El rostro de la guerra
Salvador Dalí.
El
odio es la venganza de un cobarde intimado.
George Bernard Shaw
Yo odio la alegría
por odio a la pena.
Antonio Machado.
Cuanto más pequeño es el
corazón, más odio alberga.
Víctor Hugo
Cuando odias a una persona, odias algo de
ella que forma parte de ti mismo.
Lo
que no forma parte de nosotros no nos molesta.
Hermann Hesse
El puente roto del sueño
Salvador Dalí
GRANDE ES EL ODIO
Eduardo Lizalde
Grande es el odio (I)
Grande y dorado,
amigos, es el odio.
Todo lo grande y lo
dorado
viene del odio.
El tiempo es odio.
Dicen que Dios se
odiaba en acto,
que se odiaba con
fuerza
de los infinitos
leones azules
del cosmos;
que se odiaba
para existir.
Nacen del odio,
mundos,
óleos perfectísimos,
revoluciones,
tabacos excelentes.
Cuando alguien sueña
que nos odia, apenas,
dentro del sueño de
alguien que nos ama,
ya vivimos el odio
perfecto.
Nadie vacila, como en
el amor,
a la hora del odio.
El odio es la sola
prueba indudable
de la existencia.
Portarretrato de Picasso
Salvador Dalí
Grande es el odio (II)
Y el miedo es una
cosa grande como el odio.
El miedo hace existir
a la tarántula,
la vuelve cosa digna
de respeto,
la embellece en su
desgracia,
rasura sus horrores.
Qué sería de la
tarántula, pobre,
flor zoológica y
triste,
si no pudiera ser ese
tremendo
surtidor de miedo,
ese puño cortado
de un simio negro que
enloquece de amor.
La tarántula, oh
Bécquer,
que vive enamorada
de una tensa
magnolia.
Dicen que mata a
veces,
que descarga sus iras
en conejos dormidos.
Es cierto,
pero muerde y
descarga sus tinturas internas
contra otro,
porque no alcanza a
morder sus propios miembros,
y le parece que el
cuerpo del que pasa,
el que amaría si lo
supiera,
es el suyo.
Preciosa presentación. El poema me recuerda algo a Sylvia Plath. Hermoso...
ResponderEliminarUn abrazo
ANIAGUA:
EliminarEncantada de que te haya gustado y lo hayas disfrutado.
Triste final el de Sylvia Plath...
Un abrazo.
Y, no sé.
ResponderEliminarEl odio es algo que, en alguna ocasión, todos hemos sentido.
Tendrá alguna utilidad digo yo. El miedo en su justa medida es útil y yo creo que el odio también puede llegar a serlo; puede obligarte a levantarte y a defenderte. Una vez que te alza hay que pararlo, solo debe ser el impulso inicial, que luego no nos domine.
Un abrazo.
ISHTAR:
EliminarEstoy completamente de acuerdo con todo lo que dices. Incluso el veneno, en pequeñas dosis, sirve de vacuna...
Un abrazo.
Marisa, eres genial. Odio...Según el María Moliner, se emplea mucho hiperbólicamente; odio a los pedantes, odio a las injusticias. Es, también, sentir repugnancia a alguna cosa...odiar la violencia, la mentira. También se dice que hay personas odiosas, o se dice, por ejemplo: odio ese cuadro, odio subir la escalera andando...
ResponderEliminarEn fin, Marisa, que me ha encantado esto de los grandes pensadores y el odio. Para mi lo que es odioso es no tener la capacidad de darle vueltas y más vueltas a las palabras.
Un beso grande, Marisa.
P.D. Tus posts, siempre son una maravilla, qué presentación tan estupenda. Gracias por esos cuadros o pinturas...los amantes del arte disfrutamos contigo.
MARIÁN:
EliminarEl diccionario de la RAE define al odio como:
1. m. Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea.
La segunda parte de la definición no me gusta nada, nada. Alguien te puede resultar antipático o incluso puedes sentir aversión hacia él, pero de ahí a desearle mal hay un gran trecho.
Odiar a alguien a mí me parece el mayor de los insultos. Aunque también es verdad que quien odia y desea el mal, bastante tiene él con ser así...
Muchas gracias por tan amables palabras, Marián, que en este caso no merezco. Me he limitado a citar a algunos autores y al estupendo poeta mexicano Eduardo Lizalde.
Muchos besos, querida Marián.
Marisa, enhorabuena. Son los dos poemas, admirables. Creo que me quedo con el segundo por la imagen de la tarántula y el guiño a Bécquer que me ha parecido extraordinario. Y me han encantaod las ilustraciones que has incluido con dos obras de Dalí que, particularmente a mí, me dejan sin habla. Abrazos.
ResponderEliminarMARCOS CALLAU:
EliminarEs un poema en dos partes del poeta mexicano Eduardo Lizalde. La primera vez que lo leí me quedé fascinada por la gran precisión lírica a la que llega cuando describe el odio.
Dalí... es mi debilidad...
Encantada de que hayas disfrutado de todo ello, Marcos.
Un abrazo.
No sabrìa con cual quedarme, son geniales.
ResponderEliminarun abrazo
fus
FUS:
EliminarEs un mismo poema pero con dos partes. Para mí la segunda es más gráfica y con metáfora del odio más potente que la primera.
Encantada de que te haya gustado,Fus.
Un abrazo.
¿Hay razones para odiar? He aquí unos versos escritos en el siglo XIX por Francisco Acuña Figueroa, que podrían dar respuesta, o quizá todo lo contrario, pues como casi todos los sentimientos negativos dirigidos hacia los demás causan mayor indignidad en el dueño de esos sentimientos que en los destinatarios.
ResponderEliminar¿Porqué ese odio?
Sé que es un ingrato Bruno;
pero ese odio que me tiene
no sé de donde le viene,
pues no le hice bien alguno.
Un abrazo.
DLT:
EliminarEstoy completamente de acuerdo contigo en que hace más daño el odiar que el ser odiado. Diana.
Gracias por esos versos, Dlt.
Un abrazo.
Marisa:
ResponderEliminarUn lujo la introducción ! Antonio Machado, George Bernard Shaw, Víctor Hugo.El puente roto del sueño de Salvador Dalí, que me encanta.
El odio es un sentimiento opuesto al amor, tan humano como el miedo. De nosotros depende de que manera nos relacionamos con nosotros mismos y con los otros.
Genial tu post
Besos enormes
NORMA RUIZ:
EliminarEncantada de que hayas disfrutado de textos e imágenes, Norma.
Es cierto que la forma con que nos relacionamos con nosotros mismos es la misma forma con la que nos relacionamos con los demás. Quien tiene capacidad para odiar es que se odia así mismo.
Un besazo.
Magnífica entrada Marisa.
ResponderEliminarMe quedo con ésta bella frase:
Cuando odias a una persona, odias algo de ella que forma parte de ti mismo.
Lo que no forma parte de nosotros no nos molesta.
Hermann Hesse
Un lujo Picasso y Dalí.
Besos y buen inicio de semana.
ADRIANA ALBA:
EliminarGracias, Adriana. El objetivo es que la disfrutéis.
Esa cita que seleccionas a mí también me parece la más demoledora sobre el odio. Y CIERTA.
Quizás el odio que se siente hacia uno mismo acaba proyectándose hacia los demás, porque de lo contrario, hay odios que no se entienden...
Un besote.
Ya lo decía Empédocles, que en el mundo se mueve por dos fuerzas contrarias: "el Amor que une y el Odio que separa". De acuerdo contigo con respecto a la def, de la RAE, sobre eso de desear el mal a alguien. En el segundo poema me gusta la alusión al miedo. El miedo (sumado a la ignorancia y prejuicios) se halla en la base del odio. Se odia porque se teme y se teme aquello que no se conoce. Este es un tema en el que medito mucho.
ResponderEliminarUn abrazo, Marisa
PD - Imprecionantes los cuadros de Dali.
MYRIAM:
EliminarYo también estoy de acuerdo contigo en que el miedo es el germen del odio, es uno de sus ingredientes, unido a una inseguridad personal, a un egoísmo y a una impotencia e intolerancia hacia lo demás.
Un fuerte abrazo, Myriam.
Me pregunto de qué color es el odio. ¿Amarillo, negro, azul?
ResponderEliminarAlguna spersonas se mantinene vivas gracias al odio y otras huyen de él porque conlleva miseria interior, deseos de venganza.
Quizá la primer persona a la que odiemos sea a nosotros mismos, sobre todo cuando no ocurren las cosas como queríamos o teníamos planeado, pero más que nosotros nos pueden las circunstancias.
Un beso
CARMEN CASCÓN:
Eliminar¿De qué color es el odio?
Yo creo que es camaleónico, que va adquiriendo la tonalidad más adecuada adaptándose al medio en el que vive.
Estoy de acuerdo contigo en que el odio conlleva miseria interior. Mucha.
Un beso, Carmen.
El odio es una pérdida de tiempo, pues hace sufrir más al que odia que al odiado.
ResponderEliminarPor otra parte, creo que el odio es la manifestación más vil del miedo.
Y al comentario de Carmen Cascón: sin duda, al menos para mí, el color del odio es negro, de un negro profundo.
Un trabajo espléndido, Marisa.
Un abrazo.
MARÍA JOSÉ SÁNCHEZ VÁZQUEZ:
EliminarYo también creo que el odio es autodestructivo, que crea más desolación a quien lo lanza que a quien lo padece. Es el hermano mayor del miedo.
Me alegro de que te haya gustado, Mª Jose´. Un beso.
El odio requiere tan cantidad de energía que creo que no me es posible.
ResponderEliminarGran entrada
PILAR V.:
EliminarCreo que es más productivo emplear esa tal cantidad de energía en algo menos envilecedor.
Un abrazo, Pilar.
Bueno, Marisa, este canto al odio es un canto a la competitividad, a la contrariedad y a la envidia. Posiblemente, podríamos decir que también lo es a la estupidez y a la competencia. Cuando existe alguno de estos parámetros, en quien sea y cuando sea, en la inmensidad de un espacio-tiempo que nos obliga a seguir las normas impuestas por quienes han inventado estas palabras, existe odio. El corazón se les achica, se endurece y se transmuta semejando hacer unas cosas y sintiendo otras. Jamás he visto más odio que en quienes con su excelsa fe desprecian a quienes son pacíficos. Decía Carl Sagan: "La primera gran virtud del hombre fue la duda, y el primer gran defecto la fe". Esta es la tarántula, esta es la que si pudiera se picaba a ella misma e inoculaba su ponzoña para que jamás decayese esa fea palabra, inventada para dominar, que soportamos quienes poseemos un corazón sin asperezas y con ritmo pausado. El odio es el sentimiento de los prepotentes e innobles.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Marisa.
ANTONIO CAMPILLO:
EliminarMe quedo con el canto a la estupidez, querido Antonio. Canto propio de los prepotentes egoístas. La innobleza es palpable.
Un enorme abrazo.
Laentablemente el odio se ha instalado en el corazón del ser humano. Odiar resulta muy barato, pero igual de barato es erradicar el odio. Nunca aprenderemos, Marisa.
ResponderEliminarAG
ALBERTO GRANADOS:
EliminarNadie está a salvo de ese sentimiento tan barato, sencillo y... demoledor.
Hombres somos, nada humano nos puede ser ajeno...
Un abrazo, Alberto.
Dime en que parte vive en el cerebro reside esa palabra que me hago yo una autotrepanación, a medida que me han salido canas o mejor dicho, se me han caído, me he dado cuenta de que fútil es el odio, me he acostumbrado a huir de los dramas salvo para la ópera y creo que con éxito lo voy dando capotazos y bien digo de que no estoy libre de que pringue con sus tentáculos, quizás sea que me siento más feliz sin perder el tiempo en odiar, reconozco que tengo un pronto insoportable, tanto que hay días que ni me aguanto yo mismo pero no es odio y además es inofensivo, siempre dije que es la arrancada del caballo y la parada del mulo; en fin, después de esta confesión sin pater y alzacuellos, que no, que no me gusta, que creo que no se -ni quiero aprender- a odia, que no me merece la pena, que mi tiempo y mi vida es muy corta para perderla en semejante inmundicia, que hay cosas hermosas que ver, amar, tocar, acariciar y vivir pues hasta en el desamor si eres hábil puedes darle esquinazo o eso creo.
ResponderEliminarPuf parezco un santón, debe ser la medicación, jaja.
Un besazo y disculpa la ausencia, entre vacaciones y médicos no me he podido perder en el blog.
ÁNGEL IVÁN:
EliminarSoy de tu opinión, prefiero emplear mi corto tiempo y vida es algo más productivo y satisfactorio que en odiar. Y mira que lo he intentado veces ya que han existido personas que quizás merecieran ese desprecio. Pero no lo he conseguido. Quizás porque pienso que el mayor daño se lo hace así mismo quien odia. Es un sentimiento autodestructivo y vil (el desear el mal a otra persona).
No obstante, hay a quien no le es difícil odiar... y te lo comunican, no sé si para avisarte del mal que se va a cernir sobre tu cabeza o para testimoniar el lodo que habita en su interior.
En fin, querido Ángel, amemos, que es más bello, gratificante y altruista (yo también parezco un cura en su sermón...:-) )
No te preocupes de la ausencia. No te odio por eso ;-)
Besotes.
Cualquiera de las frases, junto con esas pinturas de Dali, son extraordinarias.
ResponderEliminarYo comparo el odio con la envidia, ya que sólo lo sufre la persona que alberga ese sentimiento, la otra, en cantidad de ocasiones, vive y permanece ajena a ese sentir.
Es una desgracia, como otras muchas, sentir envidia y odio hacia otra persona.
Te dejo un fuerte abrazo con mis cariños.
Kasioles
KASIOLES:
EliminarCreo, como tú, que el odio y la envidia son parientes cercanos.
Un fuerte abrazo también para ti, Kasioles, y feliz año.
Es una de las palabras más feas que existen y una pena que ese sentimiento sea tan fácil de albergar en nosotros
ResponderEliminarUn besote cielo
40AÑERA:
EliminarAlberga en nosotros porque somos nosotros sus creadores.
Un besote y feliz año, Cuaren.
Grandes y precisos los versos de Lizalde, fantástico el Dali en sus mejores momentos... y mucho que pensar sobre la frase de Hesse.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Marisa
XIBELIUSS JAR:
EliminarLa frase de Hesse encierra una demoledora verdad.
Me alegro de que te haya gustado la entrada, Xibeliuss.
Un fuerte abrazo y feliz año.
Que interesante debate acerca del odio, Marisa.
ResponderEliminarEl odio, como todas las pasiones humanas, confunde sus límites con sus antónimos: cariño, empatía....Amor; como esa frase de "ni contigo ni sin tí", como el amor/odio turbulento de los protagonistas de la novela CUMBRES BORRASCOSAS; una neblina mental que nos confunde y no sabemos en qué grado de la escala estamos, porque nada en el mundo de las ideas y los sentimientos es absoluto y todo es gradual.
El odio, como sentimiento primitivo/básico, nace en nuestra infancia y, como los colores básicos, se mezcla en la paleta del pintor para producir multitud de tonos más o menos agradables/ desagradables, unos más cálidos que otros, pero todos son colores, y en nuestra mente, sentimientos mezclados con mayor o menor fortuna para que el resultado sea armónico y equilibrado.
Aprender a odiar en esta vida es tan importante como aprender a amar porque tal aprendizaje nos hace personas, nos ayuda a conocer los ingredientes a mezclar para obtener el resultado final de nuestra obra creativa vital; pero el ingrediente odio es difícil y peligroso de manejar y, además, resulta "indigesto" para la única vida que sabemos que tenemos y deberemos disfrutar hasta su final.
He visto "jugar" a una persona con una tarántula, enorme y de aspecto amenazante, sin la menor agresividad por parte de la araña, que no se sentía agredida y disfrutaba del recorrido por el cuerpo de su dueño.
El control de nuestro sentimiento de odio, inevitable por formar parte de nuestro acervo sentimental, nos hará aún más personas después de su experimentación, y apagará otras "hogueras" que lo alimentan: la envidia y el miedo, también conocimientos fundamentales a dominar, para una mayor racionalización de nuestras energías en provecho propio y ajeno.
Interesante proposición de debate, querida Marisa.
Un abrazo.
Que interesante debate acerca del odio, Marisa.
ResponderEliminarEl odio, como todas las pasiones humanas, confunde sus límites con sus antónimos: cariño, empatía....Amor; como esa frase de "ni contigo ni sin tí", como el amor/odio turbulento de los protagonistas de la novela CUMBRES BORRASCOSAS; una neblina mental que nos confunde y no sabemos en qué grado de la escala estamos, porque nada en el mundo de las ideas y los sentimientos es absoluto y todo es gradual.
El odio, como sentimiento primitivo/básico, nace en nuestra infancia y, como los colores básicos, se mezcla en la paleta del pintor para producir multitud de tonos más o menos agradables/ desagradables, unos más cálidos que otros, pero todos son colores, y en nuestra mente, sentimientos mezclados con mayor o menor fortuna para que el resultado sea armónico y equilibrado.
Aprender a odiar en esta vida es tan importante como aprender a amar porque tal aprendizaje nos hace personas, nos ayuda a conocer los ingredientes a mezclar para obtener el resultado final de nuestra obra creativa vital; pero el ingrediente odio es difícil y peligroso de manejar y, además, resulta "indigesto" para la única vida que sabemos que tenemos y deberemos disfrutar hasta su final.
He visto "jugar" a una persona con una tarántula, enorme y de aspecto amenazante, sin la menor agresividad por parte de la araña, que no se sentía agredida y disfrutaba del recorrido por el cuerpo de su dueño.
El control de nuestro sentimiento de odio, inevitable por formar parte de nuestro acervo sentimental, nos hará aún más personas después de su experimentación, y apagará otras "hogueras" que lo alimentan: la envidia y el miedo, también conocimientos fundamentales a dominar, para una mayor racionalización de nuestras energías en provecho propio y ajeno.
Interesante proposición de debate, querida Marisa.
Un abrazo.
JANO:
EliminarCertero y enriquecedor tu comentario, mi querido amigo. Aunque cueste admitirlo, el odiar también forma parte del aprender a amar, de nuestra experiencia, de nuestro conocimiento interior y exterior, como bien explicas. Es un ingrediente más de nuestro devenir vital pero muy difícil y peligroso de manejar, ciertamente.
Un beso, Jano, y muy feliz año nuevo.
Me ha encantado, tienes una página muy linda...te felicito.
ResponderEliminarUn saludo.
FIBO FIBO:
EliminarGracias Fibo, me alegra que te haya gustado. Bienvenido al blog.
Un saludo y feliz año.
Es una publicación muy densa, con frases que hacen pensar. Preciosos poemas y no menos los cuadros de Dalí, especialmente "el rostro de la guerra."
ResponderEliminarUn abrazo.
Contra una palabra tan triste ODIO solo se me ocurre AMOR,AMOR.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
MARICRUZPE:
EliminarTu palabra me ha parecido un excelente antídoto.
Un abrazo y feliz año.
No entró el comentario y no sé por qué. Las frases hacen reflexionar, el cuadro de Dalí "el rostro de la guerra" es impactante y los poemas nos tocan nuestro interior.
ResponderEliminarUn abrazo.
VALVERDE DE LUCERNA:
EliminarSí que entró el comentario, Valverde. Encantada de que hayas disfrutado del arte de Dalí y la lírica de Lizalde.
Un abrazo.
Buenas noches Marisa.
ResponderEliminarHe leído tu blog alguna vez que otra, me gusta. Me gusta la estética sencilla y a la vez fuerte de lo que pones, llega, hace pensar, se presiente todo del cariño que pones en lo que dejas.
Este último post impresiona, es como si hubiese metido la vida misma en el.
Dalí y sus dos obras impresionantes.
Un abrazo
SOLEDAD EN EL PIANO:
EliminarBienvenida al blog. Gracias por tus amables palabras y, sobre todo, porque hayas disfrutado del arte de Dalí y Lizalde.
Un abrazo.
Marisa, la tarántula es suficiente imagen metafórica para significar la carga tóxica y envenenada del odio. Un sentimiento tan inútil como de efectos devastadores para quien lo porta.
ResponderEliminarLos poemas del magnífico Lizalde, un poeta que me encanta por su musicalidad y por las imágenes que crea.
Comparto debilidad por Dalí.
Abrazos
FELICIDAD BATISTA:
EliminarLa imagen de la tarántula de Lizalde para simbolizar el odio a mí también me ha parecido lo más potente del poema. Me alegro de que te haya gustado, Felicidad.
Un beso.
Querida Marisa, paso a dejarte un fuerte abrazo y mis mejores deseos para las próximas fiestas.
ResponderEliminarTodo lo mejor para tu vida.
Felicidades.
ADRIANA ALBA:
EliminarMuchas gracias, Adriana. Yo también te deseo todo lo mejor para este nuevo año que ha entrado. Me he tomado un respiro largo, así que lamento la tardanza en la felicitación.
Un beso grande, grande.
Estas fiestas tan entrañables, te dejo un abrazo con mis mejores deseos de felicidad,
ResponderEliminarfeliz Navidad!!, feliz año 2014!!.
RICARDO MIÑANA:
EliminarGracias, Ricardo. Yo también te deseo lo mejor para este año que ha entrado.
Un abrazo.
¡Qué Paz y BIen,Completen tu porvenir y la belleza de tus días!
ResponderEliminarCon Cariño.
André
ANDRÉ DE ÁRTABRO:
EliminarMuchas gracias, querido Andrés.
Sabes que yo también te deseo muchos momentos de felicidad para esto nuevos 365 días.
Un beso.
¡Ay, los odios...! Ocupan la historia, el pensamiento, la literatura... Con lo fácilque es amar.
ResponderEliminarQue no languidezca tu blog. 2014 es un magnífico territoio para retomarlo.
Un abrazo.
AG
ALBERTO GRANADOS:
EliminarGracias por los ánimos, Alberto. Seguramente retome la actividad bloguera en este 2014 que espero que sea lo más dichoso para ti y para tu andadura literaria.
Un fuerte abrazo.
Feliz 2014 Marisa.
ResponderEliminarBesos muchos.
ADRIANA ALBA:
EliminarTodo lo mejor para ti en este 2014, mi querida Adriana.
Te beso.
Has tratado, a través de estas citas y del poema de Lizalde, uno de los elementos que contiene la conducta humana: el odio, que puede no sólo generar construcciones materiales de alta y suma grandeza, pero a costa del dolor y el sufrimiento humano. Lo peor es el odio convertida en venganza. Aquí en Colombia, ha generado las peores guerras civiles, y el desplazamiento de comunidades enteras campesinas. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarCARLOS AUGUSTO PEREYRA MARTÍNEZ:
EliminarMi querido Carlos, tus palabras llevan grandes verdades. El odio, a pequeña o gran escala, es el sentimiento más autodestructivo.
Todo mi cariño y todos mis deseos de felicidad para este nuevo año que ha entrado, amigo.
MARTA C.:
ResponderEliminarGracias, Marta. Las vacaciones las tuve. La vuelta al cole... ya comenzó. Ya ves que yo también me he tomado un respiro largo.
Encantada de volver a saludarte y feliz año, querida Marta.