NO SIEMPRE EL CORAZÓN SABE
LLORAR
No siempre el corazón
sabe llorar.
No siempre
puede enseñar el camino correcto a las lágrimas. Estas, quedan sin voz
sumergidas en la laguna negra de la tristeza.
No siempre
el dolor puede precipitarse al vacío gélido para intentar desaparecer en la
nada. Etéreo y eterno busca el grito de perlas saladas que recorran los surcos
yermos de las mejillas.
No siempre
es fácil que los ojos perdidos encuentren reflejos de mares diamantinos. No
siempre es fácil sumergir al alma en tormentas torrenciales que liberen
tormentos sin cauce.
No siempre
las heridas descarnadas reciben la lluvia cálida que cicatrice latidos que
sangran amapolas.
No siempre
el corazón conoce los alfabetos tatuados para poder llorar las espinas que
brotaron en aquella rosa blanca.
No siempre
hay oxígeno en las venas cuando falta el aire. El fuego de bronce no puede
respirar cuando hay brasas que asfixian al viento que huye.
No, no
siempre el corazón sabe llorar.
Es SAMUEL BARBER con su “Adagio for
strings”, tema musical catalogado como la canción más triste del mundo en el
año 2004 por la BBC, por si el corazón
no sabe llorar…:
Saber resbalar por las mejillas no es fácil. A veces, la falta de trabajo ha impedido que se canalicen a través de los surcos que se cimentan en la tristeza. Además, cuando no se puede gritar, cuando el aire no es capaz de generar sonido alguno por falta de fuerza para hacer vibrar las cuerdas vocales, el suspiro se traga, se vuelve a inhalar y el dolor en el pecho es insoportable.
ResponderEliminarLimpiar corazón y heridas dolorosas requiere templanza y firmeza con las lágrimas enseñadas a caer. Siempre es bueno que caigan, que desagüen.
Quien no sabe llorar no sabe sentir.
Excelente texto y música especial para entender la tristeza.
Un fuerte abrazo, querida Marisa.
ANTONIO CAMPILLO:
EliminarVerdaderamente, mi querido amigo, "quien no sabe llorar, no sabe sentir", como dices.
A veces es cuestión de frialdad u orgullo, y en estos casos, merece reprobación al menos por mi parte.
Pero en otras ocasiones, el dolor emerge por la pérdida de personas queridas, bien porque se pierde a alguien en vida, bien porque fallece alguien que querías. Y cuando se dan las dos situaciones a la vez casi en el mismo instante, es cuando el dolor es tan grande que la mente o el corazón para evitar la catástrofe emocional que se va a desplomar, evita el terremoto no permitiendo que se inicie con las lágrimas.
Es entonces cuando lo que más se desea es esa purificación a través de las lágrimas, pero no llegan. Esperan agazapadas a que el cerebro encuentre el momento más adecuado para dejar libre ese grito de dolor sin que se produzca la catástrofe del terremoto, sino simplemente un ligero temblor de tierra.
Encantada de que te haya gustado el texto, Antonio.
Un abrazo, hoy, más fuerte que nunca.
Dices una gran verdad: no siempre el corazón sabe de penas y cogitaciones, por eso como en tu último verso "No, no siempre el corazón sabe llorar.". UN abrazo, encanto. Carlos
ResponderEliminarCARLOS AUGUSTO PEREYRA MARTÍNEZ:
EliminarA veces hay que enseñarle, efectivamente, Carlos. ¿Quién dijo que llorar fuese fácil?
Encantada de que te haya gustado y un fuerte abrazo para ti.
Me he quedado impresionado, tanto por las palabras escritas como por la fuerza que tiene esta composición. Me ha gustado mucho. Es triste, pero es preciosa. Besos.
ResponderEliminarMARCOS CALLAU:
EliminarMe gusta que hayas sentido ese desgarro de la tristeza, Marcos, y encantada de que hayas disfrutado la composición.
Muchos besos.
Pues mi corazón no deja de llorar desde hace tiempo. Él si sabe lo que es llorar, muy a su pesar.....sólo espero que algún día deje de hacerlo.
ResponderEliminarMuy bonito relato.-
AMESTI:
EliminarEl dolor solo se lo puede llevar la lluvia torrencial de las lágrimas. Es cuando podemos volver a oler el aroma tibio y fresco de la tierra mojada, fértil para nuevas emociones.
Ojalá que tu corazón comience a oler a tierra mojada muy pronto, Amesti.
Bienvenido/a al blog. Gracias por tu tiempo y encantada de que te haya gustado la prosa poética del relato.
Saludos cordiales.
Cuando no lloramos no liberamos..cuando no lloramos piensa la mente...se alteran los sentimientos..y en el alma empieza a rebotar ideas..y todo se transforma si las lagrimas no brotan. Qué cosa lo materia..tan denostada en otras cosas de esta vida..y aquí..unas simples gotas..libera a los sentimientos.
ResponderEliminarHe disfrutado su lectura..
Un abrazo desde el sur querida amiga..
PRUDENCIO HERNÁNDEZ JR.:
EliminarEfectivamente, cuando el corazón no sabe llorar es porque está encadenado por la razón que cree protegerle con sus barrotes pero lo que hace es condenarle a un laberinto.
Feliz de que te haya gustado.
Abrazos grandes para tu sur, querido amigo.
Llorar es descomprimir el dolor, la vida que llevamos es a veces tan confusa que nuestro cerebro comete errores con el desagüe, lo corta y espera vivencias más felices o rutinas que sequen el cauce del dolor. Es reflejo involuntario llamado supervivencia.
ResponderEliminarUn beso es desagüe de deseo, escoge tú el deseo y yo te doy mi beso.
JUNO:
EliminarLas lágrimas son las palabras con las que habla el corazón. El silencio solo puede retrasar el terremoto babélico. Acaba produciéndose inevitablemente pero mientras llega es extraño no poder oír sus latidos.
Recojo el beso agradecida y el deseo lo dejo en manos de los sueños.
Gracias por tu tiempo y tus palabras, Juno.
Un beso muy fuerte.
Me gusta pensar que el corazón siempre acaba por encontrar su camino, Marisa. Que siempre acaba por superar el duelo, hasta convertirlo en algo así como un esguince antiguo que sólo recuerdas cuando va a cambiar el tiempo y un pequeño dolor nos avisa de que todavía queda algo dañado.
ResponderEliminarNo sé si es la canción más triste del mundo, pero el Adagio de Barber es muy, muy hermoso. Da la sensación de ser una de esas obras escritas en la madurez, cuando el autor no sólo ya ha vivido mucho sino que además tiene el oficio necesario para transmitirlo. Y no es así, es una obra de juventud: Barber no llegaba a los treinta años cuando la escribió, alcanzó el éxito... y, como le ha pasado a tantos otros, el resto de su trabajo quedó siempre un poco oscurecido por el Adagio - que recreó en varias ocasiones.
Un fuerte abrazo
XIBELIUSS JAR:
EliminarNo sé si sabrá encontrar su camino, pero que gusta de senderos laberínticos no me queda duda.
Duelo es la palabra exacta que has empleado y que definiría muy bien esa resistencia del corazón a aceptar y a asumir que el único camino hacia Oz es el de las lágrimas.
Creo que el año de composición del tema de Samuel Barber fue el de 1936. Acompañó a las bandas sonoras de varias películas, entre ellas "Platoon". Es realmente sobrecogedor, en mi opinión la misma tristeza hecha música.
Otro fuerte abrazo para ti.
Ay, que parece que lo único que sabe es corazón es llorar, y no es exactamente así; me ha gustado mucho el tema de Samuel Barber: realmente triste. Buena semana, Marisa. Besos.
ResponderEliminarPACO HIDALGO:
EliminarEl corazón no solo sabe de lágrimas, Paco, sabe muchas cosas que la razón ni comprende ni quiere comprender. Por ejemplo, la tristeza.
Espero no haberte bajado el buen humor pero somos un cúmulo de emociones y no todas son positivas.
Gracias por tu tiempo, Paco. Buena semana docente también para ti y muchos besos.
Preciosa la entrada, Marisa, el poema, y ese vídeo de Samuel Barber...invitan a llorar, y es que ,Marisa, tú sabes aunque digas que no sabes cómo incitar a las lágrimas. Me ha gustado muchísimo este post.
ResponderEliminarUn besazo.
MARIÁN:
EliminarNada más lejos de mi intención que haceros llorar -si no lo necesitáis-, pero no puedo negar que el texto ha intentado acercarse lo más posible a esas regiones donde el dolor y la tristeza son los tiranos de las emociones.
El tema musical de Samuel Barber, no hace falta que la BBC diga que es la canción más triste del mundo, lo es. Es difícil respirar cuando la oigo.
En fin, humana soy y ninguna emoción me puede ser ajena.
Me alegra de que te haya gustado, querida Marián.
Muchos besos.
No hay llanto,pero el dolor asoma a los ojos y les quita luz y los huesos se contraen y el alma lanza gritos que nadie escucha.
ResponderEliminarBesos.
OHMA:
EliminarEfectivamente, aunque sin llanto, los ojos son la mirada del alma, y en esa oscuridad vagan buscando el brillo diamantino de las libertadoras del dolor: las lágrimas.
Bienvenida al blog, Ohma.
Besos.
No siempre el corazón sabe llorar
ResponderEliminarNo siempre el corazón sabe el camino
No siempre duelen las heridas
No siempre es mejor quedarse
aunque se pierda una partida
Dejemos que se deslicen esas perlas cundo aun se tienen en ellas el sabor a sal.
Me gusta tu poema lleno de pasión y contenido, aun así aflorando atisbo de nostalgia.
Tú, una poeta al lado del mar y además sirena.¡Si, sirena y caracola!
Besos.
ANDRÉ DE ÁRTABRO:
EliminarMe quedo con uno de tus versos: "No siempre es mejor quedarse". Sí, Andrés, cuando el respeto y la dignidad son pisoteadas y maltratadas, es mejor irse por ese camino, repleto de espinas pero exento de vejaciones.
Gracias por tus piropos, pero prefiero ser caracola que sirena: me gusta sentir el rumor del mar dentro de mí.
Muchos besos, querido Andrés.
Marisa:
ResponderEliminarNo, no siempre el corazón sabe llorar.
Es su humanidad y emociones que desbordan al alma.
Es difìcil controlar los latidos de un corazòn herido, de un desencanto.
A veces sucede que sentimiento y razòn no van de la misma mano.
Bellìsimo texto querida amiga
NORMA RUIZ:
EliminarCuando se hiere al corazón, es la razón la que toma el mando, afortunadamente. Aunque esto no evita que se oiga en la lejanía los quejidos de ese corazón que intenta gemir.
Encantada de que te haya gustado.
Un abrazo.
Marisa, llorar no es fácil, no. A veces basta con leer un pasaje, el fragmento de un diálogo o un prolongado silencio en una película, contemplar una pintura, escuchar una canción, despedirse o recibir a alguien. Pero otras, el impacto del dolor es calcinante, capaz de dragar hasta la úlima gota de agua salada. Y el dolor se intensifica porque no encuentra cauce que lo arrastre. A un familiar muy cercano, de dolorosa pérdida para mi, un acontecimiento dramático en su juventud le sumió en una tristeza de la que nunca se liberó del todo y que desde ese instante le impidió llorar el resto de sus días.
ResponderEliminarEl Adagio del compositor estadounidense Barber es una de mis piezas favoritas y la escucho con frecuencia. Nunca lo he asociado a la tristeza pero sí a la conmoción interior, a lo profundamente emotivo.
Gracias por regalarnos este precioso y sensible texto poético.
Un abrazo grande
FELICIDAD BATISTA:
EliminarEs mucho más fácil reír que llorar. Las lágrimas son la sangre que brota del corazón, y en ocasiones -como la que narras- se quedan congeladas por el frío del dolor. No pueden brotar hasta que la razón libere a la emoción. Creo que son estados transitorios de puro instinto de protección. Pero llegará inevitablemente la primavera y con ella el deshielo de esas lágrimas que, necesariamente, deben seguir su cauce para que el río de la vida siga fertilizando las orillas a las que nos acercamos.
Gracias a ti por tu tiempo, y encantada de que hayas disfrutado de texto y música.
Un fuerte abrazo.
Qué hermoso tu poema!!! Me ha conmovido...
ResponderEliminarSaludos
EVA LETZY:
EliminarBienvenida al blog y encantada de que te haya gustado mi prosa poética.
Saludos.
Creo que las lágrimas liberan de la opresión que producen las emociones fuertes en nuestra vida, pero no siempre salen y se produce una obstrucción en nuestro corazón, sería como un infarto emocional.
ResponderEliminarNo sé porque han calificado este tema como el más triste, pero es realmente bello.
Un abrazo.
VALVERDE DE LUCERNA:
EliminarLo has descrito muy bien: infarto emocional. Posiblemente debido a un exceso de dolor acumulado en las arterias del corazón, produciendo un colesterol muy alto que impide el tránsito de las lágrimas y la liberación de emociones nocivas para la salud emocional.
A mí este tema musical me parece muy triste, Valverde, tristísimo. Pero en lo que todos estamos de acuerdo es que es muy bello.
Un abrazo.
Qué hermosa pieza la de Barber, triste, pero hermosa. Parece querernos transportar a la melancolía.
ResponderEliminarUn beso.
DESDELATERRAZA-VIAJARALAHISTORIA:
EliminarEsta pieza de Samuel Barber es una verdadera obra de arte, estoy de acuerdo, Dlt.
Un beso.
Me encanta cuando te arrancas estas reflexiones de las entrañas Marisa. Enhorabuena por salir airosa de un tema tan espinoso...corazón y lágrimas. Un beso
ResponderEliminarINOCENCIA MONTES:
EliminarGracias, Inocencia. Es en las entrañas donde siempre se descubre lo más sincero.
Feliz de que te haya gustado.
Un beso.
MARTA C.:
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo contigo, Marta, e intuyo que conoces bien el país de las lágrimas.
Pienso, como tú, que las lágrimas son el camino hacia una paz interior que, aunque no elimine el dolor completamente, sí nos hacen conscientes de él y, por tanto, es el primer paso para que desaparezca.
Me alegra mucho de que te haya gustado la prosa poética y el tema musical de Samuel Barber.
Todo mi cariño y un beso, querida Marta.
El dolor más profundo se siente cuando quieres pero no puedes llorar; la tristeza se queda dentro. Tus letras tienen una fuerza tremenda, Marisa. Y la música de Samuel Barber incita al llanto, a un llanto que para mí tiene que ver más con muerte y desolación que con desamor. Pero no es plan de llorar a estas horas... ;-)
ResponderEliminarUn beso sobrecogido.
KINEZOE:
EliminarEspero no haberte puesto muy triste a esas horas de la mañana, Kine.
¿Muerte o desamor? Sinceramente, amigo, creo que ambos sustantivos están estrechamente relacionados.
Me alegra de que te haya gustado el texto y el tema musical de Samuel Barber, Kine.
Un besito.
Una mirada lenta, desnuda, casi táctil, lo que hace que tus poemas se nos queden entre las manos.
ResponderEliminarSaludos.
PITT TRISTÁN:
EliminarBienvenido al blog, Pitt.
Me ha gustado la forma que tienes de describir las sensaciones que te ha provocado mi texto.
Encantada de que te haya gustado.
Saludos cordiales.
MYBUSCADOR:
ResponderEliminarBienvenido al blog.
Encantada de que te haya gustado lo que has visto.
Saludos.
Me gusta tu escrito, creo que cuando uno esta triste o saliendo de algun tipo de desazón, lo que escribe es triste, si, y mucho, pero tambien es honesto. Aunque sea un coraje, un sentimiento de odio o demas, por lo menos refleja estados de animo honestos en su mas primitiva expresion.
ResponderEliminarLo que escribiste esta lejos de ser primitivo, todo lo contrario, pero tiene la honestidad de un conflicto emocional entre el corazon y la mente, porque en eso tengo un pequeño reparo, en mi opinion, claro, el corazón si sabe llorar, los que no aceptamos sus llantos y solo nos interesamos en el corazon cuando rie, somos nosotros. Entonces, cuando el corazon llora, la mente siempre trata de silenciarlo, de ignorarlo, y ahi se genera el conflicto que nos pesa un mundo, y nos cuesta otro mundo salir de el.
Ves? me pones a pensar, y yo no suelo hacer eso muy seguido.
Besotes y besotes, mi querida Marisa.
SYD:
EliminarEl eterno conflicto entre corazón y razón, querido Syd. Quizás haya que enseñar a ambos técnicas asertivas, no agresivas.
Gracias por tu tiempo y muchos besotes.
Es cierto, en ocasiones no es fácil, se siente un gran alivio cuando se abren las compuertas del llanto, son como un río caudaloso que arrastra peñascos,anzuelos oxidados, sedimentos, y ramas secas...pero no siempre es fácil.
ResponderEliminarMe encantó tu prosa, siempre me gustó como escribes, el video también está bueno.
Besos Marisa.
ADRIANA ALBA:
EliminarMe alegra que te haya gustado , Adriana.
Efectivamente, el llanto es un tremendo tsunami que arrastra esos anzuelos oxidados, ramas secas y sedimentos inútiles. Pero no siempre "llueve" a gusto de todos...
Besos.
No, no siempre sabe pero DEBE y para algunos no se porque motivo o glándula anormal que llevamos a la cabeza lo hacemos a destiempo o cuando menos conviene.
ResponderEliminarUn besote fuerte.
ÁNGEL IVÁN:
EliminarExpresar sentimientos que duelen a través de lágrimas, nunca se hace a destiempo o es un inconveniente. Corazón y razón, a pesar de sus enfrentamientos, son sabios con las emociones aunque a nosotros nos cueste entenderlo.
Un besote, Ángel, y buen fin de semana.
Cierto...
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
MARÍA JOSÉ FLORES:
EliminarBienvenida al blog y saludos cordiales, Mª José.
Es muy bello el texto, me ha gustado mucho. Y reflexiono; quizá sea mejor así. Si supiera siempre, sería rutina. Acostumbrarse a llorar sería decepcionante, aun cuando duela más lo contrario. Besos, y gracias. Sabes por qué.
ResponderEliminarJAVIER F.NOYA:
EliminarNo hay nada que agradecer, Javier.
No sé hasta qué punto es positivo que el corazón guarde sus lágrimas debajo de la alfombra...no sé, no sé...
Encantada de que te haya gustado.
Besos, querido Javier.
La tristeza es una emoción tan sumamente perturbadora que paraliza o acciona mecanismos imposibles de prever
ResponderEliminarMás besos
40AÑERA:
Eliminar¡Cuánta razón llevas, querida Miryam! Muy difíciles de prever, ciertamente...
Encantada de volver a verte por aquí, se te echaba de menos.
Muchos besos.