aunque tu versión del juego me ha gustado mucho más
ResponderEliminarUn besote cielo
Sin duda una relación tortuosa, deseos autodestructivos en un ambiente, de pasión/odio/pasión, que los condiciona.
ResponderEliminarEn ésta obra maestra del cine se ve perfectamente la muerte y la vida fusionadas.
No hace mucho la volví a ver y rejuvenece con el paso de los años.
Te felicito por éste trabajo Marisa el texto y la fotografía son formidables!
Abrazos.
Hay cosas como estas que el viento jamás podrá llevarse... besos Marisa querida
ResponderEliminarEl insoportable y descarado machismo de Rhet Butler produjo mucho más daño cuando se estrenó la película que la sonrisa triste que genera en la actualidad ante un ágil, pagado y chulesco truhán, conocedor de la pasiva recepción de la mujer de su época ante “matadores” como él.
ResponderEliminarRed llegó a ser un ídolo a imitar en el trato a la mujer. Su menosprecio tan duro como dominante supuso, en los años cincuenta y posteriores, el espejo fiel donde se tenían que mirar los hombres que pretendían el éxito no amoroso sino más bien lascivo.
La mujer, eterna sojuzgada a la que había que conquistar no por su valía o encanto personal sino por el atractivo hacia el poder y el desdén de un “verdadero hombre”, era “enseñada y casi obligada” a preferir la indiferencia a la pasión, la rudeza a la verdadera virilidad, la displicencia al afecto, la zafiedad a la ternura.
Scarlette, la eterna niña mimada que por las circunstancias de una vida desafortunada se va convirtiendo en una mujer adulta, reacciona ante el mundo de Rhet como debía de hacerlo una mujer según los cánones del momento, una pazguata que disfruta con la violación y posterior abandono de su “opresor”.
Querida amiga Marisa, has sabido elegir los diálogos precisos y más representativos de unos iconos que, afortunadamente, han muerto… aparentemente, sólo aparentemente.
Mi más sincera enhorabuena. Eres una experta de quien se aprende con mucha satisfacción. Un día tenemos que escribir conjuntamente sobre una película.
Un fuerte abrazo.
Marisa, todas tus entradas me gustan, pero ésta es una de las que más he disfrutado; ahora y antes, cuando la publicaste en el blog de Kinezoe...
ResponderEliminarY qué decirte, casi lo mismo que te dije, que me parece un tándem perfecto los personajes, que miden su cuota de poder el uno al otro. A mi ella me parece una mujer que sabe lo que quiere y lucha por ello, que no se rinde ante la adversidad, que no va de víctima...
Bueno, Marisa, y que ya sabemos que lo que nos va son hombres un poco como nosotras; tenaces y sinceros, en fin, que disfruto mucho con tus entradas, pero ésta en particular, me ha encantado.
Besos y besazos.
Marisa, la novela "Lo que el viento se llevó" fue, de alguna manera solapada, por esa primera película en color de la historia del cine. La película es magnífica, sobre todo por su interpretación, pero la novela, más allá de una catalogación simplista de obra romántica, es una novela histórica, que refleja un momento clave en la recién creada nación americana. La Guerra de Secesión enfocada, eso sí, desde la perspectiva del Sur y, por tanto, desde su ideología. Un gran lienzo épico que tiene un aspecto muy interesante, desde mi punto de vista, que es la galería de personajes muy bien construidos.
ResponderEliminarTu relato sube a la pantalla y se coloca detrás de los protagonista, desde ahí realizas una incursión a los mecanismos internos que desatan la intrincada gama de pasiones humanas desplegadas sin término medio, siempre desde una prosa que se desliza al ritmo de los planos secuencias, en tu estilo magistral y con el empleo de un lenguaje que nos lleva a leer tu película, esa que elaboras desde los humeantes escombros de una historia calcina.
Antes me gustaba la novela y la versión cinematográfica, ahora sumo tu entrada que me parece excelente en el contenido y en la presentación.
Un abrazo
Querida Marisa:
ResponderEliminarUn beso de tu amigo
Por favor no cometas el desatino de leerte la "segunda" parte que escribieron y no hablo de la adaptación que también hicieron con Timothy Dalton, si la serie era para llorar, la novela era para vomitar.
ResponderEliminarMe encanta el papel de orejotas, creo que es el perfecto canalla por el que se mueren las mujere -y no mintais porque es verdad- del mismo modo que los pardillos nos ahorcamos voluntariamente por los ojos de la joven O´Hara y yo el primero.
Besotes.
Amiga, que entrada más hermosa. Prolija, sutil, acompañando a una película que no sólo hizo historia sino que dejó frases e imágenes memorables.Felicitaciones!!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
El diangnóstico de la película que hace Antonio Campillo no puede ser más acertado: machista y racista hasta el extremo, exaltando las virtudes más bobas de las mujeres, alentando al Ku Klux Klan y ... sin embargo...a pesar de todos los pesares...¡que ganas me han entrado de volver a verla!
ResponderEliminarGone with the wind es para mí, uno de esos casos rarísimos en los que una película está muy pero muy por encima de la novela en la que se sustenta y donde casi cada escena está construida de tal forma que va perdurar y convertirse en un símbolo
Me encantan los fragmentos que has elegido y el desarrollo de la entrada. Me ha gustado mucho. Un beso, Marisa
La entrada es impresionante. Todavía no he vuelto a ver esta peli desde que dicho texto fue publicado en mi blog, pero siento que debo hacerlo, ¡y pronto! Una gozada de publicación. Realizas una disección tan profunda y certera de los personajes y su relación, que uno queda embelesado...
ResponderEliminarMuchas gracias por remitírmela entonces, y por el enlace y las palabras que ahora me dedicas. Nunca me cansaré de agradecértelo.
Un beso.
Lo que el viento se llevó, solo ha sido alguna cosa, no todas, las que nos quedaron con esta película son muchas, me encanta y la entrada es magnífica, muchas gracias.
ResponderEliminarUn besín al viento :)
Un relato magnífico, muy bien acompañado de esas fotos que manipularon mi memoria... M e voy a castigar el fin de semana, trataré de conseguir "Lo que el viento se llevó"
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
Fue una participación magnífica la tuya, Marisa, muy apropiada para ese magnífico blog del amigo Kine que a tantos amigos ha unido. Saludos.
ResponderEliminarSiempre se escucho que los opuestos se atraen
ResponderEliminar,, en este caso , será para justificar que ninguna regla
es cien por cien acertada,,por que yo siempre considere
que son los iguales los que se atraen.
Me ha encantado esta otra forma de ver esta película.
Creo que me ha gustado tanto , como aquella caja de hojalata De cinco kilos de galletas Marias en la sobremesa de los sábados..
Un saludo ,,
ROBERTO ESMORIS LARA:
ResponderEliminarRomanticismo exacerbado, tanto en novela como en película, pero en mi opinión, caracteres, tanto masculino como femenino, muy fuertes, donde la personalidad de cada uno prevalece por encima de romanticismos baratos. Ninguno de los dos muere por amor, quizás "mueren" por ogullo..
Es un placer que te haya gustado, querido Roberto.
Un beso.
PILAR:
ResponderEliminarInolvidables horas frente la pantalla. Las primeras veces que la "vi" nunca acabé de verla. La vez que conseguí verla completa hizo que la quisiese volver a ver en unas cuantas ocasiones más. Una verdadera joya del cine.
Un beso, Pilar.
JULIO DÍAZ-ESCAMILLA:
ResponderEliminarHas descrito con bastante precisión como veo yo también al personaje de Scarlett. El cazador cazado. No obstante, ambos personajes son tan parecidos que él también es un cazador cazado. Ambos, en su ego masculino o femenino, se encuentran con la horma de su zapato, lo que les lleva a una atracción difícilmente resistible y a un choque directamente frontal.
Me alegro de que lo hayas disfrutado, Julio.
Un abrazo.
VALVERDE DE LUCERNA:
ResponderEliminarEfectivamente, se quieren, y mucho, pero luchan tanto el uno contra el otro, sus ideales e independencia son tan fuertes que sobrepasan al mismo amor. No hay equilibrio, ya que ambos son iguales y hacen prevalecer sus valores, instintos y caprichos, por encima de una estabilidad emocional compartida. Eso sería rendirse y dejar de ser ellos mismos. Ahí justamente está, en mi opinión, el encanto titánico de la caracterización de estos personajes, tanto en la novela como en la película.
Es un placer que te haya gustado, Valverde.
Un abrazo.
JO GRASS:
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado la recreación que he hecho de ese sentimiento tan profundo, diferente, especial, destructivo y magnético que sintieron estos inolvidables personajes. Egoístas en sumo grado, pero profundamente enamorados hasta el final, quizás sin saberlo o comprenderlo.
Gracias por tus cariñosas palabras, Jo.
Un besote.
40AÑERA:
ResponderEliminarEs un placer y un halago que te haya gustado más mi versión. Es una mirada rápida y breve que hago sobre lo que pudo sentir ella. Reconozco que me dejo en el tintero muchas cosas más que sintió este personaje femenino, pero el que proyecto en el texto, para mi es el eje fundamental del carácter y personalidad de esta mujer víctima de sí misma, pero luchadora hasta el final.
Un besito, amiga.
ADRIANA ALBA:
ResponderEliminarRelación tortuosa como dices, Adriana, pero también fruto de una época que les tocó vivir a ambos personajes: los años previos a la Guerra de Secesión, que dieron lugar a unos cambios sociales e ideológicos tan profundos que es difícil entender el contexto de esta relación sin que ello la afectase. También es cierto que, independientemente de los acontecimientos históricos, el cáracter de Scarlett y Rhet es muy definido y preciso, pero las circunstancias ambientales que envuelven a estos personajes influyen decisivamente en esta tortuosa relación.
Gracias, Adriana, es un placer que texto y fotografías hayan sido de tu agrado.
Un besito.
HORACIO FIORIELLO:
ResponderEliminarEstoy contigo, querido amigo, hay cosas que el viento no podrá llevarse, como esta novela, y esta película, trazadas con magistral pluma y cámara para siempre.
Un beso, Horacio.
ANTONIO CAMPILLO: (Primera Parte)
ResponderEliminarQuerido Antonio:
Entiendo y valoro lo que dices de tu mirada hacia esta película que muchos críticos de arte y literatura comparten.
Creo que la trama de "Lo que el viento se llevó" hay que situarla en el momento en que ´la autora, Margaret Mitchell, escritora sureña, la escribió, en 1936, y en la que la versión cinematográfica se estrenó, en 1939; pero, sobre todo, en la época que refleja, la 2ª mitad del siglo XIX, los años previos a la Guerra de Secesión.
Censuras un aspecto polémico de la novela-película que despertó y despierta ampollas en los críticos y en el espectador de la misma: la violación de Scarlett por Rhet. Esta "violación" que entrecomillo porque en mi opinión no es tan fiel al concepto, se produce dentro de un contexto marital: Scarlett y Rhet ya están casados. Por supuesto que esto no excusaría el calificativo de violación en el caso de que se hubiera producido sin el consentimiento de ella, nada más lejos de mi opinión afirmar una barbaridad como esa. Siempre que uno de los miembros de la pareja se vea forzado contra su voluntad a practicar un acto sexual, será violación, esto es innegable. Pero en el caso de Scarlett, no creo que lo fuera. Todos sabemos las características del carácter de esta mujer, donde un "no" puede significar "sí" y donde el "sí" casi siempre lleva implícito un interés personal. Rhet, un día que llega bebido y despechado a casa, se lleva a la fuerza a Scarlett al dormitorio y la "viola". Este pasaje es incorrectamente moral a primera vista, pero, sin embargo, encierra una pasión incontrolable y un deseo irrefrenable, incluso romanticismo, que tiene una lectura secundaria. Esta escena es conveniente introducirla en su contexto para que su interpretación no quede descontextualizada: ambos llevan ya un tiempo casados, ya tienen una hija, llevan un tiempo sin sostener relaciones sexuales por decisión de Scarlett que no ha conseguido olvidar a Ashley; Rhet lo sabe, y toda su impotencia e ira acumulada explota en una violenta discusión con Scarlett que le lleva a hacerla suya. Es cierto que Scarlett, en un principio, se resiste, cosa lógica en cualquier mujer en esas circunstancias y mucho más en ella que jamás de los jamases va a aceptar nada de los otros sin antes haberlo decidido ella, pero en muy poco tiempo se deja llevar por la pasión descontrolada y animal de Rhet y acaba entregándose sumisa a ello. Llegados a este punto, es cuando es difícil aceptar el término de violación para este pasaje. Los argumentos que justifican esta escena es que al día siguiente y acto seguido de esto, Scarlett está radiante de felicidad, exultante, sin ningún sufrimiento por la salvaje noche anterior. Su orgullo femenino se haya a rebosar: a pesar de amar a otro hombre, su marido la ha deseado y poseído con una deseperación titánica. Esta satisfacción se lee en el rostro de ella horas después.
No podemos olvidar que la autora de la novela, había sido ella misma, víctima de una violencia doméstica que terminó en divorcio. Si hubiera tenido intención de hacer apología a la violencia machista, es evidente que no lo hubiera hecho de esta forma; por tanto, no creo que esa fuera su intención. De hecho, Sacarlett (también la autora) era una mujer liberal, adelantada para su tiempo, pues se rebela contra los convencionalismos sociales y asume roles propios y reservados a los hombres, como, entre muchos, levantar Zara con sus propio mando y manos.
ANTONIO CAMPILLO: (Segunda parte: me enrollo tanto que el HTLM no me permite decirte todo en un solo comentario, :-) )
ResponderEliminarEn cuanto al machismo de Rhet, no creo que sea tal. Quien me conoce, sabe que soy defensora acérrima de cualquier atentado por mínimo que sea, contra las libertades de la mujer pisoteadas por un hombre. Pero en el caso de Rhet, no lo veo así. Es cierto que encarna una superioridad masculina propia de la época, que lleva la etiqueta de "tipo duro" y que "le duele la cara de ser tan guapo". Pero todo esto, es fachada, pura apariencia. Está perdidamente enamorado de Scarlett y hace por ella, hasta el final, todo lo posible e imposible por estar a su lado y ayudarla, cosa que ella, no hace en ningún momento. Los esfuerzos que emplea Rhet para amarla e intentar que le ame, son generosos en número y cantidad, mientras que Scarlett jamás sale de su papel de mujer dura y frívola, la cual no hace absolutamente nada por él, siempre es por interés personal, orgullo y egoísmo, sin saber (como trato de decir en la recreación de mi texto) que está locamente enamorada de él, al final descubre el "tipo duro" pero siempre entregado a ella que tiene, pero entonces, a es demasiado tarde...
Es lo que tiene la litratura y el cine, querido Antonio, siempre lo digo: la multiplicidad de lecturas, la riqueza de miradas y el exquisito placer de su interpretación.
Estaré encantada de que escribamos juntos sobre una película, querido amigo, aunque mis limitaciones se harán muy evidentes al lado de un profesional en el tema cinematográfico como lo eres tú. Aún así, si quieres correr ese riesgo, yo estaré encantada y halagada de hacerlo.
Contigo sí que se aprende, Antonio. Un placer leerte.
Un fuerte abrazo.
Bueno.
ResponderEliminarMARIÁN:
ResponderEliminarMuchas gracias por todo lo que me dices y por volver a leer la entrada.
Estoy completamente de acuerdo contigo: Scarlett es una mujer poco convencional para la época, liberal aunque altiva, desdeñosa con los privilegios otorgados alos hombres ya que ella misma los asume sin miramientos, tanto para levantar Zara como para inmiscuirse y ser el centro de atención en las discusiones para hombres. Tiene puntos de frivolidad innegables pero no es la ni la sumisa ni la adnegada mujer que busca un hogar confortable con el que compartir con su hombre al que debe hacer feliz como único objetivo vital. Por encima de todo, y no niego que sea egoísta, busca su propia felicidad, caprichosa al máximo, pero leal y fiel con su forma de ser. Es un personaje exquisitamente caracterizado, un ente de originalidad asombrosa tanto para la época en que está ambientada la novela (años 60 del siglo XIX) como para la época en que se estrenó su versión cinematográfica (años 30). Amí me fascinó y fascina.
Cuánto me alegro que hayas disfrutado recordando esta inolvidable película.
Muchos besos, Marián.
F.FELICIDAD F.:
ResponderEliminarQuerida amiga:
La película que versionó la novela "Lo que el viento se llevó" es, a mi juicio, bastante fiel a lo que escribió Margaret Mitchell. Y créeme que esta afirmación no la suelo prodigar cuando hablamos de llevar al cine a la Literatura, ya que casi siempre, la novela o el libro en cuestión, suele sufrir una patada en la espinilla con su versión cinematográfica.
Pero es cierto que hay diferencias (pequeñas y con poca importancia)entre novela y película, cosa también entendible por aquellos requirimientos del séptimo arte. Por ejemplo, se eliminaron y acortaron personajes y escenas, lógicamente porque si ya de por sí la película es larga, podría haberse convertido en un verdadero testamento. Se eliminó la participación indirecta y accicental de la hermana de Scarlett, Suellen, en la muerte del padre; en la escena final, en la película Rhet se va de la casa mientras que en la novela abandona a Scarlett pero sube al dormitorio de la casa (en la película el hecho de que se vaya la dota de mayor dramatismo, obviamente); en la novela, Scarlett , además de tener una niña, tiene dos hijos con matrimonios anteriores a Rhet, mientras que en la película se obvia esto. Pero, en definitiva, sigo pensando que la versión cinematográfica es bastante fiel a la novela.
Eres muy amable con la lectura que has hecho de mi texto, de la interpretación de ese sentir oculto de Scarlett. Es una mirada más hacia ese personaje que me fascina, y tus palabras son más que generosas al respecto.
Gracias.
Un placer leerte y tenerte en este rincón, Felicidad.
Un beso.
RAFAEL MULERO VALENZUELA:
ResponderEliminarOtro enorme beso para ti, mi querido Räfael.
AIC RETSA:
ResponderEliminarÁngel, desconozco la segunda parte, pero según me la describes, tengo muy poco interés de conocerla. Siempre he pensado que "segundas partes" nunca fueron buenas. Es un tópico y habría que conocer personalmente esa 2ª parte, pero valoro mucho tu sentido común, acertado e inteligente de ávido lector que conozco, y confío en tu valoración.
Sí, "orejotas" (jajja) encarna el papel de hombre duro pero también caballeroso, como a nosotras nos gusta, sí. Pero ya puede ser todo lo canalla que quieras, que si no tiene esa capacidad para amar que tiene Rhet, por mí, ya puede ser todo el mármol que me quedo con los "pardillos" como tú dices.
Ahora en serio, creo que tanto hombres como mujeres nos atrae aquello que es más complicado de conseguir, se nos hace más atractivo. Somos así, tan tremendamente humanos y tontitos.
Te dejo suspirando por los ojitos de Scarlett, yo lo seguiré haciendo por la media sonrisa canalla de Rhet.
Besotes, corazón.
SALTAR DEL TREN:
ResponderEliminarUna película legendaria, sin duda. Es un placer que la hayas recordado y disfrutado, MªEugenia.
Un fuerte abrazo.
ALMA:
ResponderEliminarCoincides con la valoración de mi querido amigo Antonio Campillo: película machista y racista.
En cuanto a lo de machista, permíteme que te remita al comentario que le he hecho a él (no quiero volver a repetirme y menudo rollo le he soltado ya a él... :-) )
En cuanto a lo de racista, te doy mi opinión. La novela ( y película) habla de la sociedad esclavista sureña anterior a la Guerra de Secesión pero no creo que lo haga desde el punto de vista machista y mucho menos con veneno, sino desde un punto de vista nostálgico. Las relaciones entre amos y esclavos negros es cierto que se presentan idealizadas: no se describen los excesos brutales que se cometían con los esclavos ni tampoco se pinta una imagen de la esclavitud como institución demoledora de los derechos humanos. Es cierto. Lo que se presenta, al menos en el seno de la familia de Scarlett, es una buena relación laboral entre empresarios y empleados que, esta familia, de algún modo los trata como hombres libres. Esto es así, porque no podemos olvidar que se retrata a los "yanquis" (los que abolieron la esclavitud) como los villanos de la obra. Sin embargo, hay que encuadrar estos aspectos en el contexto de la obra: Margaret Mitchell, mujer blanca y sureña, escribe esta novela en un momento en el que el racismo estaba en pleno apogeo al igual que el Ku Klux Klan. En este contexto tan sumamente radical de la sociedad, la autora escribe una novela que en ningún momento expresa odio hacia los negros ni ataques racistas; al contrario, casi todos (menos uno, el que ataca a Scarlett)los hombres negros son pintados como personas, nobles, generosas, leales, en contraposición al retrato que se hace de algunos hombres blancos a los cuales se les califica de ruines y perversos. Incluso a los defensores de la abolición de la esclavitud, los del Norte, son tratados de hipócritas, como las mujeres casadas con oficiales del Ejército de la Unión, que se burlan de un anciano negro con crueldad y que Scarlett no duda en defender tachándolas de más racistas que los del Sur.
Tampoco es fortuito que el personaje más entrañable de la obra (porque así lo quiso la autora) sea Mami, la niñera negra de Scarlett.
Es cierto también que en la obra subyace la idea de que el hombre negro no es capaz de dirigir su propia libertad y el blanco debe tener con él una relación paternalista (como la familia de Scarlett); y en este punto sí estoy de acuerdo contigo en esa idea de "racismo", pero no podemos olvidar la época en que se concibió esta novela, para poder valorarla con objetividad. Se podría haber presentado la realidad: abusos ante los esclavos negros y Ku Klux Klan a tutiplén, pero esa idea se descarta desde el principio, porque , ami juicio, se quiere crear un mundo de paz entre blancos y negros, en un momento ( y esto es muy importante) donde las cosas no eran fáciles para conseguirlo.
La autora de la novela creció en un contexto completamente racista, y el hecho de que ella no proyecte ese racismo en su novela, sino al contrario, el hombre negro como generoso, leal, honesto, noble, es un argumento para afirmar que, pese a todo, la novela no es racista ya que ese no fue el propósito de la autora. Otra cosa es la mirada actual sobre aquello, donde, sin duda, podremos ( o no) encontrar elementos que sí que nos pueden llevar a ese racismo. Pero utilizando esa medida, podríamos tachar de machistas o racistas gran parte del cine mundial. Creo que las cosas hay que verlas en su contexto.
Muchas gracias por la valoración que has hecho de mi texto. Es un verdadero placer que te haya gustado, Alma.
Un besazo.
He visto esa película, enterita tres o cuatro veces y no sabría ordenar una lista con las mejores escenas; Clark Gable y Vivien Leigh bordan sus papeles, él, cínico pero menos; y ella interesada y fría, y…guapísima. Una gran película con un buenísimo guión, como el de muchísimas grandes películas del Hollywood dorado. Un ejemplo de ello son las frases que has traído hoy a tu blog. Nada que ver con los diálogos de la mayor parte de las películas actuales.
ResponderEliminar¡Ah…! Sin olvidar a Mami, la criada negra, que creo fue la primera actriz de ese color en recibir un Oscar, que ya fue mérito en 1.939. Un abrazo, Marisa.
Me atraparon los fotogramas y me olvidé de un recuerdo. Vaya, ya estoy buscando la película.
ResponderEliminarLugar interesante tu blog.
ResponderEliminarEsta es una de mis novelas y películas favoritas.
Gracias por compartir este trabajo magnifico.
Has hecho completamente tuya la historia, tan tuya y tan personal que sólo por las fotografías y las líneas de diálogo (sin las cuales las sutiles alusiones al Sur, al viento, al incendio serían apenas una intuición) se perfila la verdadera identidad de aquellos dos personajes memorables. Y además has sabido contarla con una metáfora bien trabada, la de la marionetista enredada en sus propios hilos. Un placer comunicarme contigo tras un sábado bloguero con sabor a caos. Un abrazo.
ResponderEliminarA TODOS:
ResponderEliminarDEBIDO A LAS ACCIONES DE MANTENIMIENTO QUE HA TENIDO BLOGGER DURANTE EL DÍA 12, JUEVES, Y LAS CONSECUENCIAS Y PROBLEMAS QUE HA CAUSADO EN MILLONES DE BLOGS, LOS COMENTARIOS QUE HICISTEIS Y QUE HICE DURANTE EL DÍA MENCIONADO HAN DESAPARECIDO. ASEGURAN QUE SE ESTÁ SOLUCIONANDO Y QUE VOLVERÁN A RECUPERARSE. MIENTRAS TANTO, ME VEO EN LA NECESIDAD DE EXPLICAR QUE LA ELIMINACIÓN DE DICHOS COMENTARIOS HA SIDO AJENA A MI VOLUNTAD. ESPERO Y DESEO QUE VUELVAN AL LUGAR DONDE NUNCA DEBÍAN HABER DESAPARECIDO Y, PREVIENDO QUE VUELVA A OCURRIR (AÚN NO SE HAN SOLUCIONADO TODOS LOS PROBLEMAS QUE TIENEN) ESPERARÉ UN TIEMPO PRUDENCIAL EN RESPONDER A LOS COMENTARIOS QUE DEJÉIS.
UN ABRAZO.
No creo que la película ni su acompañamiento, tan acertado, se los lleve el viento… Abrazos cariñosos en el cine de las sábanas blancas.
ResponderEliminarGenial canta a dúo repleto de ironias y sensualidades... Precioso.
ResponderEliminarmi beso
Pues yo soy de los borrados, snif, snif.
ResponderEliminarLo que te decía es que no cometas la locura de leer una segunda parte que se les ocurrió escribir.
A mi el orejotas y la srta. O´Hara me parecían perfectos para los personajes de la novela.
Un besote.
Una gran entrada, Marisa, para una historia legendaria en la memoria del cine: Scarlett y Rhet, aunque personalmente no la considero de las mejores películas de la filmografía mundial.
ResponderEliminarSólo falta la música.
Un fuerte abrazo, Marisa.
lo justo para infiltrarme en medio, aunque otra vez sin mucho que añadir. 238 minutos de película -no he leido el libro, mecachis- deshilachada con magnífica exquisitez. no se me va la relación:
ResponderEliminar"... en ella visteis,
como en las farsas de la vida,que
a estos muñecos,como a los humanos,
muévenlos cordelillos groseros,
que son los intereses,las pasioncillas,
los engaños y todas las miserias de su
condición:tiran unos de sus pies y los
llevan a tristes andanzas;tiran otros
de sus manos,que trabajan con pena,
luchan con rabia,hurtan con astucia,
matan con vilencia.Pero entre todos ellos,
desciense a veces del cielo al corazón
un hilo sutil,como tejido con luz del sol
y con luz de luna:el hilo del amor,que
a los humanos,como a esos muñecos que
semejan humanos,les hace parecer divinos,
y trae a nuestra frente resplandores de
aurora,y pone alas en nuestro corazón
y nos dice que no todo es farsa en la farsa,
que hay algo divino en nuestra vida que es
verdad y es eterno,y no puede acabar
cuando la farsa acaba.(Telón)"
-jacinto benavente-
Me atrapas con tus bonitos posts,
ResponderEliminarsiempre es un placer pasar por tu casa.
te dejo mi saludo y feliz finde.
un abrazo.
REGRESO.
ResponderEliminarHASTA HOY MISMO NO HE PODIDO TENER ACCESO AL BLOG DEBIDO AL PROBLEMA QUE HA TENIDO BLOGGER DURANTE ESTOS DÍAS.
EN CUANTO A VUESTROS QUERIDOS COMENTARIOS, Y LOS MÍOS, DEL DÍA 12 , ESOS SÍ QUE "SE LOS HA LLEVADO EL VIENTO". LO LAMENTO. ASEGURAN QUE VOLVERÁN... ASÍ QUE HABRÁ QUE ESPERAR A VIENTOS FAVORABLES...
MIENTRAS TANTO, RESTABLEZCO LA COMUNICACIÓN CON VOSOTROS Y, DE MOMENTO, LA NORMALIDAD EN EL PROCESO DE COMENTARIOS.
ROBERTO ESMORIS LARA:
ResponderEliminarQuerido Roberto, juego romántico sí, pero con fuertes personalidades encima de la mesa, tan parecidas y egoístas que no sé yo si ese "morir por amor" es posible... Yo diría que no.
Gracias por la valoración del trabajo, amigo.
Un beso enorme.
PILAR:
ResponderEliminarGran largometraje, sin duda. Las primeras veces que intenté verlo siendo muy joven, jamás llegaba a ver la película hasta el final. Pero la vez que lo conseguí, me llevó a la necesidad de verla y disfrutarla unas cuantas (bastantes) veces más.
Un abrazo, Pilar.
JULIO DÍAZ-ESCAMILLA:
ResponderEliminarEfectivamente, amigo, ambos son "cazadores cazados". Scarlett, porque su vanidad, orgullo femenino y frivolidad en alguna ocasión, cae en las redes del poderoso encanto de Rhet. Rhet, el "hombre duro" y deliciosamente canalla en apariencia, también es cazado por los desdenes de esa presa (Scarlett) que no consigue atrapar y eso le desespera; también cae en las redes de Scarlett. Ambos atrapados y luchando por seguir siendo lo que son. Resultado: redes rotas.
Es un placer que te haya gustado la entrada, Julio.
Un fuerte abrazo.
VALVERDE DE LUCERNA:
ResponderEliminarPelea de egos. Efectivamente, Valverde, lo has definido bien. Se quieren de forma titánica, sabiéndolo o desconociéndolo, pero su lucha por seguir siendo ellos mismos sin ceder un ápice a renunciar a lo que son, hace que se rompan...y en mil pedazos.
Muchas gracias por tus palabras y me alegra que hayas disfrutado la entrada.
Un abrazo, amigo.
JO GRASS:
ResponderEliminarHay luchas que ya desde su inicio llevan implícita una derrota mutua. Y esta relación es una muestra de ello. Superponer intereses propios (especialmente Scarlett) por encima del amor o lo que se cree que lo es, no es una receta muy digestiva para tiempos venideros de equilibrio y estabilidad.
Es un placer que hayas disfrutado la entrada, querida Jo.
Un besito.
DESDELATERRAZA-VIAJARALAHISTORIA:
ResponderEliminarLa película estrenada en 1939 fue el reflejo cinematográfico del éxito que tuvo la novela de Margaret Mitchell , publicada en 1936.
La película es bastante fiel a la novela (en un comentario desaparecido por el "apagón" de Blogger del día 11, comentaba alguna diferencia mínima), y eso conlleva lo que mencionar Dlt, los espléndidos diálogos de esta gran película, fruto de esa gran novela.
No siempre (yo diría que casi nunca) la versión cinematográfica de una novela sale airosa, pero en este caso, el guionista Sidney Howard, hizo un trabajo excelente; amén de la interpretación de Clark Gable y Vivien Leigh, o de Mami.
Gran película, sin duda.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo, Dlt.
ODISEO DE SATURNALIA:
ResponderEliminarEse recuerdo ¿se lo ha llevado el viento? :-)
Espero que encuentres la película, una tarde de domingo como esta es ideal para volver a disfrutarla.
Un abrazo, Agustín.
NYNA K.:
ResponderEliminarBienvenida al blog, y gracias por la valoración que haces de él.
Para mí también es una de las grandes películas del siglo XX.
Saludos.
JUAN HERREZUELO:
ResponderEliminarEres muy amable con la valoración de mi texto. Gracias. En realidad solo ha pretendido reflejar la fuerte personalidad de Scarlett (dejando muchos matices en el tintero), personalidad autodestructiva que la lleva siempre a ser ella misma pero a un continuo desastre en la relación que mantiene con Rhet. Sin embargo, sus últimas palabras después del abandono de Rhet, me encantan:
"Hoy estoy muy cansada para pensar, ya pensaré mañana.
Después de todo, mañana será otro día".
Orgullo elevado a una potencia infinitesimal, pero muestra fiel de la resurrección del Ave Fénix.
Un abrazo, Juan, siempre es un placer leerte.
KIMBERTRANCANUT:
ResponderEliminarEstoy contigo. Esta película ni se la llevará el viento ni ningún huracán sediento de hurtos futuros... (aunque con Blogger nunca se sabe... ;-) )
Un besito, Kim.
EL CALIGRAFISTA:
ResponderEliminarValoras muy acertadamente esas citas de la película: ironías repletas de sensualidades. Y añadiría algo más: verdaderos ataques que son verdaderas declaraciones de amor. Ahí creo yo que radica la fuerza descomunal de esos diálogos tan magistralmente puestos en escena.
Besos desde la cara oculta de la dialéctica.
ÁNGEL IVÁN:
ResponderEliminarSí, corazón, tu comentario es uno de los borrados, por eso te agradezco el tiempo e interés que has tenido en volver a comentarme.
Aunque el viento se haya llevado tu comentario, recuerdo perfectamente lo que en él me decías y lo que te dije (si "regresan" tendremos oportunidad de comparar lo que se dijo y lo que se dice :-) ). Me recomendabas que no leyese la 2ª parte de esta novela, y tu recomendación la valoro en extremo porque viene de alguien que devora libros y los interpreta con mucho acierto. Es verdad que para valorar hay que ver o leer por uno mismo lo que se trate en cuestión, pero, en esta ocasión, seguiré tu advertencia.
Por cierto, también recuerdo que te dejé admirando los ojitos de Scarlett mientras yo me deleitaba con la sonrisa canalla de Rhet. Y ahí seguimos... ;-)
Un besote Ángel, y te reitero mi agradecimiento por este detalle de repetir aquello que el viento se llevó.
JANO:
ResponderEliminarLa música, que era lo que faltaba, la has puesto tú. Gracias por el enlace. Volviendo a escuchar el tema de esta gran película iba rememorando fotogramas y diálogos que el viento no se ha podido llevar.
Otro fuerte abrazo para ti, Jano.
KYNIKOS:
ResponderEliminarExcelentemente traído ese fragmento de "Los intereses creados" de Jacinto Benavente. No solo calza a la perfección con los intereses de Scarlett y Rhet (más de Scarlett), sino también se ajusta con precisión al texto que he creado para esta entrada. Te felicito.
El teatro en verso de la comedia de Jacinto Benavente no me atrae mucho, más bien, casi nada, pero tengo que reconocer que el fragmento que me has dejado es realmente magnífico, y muy actual a pesar de casi ese siglo que nos separa de él. Gracias.
Un abrazo.
RICARDO MIÑANA:
ResponderEliminarGracias por tu valoración, eres muy amable. Para mí también es un placer leerte, Ricardo.
Un abrazo.
Marisa, soy bastante mala para repetir los comentarios, pero creo que te acordarás de lo que te dije...
ResponderEliminarporque es un tándem apasionate, personajes con una fuerza increible, él sabe de ella lo mejor y lo peor...y ella sabe lo que quiere en la vida y lo que espera de él...son tal para cual: como el dice: dos malas personas...jajajja...¡ me encantan los dos...
Besos, besitos y besazos, Marisa.
Observo con detenimiento las secuencias, los fragmentos de los diálogos y tus glosas "marisienses" en las que aparecen sabiamente tramadas tu pasión cinéfila y tu mirada psicoanalítica; y empiezo a pensar en un nuevo guion para una "remake" que profundizara en los matices psicológicos de la mítica pareja, contando con tus acotaciones. ¿Qué intérpretes elegiríamos para estos papeles entre los actuales? Ya sé que es una idea descabellada, una osadía utópica, pero...Hagamos propuestas. ¿Qué tal una hollywodiense pareja española? (Me van a "matar"). Si tú fueras la productora, ¿invertirías en este proyecto? ¿Cuál es tu propuesta?
ResponderEliminarBesos al viento, Marisa
Veo que todos estamos muy afectados por lo que sucedió con blogger, lo más insólito le sucedió a un amigo que vio publicada una entrada que no era suya... En fin.
ResponderEliminarBien elegidos los trechos, qué juego de interpretaciones, qué diálogos, qué película. Hoy todo es más técnico, pero de esa calidad, muy poco.
Te dejo un beso enorme.
Humberto.
MARIÁN:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu segunda visita; claro que me acuerdo de tu comentario (del que te hice, no).
Los dos hacen un tándem perfecto, tal cual como los has definido, Marián. Quizás no sean modelos ejemplares de conducta pero ambos saben cómo son mutuamente, y lo aceptan y padecen. No hay sorpresas en su relación porque ambos saben del egoísmo del contrario, excepto en el final de la historia, cuando Scarlett descubre que Rhet puede prescindir de ella; aunque si quieres mi opinión, si la película hubiese tenido cinco minutos más de metraje, volverían otra vez a estar juntos. Ya sabes, esa fuerza magnética e irresistible de la que ningún mortal puede salir ileso.
Muchos besos, Marián.
MIGUEL COBO:
ResponderEliminarMe ha hecho sonreír esa expresión tuya de "glosas marisienses", aunque tengo que aceptar la denominación ante tal evidencia...
En cuanto a tu propuesta de transladar esa pareja a la actualidad, eligiendo actores españoles, la sugerencia que haces al respecto, "la famosa pareja española hollywoodiense" me parece magnífica. Tu "maldad" no sé si será tal maldad pero es muy atinada y nada descabellada. Ella bordaría el papel, Él, ni te digo... Si fuera productora invertiría en el proyecto, sin duda.
Ahora bien, creo que la pareja de Clark Gable y Vivien Leigh son insustituibles; cualquier sustituto de ellos perdería todo el encanto que estos personajes convertidos realmente en uno, tuvieron y tienen. Mi propuesta no puede ser otra más que Ellos.
Tu propuesta sobre el tema me parece interesante y divertida, querido Miguel. Si alguno de los comentaristas se anima a ello, será bien recibido (aunque no creo que supere la que has hecho tú).
Espero que el viento te lleve mis besos, amigo.
HUMBERTO DIB:
ResponderEliminarSí, Humberto. Los comentarios que dejasteis el día 12 a partir de una determinada hora han desaparecido todos. Bueno, me fastidia por vosotros pero...que todas las catástrofes sean de ese rango.
Tienes razón en que hoy las películas son más "técnicas" y avanzadas en efectos, pero los conseguidos en "Lo que el viento se llevó" son únicos e irrepetibles. Su encanto y su atmósfera siempre tiene un efecto prodigioso.
Un besote. Humberto.
En la versión oficial, la que fue estrenada, Rhet le dice a Scarlett:
ResponderEliminar"Francamente querida me importa un bledo"
David O'Selznick quiso poner:
"Francamente querida, me importa un carajo"
No le dejaron, y es una pena porque esa es la contestación lógica para el carácter de Rhet.
Buen texto.
Saludos.
Qué buen texto, Marisa. Me gustan los rescates de este tipo, la reelaboración y resignificación. Qué cosa cuando el orgullo lo nubla todo. Me gustaron las citas elegidas y la narración que hiciste a partir de ellas, disfruté de la lectura.
ResponderEliminarUn abrazo, compañera, y buena semana también para vos.
JAVIER:
ResponderEliminarRecuerdo que cuando publiqué este texto en el blog del amigo Kine, me comentaste este aspecto que, desconocía completamente.
Comparto tu opinión, quizás el "bledo" suene algo cursi, pero el "carajo" me resulta un poco elevado para el tono de la película, que no para el carácter de Rhet, como apuntas.
Gracias por aportar este interesante matiz, Javier.
Un abrazo.
NOELIA:
ResponderEliminarPues yo también disfruto sabiendo que te han gustado narración y citas. El orgullo y, sobre todo, el egoísmo, lo nublan todo como dices. Efectivamente.
Un abrazo, Noelia y buena semana también para ti.
A dios pongo por testigo: es una curiosísima recreación del tira y afloja emocional que desde 1939 nos enseña qué es el erotismo (sólo basta con leer la película entre líeas y con los parámetros de hoy día).
ResponderEliminarEse pos, descuida, Marisa O'Hara, nunca se lo llevará el viento: demaisdo inteligente.
Abrazo,
AG
Andube por aquí antes, pero las reparaciones decididas sin aviso y otras cosas que pasan me impidieron dejar comentario. Me gustó mucho la descripción de la mujer como titiretera, las forma en el que hilvana esa descripción de abusadora de su encanto. Y seguiremos tu sugerencia. Besos.
ResponderEliminarALBERTO GRANADOS:
ResponderEliminar¿Marisa O'Hara? jjajja. Me encanta. Reconozco que en mis años de adolescente pava admiraba a esa Scarlett y me atraía ser como ella, pero hoy día no está la cabeza para tanta bobada...:-)
Yo creo que más que erotismo, la película es toda una apología de la seducción, tanto femenina como masculina y, pensando en ello, llego a la conclusión que, después de más de 70 año, las cosas no han cambiado mucho en ese terreno.
Muchas gracias por tu valoración, Alberto.
Un abrazo O'hariano.
JAVIER F.NOYA:
ResponderEliminarSí Javier, el "apagón" Blogger del fin de semana nos impidió a muchos (a todos) dejar comentarios en blogs amigos (y casi mejor, porque los que se dejaron, se los llevó el viento...).
Ella abusa de su encanto, estoy de acuerdo en lo que dices, pero Él no lo hace menos. A ella se le nota, Ël lo enmascara en la pantalla de "tipo duro" y "me duele la cara de ser tan guapo". Pero ambos son iguales. Quizás Scarlett sea menos honesta a mi juicio, pero ambos participan en partes iguales en el arte de la seducción.
En cuanto a la sugerencia del blog de Kine, no te arrepentirás.
Un besito, Javier.
Una batalla intemporal; masculino y femenino.
ResponderEliminarEs maravilloso estar un día del lado de Scarlett, a al siguiente con Rhet. Magníficos e indomables. Lo único claro es la sensualidad que les quema los ojos en cada escena juntos.
Merece la pena vivir por ese límite. Por amar y odiar con la misma fuerza.
Un beso
Parece que lo que el viento se llevó fueron algunos comentarios, jeje... No pasa nada. Tan sólo decirte que estoy muy agradecido por el gesto que tuviste entonces enviándome esta entrada para el concurso, y por las palabras que ahora me dedicas. Todavía no he vuelto a ver esta peli desde hace unos cuantos años y creo que ya va tocando. Me encantó la forma en que nos contaste la historia; tienen una fuerza esos diálogos... Una de las mejores publicaciones que han pasado por mi blog. Muy grande, Marisa.
ResponderEliminarEternamente agradecido. Besos.
INOCENCIA MONTES:
ResponderEliminarMuy bien calificada a esta parejita: "magníficos e indomables". Dos personalidades trazadas e interpretadas de manera magistral: aman y "odian" con la misma fuerza.
Totalmente de acuerdo con lo que dices y sugieres, Inocencia.
Un beso.
LILY:
ResponderEliminarMuchas gracias por la invitación, Lily. Me pasaré por tu blog para sumergirme en ese romanticismo que tanto me gusta.
Un beso.
KINEZOE:
ResponderEliminarSí, querido amigo Kine, lo que se llevó el viento fueron vuestros queridos comentarios; también los míos, pero yo ya estoy cansadita de oírme...:-)Lo lamento por los vuestros.
No tienes que agradecer nada. Para mí fue un placer poder asomar tímidamente mi cabecita por tu blog con una mirada sencilla de una película que me gusta como esta, y que me hicieras un hueco entre tus realmente buenos y precisos análisis cinematográficos. Mis conocimientos sobre el cine son los justitos, por eso soy yo la que te agradezco ese amable huequecito y, más aún sabiendo que esta película no te gusta mucho...jjjeje.
Y en cuanto a las palabras que te dedico, te las tienes más que merecidas. Solo describo lo que leo en tu cálido y magnífico blog.
Un montón de besos, mi queridísimo Kine.
Existen peliculas que quedaran mucho tiempo en la memoria, me encanto el texto....aunque para ser honesta lo encontre un hombre dificil de amar, pero quizas eran tal para cual...me parecio revivir las escenas...muy bueno.
ResponderEliminarbesos,
Me encantó...yo también soy de pensar así cuando veo peliculas y me dió risa encontrarme con esta particularidad que pense que era solamente mía.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Me encantó la obra re interpretada, asi veo como entienden todo esto que acontece y ver si coincidimos o no en las ideas.
Besos mil...
PATRICIA:
ResponderEliminarSin duda esta película resistirá los inviernos del tiempo.
Me alegra que te haya gustado el texto, Patricia.
Y yo también seré honesta contigo: este hombre es inevitable de amar. Sus lacras son pura apariencia, su interior es pura seducción. Aquí no coincidimos...
Gracias por tu visita.
Un beso también para ti.
MUCHITA:
ResponderEliminarNo solo las películas son reinterpretables y "literaturizables", todo lo que nos rodea, el mundo por completo es fértil fuente de inspiración. Y lo mejor...sin duda, su multiplicidad de lecturas e interpretación.
Coincidimos en actividades literarias, por lo que veo... ;-)
Besos.
¡Formidable! No es una de mis películas favoritas... pero, aún así, forma parte de mi vida, la veo siempre que cuadra y no me cansa. Y el secreto está ahí, en la relación entre dos personajes tan enormes como Reth y Scarlett. ¡Qué bien has sabido pincelarlo, qué trazos más delicados! Siempre es un placer leerte, Marisa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pd. Yo sigo presa del tiempo... pero estoy por aquí. Aunque tarde en dar señales de vida.
Hola,
ResponderEliminarTe he dejado un regalito en mi blog, pásate cuando puedas. Besos
Marisa, acertadas y punzantes reflexiones en torno a la psicología de Scarlett O'Hara y en ella un estereotipo femenino vinculado a la caprichosa manipulación y a la fría vanidad. Se encontró con un igualmente ególatra y soberbio Reth.... entre tantoegoísmo se hace imposible la supervivencia del amor. La guerra de fondo es un espejo de ellos mismos o, al revés. ¡Que libro y que película ¿eh?... y ambos ¡tan bellos!. Esa última frase de la peli y que tu rescatas aquí es muy sabia... "a lo hecho, pecho".
ResponderEliminarMuchos besitos!
Marisa qué bien has relatado, con tu genio, con tu magia, estas maravillosas escenas; una lucha entre gallos de pelea, y personas autointeresadas.
ResponderEliminarHas descrito perfectamente estos dos grandes personajes, ya casi históricos, por que forman parte de un pasado cercano.
Saludos.-
XIBELIUSS:
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Xibeliuss. Gracias por tu amable valoración.
Y no te preocupes, aunque no estés, estás.
Un abrazo hacia Sanabria.
AIRAMA:
ResponderEliminarMuchas gracias por ese Premio. Ahora lo recojo y lo colgaré de mi blog como muestra de agradecimiento.
Yo lo paso A TODOS los comentaristas y seguidores de mi blog (los que me conocéis hace tiempo, sabéis que soy bastante "sintética" con este tema de los premios).
Te reitero mi agradecimiento, compi.
Un besazo.
EVA MAGALLANES:
ResponderEliminarLos adjetivos que utilizas para caracterizar a Rhet y Scarlett me parecen más que apropiados. Y esa comparación de la Guerra de Secesión con la Guerra de Amor de esta pareja me ha parecido un gran acierto por tu parte.
En cuanto a la frase de Scarlett, "Ya lo pensaré mañana", tengo que reconocer que me encanta, es una verdadera receta de vida y de supervivencia en esta jungla.
Muchos besos para ti, Eva.
ENRIQUE G.A.:
ResponderEliminarPues es un placer que te haya gustado este análisis literario de personalidades, Enrique, gracias por tus amables palabras.
Saludos cordiales.
Aqui amica mia te robaron mi comentario, porque yo vine lo pasé genial reviviendo película y más descubriendo tus sensaciones
ResponderEliminarUN BESO
40AÑERA:
ResponderEliminarLo sé, corazón, tu comentario fue uno de los bastantes que se perdieron a causa de las operaciones de mantenimiento de Blogger.
Te agradezco tu segunda visita, eres una joyita.
Me alegro de que disfrutaras de esta entrada.
Besos y todo mi cariño.
marisa,
ResponderEliminarcon respecto a jacinto benavente coincido contigo de pleno. de él sólo me son salvables el prólogo de "los intereses creados" -y no entero- y el epílogo de esta entrada...bueno, en fragmentos determinados, más que salvables.
pareciera que dejara un par de gotas de nectar entre tanta hojarasca.
abrazo.
KYNIKOS:
ResponderEliminarYo también estoy totalmente de acuerdo contigo. Con todos mis respetos a Jacinto Benavente y a la época, su teatro era uno de los que triunfaban en aquellos años (junto a Pedro Muñoz Seca y el "astracán", Eduardo Marquina, Francisco Villaespesa...), porque era un teatro destinado a la pura diversión desenfadada del pueblo, que no quería dramas psicológicos porque no los entendía. El verdadero teatro renovador de quella época no triunfó como el de Vall-Inclán y "Luces de bohemia", donde se presentaban en escenas problemas sociales y políticos que al pueblo no le interesaban demasiado.
En fin, que me encanta que hayas hecho esta apreciación.
Un fuerte abrazo.
Has reescrito con tu particular estilo, tus finas observaciones este inolvidable episodio de la epopeya de Margareth Mittchel. En la traducción que yo leí ponía: "Francamente, querida, me importa yn pimiento". Y el impacto de la novela me hizo recordar las palabras finales "Después de todo, mañana será otro día", como recuerdo el famoso "Mierda" de "El coronel no tiene quien le escriba".
ResponderEliminarEs un gusto haber conocidoo a alguien de tu apasionamiento y sensibilidad literaria.
Un abrazo.
EL JARDINERO DE LAS NUBES:
ResponderEliminarSí, algún comentarista más ha comentado que ese "bledo" sustituyó a un "carajo", y en la novela (no lo recuerdo) apuntas que en la traducción que leíste era "pimiento". Bueno, amigo, bledo, carajo o pimiento sirven para decir lo que todos entendemos, "ahí te quedas...".
Sin embargo, como bien apuntas, el orgullo de Scarlett no permite que esa frase sea la última palabra, añadiendo que ya lo pensará mañana.
Magistrales diálogos, sin duda, que han traspasadp el tiempo.
Para mí también es una suerte haber conocido a alguien que no se queda atrás en ese apasionamiento y sensibilidad literaria.
Un fuerte abrazo.
Interesante tu visión de ese gran Clásico. Y la señora Gepeto se encontró un taller vació con muchas cuerdas rotas. Saludos.
ResponderEliminarMOBTOMAS:
ResponderEliminarTambién es interesante para mí esa imagen que has hecho de la señora Geppeto con un taller de cuerdas vacío...;-) Me ha gustado...
Saludos y gracias por tu visita.