Fotografía: Marisa vegas
MIRADAS
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¿Qué
miras? -preguntó Armando mientras observaba los ojos de Jacaranda fijos en las
olas del mar.
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El
tiempo -respondió ella pausadamente sin dejar de centrar su retina en el
horizonte.
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¿Y
qué ves? -insistió desconcertado el hombre.
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Fantasmas,
-respondió ella- fantasmas que no visten de blanco sino con la túnica del
pasado que hace daño con sus mordiscos de dientes afilados.
Jacaranda intentó retener una lágrima
que amenazaba con resbalar hasta la comisura de sus labios pero no lo
consiguió. Cuando sintió su humedad, la besó.
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El
pasado es mejor tenerlo bien amarrado -sentenció Armando, haciéndola volver a
la realidad.
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El
pasado es el tatuaje inexorable del hombre, -dijo ella volviendo su cabeza y
clavando sus ojos fijamente en los ojos de él- ¿puedes tú hacer algo al respecto?
El pasado está lleno de fantasmas...
ResponderEliminarSon como los sueños olvidados, imposibles...
El Tiempo es la brecha abierta hacia el infinito...
Un beso, Marisa.
MARIÁN:
EliminarMe gusta la definición que has dado de "tiempo", Marián.
Gracias por pasarte y encantada de volver a saludarte.
Un besote.
Interesante escrito que reflexiona sobre el pasado. Precisamente, es como un tatuaje inexorable.
ResponderEliminarSaludos,
MARÍA JOSÉ FLORES:
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Bienvenida al blog, Mª José.
Saludos.
Siempre pienso que somos las tres cosas, pasado, presente y futuro. Que la idea de vivir el presente puede llevarse a cabo pero de cierta manera parcial, no podemos quitarnos quienes somos de encima, ni podemos caminar sin rumbo, venimos de un pasado y vamos a un futuro. Beso, Marisa, un gusto pasarme por aquí y leerte. Buen inicio de semana.
ResponderEliminarNOELIA ANTONIETTA:
EliminarComparto totalmente ese tripartito eje temporal que nos forma (y desforma).
Un beso, Noelia.
Coincido con Noelia: somos pasado, presente y futuro. El pasado nos ha hecho como somos, el futuro no está escrito y el presente... el presente es lo que en verdad somos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Marisa
XIBELIUSS JAR:
EliminarAsí es, Xibeliuss, tres ejes temporales completamente indisolubles.
Otro fuerte abrazo para ti.
¡Has vuelto!¡Qué alegría, Marisa!
ResponderEliminarEl pasado no solucionado pesa, es un terrible lastre del que es mejor liberarse. No creo que Armando esté por la labor. Y Jacaranda debe hacerse cargo de lo suyo, además, sin esperar que Armando actúe primero, entendiendo que él tiene parte activa en ese pasado.
Un abrazo grande
MYRIAM:
EliminarEspero que el tiempo me permita que el regreso sea largo, querida Myriam...
Jacaranda debiera arrojar ese pasado al fondo del mar, soltar lastre. Solo navegando se crea futuro.
Otro abrazo para ti, Myriam.
Buen símil, el pasado es el tatuaje inexorable del tiempo, cuesta arrancarlo, aunque según parece lo mejor es guardar los tragos amargos en el cajón del olvido.
ResponderEliminarMe has dado una gran alegría volviendo a publicar.
Un abrazo muy grande.
VALVERDE DE LUCERNA:
EliminarEl pasado siempre está lleno de futuro...
Gracias por pasarte, Valverde. Espero que el tiempo me deje publicar con la frecuencia que me gustaría.
Otro abrazo grande, grande para ti.
Sobre que el pasado deja huella en el hombre, no cabe duda. Lo dice el historiador (o el político) cuando al hablar de las fronteras dice que son las cicatrices que la historia deja en la piel de la tierra; o el novelista cuando uno de sus personajes principia diciendo: yo, señor, no soy malo, pero no me faltarían motivos para serlo; o el militar cuando advierte desde lo alto de las pirámides: cuarenta siglos os contemplan. Y aunque tendemos, en el mundo de hoy, a mirar hacia adelante, sin volver la vista atrás, como si fueramos a convertirnos en estatuas de sal, nada más cierto que somos en parte fruto de nuestra experiencia.
ResponderEliminarSaludos.
DLT:
EliminarTatuajes, cicatrices o pasado, todo ello está escrito en nuestro ser. Somos pasado para seguir siendo presente y ser futuro.
Encantada de volver a saludarte.
El pasado, aunque no queramos, siempre formará parte de nosotros, deja huella profunda y ni el tiempo es capaz de borrarlo.
ResponderEliminarSi es bueno, nos ayudará a seguir caminando con su recuerdo y dando gracias por haberlo vivido, si por el contrario es malo, será un lastre del que no podremos deshacernos.
¡Tanto tiempo sin saber nada de ti!
Hoy te he visto haciendo un comentario a un amigo común y me ha faltado tiempo para venir a dejarte un fuerte abrazo.
kasioles
KASIOLES:
EliminarA mí también me alegra el saber de ti, Kasioles. Gracias por pasarte. En cuanto tenga un ratito me paso a deleitar tus suculentos manjares.
Un fuerte abrazo
¡Qué alegría me has dado!
ResponderEliminarAgradezco mucho tus letras.
Intentaré no perder el sendero que dejas.
Cariños y buena semana.
kasioles
Aunque somo el pasado puesto al día, no conviene mirar continuamente ese pasado. Sucede lo que en tu relato: se ven demasiados fantasmas. Saludos
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