sábado, 15 de mayo de 2010

PALABRAS COMO ESPADAS



Una caricia nunca llega hasta el alma, una ofensa, la taladra.

Cuando oyó el ruido de la puerta cerrarse de golpe tras él como estallido de bomba que anuncia un infinito silencio de muerte, sintió el alivio de los cipreses que intentan besar el cielo. Por fin se había ido, aunque en las huellas de su fuga había quedado un rosario de lastimeras palabras con cuentas hechas de coronas de espinas.

Se acurrucó, como cuando siendo niña se sentía triste, frente a la pared del dormitorio, convirtiéndola en su propio muro de las lamentaciones. Sintió como un ensordecedor silencio penetraba por sus oídos como agua bautismal que redimía los aullidos de lobo que acababan de pasar por ellos. El aire que respiraba le producía dolor porque estaba empapado aún de palabras de acero afilado que flotaban en la atmósfera de la habitación. Quiso llorar, pero no pudo.

Una lengua carnívora había devorado con avidez, minutos antes, la dignidad de la mujer que ama con un único propósito, el de amar. Esos labios masculinos que antes desearon arrullarla con una balada de caricias, ahora arrojaron incandescente lava justo donde antes habían posado besos de mariposas. Los ojos que tantas veces la habían envuelto en arena húmeda de playas ignotas, eran ahora tempestades arribando a la orilla cargadas de reproches y de palabras tormentosas que descargan con furia el granizo que llega de las regiones frías. Esas manos que habían tatuado sus huellas de deseo en las parcelas abismales de su piel, se habían convertido en flechas amenazantes robadas del carcaj de Cupido.

Las palabras no se las lleva el viento, son hijas del fuego que devora la seda con voracidad; el viento sólo arrastra sus cenizas hasta depositarlas en el mar para que sean consoladas por un vals de olas que, en un cortejo fúnebre las entierra en las profundidades del océano que calla. Pero siguen ahí.

Con la lentitud de la tristeza, se incorporó y fue limpiando sus ropas ultrajadas de la sintaxis de cuchillos. Recorrió cada rincón de la casa recogiendo ofensas de rosas mustias, no quería dejar ni una sola semilla olvidada que con el paso del tiempo germinara clandestinamente entre las sábanas de su alcoba, o en la alfombra de la chimenea, o en el cojín del sofá, incluso recogió las espinas de esas rosas que aún flotaban en el café recién hecho de esa mañana. Y cuando hubo terminado su labor de resurrección de Ave Fénix, hizo un ramillete con esas rosas ajadas y las depositó en el adiós del amante que las pisoteó. Sacudió por la ventana su corazón de alguna hojarasca que aún había quedado y regó con lágrimas el nuevo pensil de flores calladas que colgó en la mirada de sus ojos.

Y la noche silenció la batalla de palabras como espadas. Se unió a la gesta de mujeres sin nombre que como ejército de espectros en la oscuridad salían valientes del exilio de sus tumbas violeta, cuando caía el sol, con el fin de recoger las cobardes espinas de rosas muertas, en un intento de evitar más heridas carmesí en el camino de frutas prohibidas que transitaban las hijas de Eva buscando el Paraíso terrenal.

38 comentarios:

  1. bravo Marisa, "Una caricia nunca llega hasta el alma, una ofensa, la taladra"
    cuando el maltrato es verbal y psicológico, ya el dolor es sufrimiento y someterse a padecerlo
    parte de una enfermedad compartida.Borrar los rastros de tales crímenes de la memoria y la mirada cotidiana es parte de una sanidad humanizada.
    Prosa poética, me gustó mucho!!

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  2. Querida Marisa, éste impecable relato, descripto de forma minuciosa, nos muestra una cotidianeidad, muy común en éstos días (lamentablemente)
    Pero le has agregado tantos matices, pincelados magistralmente, que por muy crudo que se tornaba, en ningún momento dejó de asombrarme la fuerza y la valentía del personaje.
    Una total reivindicación a todas las Evas!!

    Eres genial!! besos!!

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  3. Triunfo miserable del hombre que daña a una mujer de hecho o de palabra ¿Quién le dará una medalla, en que podio levantará sus brazos? Y aunque se mienta y justifique su reacción, ¿qué valor tendrá su vida sin amor? Ni siquiera el rayo lastima a la tierra, la fecunda y bendice porquer ella es hembra.
    Besos, amiga, me hace muy bien "leerte".

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  4. Un relato muy bien escrito,Marisa...
    Hay un sello muy especial en la literatura de mujeres escrita para mujeres.
    Digo escrita para mujeres porque no hay nadie mejor que otra mujer para saber de qué trata esta historia.

    Creo que lo has descrito a la perfección. Me quito el sombrero,si es que me aceptas esa expresión.
    Un abrazo y feliz domingo.

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  5. Lo has definido muy bien, HORACIO,"someterse a padecerlo parte de una enfermedad compartida".
    A mí también me han gustado tus palabras.
    Un abrazo.

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  6. La valentía es el ingrediente básico de los milagros, ADRIANA. Me alegro de que te haya gustado. Siempre es un placer tenerte por aquí.
    Besos.

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  7. ROBERTO, tu reflexión no puede ser más hermosa y acertada. El placer es mío al leerte.
    Besos, amigo.

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  8. Gracias por tu valoración y tus palabras, ISABEL, aunque no creo mucho en eso de la literatura para mujeres pero entiendo perfectamente lo que dices.
    Un fuerte abrazo.

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  9. Qué puedo decir yo que no hayan expresado con tanta justeza y tanto cariño estas personas, tus fieles seguidores, amantes de la buena letra, el culto a un arte que se desprende de tus manos, personas que, con gran cultura, vuelcan las más que merecidas felicitaciones por tal obra mágica plasmada aqui. comparto con todos ellos y dejo mi humilde huella. Un abrazo del alma a la gran escritora.

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  10. Bien descripta está la resiliencia con que las personas heridas se reconstruyen a sí mismas y levantan sus propios pedazos esparcidos en el suelo con la absoluta certeza de que nadie va a levantarlos por ellas.
    Bien escrito, saludos, un gusto pasarme.

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  11. Pareciera reflexión, pero es relato; pareciera relato, pero es testimonio; pareciera testimonio, pero es la propia alma humana, tan dada a mudanzas y veleidades. El amor tiene un pilar sobre el que se sustenta y que si se quiebra acaba destruyéndolo: el respeto.

    Textos como el tuyo son cada vez, por desgracia, más necesarios. Hermosa ilación de metáforas. Cumplen su objetivo y transmiten la sensación que pretenden.

    Un abrazo y mi gratitud nuevamente.

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  12. Me ha encantado sobre todo el penúltimo párrafo, la descrpción de la recogida de los antiguos restos. Un relato hermoso y valiente.
    Así debe de ser.
    Un abrazo, Marisa

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  13. FRANCISCO, muchas gracias por tus amables palabras, siempre es un placer tenerte por aquí.
    Un fuerte abrazo.

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  14. NOELIA, estoy de acuerdo contigo. Somos más fuertes de lo que realmente creemos, y cuando te caes sólo te queda un camino: levantarte.
    El gusto es mío por tenerte por aquí.
    Un abrazo.

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  15. Sin duda un relato original y bien traído...(todo esto aderezado por una preciosa foto de blog) Enhorabuena

    Mangédoc

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  16. JARDINERO DE LAS NUBES: el texto es completamente ficción, no testimonio personal afortunadamente. Pero la ficción que relato, desgraciadamente es más real que lo que quisiéramos.
    Lo has resumido muy bien: el respeto es el pilar del amor y de cualquier tipo de relación.
    Gracias a ti por tus palabras, siempre bellas y acertadas.
    Un fuerte abrazo, amigo.

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  17. XIBELIUSS: la recogida y limpieza de malas hierbas es fundamental para que el jardín florezca sano. Me alegra mucho de que te haya gustado, y te agradezco tu interés y paseo por mi blog.
    Un fuerte abrazo, paisano.

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  18. Gracias por tus palabras MANGEDOC. En cuanto tenga un rato, más que ratito, me pasearé con tu permiso por tu blog.
    Bienvenido.
    Un saludo.

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  19. Marisa: ¡BRAVO!, un relato conmovedor de una autentica lacra social de nuestros días.
    La primera frase es lapidaria y hermosa.
    Como siempre magnificas tus palabras.
    Bezasos

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  20. CUARENTAÑERA: frase lapidaria, dura, triste, gélida... y real como la vida misma.
    Gracias por tus, siempre, gratas palabras.
    Besazos, guapa!

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  21. Hay muchas huellas que un hombre puede dejar en una mujer y esa que comentas es de las peores, sin duda,deleznable, insultante para la raza humana, humillante,con esa bajeza moral y prepotencia verbal que les anula como hombres y les convierte en bestias. Como dices hay palabras que taladran el alma más que cualquier contacto físico porque casi siempre lo que más duele no son los golpes en el cuerpo sino los golpes en el alma, en ella quedan marcadas los miedos, las angustias pero también los placeres y alegrías, aunque las secuelas de lo canalla siempre dejan un rastro de hiel perenne. Cuando el hombre despoja a la mujer de su dignidad,de su confianza, de su honor... solo queda el esqueleto tambaleante de esa mujer que fue, y que ahora ha de comenzar a reconstruirse desde sí misma, desde dentro hacia afuera devolviéndose su amor propio, superándose a sí misma, reencontrándose con su propio ser, ese que ya no era y que ya no es, juntando los pedazos de ese espiritu de cristal, ahora roto, de esas emociones que le fueron robadas y que una vez cicatrizados los daños reconocerse en el yo que por fin será.
    Relato duro, desgarrador, pero redimida al final por su propia fortaleza y con el ánimo aunque doliente de intentar no sucumbir a su propia nulidad.
    Relato plagado de emociones que se clavan como cuchillos en el alma, pero siempre con esa esperanzadora estela de renacer y mirar al frente. Un verdadero placer leerte siempre, Marisa. Tus narraciones aparecen como auténticas alhajas para el disfrute de ese duende que es el espiritu. Felicidades.

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  22. Mi querida BEA ¿qué más puedo añadir a lo que has dicho? Tienes una sabiduría que siempre me impresiona, lo sabes.
    Sí me gustaría añadir que este tema no tiene sexo, lo sufren tanto mujeres como hombres, pero es obvio que las primeras mucho más y peor.
    Gracias por tus palabras, amiga, como siempre bellas, bellas, bellas.
    Un fortísimo abrazo.

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  23. Hola Marisa, hace mas daño la humillación de la palabra ,que los propios golpes del maltratador las palabras hieren el alma, y los sentimientos y te anulan te quitan la autoestima ..... los golpes son herídas del cuerpo y sanan, las palabras te entierran en vida y te dañan el alma rota en pedazos de quien es maltratado , niños jóvenes, mayores y ancianos y también maltrato de animales .....
    Un escrito muy bueno para concienciarnos de las malas hierbas, hombres y mujeres que son maltratadores y hacen daño que son frustrados de la vida , no se quieren ellos , ni quieren a los demás....y hacen daño, por desgracia el mundo esta lleno de ellos.
    Basta ya de maltratar....al mundo.

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  24. Hola Haudrey, venía yo para devolverte la visita, con la curiosidad de la foto de tu avatar bloggero y me encuentro a una cuentista de fondo y contenido, con una historia con mensaje entre líneas, explicado al detalle sin usar palabras habituales.
    Con tu permiso, dejo el cepillo de dientes en tu casa por que creo que pasaré alguna que otra noche leyendote.
    Un beso Marisa

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  25. Tu relato redibuja la esperanza y el tono que le das me parece soberbio. Me ha fascinado ese mensaje velado que impulsa a seguir adelante. Cómo debe ser!. Estupendo relato

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  26. Pienso igual que tú, MA, el maltrato psicológico es más cruel que el físico, aunque ambos no tengan medida a la hora de censurarlos.
    Un abrazo.

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  27. Bienvenido JOSEP, mi casa es tu casa.
    Un beso.

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  28. Muchas gracias por tu comentario, SABELA. Has captado muy bien el mensaje que, más que denuncia, es fuerza y valor para superar situaciones que nos anulan la dignidad.
    Un fuerte abrazo.

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  29. Que bien que escribes! es un placer leerte!
    simpre lo dije: con las palabras puedes construir o destruir. Lamentablemente es más fácil la segunda.
    Saludos desde el fin del mundo!

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  30. Marisa, sí, las palabras pueden ser cuchillos letales tal y como bien describes poéticamente en el relato, una realidad-ficción estremecedora y dramática que toda Eva (y también todo Adán)ha tenido que experimentar más de alguna vez. Está muy bien escrito y el penúltimo párrafo me parece excelente, ahí me conmoví del todo. La mujer del relato tiene la sabiduría necesaria para recoger hasta la última palabra del desamor y dejarla ir lejos de si y de su casa.
    Un fuerte abrazo!

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  31. Gracias, William, es un placer que te haya gustado. Estoy contigo: las palabras son un arma muy poderosa...
    Saludos hacia la Patagonia!

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  32. EVA, esa sabiduría de la que hablas es instinto de supervivencia ¿no crees?
    Muchas gracias por tus palabras, es todo un halago para mí que mis palabras te hayan conmovido.
    Un fuerte abrazo.

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  33. Marisa bello relato. Tienes fuerza en tus letras.

    Esa mujer de la historia es igual a las que día a día intentan renacer de sus amores perdidos.
    Un cariño.

    mariarosa

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  34. Muchas gracias por tu vista y tus palabras.

    Las palabras pueden ser muy poderosas y destructivas o ser humo que se disipa (como las de un político), el primer párrafo de tu escrito encierra muchísima verdad.

    En fin, lo dicho, gracias y un abrazo.

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  35. MARIAROSA, todos somos más fuertes de lo que realmente pensamos.
    Me alegro que te haya agradado.
    Un abrazo.

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  36. BOGART, las palabras son muy importantes, tienen mucho poder. Nunca hay que subestimarlas. Son el punto de partida de la comunicación o incomunicación. Estoy contigo.
    Gracias por tu visita.
    Un abrazo.

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  37. Esas faltas de respeto expresadas por las palabras que hacen tanto daño como los físicos gestos, que se han de resarcir por la fuerza de la persona que por desgracia las ha de sentir, para no caer en las mismas equivocaciones.
    Lenguas frustradas que desahogan su impotencia. Callando se harían mas favores.
    Me encantó tu relato, un fuerte abrazo Marisa.

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  38. TONY, lo resumes muy bien: lenguas frustradas que desahogan su impotencia.
    Es un halago que te haya gustado.
    Un fuerte abrazo para los bellos acantilados del este!

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