SOY UN GATO
NATSUME SOSEKI
(Segunda parte)
Retomemos las andanzas de nuestro gato sabiondo.
¿Cómo les parecerá a los gatos nuestro estilo de vida en lo que a la vestimenta se refiere? La elegancia con la que les tachamos a ellos no se parece a la frivolidad con la ellos ven nuestras costumbres en cuestión de trapìtos… Lean si gustan:
Comparado con nuestro sencillo estilo de vida, el de los humanos es, cuando menos, extravagante (…) Una cosa igual de absurda les ocurre con la vestimenta. Han nacido cargados de imperfecciones, así que sería demasiado pedirles que vistieran todo el año con la misma ropa, como hacemos los gatos. En cualquier caso, seguro que no les pasaría nada por renunciar a adornarse con tal cantidad de ropajes diferentes. Les trae sin cuidado su brutal dependencia de las ovejas, de los pobres gusanos de seda, e incluso de la caridad de los campos de algodón. Hay que admitir que su extravagancia deriva directamente de su incompetencia.
Todo el año con la misma ropa… Sería más fácil reconocernos ¿no creen? Aunque ya no sé si solo por la vestimenta o por algo más…
Cómo nos gusta acariciar el suave pelo de los gatos… ¿cómo ven ellos el nuestro?:
Los humanos actúan de un modo de lo más extravagante respecto a su pelo. De una manera totalmente caprichosa e innecesaria, tienden a complicarse la vida con peinados de todo tipo, y cuánto más estúpida es su arquitectura, más orgullosos se sienten. Los llamados sacerdotes, o monjes, tienen la costumbre de afeitarse la cabeza y lucir siempre un cráneo de invariable color azulado: azulado en verano, azulado en invierno. Cuando hace mucho calor se encasquetan un sombrero y si hace mucho frío se cubren el cráneo con mantas. Y, puesto que necesitan cubrirse por una razón o por otra, haga frío o haga calor, ¿por qué razón entonces se afeitan la cabeza? No tiene ningún sentido.
Lo peor de todo es que la lógica del dichoso mínimo es aplastante… no se puede negar…
El lindo gatito no solo critica sino que intenta dar una explicación a esta frivolidad en el vestir con el objetivo de comprender a la raza humana, pero sus conclusiones son demoledoras: el hombre detesta la igualdad (además, no tiene ninguna gana de vernos desnudos…):
Considero que todo ese interés por inventar vestimentas nuevas no es producto ni de la necesidad ni de la casualidad. Es la consecuencia lógica de un afán muy humano por sobresalir y destacar por encima de los demás. Es como, si al ponerse tal o cual prenda, el que la vistiese quisiera decir: “Yo no soy como vosotros”. De esta realidad se puede deducir la siguiente verdad universal: igual que la naturaleza rechaza el vacío, del mismo modo “los hombres aborrecen la igualdad”, y para evitarla deben cubrir y empaquetar sus cuerpos con todo tipo de forros y ropas, que pasan a formar parte de ellos como si fueran sus huesos y sus pellejos. La vestimenta es tan importante para ellos que alguien que pretendiese el retorno a la edad primigenia en el que se practicaba la desnudez total, sería tachado inmediatamente de perturbado mental, si no de monstruo. En el improbable caso de que tal cosa sucediera, y de que los millones de personas que habitan el mundo fueran calificados de locos o de enfermos, daría absolutamente lo mismo, pues inmediatamente empezarían las distinciones y las diferenciaciones en virtud de los detalles corporales de la desnudez de los supuestos locos. Para evitar males mayores, creo que lo mejor es continuar con las modas y los vestidos por muy absurdos que sean estos.
Ahora le toca a los poetas: estos tampoco se van a salvar de las afiladas garras del minino. ¿Cómo les parecería a los que escriben poesía, ser tachados de idiotas de corto recorrido y locura con fecha de caducidad? Y, además, lo argumenta, ¡y de qué manera…!:
Normalmente se piensa que cuando la sangre se sube a la cabeza no se obtiene ningún beneficio. Sin embargo, hay al menos un contexto en el que sí lo tiene. Hay oficios en los que es indispensable el frenesí que provoca la sangre cuando se sube a la cabeza. Si esto no sucediera no sería posible ejercerlos adecuadamente. El caso más interesante y destacado es el de los poetas. (…) no es nadie sin el frenesí mental causado por una buena subida repentina de sangre a la cocorota. (…) La cruda realidad es que tan súbita afluencia de sangre al cerebro equivale a un pequeño ataque de locura, pero nadie con un mínimo de orgullo profesional admitirá que solo logra realizar su trabajo si se encuentra sumido en un estado de enajenación mental. Los poetas, si se caracterizan por algo, es precisamente por no llamar a las cosas por su nombre, y a la locura no le dicen locura. Por razón de algún tipo de conspiración lírica, han acordado darle otro nombre, y por eso lo llaman “inspiración”, una palabra que repiten sin cesar y a la que atribuyen poderes casi mágicos. Pero el hecho incontestable es que se trata de pura y simple locura. La palabra “inspiración” debieron de inventarla para engañar a la gente, que no tiene ni idea de sus problemas mentales. (…) Y creo que los poetas hacen bien en aferrarse a su inspiración, puesto que, aunque la inspiración suene a nuestros oídos como si se hablara de algún tipo de droga o de medicina moderna, sigue constituyendo una palabra poderosísima, bajo la cual los poetas pueden colocar perfectamente su chifladura sin que nadie se dé cuenta. (…) La inspiración no es más que una especie de locura pasajera y, precisamente, por su condición de pasajera es por lo que muchos poetas han logrado no acabar dando con sus huesos en el manicomio.
A mí me parece que debe ser extraordinariamente difícil fraguar individuos así, idiotas de corto recorrido y locura con fecha de caducidad, poetas movidos por la inspiración divina.
Resumiendo:
Poesía = problemas mentales.
Problemas mentales = locura.
Locura pasajera = inspiración.
Inspiración = poetas.
Poetas = idiotas de corto recorrido y locos con fecha de caducidad.
Solo diré una cosa: magnífico. No podemos olvidar que Soseki no solo era novelista sino poeta (especialista en haikus) y, por lo tanto, no le interesaba lanzar una diatriba contra su propio tejado pero sí hacer un ataque directo y despiadado constantemente en el libro, contra los malos poetas y contra la pseudopoesía. En cualquier caso, ha quedado claro que al gato no le gustan los poetas ¿quizás esté celoso por esa Luna a la que invocan?
Y, cambiando de tema, ¿qué creen los gatos sobre el propio conocimiento de sí mismo que tiene el hombre?:
Todos los estudios e investigaciones emprendidas por los hombres se encaminan al conocimiento de ellos mismos, de su propia persona. El cielo, la tierra, los ríos, las montañas, el sol o la luna, no son más que distintos nombres de ese único yo. La razón es que nadie puede prescindir de uno mismo para estudiar algo ajeno. Si eso pudiera hacerse, el propio yo desaparecería como por arte de magia. Al propio yo solo lo puede comprender el propio afectado. (…) Si uno pudiera encargar a otra persona que se dedicara a estudiarle, por muy honesto y virtuosos que fuera, sería lo mismo que encargarle que se dedicase a comer por nosotros.
Está claro que el ser humano no tiene ninguna intención de desprenderse de ese YO, incluso cuando estudia cosas ajenas. Pero esto es inevitable, los gatos lo saben muy bien ya que son las mascotas (o amigos) más independientes e interesadas. Adoro a los gatos pero sé que en una situación límite siempre estará por encima su Yo frente al mío (no ocurre lo mismo con los perros). Por tanto, señor Don Gato, en este punto nos nuestros genes se parecen.
Este minino también tiene una visión muy acertada de la sociedad. ¡Pobre de aquel al que se le ocurra salir del rebaño y pensar por sí mismo…!. Escuchen:
Al final puede que la sociedad entera no sea más que una especie de congregación de lunáticos, formada por miles de chalados, cada uno con su obsesión particular. Y cuando los locos se juntan, lo único que hacen es enfadarse, pelearse o robarse unos a otros. En una sociedad como esta, cualquiera que atienda a razones y sepa reflexionar mínimamente sobre las cosas se convertirá en un estorbo, y lo encerrarán en un manicomio. ¡De ello se deduce que los encerrados son los cuerdos y los que andan sueltos por la calle son los dementes! Todo puede suceder. Hay locos de remate que se sirven del dinero y del poder para provocar todo tipo de problemas, y encima se les considera modelos de virtud y honestidad. En fin, todo esto es un auténtico despropósito.
¿Loco o cuerdo? Usted sabrá…
Atención banqueros y gobernantes, que el gato sabiondo también tiene para ustedes:
Este mundo está lleno de ladrones involuntarios por pura inercia. Ahí tenéis a los banqueros, por ejemplo, que creen que el dinero que cuentan y recuentan es suyo, cuando en realidad es de los clientes de su establecimiento. Los gobernantes están al servicio de los ciudadanos que han delegado en ellos su soberanía y, por tanto, deben rendir cuentas y ejercer su autoridad para solucionar los problemas cotidianos. Pero con el tiempo se acostumbran a su poder, y llegan al extremo de considerar que los ciudadanos que les colocaron en esa posición no tienen por qué exigir nada ni meterse en asuntos que no les competen. En este convulso mundo hay mucho servidor público que se comporta de esta manera tan negligente.
No olviden que estamos ante un libro escrito en los primeros albores del siglo XX, las cosas no han cambiado mucho…
Toda la novela sería un extensa cita, pero, para terminar, les dejo con la última sobre la libertad. No son palabras de nuestro ya familiar gatito, sino de un personaje amigo del amo llamado Dokusen y calificado por los amigos como “el loco”:
Buscamos la libertad, pero luego sufrimos las consecuencias de haberla logrado. ¿No se puede deducir de ahí que la civilización occidental, aunque espléndida a primera vista, aparece al final como una farsa?
Aquí nos encontramos ante ese antioccidentalismo que expliqué al comienzo de esta extensa entrada, a favor de una defensa del patrimonio ancestral de Oriente. Soseki vivió durante la época Meiji, periodo durante el cual la cultura occidental entraba de manera arrolladora en ese Japón enclavado en sus costumbres ancestrales, y que no siempre tuvo defensores como fue el caso de Soseki.
Nada más. Ya me contarán si adoptan al gatito filósofo o si, por el contrario, lo dejan a la intemperie…
crudo análisis de ese gato, nos ha desnudado...y cómo! Somos esclavos de nuestra propia locura, llamada universo sinbólico. Pensemos nomás en los billetes. papeles coloreados qeu creemos genuinamente que tienen un valor. Patética suerte la de nuestra especie, que busca el progreso que acabe con su propio hogar. Siempre es bueno algo que remueva el letargo, y estos textos lo logran. Besos.
ResponderEliminarJAVIER F. NOYA:
EliminarTú lo has dicho, Javier, el gato nos ha desnudado de ropa y piel, y nos ha colocado frente a un espejo... No sé si nos gustará su reflejo...
A mí sí que me gusta que te haya resultado interesante.
Besos.
Tengo que hacerme con ese gato
ResponderEliminarMARIANO SANZ NAVARRO:
EliminarTe veo corriendo en zig-zag detrás de él, Mariano, jejje...
Saludos.
Que ingratos estos gatos con los poetas. Acaso hubieran pensado de otra forma si hubiesen conocido el diálogo que dos de ellos tuvieron y Samaniego nos contó en la fábula: Micifuz y Zapirón se comieron un capón/en un asador metido/ Tras haberse relamido/trataron en conferencia/si obrarían con prudencia/comiéndose el asador/ ¿Lo comieron?/ No señor, era un caso de conciencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
DESDELATERRAZA-VIAJARALAHISTORIA:
EliminarIngratos, ingratos, Dlt, pues fíjate en estos versos que les dedica J.L. Borges:
A UN GATO
No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.
Preciosas palabras las que les dedica Borges. Aunque si las oyera el gato de Soseki... le veo llevándole una camisa de fuerza a este poeta...:-)
Gracias por la fábula, Dlt.
Un abrazo.
Me gustó la primera y me sigue gustando la segunda esperando una tercera,ese gato es un autentico cirujano,nos practica la autopsia a corazón abierto.
ResponderEliminarUn placer leerte.
PATXI:
EliminarEncantada de que te hayan gustado las dos partes, Patxi. No habrá una tercera, esa os la dejo para vosotros por si os animáis a leerla.
Estoy contigo: el gato es un auténtico cirujano de ojo muy preciso.
Saludos.
Querida Marisa, creo, como Mariano, que debemos tratar de realizar una cría de los gatitos que pueda parir una gata, buena amante del gato sabio, con el fin de poder poseer cada lector uno/a.
ResponderEliminarVivirá con nosotros en régimen de contrato indefinido y comerá todos los días.
Sus sabios consejos posiblemente nos salven de la mediocridad que padecen los sabios economistas chulos de este país, patéticas locuras pasajeras que inspiran a pocos y lógicos de mínimos.
Un fuerte abrazo, querida Marisa.
ANTONIO CAMPILLO:
EliminarYo creo que ese gato de Soseki ya ha dejado su semilla y sus hijos, nietos y biznietos se están poniendo las botas criticando el vergonzoso panorama económico-político-social que actualmente cae sobre nuestras cabezas. Que no nos falten esos gatos con botas...
Un fuerte abrazo, mi admirado Antonio.
Bonjour je viens de te voir chez DOMINIQUE mais je vais essayer de trouver la traduction ensuite je repasse te voir
ResponderEliminarBonne journée
FRANCE:
EliminarSoyez la bienvenue au blog.
Je suis content que vous aimez ce que vous voyez.
Votre blog est un parfum petit bout de France. Je l'aime.
Bisous.
Desde luego, el gato utiliza la lógica de la razón y, por tanto, es aplastante. Ellos no tienen cambios de look, ni ropajes cambiantes y barrocos, son más fácilmente reconocibles y no se esconden. Estupenda disección de nuestra sociedad aburguesada. Me gusta ese gato, es decir, ese libro. Gracias. Besos.
ResponderEliminarPACO HIDALGO:
EliminarEso es, Paco, precisa disección de la sociedad la que hace el gato. Afiló bien sus garras esta vez...
Te animo a leer la novela, no te defraudará.
Besos y buen fin de semana.
En primer lugar te felicito por las dos entregas. Hiciste una sinopsis muy original, porque mientras nos comentabas las alternativas del argumento también ibas conversando con el mismo libro y nosotros íbamos conversando con la conversación y con todas las voces que estas maravillosas reflexiones nos despertaban.
ResponderEliminarMe pareció demoledor (interesante) como dibuja al humano como la especie más consumista del universo -consumista desde las cavernas-. Siempre pidiendo, tomando, explotando y a la vez dando poco o nada a la naturaleza.
A la cuestión del consumismo le podemos agregar el clasismo; no me quepa duda, nuestra especie aborrece la igualdad. Lo de la vestimenta es un genial ejemplo.
Y la parte de los poetas creo que eleva profundamente al autor; hay pocas cosas más dignificantes que la capacidad de reírse de uno mismo, o de las caricaturas posibles sobre lo que uno ama.
Me encantó. En cuanto pueda lo voy a leer.
Fuerte abrazo!
JUAN OJEDA:
EliminarMuchas gracias, Juan, eres muy amable.
La verdad es que a medida que vas leyendo el libro, no puedes evitar conversar con el gato en silencio. Soseki consigue convertir al lector en cómplice de ese mismo gato. Cosa nada fácil si tenemos en cuenta que el punto de mira de su pistola está puesto en la misma raza humana, en el mismo lector. Por ello, considero esta novela una joya, porque consigue convertir en aliado al mismo enemigo.
En la parte referente a los poetas, no tiene piedad. Soseki era conocido sobre todo como poeta, de haikus, y en la novela se muestra incansable en sus diatribas contra los malos o falsos poetas, no sé si por amor a la misma poesía o porque recibió de ellos numerosos ataques. El caso es que vayas a la página que vayas de la novela, está continuamente ridiculizándolos. Desde luego que, la definición que da de ellos, "idiotas de corto recorrido y locos con fecha de caducidad", me parece sublime,jejje.
Si te animas a leerla, te gustará.
Un fuerte abrazo y buen fin de semana, Juan.
Me olvidaba; ya cambié el asunto de la verificación, gracias por avisarme.
ResponderEliminarAbrazos.
JUAN OJEDA:
EliminarPues muchas gracias por hacerlo, Juan. Yo no sé si le pasará a más personas, pero hay días en que no puedo comentar en los blogs que tenéis activada la "verificación de palabra", no por la dificultad de leer las dos palabritas en cuestión que te hacen humano y no un robot, sino porque ni tan siquiera me aparecen (Blogger sobrentiende que ya soy un robot,jejje), por tanto, no acepta mis comentarios. En fin... que se lo voy a decir al gato de Soseki a ver si puede hacer algo al respecto...
Otro abrazo.
Hola, paso a saludarte y agradecerte tus palabras en mi blog pero no a leerte...No, porque tengo ese libro en la estantería o sala de espera de libros esperando su turno y no quiero saber mucho del contenido. De todas maneras cuando lo lea volveré para leer tu estupendo trabajo.
ResponderEliminarBesos y gracias.
CLOCHARD:
EliminarDe acuerdo, Clochard, tú eres de los míos. Aunque no destripo el libro en absoluto con las citas que dejo, a mí tampoco me gusta saber nada (absolutamente nada) ni de libros ni de películas que voy a leer o ver. Por tanto, te entiendo perfectamente.
Espero que te guste y la disfrutes. No digo más.
Besos.
Todos queremos tener un gato como éste Marisa! jajaja.
ResponderEliminarExcelente segunda entrada, de poetas y de locos todos tenemos un poco!
Besitos.
ADRIANA ALBA:
EliminarJajjaja, sí Adriana, según el gato todos tenemos un poco de locos y de poetas, que tanto monta, monta tanto...
Me parece a mí que todos vamos a pelearnos por adoptar al gato sabiondo,jejje. Yo, si lo tuviera en casa, me andaría con cuidado con lo que hiciera, que luego el gato lo casca todo... :-)
Besos y buen fin de semana, querida Adri.
¡Es que los gatos tiene esa forma tan suya "de mirar"
ResponderEliminar¡Con lo orgulloso que estoy de estar loco! aspirante de poeta.
Marisa: has conseguido que el lunes lo intente localizar, a ver si consigo ser un poco mas gato, ya estoy aprendiendo a ronronear.
Un beso.
ANDRÉ DE ÁRTABRO:
Eliminar¿Cómo estás, Andrés?
Tienes razón, los gatos tienen una forma muy suya de "mirar". Tengo que reconocer que es esa mirada suya la que me subyuga a ellos completamente.
Se ha pasado un poco con los poetas,jajja, pero razón no le falta: a veces es preferible estar un poco loco que ser uno más del rebaño.
Encantada de que te haya suscitado ese interés. Si lo lees, ya me contarás si perfeccionas ese ronroneo ;-)
Besos, Andrés.
Enhorabuena, Marisa, por tu magnífico trabajo: eres la domadora de gatos.
ResponderEliminarReconozco que no me gustan los gatos porque siempre los encontré fríos, distantes e interesados; la antítesis de los perros, cuyo cariño no tiene límites. Pero después de conocer al gato de Soseki empiezo a pensar que quizás su actitud sea debida al profundo conocimiento que de nosotros tienen y, por ello, no pierden el tiempo con halagos.
Hace poco el alcalde de Oviedo recibió una carta de Brigitte Bardot en la que le invitaba a proteger a los gatos callejeros de Oviedo en vez de impedir que sean alimentados.
Sin duda, ha leído a Soseki y se ha enamorado de su gato.
Un saludo a todos.
JANO:
EliminarEl trabajo es de Soseki, no mío, Jano.
Muy bien planteado el razonamiento que haces: quizás sean así de individualistas, distantes e interesados porque no les interesa en absoluto parecerse a ese humano con el que conviven. Yo tengo que reconocer que me encantan. Admito la fidelidad del perro, pero la personalidad arrolladora del gato me subyuga. No lo puedo evitar.
He leído el enlace que dejas, Jano. Y he imaginado la cara del gato de Soseki cuando le digan que como medida protectora para su supervivencia callejera es la esterilización, primero, y luego pasar a ser propiedad municipal vetustiense ...jajjaja. No te traduzco lo que he pensado que podría decir al respecto, porque mi pudor lingüístico no me lo permite... :-)Pero te lo puedes imaginar...
Gracias por el enlace y por estar.
Un beso y buen fin de semana.
los gatos es que son reencarnaciones de molestos filosofos que nos abren los ojos con sus "estupidas· pregutnas
ResponderEliminarMe encanta
Saludos
MARICRUZPE:
EliminarDe los filósofos, el gato sabiondo no dice nada al respecto; entiendo que muy mal no le deben caer...
Pero sí, el gato es la reencarnación, ya entonces para los egipcios, de ese tránsito o conexión con el más allá. Incluso los poetas -tan denostados por el gato de Soseki- admiten que es "el dueño de un ámbito cerrado como el sueño".
Encantada de que te guste, Mª cruz.
Un abrazo.
Sabes Marisa, nunca creí en las casualidades. Y seguramente las hay. Pero no lo tengo claro, esos reflejos en un ojo felino....el lindo gatito me hace mucho dudar, aunque seria mejor decir pensar. Y quien lo ha escrito, mas me hace pensar. Pero ya sabes que soy una duda con patas. Me encanta leerte, aunque no siempre esté de acuerdo contigo.
ResponderEliminarANÓNIMO:
EliminarSiento desilusionarte pero no sé si eres, como dices, "una duda con patas" o pies con dudas -esto último lo digo yo-, porque no sé quién eres. Felino o humano, -o ambas cosas- , con quien no estarás de acuerdo será con el gato sabiondo porque yo -usurpadora total- solo he transcrito las citas del libro. Pero si quieres mi opinión glosada al respecto, la tendrás con detalles. Tus deseos son órdenes, que el ordenar siempre ha gustado a los anónimos.
A mandar.
Marisa, me ha encantado la selección que has realizado de los distintos párrafos del libro, tanto en la primera como en la segunda parte.
ResponderEliminarHe vuelto a rememorar los irónicos y punzantes pensamientos de ese gato que soto voce nos disecciona sin piedad. Sin duda, me quedo con su visión de los poetas, delirante, inteligente, donde el escritor, con estas elucubraciones felinas, nos lleva como lectores a militar más en lo lírico que lo prosaico. Esa vieja lucha entre locura y creación, entre musas y el tiempo que se diluye."La caducidad" que diría nuestro gato.
Marisa me voy contenta después de andar entre libros y gato y en tu blog. Un lujo.
Abrazos
FELICIDAD BATISTA:
EliminarGracias Felicidad. De vez en cuando no viene mal mirarnos al espejo y reconocer nuestras imperfecciones. Aunque algunos prefieran incubar en sus tronos de dioses a su propia estulticia.
Yo sí que estoy contenta de tu mirada atenta e inteligente.
Un beso.
quiero tu opinion al respecto. Con detalles. Sin ordenes. Solo con agradecimietos. Mandado soy.
ResponderEliminarANÓNIMO:
EliminarEn un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino.
Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender que se llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad...
Marisa, cuando he escrito aqui, lo he hecho como Anónimo y ahora no lo voy a cambiar. Al menos en eso. No entiendo bien tu respuesta, o el tono de ella, pero razones habrá. Como tu decides lo que aquí se publica, por eso te escribo, nadie mas que tu para elegir. Sabes perfectamente quien soy. Gustavo.
ResponderEliminarMarisa no entiendo nada. si digo que me veo reflejado es por que hice y publique esta foto: http://500px.com/photo/5212098, justo hace semana y pico. Por favor, no quiero publicidad, ya se que la foto es la ostia (esto es ironía de las baratas) pero cuando leí tu entrada y vi que yo antes habia hablado en mi forma de hablar de lo mismo, que quieres que diga. Si me dices que no vuelva a escribir aqui, dimelo, a mandar.
ResponderEliminarMarisa, me ha encantado tu forma de contar interactuando con los pensamientos del polémico
ResponderEliminargatito.
Un abrazo.
JORGE DEL NOZAL:
EliminarEra difícil no interactuar, Jorge.
Encantada de que te haya gustado.
Un abrazo.
De acuerdo, el gato tiene mucha razón.
ResponderEliminarPerfecto lo del pelo, hoy en día están de moda los monjes.
Bueno lo de la igualdad, en lo básico somos iguales y nos diferencia el artificio que nos rodea.
Lo de los poetas yo ya lo sabía, por eso no soy poeta, bueno por eso y por mi escasez de valores para serlo, yo lo ampliaría al mundo del arte en general (tengo que ser mas que un gato).
Marisa este gato me gusta, pero creo que solos y con una situación común por repartir saltarían nuestros respectivos sistemas nerviosos otra vez, empiezo a pensar que es por similitud de carácter. Lo siento sigo con el perro.
Un beso
JUNO:
EliminarHaces muy bien quedándote con los perros, Juno, más de un zarpazo te vas a evitar...
Yo no puedo evitar medir mi intuición con los gatos, hasta a veces les he ganado el pulso... :-) Pero con el gato de Soseki... creo que tendría todas las de perder, jejje.
Gracias por venir y estar.
Un beso y buen fin de semana, Juno.
Solo decirte que después de leer el texto y los comentarios confieso que Gaspar(Yo/It's me/ Soc Jo) hecha mucho de menos a Gaspar...quizás en otra vida fui uno de los suyos, quién sabe, pero aunque sé que está feliz en su nuevo hogar, me pasa lo que al gatito japonés, no entiendo a los humanos, las cosas que hacemos en un arrebato.
ResponderEliminarEntonaré el mea culpa, o mejor lo maullaré...
G:
EliminarGasparcito ha hecho amigos y seguro que ya es el cabecilla de alguna revolución gatuna contra la raza humana...
Yo también les entiendo mejor a ellos que a los humanos...
Buen domingo de penitencia ;-)
No conocía este libro. Gracias. Yo no quiero un gato tan listo en mi casa que se notarían demasiado mis pocas luces. Inspiración y chifladura como sinónimos?...buena idea!!!.
ResponderEliminarY poeta= idiotas de corto recorrido y locos con fecha de caducidad...perfecto!. A ver si se nos pasan pronto estos "problemas mentales" y podemos intentar otro estilo de vida más... ¿gatuno?.
Me encantan los escritos que me obligan a mirarme por dentro y quitar un rato el velo de mis defectos. Me ha parecido dos entradas que desarrollan una ironía muy elegante.Buenas...buenas Marisa. Un saludo maullado.
INOCENCIA MONTES:
EliminarEste gato es demasiado listo, sí, Inocencia. Sin embargo, yo pienso que sería muy divertido tenerlo en casa aunque estoy segura de que no se dedicaría a cazar ratones sino a cazar humanos...
(Por cierto, este gato de Soseki fue incapaz de cazar un solo ratón. Lo intentó solo una vez y los malditos roedores se lo pasaron en grande con él riéndose de su poca pericia. Ya ves que nunca la inteligencia puede ser absoluta...)
Encantada de que te hayan gustado las dos entradas, Inocencia.
Un abrazo maullado.
Querida Marisa:
ResponderEliminarsorprendente.
Un beso, amiga.
RAFAEL MULERO VALENZUELA:
EliminarHola Rafael. Encantada de que te hayas pasado y te haya sorprendido.
Un beso.
Querida amiga Marisa.
ResponderEliminarMe encanta.
Un beso
ATENEO DE TORRELODONES:
EliminarBienvenidos al blog y encantada de que os haya gustado.
Saludos.
Al ir leyendo las dos partes de la reseña he ido sintiendo la sensación de haber leído antes algo muy parecido, pero no encunetro más referencia (y creo que hay más) que el cuento "Tobermory" del británico Saki: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/saki/tobermo.htm
ResponderEliminarEstoy intentando reaccionar, porque llevo un año cada vez más metido en mí mismo y eso no debe de ser nada bueno. Gracias por tu apoyo.
ALBERTO GRANADOS:
EliminarGracias por el enlace, Alberto. No conocía ese cuento.
No te preocupes si no puedes venir o no te apetece hacerlo. A veces es necesario estar metido en uno mismo una temporada para poder salir al exterior.
Gracias a ti por estar.
Un abrazo.
La verdad es que al menos isnpira a la reflexión. De cualquier forma personalmente el gato, como animal de compañía, siempre me ha parecido muy interesado e infiel, me quedo a todas luces con Enriqueta, mi noble labradora, capaz de dar todo por mi sin esperar nada a cambio.
ResponderEliminarPor cierto tampoco se resigna a su pelaje y muda varias veces al año.
DR.MIKEL:
EliminarBienvenido Dr. Mikel.
Cierto es lo que dices sobre lo interesados e infieles que son los gatos, y todo lo contrario que son los perros. Pero, personalmente, la belleza e independencia felina me subyuga y divierte. La sumisión del perro, -completamente admirable, sin duda-, me cansa y me resulta empalagosa.
Todo es cuestión de gustos...
Me alegro de tenerte por aquí.
Saludos.
En resumen: los gatos tienen una vida mucho menos complicada que nosotros. Y para darnos cuenta de ello sólo hay que hacer notar que ellos, al menos, no se dedican a destrozar el planeta Tierra, ni tampoco a destruir a sus congéneres (más allá de accidentes puramente ligados a su conciencia natural). Sin ir más lejos ellos se muestran siempre tal cual son, desnudos, sin aditamentos, cosa que los humanos no podemos decir. Siempre aparentando a través de nuestro exterior lo que no somos.
ResponderEliminarBesitos
CARMEN BÉJAR:
EliminarNi los gatos ni las demás especies destruyen el planeta, a los demás y a ellos mismos. Solo la especie humana está obsesionada en ello... Creo que Soseki nos ha convencido a todos.
Besos, Carmen.
Cuánta razón tiene este “lindo gatito” ¿será por haber vivido sus 7 vidas? Nos vestimos para no ver nuestro interior desnudo…Vivimos las modas, fíjate en las chicas: todas con botas y pantalón ceñido, manda el mercado, la publicidad, el consumismo…deberíamos aprender del movimiento minimalista.
ResponderEliminarSiempre me repito cuando digo que, somos rebaños mansos de idiotas y si logramos salirnos, la jauría nos lleva hasta el acantilado, donde o nos lanzamos al vacío, o giramos y nos enfrentamos a la masa enloquecida de kukuxklanes irracionales.
Leí hace muchos años un reportaje muy interesante que, me recuerda a lo que citas, se argumentaba que si en la época de Nietzsche y otros, hubieran existido ansiolíticos y antidepresivos ¿Habrían sido los denominados, “genios” o, adormecidos, no hubieran tenido las luces necesarias? ¿Locura o genialidad? Recuerdo que a principios del siglo XX, los médicos recetaban cocaína para la depresión…hasta que se llenaron las consultas de adictos…siempre hemos sido experimento de los depredadores…El yo en representación de nuestro. Los banqueros son los antiguos “usureros” y el gobierno expresa el sentimiento del pueblo, sin habérselo preguntado jamás…y es que este mundo está repleto de locos cuerdos…Le preguntaron a Gandhi: ¿Qué opina Ud. de la civilización occidental? A lo que él respondió: Bien, sí, sería una buena idea… Marisa, me ha gustado tu ronroneo, besitos mil para ti.
KIMBERTRANCANUT:
EliminarEfectivamente, Kim, nos vestimos para no ver -y que no nos vean- nuestro interior, somos rebaños mansos obligados a seguir un camino del cual no podemos tomar ningún atajo, somos todas esas cosas que dices... -hasta yo también llevo botas y pantalones ceñidos, Kim-.
¿Locos o cuerdos? Yo prefiero la primera opción, la cual me permite cuando quiero mantener una distancia prudente con aquello que no me gusta, acepto o comparto.
Tu ronroneo tampoco ha estado mal, amigo...:-)
Besos mil también para ti.
Marisa:
ResponderEliminarQuede prendada del gato y sus definiciones¡
amiga es implacable la selección que has realizado de los distintos párrafos del libro, tanto en la primera como en la segunda parte.
Este mundo está lleno de ladrones involuntarios por pura inercia. Èste gatito dice una gran verdad.
¡Me encanto leerte¡ sabes que lo disfruto.
besos
NORMA RUIZ:
EliminarYo también quedé prendada del dichoso felino filósofo, Norma. Las citas que os he seleccionado, no os preocupéis que no destrozan para nada el hilo argumental del libro -si es que lo tiene, porque todo en sí es una sátira de lo mismo, del ser humano-.
La expresión "ladrones involuntarios" que menciona el gatito, aplicada a los banqueros y políticos, a pesar de tener un siglo de antigüedad, ya ves que aún sigue siendo muy actual.
Encantada de que lo hayas disfrutado.
Un beso, Norma.
Aquí habría qué decir: a los humanos nos pesa más la vanidad. No sabemos ser naturales. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCARLOS AUGUSTO PEREYRA:
EliminarCompletamente de acuerdo. Pesa y mucho. Pero no nos queremos deshacer de ella a pesar de las contracturas en la espalda. Somos así de estúpidos.
Un abrazo, Carlos.
Creo que vas a conseguir a pesar de lo "perruno" que soy que me terminen cayendo bien los gatos.
ResponderEliminarCreo que los gatos se han dado cuenta que vivimos al margen de la naturaleza y el mundo y que no podemos volver atrás y por eso nos miran con suficiencia, porque ellos pueden vivir sin nosotros cuando y como quieran.
Besos.
ÁNGEL IVÁN:
EliminarYo también creo que la indiferencia gatuna va por ahí. No les caemos bien, de eso no hay duda.
Tú sigue siendo perruno, que nunca te tocará correr delante, sino detrás, jejje.
Mil besos, Ángel.
Hola mi nombre es Carlos, espero que me puedas ayudar con esto ya que veo que te conoces bien el libro mira, tengo un trabajo en la universidad y tengo que hacer una monografía referente a este libro y lo malo es que en mi universidad no tienen el libro completo mas que simples extractos, escogi un tema referente al conflicto que había en Japón a principios del siglo XX con la llegada de la cultura occidental, es por eso que escogi ese libro ya uqe veo uqe habla mucho acerca de ese tema, pero como te digo no pude conseguir el libro y solo lei eel que estaba en mi universidad osea la version resumida asi que espero que me puedas dar algunos consejos de como aprovechar mi tema con este libro o si en verdad me recomiendas comprar la versión completa ya que estuve vindo el ultimo extracto que pusiste en el blog acerca del amigo loco del dueño que habla de la culura occidental, bueno gracias de antemano.
ResponderEliminarHola mi nombre es Carlos y me gusta mucho tu blog sobre todo esta publicación del libro Soy un gato, bueno espero que me puedas ayudar con esto, mi profesor me dejo hacer una monografía referente a este libro y ya que tu lo conoces muy espero que me puedas ayudar. Mi tema fue el conflicto de Japón con la cultura traída de occidente a principios del siglo XX cosa que sé que se habla mucho de este en ese libro, pero lo malo esque en mi universidad solo tienen la versión resumida de este libro y no pude sacarle mucho provecho de este, espero que me puedas dar algunos consejos de como podría aprovechar al máximo mi tema con esrtte libro que me parece muy interesante o si me recomiendas comrarme la versión completa. Gracias de antemano.
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