Catedral de Zamora. Marisa Vegas
(Pincha en la imagen si la deseas ampliar)
ASONANCIAS EN LA CATEDRAL DE ZAMORA
Ocellum Durii (Los Ojos del Duero)
De piedras blancas viste tu desnudez
el silencio de la noche zamorana,
cuando las espadas de las leyendas de su cerco
son veladas en tu atrio por fantasmas.
Huesos románicos gestan tu belleza
en la edad media del tiempo levantada,
juglares y romances tallan asonancias
en penitencia por la historia de tu alma.
Cúpula bizantina es tu cabeza de siglos
por erguidos guardianes custodiada,
corona alada de cigüeñas
ciñendo tu frente sobre cabellos de escamas.
Tu aroma penetrante a Duero
se mezcla con el olor a cera quemada,
noches santas de cofrades carmesí
arrodillándose frente a tus muros de lanzas.
Nobles, caballeros y reyes
limpiaron sus manos ensangrentadas
en tu perfume de incienso sagrado
purificando sus alevosías profanas.
Guardan tus frías piedras
aún la calidez de quien te ama,
retumba en ellas el miserere del coro
en la medianoche del alma castellana.
La Torre cuadrada de El Salvador,
vigía es del Castillo de doña Urraca,
sepultura de luchas fratricidas y traiciones,
latidos de Mío Cid galopan en tu mirada.
Tus campanas abrirán
los ojos del Duero cada mañana,
la muy noble y leal ciudad
en su austeridad te vive, te sueña y se derrama.
Siempre creí que eras gallega, y ahora resulta que eres sólo medio gallega. Zamora siempre me recuerda lo de
ResponderEliminarRey don Sancho, rey don Sancho,
no digas que no te aviso
que de dentro de Zamora
un alevoso ha salido.
Llámase Bellido Dolfos
hijo de Dolfos bellido...
(Bellido era con V? No lo recuerdo).
Que te defiende más que bien en temas versificadores. Yo en esas lides soy un auténtico mazo, y eso que lo intento.
Abrazos desde Granada,
AG
ALBERTO GRANADOS:
Eliminar"Me nacieron en Zamora", como diría nuestro amigo Clarín. Aunque ya no resido allí desde hace muchos años,soy zamorana, sí, Alberto, de gallega y sus cuartas partes nada de nada,jejje. Creí que me ibas a decir que era portuguesa, que a los de Zamora, los de Toro también nos bautizan así...
El romance que dejas habla de la muerte de Sancho II a las puertas de Zamora, ciudad que heredó su hermana doña Urraca y que Sancho se obstinó en arrebatarle. Pero Bellido/Vellido (son correctos los dos), este sí que parece que era portugués, asesinará a este rey, ya que tanto Urraca como Sancho tienen un hermano con más ambición, Alfonso VI. El Cid dará caza a este Bellido por una puerta de Zamora (actualmente llamada de la Traición), y hara jurar a Alfonso VI que no ha tenido nada que ver con la muerte de su hermano (Jura de Santa Gadea). Alfonso VI se vengará y se las hará pasar canutas al Cid desterrándole de Castilla.
Estos hechos son anteriores a la construcción de la Catedral de Zamora, pero me ha gustado recordarlos.
Por cierto, Bellido Dolfos, en el romance aparece como traidor por matar a Sancho pero, para algunos zamoranos no es tenido como alevoso sino como héroe. Ya sabes, todo es como se mire...:
"-¡Rey don Sancho, rey don Sancho!,
no digas que no te aviso,
que de dentro de Zamora
un alevoso ha salido;
se llama Vellido Dolfos,
hijo de Dolfos Vellido,
cuatro traiciones ha hecho
y con esta serán cinco.
Si gran traidor fuera el padre,
mayor traidor es el hijo.
Gritos dan en el real:
-¡Que a don Sancho han mal herido!
Muerto le ha Vellido Dolfos,
¡gran traición ha cometido!
Desque le tuviera muerto,
metiose por un postigo,
por las calles de Zamora
va dando voces y gritos:
-Tiempo era, doña Urraca,
de cumplir lo prometido".
Mi querido mozárabe granadino, gracias por ese honor que le haces a mis versos. Si no conoces Zamora, no te la puedes perder, es un museo urbano del románico..
Un fuerte abrazo, Alberto.
Ayyy como me gustò Marisa!
ResponderEliminar...Huesos románicos gestan tu belleza
en la edad media del tiempo levantada,
juglares y romances tallan asonancias
en penitencia por la historia de tu alma...
Una delicia para alma y cuerpo, gracias de verdad!
Un abrazo grande.
ADRIANA ALBA:
EliminarSi vienes a España, avísame, te enseñaré y te haré disfrutar encantada de esas delicias del románico de Zamora.
Muchas gracias, Adriana, feliz de que lo hayas disfrutado.
Muchos besos.
Aquí en Argentina, eso de velar las armas es una característica puramente española. Debe ser de lo que uno ha leído el Quijote, ;-)
ResponderEliminarLas catedrales (muy lejos de mis mundos) creo que tienen esa magia oscura de resumir la máxima grandeza del humano y su natural imposibilidad de corresponder a la misma. Así se conjuga por sus venas el amor esencial de los fieles y el eufemismo ensangrentado de los hipócritas.
Muchas caídas nos hacen comprender que el alma no es arquitectura. Pero las catedrales además de verse como un monumento de poder y vanidad, también pueden concebirse como un intento de trascendencia.
Me parecieron fascinantes esos versos del final; con la ciudad dormida que despierta por las campanadas.
Un fuerte abrazo desde Argentina, espero que mi comentario haya estado a la altura de tu gran entrada.
JUAN OJEDA:
EliminarJuan, tus comentarios -vuelvo a insistir en ello- siempre me parecen de gran atino y de gran implicación lectora. Te lo dije en el último que te hice y lo vuelvo a repetir: gracias porque es un lujo tenerte como lector.
Entiendo que esa "tradición catedralicia" en Hispanoamérica sea imposible tenerla, aunque algo conserváis de aquel siglo XVI en el que los bravos y bravíos colonizadores españolitos os la quisieron imponer y algún rastro de ello tenéis.
Aludes a un tema que siempre, siempre y siempre que veo una magnífica catedral, no puedo olvidar: la ambición de poder de clase religiosa y nobiliaria, su ostentación, y el sufrimiento y trabajo del pueblo que fue quien realmente la construyó. No soy ajena a estos avatares, por ello, mi poema intenta soslayar los aspectos religiosos -si me metiera en ellos, sé que podría herir sensibilidades-. Esa catedral de Zamora y sus alrededores, para mí, es un símbolo de mi niñez. Crecí a su lado y me desperté con el sonido de sus campanas cada mañana. Admiro su belleza románica, objetiva, pero también me evoca subjetivamente andanzas y correrías dentro de ella y sus alrededores -ya desde niña fui bastante irreverente con algunos aspectos de ella, pero eso es otra historia...-
Encantada de que te hayan gustado esos versos finales.
Muchos besos, querido Juan.
Zamora la bien cantada… Son versos con un intenso aroma a la mejor tradición de la poesía romántica, que nutre a su vez la poesía sentida de Machado ante la eternidad de la piedra, su solemnidad de siglos y de historias, su idilio callado con la naturaleza… Ese es el ritmo, el sonido, el sabor de la métrica bien medida. Muy hermoso, Marisa.
ResponderEliminarJUAN HERREZUELO:
Eliminar"La bien cercada" y la bien cantada como dices, Juan. En ambos casos, cierto. Zamora tuvo tres murallas defensivas, de ahí lo de "la bien cercada", aunque actualmente solo conserva una, con trechos en perfecto estado y otros recuperándose.
Y la bien cantada porque, efectivamente, nuestro romancero, tanto medieval -el romance que le dejo a Alberto Granados- como el actual, sigue rememorando tanto su belleza como sus hechos históricos y caballerescos. Como castellano sabrás que quizás sea el Duero el responsable de tanta magia.
Sí, reconozco el sabor romántico del poema en esas piedras que llevan talladas las gestas zamoranas, en esa noche de la fotografía tan inspiradora para los decimonónicos, en esos fantasmas vagando por atrios y en esa Edad Media que se respira. No se te escapa ni una, Juan, y créeme que es un enorme placer que me leas así.
Un abrazo.
Bello y delicado poema a un recinto recogido, silencioso y duro, en el que han rezado y redimido culpas poderosos que lavaron la sangre que derramaron. Los severos misereres castellanos retumban en sus fríos muros con una eterna súplica.
ResponderEliminarEl recorrido que haces por la catedral, Marisa, tu tono, más amoroso que descriptivo, es un canto a la sobriedad, a la pulcritud y a la elegancia.
Un fuerte abrazo, querida Marisa.
ANTONIO CAMPILLO:
EliminarEstos recintos sagrados considero que tienen más de profanos que de lo primero, en el sentido que fue el pueblo con su trabajo y sudor quien los construyó, pero fue la Iglesia, la nobleza y la realeza quien se sirvió de ellos para sus fines -no siempre religiosos-.
Independientemente de ese tema -que es mejor que no entre-, la belleza de esta catedral románica, unida a mis recuerdos infantiles por su atrio, por su interior, por sus galerías, por su olor a incienso y a cera, por su penumbra, por sus misereres, también por esos cultos dominicales obligados, es lo que realmente ha inspirado la composición.
Encantada de que te haya gustado, querido Antonio.
Un fuerte abrazo.
Más allá de la fotografía (¡me gusta!) estas asonancias me saben a paseo nocturno por Zamora, cuando las piedras te susurran historias y los huesos románicos, leyendas de juglares.
ResponderEliminarNo conozco demasiado la capital, pero la idea más agradable que tengo de ella se parece mucho a tus versos.
Un fuerte abrazo, Marisa.
XIBELIUSS JAR:
EliminarQué bien que te guste la fotografía, Xibeliuss. Pero si te fijas en ella, algo pasa...jejje. La Torre de El Salvador aparece ligeramente inclinada hacia la izquierda, lo que me lleva a pensar que no mantuve la horizontalidad adecuada. Pero si te fijas en la parte izquierda, la de la cúpula de estilo bizantino, aparece inclinada hacia la derecha...¡¡!! Es decir, que si mantenía horizontal la cúpula, la Torre del Salvador se iba a parecer a la de Pisa como menos... Tú, que estás más diestro en el arte de la fotografía, quizás tengas una explicación coherente, porque yo no la encuentro: o a mi cámara le pasa algo o que yo sepa no hay ninguna inclinación de la Torre, De hecho lo he comprobado en tu fotografía de la catedral de Zamora de hace unos días y que invito a ver a mis lectores:
http://xibeliuss.wordpress.com/2012/03/10/catedral-de-zamora/
Efectivamente, esta foto fue de un paseo nocturno durante este verano. Ahora, con la crisis, no sé yo si la iluminarán por la noche.
Eso de que no conoces la capi demasiado... recuerdo unas fotos que publicaste del casco antiguo de Zamora que son una delicia... No obstante, tiene solución, en Semana Santa -que iré- tienes a una "cicerona" encantada de hacerlo.
Un fuerte abrazo, Xibeliuss.
Una posible pequeña explicación :)
EliminarCreo que hiciste la foto con una cámara compacta, con el zoom en gran angular (o wide), desde muy cerca y un punto de vista quizás algo bajo: eso explicaría la inclinación de la torre y de la cúpula, porque la lente distorsiona. Prueba a hacer la foto desde más lejos, con el zoom en posición media. Lo normal es que las líneas te salgan más rectas.
He estado muchas veces en Zamora, claro, pero no considero que la conozca en profundidad: por ejemplo, nunca he vivido su Semana Santa... y este año tampoco podrás ser. ¡Ya me gustaría tener una "cicerona" como tú! jejeje
Más abrazos y espero haber servido de ayuda con la foto.
XIBELIUSS JAR:
EliminarMuchas gracias por la recomendación, Xibeliuss, ha sido de gran ayuda, posiblemente sea eso. Intentaré hacerlo como dices aunque sé que la comodidad y la calidad están reñidas.
Gracias también por lo que atañe a esta cicerona. Algún año tendrás que conocer la Semana Santa de tu tierra ¿no? Ya sabes... a tu disposición.
Muchos más abrazos.
No conozco Zamora, lo reconozco, pero me ha encantado tu descripción poética: es tan asonántica pero tan visual, que dan ganas de llamarte y pasear por sus calles medievales. Pero en semana santa no, me dan alergias. Románica, bizantina, caballeresca, cofrade, eclesiástica, regada por Duoro... en definitiva, poética, como tú. Mil besos, Marisa.
ResponderEliminarPues el ambiente "semanasantero zamorano" es único, Paco. La Semana Santa zamorana está declarada de Interés Turístico Internacional, título que solo ostentan cuatro provincias españolas más. Independientemente de los aspectos religiosos que, todo sea dicho de paso, no me importan nada, el despliegue artístico y ambiental y turístico de Zamora en estas fechas es único.
EliminarIré en Semana Santa, pero ya que no te agradan las fechas, me tienes de "cicerona" en otra ocasión que cuadre. Como amante del arte que eres, Zamora te resultará increíble: como aperitivo te diré, que casi tiene 30 iglesias románicas en la capital...
Invitado quedas.
Otros mil besos.
Que no .¡que no se ganó Zamora en una hora!.Que eres Zamora y Duero que eres Toro y Sanabria, que eres vino y aromas que mi juventud recuerda y que cuantas veces con tesón reclama.
ResponderEliminarY ahora me has llenado de vívidos recuerdos.
¡Me has destapado el alma!
Besos..
ANDRÉ DE ÁRTABRO:
Eliminar¡Conoces bien Zamora, mi querido Andrés!
"No se ganó en una hora" porque tuvo tres murallas defensivas, así hemos salido los zamoranos... tercos como una mula, en permanente estado de defensa cuando ni tan siquiera existe el ataque...
El Duero... es mucho Duero, Andrés. Derrama poesía y magia.
¿Toro? Jejje, a los toresanos no les caemos muy bien, aunque nos bebemos sus caldos con mucho placer...
Y Sanabria... el paraíso natural y terrenal, sin duda.
Espero disfrutar de todo ello en esta Semana Santa ya que me acercaré a la ciudad que me vio nacer.
Me alegro de haberte destapado el alma y ese rincón dulce de recuerdos zamoranos.
Muchos besos, mi querido vecino geográfico.
Marisa, no he tenido la suerte, ni el privilegio de encoger mi corazón bajo las bóvedas de la Catedral de Zamora, ni de escuchar el silencio navegando con pasos entre las naves, ni recibir la luz bajo la cúpula, o escuchar cantos gregorianos entre la sillería del coro, ni medirme con su torre. Sin embargo, he sentido su piel de piedra, el latido de sus campanas, el tropel de su historia, sus batallas, sus reyes, nobles, caballeros, juglares o el aroma del Duero a través de tus versos.
ResponderEliminarFeliz después de realizar este viaje inesperado a la admirada arquitectura románica.
Abrazos
FELICIDAD BATISTA:
EliminarEncantada de que hayas disfrutado de ese viaje a través de mis versos. Si tus pasos alguna vez te llevan a Zamora, no dejes de disfrutar de esa catedral en vivo.
Abrazos.
Querida Marisa ¡Me ha encantado tu poesía y tu erudición al contestar a Granados!
ResponderEliminarConozco poco Zamora capital, ciudad pequeña y con un patrimonio que "no se pudo hacer en una hora" se ha estado haciéndo desde hace siglos, y la catedral desde el siglo XII, porque el Duero ha trazado su ruta desde hace millones de años.
Las catedrales románicas tienen el insuperable encanto, la antigüedad es el primero, de su originalidad arquitectónica. Uno se pregunta al contemplarlas ¿iglesia o castillo? ¿románico o lo que sea? y la respuesta es un sí rotundo a todo; porque la historia las ha ido reformando y retocando, añadiéndo elementos y escribiendo el momento en sus piedras; esas piedras que sienten el paso del tiempo pero no hablan con palabras, auténticas vértebras del cuerpo de la historia... Son un libro abierto para el que sepa leerlo, y siempre, una contemplación placentera para todo el mundo, porque nunca te dejan indiferente... ¿Habrá fantasmas intramuros?
Reitero: Una hermosa poesía en el tema y en la forma.
Un abrazo, Marisa.
JANO:
EliminarMuy amable con lo de erudición, Jano, pero solo son recuerdos de la tradición histórica y literaria de Zamora.
Sí, las catedrales románicas -y mucho más las góticas- entrañan un romanticismo, un misterio, una magia, unos secretos y unos fantasmas -¿por qué no?- que se han tallado indeleblemente en sus piedras, en su aroma a cera quemada y a incienso entre las notas de misereres y cantos.
Aparte de este romanticismo, no se puede ocultar que también son la huella palpable del poder y ostentación de determinados estamentos, sociedades, instituciones y pueblos. En fin, la vida misma.
Sinceramente encantada de que te haya gustado, amigo Jano.
Un beso.
Mira que estado en ella veces pero verla con tus ojos es una auténtica gozada
ResponderEliminarUn besote cielo
40AÑERA:
EliminarMuchas gracias, Myriam, me alegro de que lo hayas disfrutado (aunque creo recordar que tienes alguna "influencia toresana" que podría ir en detrimento de la "capi"...jejje)
Besazos.
Siempre consigues que tu pluma nos haga desear lo que tu le dictas.
ResponderEliminarTengo que conocer la catedral de Zamora y revivir
esa época que me has hecho vivir con tus versos.
Un abrazo.
JORGE DEL NOZAL:
EliminarQué amable eres con lo que dices, Jorge. Si realmente consigo eso, es un gran éxito para mí.
Pero independientemente de mis letras, no te pierdas esa joya del románico, catedral y ciudad. No te arrepentirás.
Un fuerte abrazo.
Buenos días, Marisa.
ResponderEliminarEl mejor reconocimiento, es mi silencio. Te leo y disfruto. Llegas y transmite sensaciones.-
Un fuerte abrazo
MANUEL BRITO:
EliminarMuchas gracias, Manuel. Encantada de que sea así.
Un fuerte abrazo.
Marisa querida....Entre mis sueños por cumplir, siempre España aparece en mi itinerario codiciado con vehemente pasión. De a poco,- a través de ustedes- voy recorriendo región tras región. Y aprendiendo de vuestros acentos, tradiciones, comidas, monumentos, etc. ..De seguro visitaré esas Catedrales para disfrutar la estética de su construcción -ya que la religiones no son precisamente de mi interés-. Hace tiempo que observo todo con ojos universales. Sin embargo, a través de tus letras, me ha embelesado el aroma a incienso, el sonido de las campanadas, la medianoche de esas piedras blancas reflectadas en la luna. Definitivamente, ya forma parte de mi ruta por descubrir.
ResponderEliminarBesitos para ti.
TATY CASCADA:
EliminarOjalá que ese sueño se te cumpla y pùedas disfrutar de todas esas joyas artísticas de nuestro país. Si tus pasos llegan a Zamora, estaré encantada de prestarte mi compañía y mi mirada hacia todas las cosas bellas que encierra esta linda ciudad. Anímate.
Encantada de habértelas hecho sentir un poquito a través de mis versos y mi fotografía.
Muchos besos, Taty.
Marisa que bonito poema que suena a romance, suena a paseo solitario en los alrededores de un barrio con catedral, a noche y a lluvia, a frío...
ResponderEliminarNo conozco Zamora y esa foto de la catedral me hace desear pasear por sus alrededores. La foto es preciosa.
Un abrazo!!
LAURA UVE:
EliminarGracias, Laura. Efectivamente, Zamora no solo es la ciudad del románico sino también del frío... aunque esta fotografía fue hecha el verano pasado, precisamente una noche calurosa que donde mejor se estaba era tomando el fresco por esas calles medievales zamoranas.
Si tienes oportunidad, no dejes de descubrir Zamora, te sorprenderá gratamente.
Un abrazo.
Marisa, hoy, de la mano de tus letras, he viajado hasta Zamora, y tengo que decirte que ha sido un auténtico placer envolverse en aquel lugar desde tus letras, y el aroma del Duero me ha llegado muy de cerca.
ResponderEliminarAcabo de enterarme que hoy es el día de la poesía: ¡felicidades poeta!
Un beso.
MARÍA:
EliminarGracias, María. Efectivamente, hoy es el Día de la Poesía, aunque para mí, eso de "los Días de..." , como que no me acaba de emocionar mucho.
Ha sido un placer hacerte viajar a esos Ojos del Duero. Si no conoces Zamora, no dejes de hacerlo si se te presenta la oportunidad: no es amor de zamorana sino pura belleza artística y románica -también modernista- la que se guarda celosamente esta cálida ciudad.
Un beso.
En los ecos de mis pasos en aquella breve estancia recuerdo las noches paseando ya de vuelta para soñar un poco más con el misterio de sus piedras. Rincones llenos de historia, la leyenda la pone el paseante.
ResponderEliminarMe encantó la ciudad, recomendable siempre.
G.:
EliminarCreo que recuerdas esa representación teatral al aire libre e itinerante, en esa noche de verano, frente a la catedral de Zamora, en la que un espléndido grupo de teatro zamorano, "La Tijera", representó trazos de la historia épica y medieval zamorana. Tú has vivido en primera persona lo que poetizo...
Sé que te encantó Zamora. Como vengo diciendo, no solo sorprende gratamente -y mucho- al viajero, sino que sus rincones y su encanto acaba instalándose en los corazones de quienes la visitan (juro que no me llevo ninguna comisión del Patronato de Turismo, jejjeje)
Un besito.
La catedral zamorana inspira los más bellos versos con sus muros asomados sobre el Duero, el río vinculado a la Reconquista. Y las calles de Zamora, ¿qué me dices de sus calles? Y la Casa del Cid, y el gran Viriato, y la iglesia presidiendo la plaza, y el alcázar, y las murallas, y las pequeñas iglesias románicas llenas de misterios, y los campos que la rodean, y esa iglesia cuya torre- campanario pelea en su pugna por ellgar al cielo con una chimenea fabril... y tantas cosas. Cómo me has hechos recordar la ciudad de Zamora.
ResponderEliminarBesos
CARMENBÉJAR:
EliminarCarmen, no solo conoces a la perfección Zamora sino que conoces el alma de esta ciudad.
Efectivamente, la parte posterior de la fotografía que he hecho, los muros de la Catedral -y del Obispado- miran a ese Duero y a ese único -porque lo es- puente románico.
Adentrarte por las calles del casco antiguo de Zamora es retornar a una Edad Media que sigue intacta, sin estridencias y abusos de comercios turísticos, en plena austeridad como es la esencia de la ciudad.
La Casa del Cid... en mi opinión la estropearon completamente cuando hace ya unos años la reformaron. Creo recordar que está en manos de un particular, y la reconstrucción fue nefasta.
Viriato, el terror de los romanos, y su estatua de bronce frente al Parador de los Condes de Alba y Aliste -Palacio del siglo XVI-, simboliza ese sólido espíritu zamorano -se dice que Viriato no era lusitano sino zamorano-.
Muralla, torres, iglesias... todo está tan perfectamente conservado, que su belleza es ajena al paso del tiempo. Te diría que la ciudad ha hecho un pacto con el diablo, pero teniendo en cuenta la tradición y espíritu religioso de la ciudad, mejor no lo digo...:-)
Tú sí que me has hecho recordar esos bellísimos rincones, Carmen.
Muchos besos.
Si que que así da gusto. No sólo leo una preciosa entrada-poesía, sino que los comentarios son igualmente buenos: el complemento a un estupendo blog. Es posible que a Bellido Dolfos haya ojos que lo vean como héroe, no diré que no, pero sobre todo se le tiene por asesino, brazo ejecutor de la violencia ordenada por tercero. Góngora uso del personaje desde ese punto de vista, cuando en tiempos de Felipe IV, fue asesinado el Conde de Villamediana, haciendo recaer las sospechas sobre el rey. Escribió:
ResponderEliminarMentidero de Madrid,
decidnos ¿quien mató al conde?
Ni se sabe, ni se esconde
Sin discurso, discurrid.
Dicen que fue el Cid,
por ser el conde Lozano.
¡Disparate chabacano!
La verdad del caso ha sido
que el matador fue Bellido
y el impulso soberano.
Besos.
DLT:
EliminarMuchas gracias, Dlt, por esa valoración tan generosa tanto de la entrada, como blog y comentarios. La calidad de estos últimos se consigue gracias a vuestra participación.
Bellido Dolfos, para algunos zamoranos, es tenido como héroe ya que "evitó" que Sancho le arrebatara Zamora a Dª Urraca, como sabrás como especialista en Historia, Dlt, pro es cierto que lo que cometió fue realmente un crimen. Es cierto que, Bellido Dolfos solo fue la mano ejecutora de un hermano de estos reyes mucho más ambicioso, Alfonso VI (unos tienen la fama y otros cardan la lana, reza el refrán...)No me extraña que Góngora utilizara a Bellido Dolfos como símbolo de "mano ejecutora de la realeza" para hablar del asesinato del Conde de Villamediana.
Un placer tu comentario, Dlt, me han encantado esos versos que has dejado de ese "hombre a una nariz pegado..."
Muchos besos.
Juntar la belleza del ayer,
ResponderEliminarcon la mirada cautiva del hoy,
dejando suavemente los versos caer,
sobre el alma de un lugar,
que ahora también nuestro es.
No conozco Zamora, la verdad es que he viajado poco.
Estuve ya hace muchos años por tierras leonesas,(Astorga) haciendo el servicio militar, pero en uno de los viajes sólo llegue hasta Benavente.
Hoy me he acercado hasta el alma de Zamora a traves de tu precioso poema.
Aquí en la comarca navarra donde vivo, también tenemos unas preciosas obras del románico.
http://www.arteguias.com/romanico_valdorba.htm
Un abrazo Marisa.
IZARA:
EliminarGracias por esos bellos versos que has dejado, Izara. Efectivamente, el alma de ese lugar se queda atrapado en la mirada del ayer que es hoy.
Si no conoces Zamora te animo a que lo hagas. Bueno, en realidad algo de la provincia de Zamora conoces, Benavente, el cual tiene un precioso castillo y un increíble y mágico Parador de Turismo.
Gracias por el enlace que me dejas al románico de tu tierra.
Un fuerte abrazo.
¡Vaya sorpresa, una entrada sobre las raíces más profundas de Zamora! El romance del Cerco, la Catedral, el románico y ya suenan los tambores de la Semana Santa, además de verdad porque ensayan cerca de mi casa una banda, los cofrades del Silencio haciendo el juramento, la procesión del Yacente y el miserere en la plaza de Viriato, esas procesiones penitenciales con los pies descalzos de sus cofrades o con sandalias franciscanas. Ya están las cofradías enzarzadas en discusiones, ya comienzan las peleas entre unos y otros, se huele la Semana Santa, ha vuelto el frío y se va a manifestar con recogimiento la austeridad zamorana.
ResponderEliminarHas expresado muy bien y en pocas palabras lo que a mí me ha costado muchas más líneas y peor redactadas.
Un abrazo paisana.
VALVERDE DE LUCERNA:
EliminarTú lo has dicho, querido amigo y paisano, las raíces más profundas de esa Zamora.
Sé que desde hace tiempo, esos tambores semanasanteros ya están sonando por Zamora (¡qué suerte que ensayen al lado de tu casa! jejje).
Has captado perfectamente que esos "cofrades carmesí" a los que aludo en mi poema, son los cofrades del Silencio jurando el mismo en el atrio de la Catedral. Esos pies descalzos y esa penitencia -que nunca entendí bien, todo sea dicho- de esos hermanos y penitentes de las cofradías... La Semana Santa de Zamora es tradición, devoción, austeridad y belleza. Quienes somos de allí y la hemos vivido desde nuestra infancia, bien lo sabemos.
En cuanto a la cofradías enzarzadas como cada año, jeje, también lo sé, Valverde, por amigos con cargos responsables en esas cofradías y por "la Opinión" digital que suelo leer. ¿Han cerrado el Museo de Semana Santa, no? ¿Solo habrá una banda de música por cofradía, no? Si es que no aprenden a explotar y rentabilizar la época más turística de la ciudad...
En cuanto a que ha vuelto el frío, no recuerdo ninguna Semana Santa zamorana (y he estado en todas) en la que no me haya puesto la bufanda y los guantes... es consustancial a ella...
Tú sí que has expresado bien ese alma de la ciudad de Zamora en vísperas semanasanteras. La viviremos, Valverde.
Un fuerte abrazo.
Debe estar orgullosa la catedral de Zamora por esta entrada....y por esta estrofa del poema que me ha fascinado:
ResponderEliminarTus campanas abrirán
los ojos del Duero cada mañana,
la muy noble y leal ciudad
en su austeridad te vive, te sueña y se derrama.
Enhorabuena.
un saludo
fus
FUS:
EliminarMuchas gracias, Fus, eres muy amable con tu comentario. La verdad es que de la estrofa de la cual me siento más satisfecha es de la que dejas...
Un abrazo.
Reconozco que la España de otros tiempos me apasiona..nada de iglesias por supuesto actualmente son edificios sin ninguna función importante..sirven de fondo alguna fiesta..al menos creo y quiero creérmelo y es lo que nos llega a estas comarcas lejanas del Atlántico sur. Sus construcciones y ornamentos fueron hechos por verdaderos artistas que ponían pasión.
ResponderEliminarTu hermosa creación poética tiene el poder del recuerdo..y resalta la belleza de sus lineas..y evoca aquellos juglares y romances inspirados perdidos en el tiempo.
Un beso desde el sur
PRUDENCIO HERNÁNDEZ JR:
EliminarMi querido Prudencio, ¿cómo estás?:
No sé si te habré entendido bien pero eso de que las iglesias actualmente "son edificios sin ninguna función importante" y que "sirven de fondo a alguna fiesta"... a alguno le va a dar un patatús cuando lo lea, jejje. No digo yo que para muchos no sean lo que dices, y conviene aclarar que yo no me encuentro entre ese catolicismo practicante, pero sabes que España tiene unas bases muy tradicionales y el culto y la práctica en iglesias y catedrales no solo está vigente, sino que se practica y se vive por un gran número de fieles.
Yo, me encuentro entre las que reverencian la belleza artística de estas joyas arquitectónicas, respeto el culto en ellas por quienes lo practican, pero es un mundo del que me aparté hace muchos años.
Encantada de que te haya gustado el poema, querido amigo, y que te haya evocado esa Edad Media española tallada en romances y en voces de juglares.
Muchos besos, Prudencio.
A la catedral de Zamora le faltaba, para que entrara en perfecta armonía, un jirón del más bello sentimiento nacido de tu pluma.
ResponderEliminarAhora los antepasados, ilustres en piedra, descansan sabedores del final mas bello para coronar la cúpula de la Catedral.
BAENA:
EliminarGracias por tu también bello comentario. Es un placer el que te haya gustado el poema y otro más el tenerte por aquí.
Un abrazo, José L.
Querida Marisa, has puesto un broche de oro.
ResponderEliminarUn placer pasar por tu casa.
Un abrazo muy cariñoso.
BEATRIZ SALAS:
EliminarEncantada de que te haya gustado el poema.
Un abrazo, Beatriz.
"Huesos románicos gestan tu belleza
ResponderEliminaren la edad media del tiempo levantada,
juglares y romances tallan asonancias
en penitencia por la historia de tu alma".
he vuelto a Zamora de tu mano y te aseguro que la encuentro más elegante que la recuerdo.
Cuánta armonía...ese silencio entre las naves...vaya!, me has inundado de recuerdos. Precioso canto el tuyo.
Abrazos, todos
VIOLETA:
EliminarSi has estado en Zamora y en su bella catedral, entonces entenderás el sentido de ese canto, Violeta.
Me alegro de que te haya gustado.
Besos.
Son muchas las ciudades españolas que no conozco una de ellas es Zamora. La catedral tiene que ser impresionante para inspirar un bello poema. Siempre relaciono el rio Duero con Antonio Machado
ResponderEliminarRío Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua...
Un saludo (gracias por tu visita)
MARIAC:
EliminarSi tienes oportunidad, no te pierdas Zamora, vale la pena conocerla y disfrutarla.
Mi querido Antonio Machado conoce muchos secretos del Duero a su paso por esas tierras de Castilla y León. Gracias a ti por evocármelo.
Saludos.
Marisa, es la segunda vez que intento dejar un comentario. Quería decirte que el poema es una belleza y tiene esa cadencia suave y clásica que tanto me gustan y que estoy hasta la peineta de que la gente se haya creído las mentiras del Cid, que bien que se pasó la vida haciéndole la pelota a Alfonso VI, el bravo, cuando vio que había que arrimarse a mejor árbol, y sigan llamando traidor A Bellido Dolfos. Fue un héroe. El traidor fue el tarado de Sancho II...hombre, ya.
ResponderEliminar(Yo es que soy muy cazurra, Marisa, jaja)
Besos
ALMA:
EliminarYo también tengo problemas a veces para dejar comentarios en los blogs que tienen activada la dichosita verificación de palabra. Tu anterior comentario, no ha entrado. Tengo activada la "moderación de comentarios" no porque los modere (no modero ninguno), acepto todos, incluso los guerreros (estos me causan un especial deleite), sino por la única y exclusiva razón de que cuando me dejan comentarios en entradas anteriores, si no tengo activada la moderación no me entero de que los dejan y, por consiguiente, no los puedo contestar y corresponder como merecen.
Resumiendo: siento que tu anterior comentario no entrara, pero esto ha sido ajeno totalmente a mi voluntad.
Encantada de que te gustara el poema, Alma. Me ha hecho mucha gracia lo que dices de El Cid, Sancho, Alfonso VI y Bellido Dolfos (jejje, eres tremenda, Alma). Lo que yo creo es que los dos hermanitos de marras, Sancho y Alfonso, se la quisieron jugar a su hermanita, Dª Urraca. Si ambicioso fue el primero, el 2º no lo fue menos, y asesino también, no con sus propias manos, sino con las de Bellido Dolfos; por tanto, entre ladrones y fratricidas anda el juego.
Al Cid solo lo conozco por las crónicas, los romances, y el Cantar de Gesta. Y en estas huellas histórico-literarias, la imagen de este caballero es completamente distinta: unas veces es un héroe, y otras no tanto. La relación de vasallaje tan arraigada en la Edad Media, obligaba al caballero a ser servil con su rey: de ahí la actitud del Cid (completamente sumisa) frente a un destierro injusto del rey. Pero también le plantó cara a Alfonso VI en la Jura de Santa Gadea. Y el pueblo mientras tanto, trabajando de sol a sol para que la realeza y la clase nobiliaria jugara a estas batallitas... (Vamos, que como ahora...)
Yo también estoy contigo, Bellido Dolfos no fue un traidor fue el chivo expiatorio y la mano ejecutora de Alfonso VI.
De cazurra nada, jajjja, tienes un humor excelente, Alma, inteligente y atinado, cosa que te agradezco y admiro.
Un puñado de besos.
Querida amiga: A veces mi comentario desaparece y por eso he hecho antes una prueba.
ResponderEliminarHas hecho un bellísimo poema a la Catedral de Zamora, sólo aquellas personas que la hayan visto con detenimiento, podrán valorar la mezcla de estilos que tiene.
Cuando nos referimos al románico, es como si nos atrajese única y exclusivamente Palencia, pero no debemos olvidar que Zamora es una joya de un románico desconocido por la mayoría.
Te dejo mis cariños en un fuerte abrazo.
Kasioles
KASIOLES:
EliminarQuerida Kasioles:
La prueba, con tu permiso, la he suprimido. Ya sabes como funciona el mundo de Blogger: un día funciona y tres no. No me ha llegado ningún comentario tuyo anterior a este, por tanto, se perdió. Lo siento.
Zamora no es una joya del románico únicamente sino un museo del románico. Con todos mis respetos a los palentinos, Palencia tiene románico en la capital pero como Zamora... en absoluto. Contamos con 25 iglesias románicas solo en la capital, sin contar la catedral, el puento románico de piedra y tantas y tantas huellas de este estilo artístico medieval.
No sé si la conocerás, Kasioles, pero invitada quedas.
Mi cariño y un beso.
Tengo unas ganas locas de visitar la ciudad de Zamora, pero unas veces por una cosa y otras po otra, la cosa se va retrasando. Espero subsanarlo pronto.
ResponderEliminarUn saludo desde mi mejana
FELIPE TAJAFUERTE:
ResponderEliminarPues subsánala pronto, Felipe, porque Zamora si no se ganó en una hora fue por algo... Es una joyita preciosa del románico, no te la pierdas, Felipe.
Un abrazo.
El alma de una cetedral hecha versos, con ese pulimento del buen escultor, trasvasado a poeta.Se podría expresar que el poema es el lama de esta catedral de Zamora, alma arquitectónica y espiritual. UN beso grande. carlos
ResponderEliminarCARLOS AUGUSTO PEREYRA:
EliminarEso es lo que he intentado, Carlos, desde el subjetivismo emocional que me despierta esa bella construcción que tanto uno con mi infancia. Si lo he conseguido y te ha gustado, satisfecha que estoy.
Un besote.
Espléndido, realmente.
ResponderEliminarJUAN ANTONIO:
EliminarBienvenido al blog y encantada de que te haya gustado, Juan Antonio.
Saludos.
Mucho. Me alegra haber llegado hasta aquí.
ResponderEliminarBesos.
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