domingo, 8 de enero de 2012

LA BUENA NOCHEBUENA



Para todas las abnegadas madres que han hecho posible
que  la Nochebuena sea Buena de verdad
.

LA BUENA NOCHEBUENA 


Está sentada a la mesa. Junto a ella, su silencio.

Sus ojos cansados de inviernos gélidos observan y escuchan plácidamente las conversaciones de los comensales. No entiende muy bien lo que significa “es mejor el iphone que el ipad” o que el “IRPF nos dejará temblando este año”. Ella solo está pendiente de que las viandas pensadas desde hace días y preparadas desde hace horas,  estén perfectamente presentadas en la mesa y deliciosas para los paladares que las degustarán. Espera su beneplácito. Ese es el único premio que anhela.

Su hija mayor es la primera que alaba esa sopa de mariscos que ya es un exquisito clásico en Nochebuena. Ella sonríe y encuentra la excusa perfecta para integrarse en la conversación explicando los pormenores de tan deliciosa receta gastronómica. Se siente satisfecha ante la victoria de la primera batalla de la cena.



La preocupación la invade cuando su nuera rechaza, con amabilidad, el salmón con salsa de piñones que ha estado preparando toda la tarde. Su hijo menor lanza una mirada atravesada a su mujer mientras esta le responde en voz alta,  ya sabes que no me gusta el pescado. Si nunca te lo he visto probar, contesta él en defensa de ese cariño que sabe que su madre ha incluido como ingrediente principal del plato. No importa, responde la madre-suegra, también hay un segundo de carne ya pensado para aquellos que lo prefiráis. Ella, no solo ha elaborado la cena sino que ha previsto todos los imprevistos previsualizando lo imprevisible. El solomillo con arándanos llega a la mesa. No hay escapatoria, la nuera se lo come. Algunos, declarándose profundamente carnívoros, optan por degustar también el segundo manjar. Ella, se siente feliz mientras un brillo inunda sus ojos.

Se levanta mil veces de la mesa: el Albariño para el pescado, El Ribera de Duero para la carne. Yo no tomo alcohol, le dice su hija mayor, y tú deberías pasarte ya a la cerveza  ¿no te parece? , le dice al hermano que tiene al lado mientras este le mira con estupefacción. Y ella, la madre-suegra, se dirige a la cocina a por refrescos comodines como quien levanta la bandera de la paz. Ya que estás ahí, trae las pinzas para el marisco, le dice la otra hija rezagada en una nécora de los entrantes que se le está resistiendo. Y ella, mil y una veces más, con afán religioso, se apresura a contribuir con las bebidas y pinzas a esa felicidad de sus retoños.

Por fin se sienta ante la insistencia de su hija menor y se vuelve a sumir en la contemplación placentera de ver como su trabajo aún es útil para unos hijos que ya han volado de su regazo. Se vuelve a sentir madre.





Aún no ha llegado la hora del postre y el benjamín de un añito, cansado de ver cómo los mayores juegan al juego de comer que él aún no sabe jugar con precisión, amodorrado en unas horas en las que él ya está correteando con los angelitos y harto de que no le hagan caso, despliega sus armas de infante con un puchero compungido que acaba convirtiéndose en un profundo alarido. La madre-suegra-abuela, como si de una maratón se tratase, vuelve a levantarse de su silla antes que nadie y, esta vez, se arma de patitos cuack-cuack y de ositos amorosos que desatan dulces sonrisas en el nieto por el que bebe los vientos. Se te quedará frío el solomillo, le dice su hijo, pero ella está embelesada besando con ahínco esos carrillos rollizos de su nieto haciendo las delicias del niño. Lo toma en sus brazos, y el loco bajito se queda dormido. Ha sido una suerte, debe servir ya el postre.

Cuando llega con las piñas, turrones, mazapanes, polvorones y demás golosinas, descubre la amenaza de una batalla campal. Partidarios del nuevo gobierno y del gobierno extinto convertido en oposición se han reencarnado en sus propios hijos. Parece mentira, piensa mientras se muerde el labio inferior, todos educados de la misma manera y tan distintos en su forma de pensar… Rápidamente, lanza una bomba nuclear advirtiendo que si despiertan al benjamín tendrán que vérselas con ella. Nunca se firmó un tratado de paz con mayor rapidez…






El cava va dorando las largas copas mientras las burbujas se elevan hacia ese cielo de ilusiones. Todos las toman de la mano y las alzan. La madre-suegra-abuela no beberá ni una sola gota, jamás le ha gustado, pero de sus mejillas si brotarán gotas de alegría cuando oye el ruido de los brindis de sus hijos al unísono de sus risas que estallan como maravillosos fuegos artificiales en ese cielo de Nochebuena desde el que la mira y la besa el padre-suegro-abuelo.



76 comentarios:

  1. Bellas palabras que nos describe el amor de una madre hacia sus hijos y la profunda admiración que se tiene a una madre.
    Un fuerte abrazo

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  2. Me ha gustado mucho este homenaje a la madre-suegra-abuela

    Siempre es un placer leerte cielo
    Un besote

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  3. ¡Qué bien has descrito cómo piensan las madres, abuelas, suegras! Siempre pendientes de todo, adelantándose a los acontecimientos, yendo y viniendo de la cocina y siendo siempre la que menos come pero satisfecha de ver como disfrutan los demás.
    Un abrazo.

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  4. Sacrificadas, generosas, apacibles, eficaces... ¿¿qué más se puede pedir??

    Un gusto que estén ahí.

    Un abrazo!!

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  5. Marisa, tu relato es tan entrañable que sobrepasa el duro quehacer invisible de quien está por y para todos.
    La cena de una madre siempre es el bienestar de su familia. Los nervios por agradar son los entrantes, la sopa con mariscos el conjunto de sus hijos, el beso en la mejilla de su nieto el plato fuerte y los postres su decisión y entereza.
    Este relato es perfecto para leerlo durante muchos días a niños y jóvenes. Ellos lo apreciarían más que los mayores que creen tener derecho a que se les haga felices, aún a regañadientes.
    Excelente y delicado homenaje.

    Un fuerte abrazo, querida Marisa.

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  6. Nada como elamor de una madre, ese cabeza que no piensa en sí, sino en los suyos, ese desvivirse, esa atención continua sin esperar recompensa, siempre intentando allanar, apaciguar...Y lo felices que están con todos reunidos en el hogar en días como esos. Generoso homenaje el tuyo, que con tu hermosa prosa engrandece la maternidad. Abrazos, Marisa.

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  7. Bravo Marisa. Ha sido una descripición con precisión matemática. Y me ha gustado mucho, muchísimo. Un beso.

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  8. Desvivirse por vivir en otros
    y luego sonreir en el esfuerzo,
    pendiente de cada mirada,
    y ser tu paga,
    la alegria de los ojos,
    que hoy vuelven a adornar tu casa.

    Precioso relato Marisa...precioso de verdad.

    Un abrazo.

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  9. Me encanta este relato. Me trajo nostalgia de cuando aún vivía Cleofe, mi madre, y al viejo (papá, no se lo había llevado el cácer mortal. La casa cuajada de nietos, hijos, amigos, la comida inmancable de los diciembres, el vino, la cerveza, y el whisky a rodo, y la guitarra y el tiple, en sus arpegios,anto. sacando melancolías. Gracias por este texto, encanto. Un beso nuevoañero. Carlos.

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  10. Que preciosidad de texto, cuánta sensibilidad en esta entrada. Un retrato de la madre-suegra-abuela donde la delicadeza y la entereza se unen en el amor más hermoso y fuerte que conozco.
    Eres tan especial... Tú madre estará sonriendo mientras te besa con el corazón. No lo dudes.
    Yo también te sonrío y te beso

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  11. Un retrato muy ajustado a la realidad; en general las mujeres de la familia (y quizás la mujer) terminan siendo varias mujeres en una sola... además de ser ángeles imbatibles del oficio cotidiano. La mujer nace con las horas (en las horas), sin dudas que la mujer es tierra; y la tierra es tiempo.

    Un fuerte abrazo.

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  12. Calido relato.

    Un tributo a las madres, mediadoras, cocineras, amorosas.

    Disfruté enormemente esa mesa familiar Marisa!

    Abrazos.

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  13. Marisa este plato te ha quedado perfecto y es una descripción de una de las fases maternas muy hermosa, por mi parte paso directamente al brindis ¡Por tí!

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  14. La sencillez esta mas cerca de la felicidad.
    ¡Bonito relato!
    Un abrazo.

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  15. Marisa, la historia de la familia reunida en la cena de Nochebuena se va desenvolviendo en un "in crescendo" en torno a la madre que comienza en su papel de cocinera anfitriona pero a medida que la cena avanza sus roles van aumentando a madre, suegra, abuela, esposa y sus múltiples papeles como conciliadora, administradora de paz, propagadora de ternura. La mujer activa, pendiente de todo y de todos, capaz de templar y mantener siempre a flote el feliz momento de tener a todos los suyos brindando entre burbujas.
    Preciosa escena, espléndido homenaje y excelente ritmo logrado en este relato. Me ha encantado.
    Abrazos

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  16. Buenos días Marisa.-

    No poseo el don de palabra. Tu narración me ha emocionado, me recuerda la aptitud me mi madre y la que hemos adoptado, muchos padres ( madres y padres ) con hijos mayores y algún nieto/a. Plasmas una realidad, tan humana, labor sosegada de las madres. Quizás, estemos volviendo a tiempo pasados. Hoy muchos abuelos/as, somos el soporte, el nexo de unión de la FAMILIA. Jugamos el papel de padres y abuelos, ante tanta dificultades.-
    Un abrazo
    Manuel Brito

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  17. Que suerte tenemos algunas nietas-hijas-nueras de que esas mujeres formidables sean nuestra referencia. Me ha gustado mucho la cena. Ah, y a la nuera ni caso, eh? el salmón estaba delicioso. Un beso, Marisa

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  18. Ay, Marisa: vengo de sentirme bibliotecario y me convierto en madre (no llego a tanto; sólo en cocinero de cena de gala)
    Tu relato está aún más cargado de verdad que de ternura.

    Un fuerte abrazo, Marisa

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  19. MARICRUZPE:

    Puede parecer un tópico pero a pesar de los problemas o diferencias que pueda haber entre una madre y sus hijos, el amor de esta siempre es incondicional. Un placer que te haya gustado.

    Un beso.

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  20. Querida Marisa, nos has regalado y relatado una postal navideña, cada vez más caída en el olvido, con esos tropezones de la entrañable sopa (de marisco o de lo que sea) preparada con la sabiduría y entrega de las "Mater familia" que siguen cuidando de la institución familiar. Después, un sinfín de platos que no podremos degustar, sin tentarnos el cinturón, los que hemos pasado de barriguitas llorones a barrigones protestones, con algún que otro tropezón entre los miembros de la creciente familia: nada importante, que se arregla con el brindis en los postres y la charla distendida de después de la cena. Una auténtica institución.
    Un cordial saludo.

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  21. Extraordinario relato de una entrañable nochebuena. Has descrito con maestría la figura principal de la fiesta. Mientra se encuentre allí la madre-suegra-abuela se mantendrá la coexión familiar. Un saludo
    http://desdemimejana.blogspot.com

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  22. 40AÑERA:

    Qué sería de la Nochebuena y del mundo sin esas madres-suegras-abuelas que todo lo solucionan y a todo le quitan la pimienta y le ponen la sal... o una infusión relajante...
    Me alegra que te haya gustado, Cuaren.

    Besitos.

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  23. VALVERDE DE LUCERNA:

    Efectivamente, amigo, son las que menos disfrutan en esos días y las que más trabajan; y en lugar de quejarse, felices de que sus "pollitos" disfruten con ello. Generosidad pura que, a veces, no vemos con nitidez.

    Un fuerte abrazo.

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  24. LAURA UVE:

    La verdad es que no solo es un gusto que estén ahí esas mujeres todoterreno, sino una verdadera suerte. Por eso hay que cuidarlas mucho y como se merecen...
    Un abrazo, Laura.

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  25. ANTONIO CAMPILLO:

    Estoy encantada con la lectura que has hecho del texto, Antonio, porque es justamente lo que he querido transmitir.
    La glosa profunda que has hecho de esos platos del menú de Nochebuena es exactamente lo que he querido hacer sentir en el lector, y tú lo has sentido.
    Y cuánto razón tienes en lo que dices de los mayores: creen tener el derecho a que se les haga felices. De ahí que a veces me entristezca ese "abuso" que se hace de las madres-suegras-abuelas en estos días de Navidad pasados.

    Encantada de que te haya gustado, y encantada con tu mirada.
    Un fuerte abrazo, querido amigo.

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  26. PACO HIDALGO:

    Las madres son pura generosidad. En esos días de Navidad dejan de pensar en ellas y solo piensan en desvivirse y en hacer felices a los suyos, con su trabajo y cariño en las comidas y cenas, con la paz que ponen cuando se avecinan tormentas... Todo les parece poco.
    En cuanto a lo felices que están todos en el hogar durante esos días...jeje, no sé, no sé. Las estadísticas dicen que el mayor número de discusiones familiares se producen precisamente en esa época del año, las navidades... Pero para eso están las madres... ;-)

    Encantada de que te haya gustado, Paco.
    Un beso.

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  27. DESDELATERRAZA-VIAJARALAHISTORIA:

    Gracias, Dlt. He pretendido crear un cuadro costumbrista de esa cena de Navidad española, que no es único, pero sí puede ser un referente para muchos hogares en general.
    Encantada de que lo hayas disfrutado.

    Un beso.

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  28. IZARA:

    Y el poema que me dejas no es menos hermoso, Izara. Muchas gracias, es precioso el canto que dejas a esas personas que "se desviven por vivir en otros" (gran precisión y atino en ese verso).

    Un placer que te haya gustado.
    Un fuerte abrazo, Izara.

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  29. CARLOS AUGUSTO PEREYRA MARTÍNEZ:

    Espero que los recuerdos que este texto te han arrancado no sean demasiado tristes y sí calidos, querido Carlos.
    No me puedo imaginar una Navidad sin esa madre, pero sé que algún día llegará según la ley cruel de la vida. Es por eso, por lo que me he decidido a escribir este texto en homenaje a ella. Y también, a ese padre-suegro-abuelo que ya no nos acompaña pero que, desde donde él deseaba estar, nos ha mirado, sonreído y besado durante toda la velada.

    Gracias a ti por tan emotivas palabras, Carlos.
    Un beso.

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  30. MILU:

    Gracias, Milu. Sin lugar a dudas, el amor que ofrece una madre no tiene parangón con ningún otro. Yo discuto mucho con ella (y eso que nos vemos en fechas señaladas y vacaciones), quizás porque somos muy parecidas (ambas, brujitas nacidas en la noche de San Juan); pero cuando me paro a observar todo el cariño, amor, generosidad, trabajo y calidez que ofrecen constantemente (a pesar de sus cosas, que habéilas, hailas), me siento una hormiguita a su lado y la veo como la mujer más maravillosa del mundo.
    No creo que sonría al leer esto, es de lágrima fácil... pero necesitaba decírselo.

    Te abrazo y te beso, mi querida amiga (y gran madre).

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  31. JUAN OJEDA:

    Estoy completamente de acuerdo con tu comentario. No digo esto porque sea mujer, pero el mundo sigue girando gracias a ellas. Especialmente, gracias a esas madres que son capaces de pararlo o de hacerlo girar más deprisa, si con ello hacen felices a su prole.
    Grandes mujeres las madres...

    Gracias por tan bello comentario.
    Un beso, Juan.

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  32. ADRIANA ALBA:

    Cuánto agradezco tu comentario porque intuyo lo que ha significado para ti.
    Esas madres siempre estarán en esa mesa familiar, su calidez, amor y generosidad serán eternas.

    Un abrazo repleto de cariño, mi querida Adriana.

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  33. JUNO:

    ¡Gracias por ese brindis! que correspondo brindando también por ti.
    Tienes razón: cuando la fase en la que la madre (que quizás ya "ha dejado de serlo" porque los hijos han volado del hogar)se convierte en suegra y en abuela, es una etapa bella, sobre todo en la fase de "Abuela". Cambian porque vuelven a sentirse madres realmente con sus nietos. Y en esas cenas de Navidad, a pesar del inmenso trabajo que dedican en esas fechas, rebosan de felicidad por esa misma razón: vuelven a sentirse madres, de sus hijos, de sus yernos y nueras, y de sus nietos.

    Encantada de que te haya gustado.
    Mi beso y mi brindis.

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  34. JORGE DEL NOZAL:

    Un placer que te haya gustado el texto y lo hayas disfrutado, Jorge.

    Un beso, sencillo pero feliz.

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  35. FELICIDAD BATISTA:

    Cómo me gusta que hayas captado ese ritmo "in crescendo" en torno a la labor de la madre-suegra-abuela que he querido imprimir al texto. Realmente, lo acaban siendo TODO en esos días tan especiales de las navidades, y eso es lo que he intentado transmitir, de manera sencilla, sin prosa poética (por la que tengo debilidad), solo desde el corazón y la sinceridad hacia ese homenaje que tan merecido se lo tienen.

    Encantada de que lo hayas disfrutado, Felicidad, y de tu visita.

    Un fuerte abrazo.

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  36. MANUEL BRITO:

    Completamente de acuerdo con el entrañable comentario que has dejado, Manuel.
    Los abuelos sois la pieza clave para que esa armonía familiar siga en pie. Abuelo y abuela, naturalmente, pero en mi caso, solo puedo disfrutar de mi madre, por ello el homenaje solo es a ella (aunque al final del texto haya un guiño "especial"). Os lo merecéis todo por el amor que aportáis al nexo familiar.

    Muy feliz de que estés por aquí, Manuel.
    Gracias y un fuerte abrazo.

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  37. ALMA:

    Grandes mujeres, sin duda, y un gran lujo poder seguir teniéndolas a nuestro lado.
    En cuanto a la nuera, jajja, es una mujer excelente y una madre principiante entrañable, solo que ¡no le gusta el pescado! (Y eso las madres-suegras...como que no acaban de entenderlo del todo...jajja). Con lo requetebién que le queda cocinado a mi mami ese pescado tan "peculiar" de cocinar... Estás invitada cuando quieras.

    Un besito, Alma.

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  38. XIBELIUSS JAR:

    Gracias por tus reflexiones bibliotecarias en el blog de Efa. Gran atención a esos libros que no son tan inofensivos como parecen... (y así debe ser).

    Mi brindis no solo por esas abnegadas madres en la cena de Nochebuena sino para esos excelentes cocineros (no pedagogos) que hacen posible que la cena sea de gala de verdad. Ellos también aportan una montaña de felicidad en esas cenas. (¿Para cuándo una recetita gastronómica de esas que dejan con la boca abierta a los invitados, Xibeliuss? ;-) )

    Abrazo grande.

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  39. JANO:

    Realmente son esas madres-suegras-abuelas las que mantienen esa unidad familiar intacta. Siendo sinceros, no me considero muy familiar, me gusta mantener mi independencia, pero cuando llegan estas fechas entrañables, sucumbo ante esa "postal navideña" (como tan entrañablemente la defines), y entro de cabeza en esa deliciosa vorágine que solo desprende amor, cariño, generosidad y unión familiar (con sus diferencias entre los miembros, que habeilas, las hay). Y me considero afortunada y agradecida de poder vivirlo.

    No te preocupes por esa barriguita, los dos kilos de rigor todos los hemos cogido estas navidades... Un motivo que motiva para seguir practicando deporte...

    Gracias por tan cariñosas palabras, Jano.
    Un fuerte abrazo.

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  40. FELIPE TAJAFUERTE:

    Gracias, Felipe, encantada de que te haya gustado. Poco es el homenaje que he hecho a esas madres-suegras-abuelas teniendo en cuenta todo lo que se merecen...

    Saludos.

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  41. Retrocedo unos días en el tiempo (con el peligro de perder los frenos, marcha atrás, en plena cuesta de enero), para saborear -ya sin resaca- este dulcísimo, mas no empalagoso, cuento de Navidad con ese aire de familia que me ha hecho evocar, en otro contexto, alguna escena de "La mejor juventud".

    ¡Y qué rico todo, Marisa!

    Dulcísimos besos, amiga

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  42. Estas fechas pasadas te permiten ver hasta que punto ciertas madres/abuelas tragan lo indecible y yo lo he visto en casa propia, cuando los hombres nos casamos -o cuando lo haga si es que llego a hacerlo- nos debemos volver idiotas y desaprendemos todo lo que hemos aprendido hasta entonces, en mi casa los chicos -no mi padre- colabora en las faenas de la casa y se nos enseñó desde muy pequeñitos, pero basta con tener familia propia para comportarse como el gorila líder de la manada; yo todavía me sigo levantado antes que ella para quitar la mesa o pasar por el fregadero, espero que cuando me hagan la liposucción cerebral no me quiten eso que aprendí cuando era un tierno infante.
    Muchos besotes.

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  43. Que bien has retratado esa incomprension ligeramente estupida con el amor gratuito al que se supone tenemos derecho. Se repite generacion tras generacion. Creo que muchos hemos sido culpables y en su momento nos convertimos en victimas. Me resigno a creer que está en la naturaleza humana aunque no renuncie a luchar contra todo eso. Un abrazo

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  44. MIGUEL COBO:

    No he visto "La mejor juventud", aunque por los Premios que recibió debiera verla.
    Algo de resaca sí que hay en el texto: las cosas adquieren mayor nitidez cuando se miran con cierta distancia.
    Celebro que aunque dulce, no te haya resultado empalagoso el relato. Yo soy golosa pero completamente profana ante el exceso de azúcar.
    Ánimo ante esa cuesta de enero, los expertos montañistas aconsejan subir siempre las pendientes sin prisas, con pasitos muy cortos pero firmes.

    besos, querido Miguel.

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  45. ÁNGEL IVÁN:

    Te felicito la educación en la igualdad de sexos que has recibido, Ángel. Cuántas parejas y matrimonios no acabarían separados a causa de la ausencia de ese... sentido común. Pero te honra como hombre el admitir que cuando os convertís en maridos y/o padres, sufrís la transformación en gorila líder de la manada (no todos... por supuesto).
    Quitas la mesa, pasas por el fregadero... uhm, si necesitas voluntarias para esa "liposucción cerebral", me apunto, jajjaja.

    Besos.

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  46. MARIANO SANZ NAVARRO:

    Pienso que en los lares del amor, tenemos más derecho a darlo que a pedirlo o exigirlo, o darlo por hecho. Todo lo que se da, acaba revirtiendo inexorablemente en uno mismo (lo bueno y lo malo), por ello, es mucho más humano y generoso el ofrecerlo que el esperarlo. Mi madre suele decir: "Manos que no dais, ¿qué esperáis?"

    Encantada de que te haya gustado el relato y de leerte.
    Un fuerte abrazo, Mariano.

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  47. Enm tu relato, la figura de la madre- suegra sobrevuela sobre las posibles diferencias que puedean existir dentro de la familia para que la Nochebuena transcurra en paz. Algunas veces, bien es cierto, las cenas familiares se transforman en una lcuha campal en la que todos acaban riñendo con todos... y a veces la suegra tiene la culpa, jejeje
    Besos

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  48. Marisa, bello relato que hace un dibujo de una madre de otro tiempo...
    Un abrazo y feliz año para ti y todos tus seguidores.

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  49. Hermoso relato. Ilustras con precisión en la imaginación del lector, el amor de una madre. El amor verdadero, es una fuerza increíble en este universo. El amor de una madre, si no es la mayor fuerza, es casi la mayor.
    Feliz año, querida Marisa.

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  50. CARMEN BÉJAR:

    Jejjeje, tienes razón, Carmen, a veces en esas comidas familiares es la suegra la que pone la pimienta y quita la sal... Pero eso lo hace la "suegra"; la "madre" o la "abuela" siempre son portadoras de la bandera blanca. ;-)

    Besos.

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  51. BEATRIZ SALAS:

    Entiendo lo que quieres decir con "madre de otro tiempo". Es cierto que el rol de madre actual difiere un poco (o un mucho) con el que adoptaron y adoptan nuestras madres. Cierto. Pero considero que el amor de una madre es ajeno al tiempo. Las formas cambian, correcto, pero el contenido o lo que subyace en el interior, ese cariño, amor o entrega, no creo que tenga mucha variación con el paso de los años.

    Un abrazo y muy feliz año también para ti, Beatriz.

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  52. BRIAN KENNETH:

    Comparto plenamente tu opinión, Brian. De entre todas esas variantes que tiene el amor mundano, el de una madre no se puede comparar a ninguno.

    Un beso y muy feliz año también para ti, mi querido amigo.

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  53. Un relato entrañable que nos trae el recuerdo de la madre abuela que todos hemos tenido..
    Me siento identificada con tus palabras..son dias de familia y la madre es la que reina en ese hogar para que todo funcione bien..
    te felicito amiga
    Besos

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  54. Es la noche de la familia con mayùscula.

    un fuerte abrazo

    fus

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  55. Marisa: Aunque mi infancia haya sido más dickensiana (Oliver Twist) y no conociera una familia tal como tú la cuentas, he olfateado esa entrañable presencia, entre plato y plato, entre satisfacción y bondad…no pocas veces he sentido esa envidia sana de obtener aprecio sin condiciones…Un excelente regalo este manjar que nos ofreces...Hoy la Luna está plena, puedes mirarte en su plata, estrella compañera.

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  56. Ay, qué bien reflejas ese amor incondicional de las madres que consiguen reunir alrededor de la mesa navideña a toda su prole y solo desean felicidad y armonía para los suyos, que todo resulte perfecto y que las desavenencias no acaben por agriar el vino. Excelente, Marisa, como siempre. Reconozco en tu historia a miles de madres y de hijos.
    besitos

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  57. Querida Marisa: Llevo un ratito leyendo tu bonita entrada, ¡si supieras lo mucho que me he identificado con ella! Has logrado que me emocionara.
    Así soy yo, una abuela un poco moderna pero con raices de antaño, me encanta que mi familia forme una piña, que se sientan felices y contentos a mi lado, no importa lo que yo trabaje, lo que prima es verlos unidos, es el mejor mensaje que puedo dejarles, sólo pido a Dios que no lo olviden y que sigan mi ejemplo.
    Te felicito por esta entrada.
    Te dejo un fuerte abrazo.
    Kasioles

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  58. Buena escritura la tuya,me gustó.
    Saludos.

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  59. Un dia imolvidable , no lo podias describir mejor, lastima que las nuevas generaciones cambien el sistema , pero es ley de vida que se le va hacer. un fuerte abrazo

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  60. JVALENTINA:

    Yo también pienso así: durante esos días de vorágine familiar y navideña, la madre es la llave maestra para que todo sea y esté en su sitio.
    Me alegro de que te haya gustado el relato.

    Abrazos.

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  61. FUS:

    O al menos, así debería ser para todas las personas que lo deseen.

    Un abrazo, Fus.

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  62. KIMBERTRANCANUT:

    Entiendo lo que dices, Kim, y comprendo que ni todos los hogares tienen el cuadro que he pintado, ni el cuadro pintado tampoco es el ideal para todos. Es más, ojalá que este cuadro se diera no solo en Nochebuena, sino en el resto de días del año. Y esto ya es más difícil.

    Me miré en el plenilunio...y te vi, compañero.
    Un beso plateado.

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  63. JO GRASS:

    Tú lo has dicho, Jo: consiguen reunir en torno a la mesa, la desavenencias bien avenidas, la infancia cuando ya somos adultos y el protocolo navideño completo cuando ya nos hemos vuelto unos escépticos de la época...
    Encantada de que te haya gustado.

    Besos.

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  64. KASIOLES:

    Y si tú supieras que yo también me he acordado de ti cuando escribía este texto... Imaginaba las suculentas recetas con las que nos regalas cuyo ingrediente principal es el cariño con el que las elaboras, encima de tu mesa.

    Encantada de que te haya gustado, compañera, y felicidades a ti por ese gran trabajo de madre-suegra-abuela.

    Un fuerte abrazo.

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  65. PATXI:

    Encantada de que te guste. Bienvenido al blog.

    Saludos.

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  66. RAMÓN BONACHI:

    Aunque las nuevas generaciones cambien la "forma" de vivirlo, yo creo que el "contenido" es el mismo. En cuestión de sentimientos, el tiempo no pasa por ellos...

    Un fuerte abrazo, Ramón.

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  67. Oh, pero Marisa, que texto tan emotivo, se le quedaron los ojos a una con esa leve ebullición del estremecimiento... pues qué te puedo decir si es justo lo que se vive en mi entorno, has hecho relucir como nunca a ese discreto y verdadero manantial que es la madre, esa alhaja que vive en nuestra sangre y en nuestros deseos y que trata por todos los medios posibles de proveer felicidad a su prole con la dedicación más limpia, clara y honesta, menos fraudulenta y más preciosa que jamás se haya conocido. Me ha encantado esta entrada, ha sido muy muy especial leerte. Inmensas gracias por tu abrazo.

    Besos mil.

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  68. He vivido mi particular noche buena, buenísima, mientras leía tu relato. Llego tarde, aunque también se cumple aquello de que nunca es tarde si la letra merece la pena y, sobretodo, la alegría.

    Al zambullirme entre los comensales, y no sé bien por qué, me he acordado que cada año me encanta ver "cuento de navidad" Yo, que no la disfruto como antaño, no puedo faltar a la cita con esa película. Y ahora me doy cuenta que con tu texto, o relato, o las dos cosas según se mire y se necesite entender, puede que me suceda lo mismo, ya te diré...
    Ahora, mientras comento me acuerdo del pescado rechazado, del efecto del cava, del afecto de las personas. Miro mis letras que se estampan como besos de navidad sobre el recuadro destinado a comentar y me descubro redescubriendo lo que es, y debería ser siempre, una cena navideña: los pros, los contras, las aceptaciones, los rechazos. Pero que, al fin sin cabo, todo acabe con un brindis, con muchas sonrisas, echando la vista atrás y recordando el por qué de una noche así, así de infinita, así de eterna mientras dure…
    Porque es un relato para leer, para releer, para observar, para meterse en la piel de los que cenan vida y situarse, cerca de una ventana a observar lo que se cuece dentro. O bien, mandar un Whatsapp a alguno de los invitados para que te vaya diciendo qué tal está la cena, o si el cava está lo suficientemente frío y demás.

    De verdad Marisa, es uno de los mejores textos que he leído tuyos. Mira que me gusta cuando das clases, cuando, incluso, contribuyes a que aprenda más de algo, o que me centre en los conocimientos para que puedo aplicarlos a mi día a día... no sé, puede que no me entiendas, pero vaya, no consigo sintetizar.

    Gracias Marisa, gracias por este regalo.

    Un abrazo, escritora-profesora-amiga.

    Mario

    Por cierto, dices que yo describo bien, madremiadelamorhermoso… y tú, te has parado a pensar lo que describes y cómo lo haces, lo qué descubres cuando observas el resultado en tu tapiz de letras, historias y conocimientos, de efectos y causas. Has sido increíblemente buena para mi tarde de jueves... una tardebuena, diría yo...

    Hasta pronto.

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  69. Dios, has descrito a mi abuela!!!!!!
    Una maravillosa correlación de pensamientos, acciones y reacciones maravillosamente hilado...

    Me gustó muchísimo

    Beso

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  70. GABRIELA AMORÓS:

    Encantada que mi relato te haya gustado pero la descripción que dejas en tu comentario sobre la madre, no es menos conmovedor y bello.

    Besos, Gabriela.

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  71. MARIO:

    Tu comentario es muy generoso. Gracias por todo lo que dices en él.
    De verdad que es una satisfacción para mí que esa Nochebuena tan personal y subjetiva que he intentado describir y cuya protagonista es esa madre, la hayas vivido con tal intensidad. Creo que los textos, más allá de que nos parezcan hermosos o detestables, tienen que provocar en el lector una "agitación molecular" (como lo llamo yo), despertar sentimientos, sean los que sean, no dejar impasible al receptor. Y si te he provocado eso, mi satisfacción es grande.
    Añado que, los tuyos provocan en el lector precisamente eso, querido Larra del siglo XXI.

    Y creo que, de eso precisamente se trata todo este invento: que gracias a la intertextualidad sigamos aprendiendo por esos caminos de la Literatura que es vida, y de esa vida que es manifestación de sentimientos.

    Gracias a ti por todo el cariño que me has dejado en ese comentario. La admiración es mutua.

    Un beso enorme, Mario.

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  72. LA NOVIA:

    Bienvenida al blog. Encantada de que te haya gustado el relato.
    Creo que la mayor parte de esas madres-suegras-abuelas tienen mucho en común: el cariño y generosidad que desprenden. Quizás por ello hayas visto cierta identificación con tu misma abuela.

    Gracias por tu visita.
    Un abrazo.

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  73. Que texto tan emotivo Marisa, me ha encnatado y emocionado mucho. Un abrazo grande y gracias por el buen rato que me has hecho pasar.

    Un abrazo,

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    Respuestas
    1. Un placer que te haya gustado PAPÁMBA. Gracias a ti por tu visita.

      Un abrazo.

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  74. Uff, este me llego, me hizo tomar aire para seguir, suspirar, en fin, ya tu sabes porque.

    Toda la razon para ti, para quienes asi lo han comentado, y para tu introduccion, ellas hacen que lo bueno sea BUENO!.

    Hermoso retrato, Marisa :)

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  75. SYD:

    Sí, imagino lo que puede significar para ti haber leído este texto... Siempre están ahí, Syd, SIEMPRE. Y tú lo sabes.

    Un abrazo lleno de cariño, amigo.

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